Ꮠ ࿐「 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 1𝖮 」
«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝖽𝗂𝖾𝗓»... [1𝖮]
❝𝗨𝗻𝗮 𝗯𝗼𝗻𝗶𝘁𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗲𝗷𝗮❞
Kim, todavía sosteniendo al hombre herido, se encontró con una nueva y perturbadora escena al final del callejón. En una esquina, semioculto por la sombra de un edificio, había un niño pequeño, no mayor de ocho o nueve años, con el rostro y el cuerpo cubiertos de moretones. Kim sintió una punzada de horror y rabia. ¿Podría Jeon haber lastimado también a este niño? Su mente se llenó de dudas y preguntas mientras intentaba procesar la nueva información.
━ ¡Jeon! ━ gritó Kim, su voz cargada de una mezcla de furia y desesperación ━ ¿Qué le has hecho a este niño?
Jeon, que todavía estaba de pie en la penumbra del callejón, levantó la vista, una expresión de sorpresa y enojo en su rostro. ━ No, Kim, yo no... yo estaba intentando protegerlo.
Kim, dividido entre la necesidad de cuidar al hombre herido y la urgencia de ayudar al niño, decidió dejar al primer hombre, cuyas heridas no parecían ser mortales, y se apresuró hacia el pequeño. Al llegar junto a él, se arrodilló, su corazón latiendo con fuerza al ver la condición del niño.
━ ¿Estás bien? ━ le preguntó, su voz temblando de preocupación. El niño asintió débilmente, sus ojos llenos de miedo y confusión. Kim lo examinó rápidamente, notando que, aunque estaba claramente golpeado, no parecía tener heridas graves ━ Ven, vamos a una farmacia. Necesitas atención médica.
Jeon se acercó, su rostro aún marcado por la tensión y la furia. ━ Kim, yo no le hice esto. Fue el hombre que estaba golpeando. Él atacó al niño, y yo intenté detenerlo. Quel dannato idiota.
Kim lo miró, tratando de ver la verdad en sus ojos. A pesar de todo lo que había sucedido, una parte de él quería creer en Jeon, quería creer que no era capaz de lastimar a un niño. ━ Está bien ━ dijo finalmente, luego lo regañaría mejor ━. Vamos a llevar al niño a una farmacia y curarlo.
Con el niño en brazos, Kim y Jeon se dirigieron rápidamente a la farmacia más cercana. Durante el trayecto, Kim no pudo evitar sentir una mezcla de emociones conflictivas. Parte de él todavía estaba enfadado y desconfiado, pero otra parte, la más profunda, seguía aferrada a la esperanza de que Jeon realmente estuviera intentando hacer lo correcto.
Llegaron a la farmacia, una pequeña tienda en el centro del pueblo. El farmacéutico, un hombre de mediana edad con gafas gruesas, miró con preocupación al ver al niño herido. ━ ¿Qué ha pasado? ━ preguntó mientras Kim y Jeon entraban.
━ Ha sido atacado ━ explicó Kim brevemente ━. Necesitamos curarlo.
El farmacéutico asintió y los llevó a una pequeña sala en la parte trasera de la tienda, donde comenzó a limpiar y vendar las heridas del niño. Kim observó el proceso, sintiéndose impotente pero aliviado de que el niño estuviera recibiendo la atención necesaria. Jeon se mantuvo en silencio, su expresión grave y preocupada.
Cuando el niño estuvo finalmente vendado y limpio, Kim respiró con alivio. ━ Gracias ━ dijo al farmacéutico, quien asintió comprensivamente.
━ Ahora, pequeño ━ dijo Kim, dirigiéndose al niño ━, ¿puedes decirnos tu nombre?
El niño, con una voz débil pero firme, respondió: ━ Me llamo Minho.
━ Minho ━ repitió Kim con una sonrisa tranquilizadora ━. Estás a salvo ahora. Jeon y yo te cuidaremos.
Minho los miró con ojos grandes y curiosos, luego sonrió levemente. ━ Gracias. Ustedes hacen una bonita pareja.
Las palabras del niño golpearon a Kim como un rayo. Se sintió avergonzado y nervioso al mismo tiempo. ━ Minho, no deberías decir esas cosas ━ dijo con suavidad pero firmeza ━. Debes rezar y pedir perdón por pensamientos tan imprudentes.
Minho frunció el ceño, confuso pero también desafiante. ━ ¿Por qué? Mi mamá siempre me dijo que el amor es amor, y que no importa cómo sea.
Kim sintió una mezcla de frustración y confusión. Las enseñanzas de su familia y su iglesia estaban profundamente arraigadas en él, y cualquier desviación de esas normas lo llenaba de culpa y temor. Sin embargo, la inocencia y la sinceridad de Minho lo hicieron dudar, aunque solo por un momento.
Jeon observaba la interacción en silencio, su expresión indescifrable. Finalmente, habló, su voz suave pero firme. ━ Kim, el mundo está cambiando. No podemos seguir aferrándonos a ideas que solo nos causan dolor y división.
Kim lo miró, sorprendido por sus palabras. ━ Pero... pero cómo puedes decir algo como eso. ¡Estás siendo pecador!
Jeon negó con la cabeza. ━ A veces, lo que nos enseñan no es la verdad absoluta. Debemos encontrar nuestro propio camino, nuestras propias respuestas.
Las palabras de Jeon resonaron en la mente de Kim mientras se sentaba junto a Minho, su corazón acelerado por las barbaridades que decían. Un pobre niño que pensaba eso se daría cuenta de que el mundo podría ser más complejo de lo que siempre había pensado.
El farmacéutico regresó con algunos suministros adicionales y los entregó a Kim. ━ Esto ayudará a que las heridas de Minho sanen más rápido. Asegúrense de limpiar y cambiar los vendajes regularmente.
Kim asintió, agradecido. ━ Gracias por todo. Lo haremos.
Mientras salían de la farmacia, Minho sostuvo la mano de Kim con fuerza, como si buscara seguridad en su presencia. Jeon caminaba a su lado, su expresión pensativa. Kim no podía evitar sentir una punzada de incertidumbre sobre qué había pasado en realidad para que el señor que había visto anteriormente estuviese casi irreconocible de los golpes. ¿Jungkook era una bestia?
Kim caminaba lentamente de regreso a la iglesia, con Minho a su lado y Jeon siguiéndolos a poca distancia. Los últimos rayos del sol se desvanecían en el horizonte, sumergiendo el pueblo en un suave crepúsculo. El peso de las palabras de Minho y Jeon seguía pesando en su mente, cada paso hacía eco de las dudas y preguntas que no había logrado responder.
Al llegar a la iglesia, Kim se detuvo en la entrada, mirando a Jeon con una mezcla de curiosidad y nerviosismo. Había algo en la forma en que Jeon había aparecido y desaparecido de su vida que lo desconcertaba. La pregunta que había estado latente en su mente finalmente encontró su camino a sus labios.
━ Señor Jeon ━ comenzó Kim, intentando sonar casual ━, hace mucho que no te veo por la iglesia. ¿Por qué has dejado de venir? ¿Acaso ya te sientes mejor?
Jeon lo miró, su expresión inicialmente neutral, pero luego una sombra de misterio oscureció sus ojos. Había algo en su mirada que sugería secretos no compartidos, historias no contadas. ━ He tenido… cosas que resolver ━ respondió con voz baja, casi evasiva ━. Pero iré pronto.
La respuesta de Jeon no satisfizo completamente a Kim, pero tampoco quería presionar más. Había aprendido que a veces, las respuestas llegaban con el tiempo, no con la insistencia. ━ Espero que ya estés avanzando en tu pecado ━ dijo finalmente, intentando mantener un tono de normalidad.
Minho, quien había estado escuchando en silencio, tiró de la manga de Kim, llamando su atención. ━ ¿Puedo quedarme aquí por unas horas? ━ preguntó, su voz llena de una inocente esperanza ━ No tengo a dónde ir.
Kim sintió una punzada de compasión por el niño. No podía simplemente dejarlo a su suerte después de lo que había pasado. Miró a Jeon, buscando una señal de aprobación o consejo, pero Jeon simplemente asintió, dándole la decisión a él. ━ Por supuesto, Minho ━ dijo Kim con una sonrisa ━. En el hogar de Dios siempre nos gusta cuidar de nuestro prójimo.
Con Minho a salvo en la iglesia, Kim se volvió hacia Jeon nuevamente. ━ Necesito saber algo, Jeon ━ dijo, su voz más seria ━, lo que pasó hoy… con el hombre y el niño… ¿fue realmente como dijiste? ¿Solo estabas protegiéndolo?
Jeon suspiró, su mirada fija en el suelo por un momento antes de encontrarse con los ojos de Kim. ━ Sí, Kim. No soy un santo, pero tampoco soy un monstruo. A veces, hago lo que creo necesario para proteger a los más débiles. Es complicado.
Kim asintió lentamente, procesando las palabras de Jeon. La ambigüedad de su respuesta dejó una sensación de inquietud en su pecho, pero también una chispa de esperanza. Quizás, pensó, había más bondad en Jeon de la que él mismo se daba crédito.
El silencio que siguió fue denso y cargado de pensamientos no expresados. Kim quería saber más, entender más, pero cada pregunta parecía abrir un abismo de incertidumbre. Decidió cambiar el enfoque, al menos por ahora. ━ Voy a asegurarme de que Minho consiga un hogar ━ sugirió.
Jeon asintió, su mirada aún cargada de misterios insondables. Juntos, llevaron a Minho a una pequeña habitación en la parte trasera de la iglesia, donde solían alojar a los viajeros y necesitados. Kim encontró algunas mantas y una almohada, creando una cama improvisada para el niño. ━ Aquí estarás a salvo, mientras yo busco un lugar para que te quedes ━ le dijo a Minho con una sonrisa tranquilizadora.
Minho se acurrucó en la cama, mirando a Kim con gratitud. ━ Gracias, Kim. Y gracias, Jeon.
Jeon sonrió levemente, un gesto que apenas suavizó su rostro normalmente serio. ━ Descansa, Minho. Todo estará bien.
Cuando el niño finalmente se quedó dormido, Kim y Jeon salieron de la habitación y cerraron la puerta suavemente detrás de ellos. Jeon se despidió y se alejó, dejando a Kim con un torbellino de pensamientos y emociones. Miró la silueta de Jeon desaparecer en la oscuridad, preguntándose qué significaba realmente confiar en alguien tan enigmático y complejo.
Mientras regresaba a sus propios deberes en la iglesia, Kim no podía dejar de pensar en las palabras de Jeon. Había un peso en ellas, una gravedad que sugería más de lo que se decía en la superficie. ¿Qué secretos guardaba Jeon? ¿Qué historias estaban escondidas en su pasado?
Kim se sumergió en sus tareas, intentando encontrar consuelo en la rutina, pero su mente seguía volviendo a Jeon. A pesar de sus intentos de concentrarse, las imágenes de la tarde – el niño herido, la pelea, las palabras enigmáticas de Jeon – seguían reapareciendo.
Finalmente, después de un día agotador, Kim se encontró solo en la iglesia, la noche envolviendo el edificio sagrado en un manto de silencio. Se arrodilló frente al altar, buscando respuestas en la oración, pero su mente seguía volviendo a Jeon, a las preguntas sin respuesta, a los misterios sin resolver.
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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09
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