Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

0

Mayo—2004

Por última vez, George se miró al espejo y suspiró frustrado. Odiaba que su piso estuviera en reforma, pues debía quedarse en la casa de su hermano, en la cual vivía con su prometida e hijos. Se sentia un estorbo entre ellos, solo esperaba que acabara pronto.

Acomodó su chaleco para bajar las escaleras en dirección a la amplia cocina de la familia. En ella, se encontraba Elizabeth Lupin junto a su hijo mayor, quien parecía estar desayunando.

Sus ojos se iluminaron al verla, y su corazón se estrechó al recordar como la mujer que amaba incondicionalmente estaba prometida a su gemelo. Pero los amaba demasiado, como para estropearles su felicidad .

—Ey, buenos días Georgie— saludó la mujer, dejando a un lado los papeles en los que estaba escribiendo.—¿Cómo amaneciste?

—Buenos días, bien gracias Beth— tomó asiento al lado de su ahijado— Buen día campeón

—Buen día padrino

Coreó el niño, mientras se llevaba un bocado de un croissant a la boca.

—¿Gustas desayunar? La cafetera está puesta— señaló con la cabeza— Tu hermana iba a venir, la estaba esperando pero al final mandó una carta diciendo que no podía y me puse al día con el trabajo.

Volvió a colocar los folios de manera ordenada para seguir escribiendo artículos que  podían der útiles para el profeta.

George se levantó, llendo hacia la cafetera para tomar un buche del caliente líquido disfrutando de su amargo sabor cuando se sirvió.

—Supongo que el trabajo cada vez tiene que estar más pesado— hizo una mueca mientras bebía otro sorbo—¿Qué le pasó a mi hermana?

—Lo está si, exigen mucho para ver si me contratan— informó sin dejar de mirar los papeles— Se encontraba mal

Jackson, yendo a fregar el plato que utilizó para desayunar volvió la cabeza hacia su madre, preocupado.

—¿Se encontraba mal? ¿Qué le pasa a la tía Ginny?— intentando no salpicar mucha agua, mojaba el plato escuchando atento a su madre.

El Weasley, miró a la mujer de la misma manera que su ahijado.

—Según me escribió tenía nauseas y no paraba de vomitar—hizo una mueca apiadandose de lo mal que debería estar su amiga.— Molly le iba a dar un remedio casero, esperemos que se mejore.

Los hombres imitaron su mueca, pensando en la Weasley y como se debe de sentir. Seguro le cayó algo mal, pensaron.

—Espere..—sus palabras fueron interrumpidas, pues tuvo que agachar la cabeza para que una carta no le aterrizara en su cabeza—¡Maldita lechuza!—bramó furioso viendo como esta iba rápido hacia otro destino. Miró la carta en el suelo— ¿Puedes cogerla padrino? Tengo las manos mojadas.

Este asintió, agachandose para tomar el sobre en sus manos. Frunció el ceño al ver, que era del Ministerio.

—Beth, es del ministerio— se la entregó, respetando su privacidad.— No se que pueda ser.

Esta dejó la pluma a un lado para cojer el sobre que el hombre le extendía, con el ceño fruncido.
La abrió, para leer cada línea con efusión.

George, pudo distinguir una sonrisa creciendo de sus labios y un brillo en los ojos.

—¿Beth..?

—¡El juicio! ¡Será en una semana!— soltó la carta de momento, para ir a abrazar al hombre por la emoción —¡ Por fin habrá justicia!

Kailei Lombrad habia hecho muchisimo daño a la familia, por el simple hecho de estar enamorada profundamente de George.

Secuestró a Hiraeth, hija de Elizabeth y Fred, nadie supo el por qué. Salió con George, a pesar de que este no sintiera nada por ella y resultó traicionado.

—¡Merlín ya era hora!—celebró abrazandola feliz de que se hiciera justicia.

Jackson sonrió sacando sus manos, el también estaba inmensamente feliz de que esa horrible mujer se pudriera en Azkaban. Cogió la carta mientras los adultos estaban abrazados, para leerla y su cuerpo flaqueó de imediato.

—Mamá...— la miró asustado reteniendo lágrimas — También dice que os citan por mi custodia..

La mujer se separó de los brazos de su cuñado, para abrazarlo por los hombros.

—Pelearemos cueste lo que nos cueste, para que te quedes con nosotros— dejo un sonoro beso en su mejilla.

George no le quitaba mirada, pensando en la suerte que tenía su hermano de que Elizabeth le hubiera dado una segunda oportunidad.

Si el pudiera, cambiaría su vida con la de su gemelo en un instante

●●●

Llevaba los bocetos pegados a su pecho, mientras esquivaba a toda la gente que se ponía en su camino intentando llegar a tiempo donde había quedado con su amigo. Ni siquiera había tenido  tiempo de arreglarse, se podía notar en el mal moño que llevaba hecho.

—¡Noareth, por Merlín!— vió como un Ángel caer al ver como su amiga finalmente llegaba.

Creía que les iba a tocar y ella no estaba, le preocupaba sobretodo porque ella tenía todos los bocetos que tenían que presentar.

—Lo siento, de veras Will tuve un contratiempo— llegó a su lado acelerada, tratando de cojer aire—¿Nos tocó ya?

—No, aún no— tomó asiento esperando que los llamaran— ¿Que contratiempo?

Noareth, dejó los bocetos en el regazo del chico para apoyarse en un  ventanal frente a el.

—¿Te acuerdas de mi "primastra?— prosiguió al ver que el chico asentía — Digamos que yo tenía razón y esta loca. Espera un juicio para ir a Azkaban por secuestrar a una menor y a mi primo.

Eden escuchaba atento el relato de la chica. Recordaba a Kailei, pues esta se la presentó hace tiempo y no le extrañaba que hiciera algo así.

La mujer, siguió relatando

—Me llegó una carta, al ser los únicos familiares de Jackson debemos ir, por su custodia—suspiró frustrada— A St. Ottery. Mañana hay cena familiar, supongo que hablaremos de aquello.

Tenia ilusión de reunirse con su familia, pero no en esta circunstancia.

—¡White, Vance su turno!—

Los llamaron a ambos para la entrevista. Cogieron rápido sus bocetos para ir a la habitacion donde era esta.

●●●

Decepcionados, otro año más salieron de la entrevista sin decir una palabra hasta que estuvieron fuera del local.

—Otro año mas en el que no expondremos los cuadros en la galeria— bufó Noareth, viendo a su amigo

—"Dibujais bien, intentarlo para el año que viene"— remeó a la entrevistadora william con furia.— Vayamos a dar un paseo, necesito desconectar

La mujer asintio, sintiendo como la idea de tener un rato de paz, olvidando el rechazo que acababa de recibir se le hacía más tentador.

—¡Al Callejón Diagón!

●●●

El pelirrojo, tuvo que cerrar la tienda ya que su gemelo salió antes para reunirse junto que su familia.

Su vida era una mierda, aunque estaba algo más feliz al saber que la Lombrad cobraría justicia.

La muchacha caminaba con su amigo charlando animadamente intentando olvidar el rechazo de ambos. Compraron un helado en  Florean Fortescue, el cual degustaban con entusiasmo.

—Mañana si.— asintió a su amigo— Vendrá Adriert y hablaremos con nuestros padres.

Este asintió, dándole una lamida al helado, disfrutando del sabor a vainilla que recibía sus papilas gustativas

—¿Y Zabini? ¿Sigues igual?— inquirió con una voz burlona, sabiendo la situación de su amiga

—Si Eden, sigo sin tener orgasmos— bufó molesta, pronunciando el segundo nombre del chico sabiendo, como lo odiaba.— Lo peor es que me culpa a mi

William rodó los ojos, sabía que su amiga debía dejar al idiota de Zabini, pero a ella le entusiasmaba la idea de llevarlo a su límite, para ver hasta dónde era capaz de llegar.

La mujer, siguió hablando

—Y es una puta..— sus palabras fueron interrumpidas ya que chocó con un fornido cuerpo, sin darse cuenta—¡Joder mira por donde vas!

Bramó con furia al ver como el chico seguía en sus pensamientos caminando hacia delante, mientras ella tenía toda la blusa llena de su helado.

—¡Tu tampoco prestabas atención!— se giró encarando a la mujer.

Recorrió al pelirrojo rapidamente con la mirada, era atractivo no lo iba a negar.

Blanco perfecto para sus bocetos.

—¡Vete al carajo idiota!— sacó su dedo  medio con furia en su voz, para seguir caminando con su amigo frustrada.

William, vio como el helado que su amiga  tenía esparcido en su camisa no era en el unico lugar, pues los bocetos que esta cargaba también habian sido manchados.

—Noareth...— llevó su mirada hacia estos

La mujer la siguió, encontrándose con los dibujos que tanto trabajo e inspiración le costó completamente manchados

—¡Hijo de puta!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro