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Ꮠ ࿐「 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 13 」

«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝗍𝗋𝖾𝖼𝖾»... [13]

❝𝗨𝗻 𝗩𝗶𝗮𝗷𝗲 𝗣𝗲𝗹𝗶𝗴𝗿𝗼𝘀𝗼❞

La mañana había llegado finalmente, y con ella el día tan esperado de la expedición. Los rayos del sol se filtraban a través de los vitrales de la iglesia, proyectando colores brillantes y vivos en el suelo de piedra. Kim Taehyung, con el corazón apesadumbrado, observaba cómo los jóvenes de la congregación se reunían en el patio, listos para embarcarse en el viaje hacia el campo. Había una mezcla de emoción y nerviosismo en el aire, una expectativa palpable mientras todos se preparaban para la partida.

El autobús aguardaba en la entrada de la iglesia, su motor ronroneando suavemente mientras los chicos y chicas subían uno por uno, cargando sus mochilas y víveres. Kim intentaba mantener una fachada de calma, pero por dentro, su mente era un torbellino de pensamientos y preocupaciones. La presencia de Jeon, que se había convertido en una sombra constante en su vida, lo perturbaba profundamente.

Jeon estaba de pie junto al autobús, su figura alta y musculosa destacando entre los demás. Llevaba una expresión inescrutable, sus ojos oscuros observando todo a su alrededor con una mezcla de desprecio y curiosidad. La reacción de los miembros de la iglesia ante su presencia era evidente; miradas furtivas y susurros se intercambiaban entre los jóvenes y los adultos. Kim sabía que su presencia era intimidante y perturbadora para muchos, y eso solo aumentaba su propia ansiedad.

━ Vamos, sacerdote ━ dijo Jeon con voz firme, cortando sus pensamientos.

Kim asintió, su garganta seca mientras avanzaba hacia el autobús. Subió los escalones con pasos vacilantes, sintiendo las miradas inquisitivas y los murmullos que se intensificaban a su alrededor. Jeon lo siguió de cerca, su presencia imponente atrayendo aún más la atención de todos.

Dentro del autobús, los asientos se llenaban rápidamente. Los jóvenes charlaban animadamente, aunque la tensión era palpable. Kim buscó un lugar donde sentarse, y al ver que los asientos delanteros estaban ocupados, se dirigió hacia la parte trasera, donde todavía había algunos asientos vacíos. Jeon lo siguió, y sin pedir permiso, se sentó junto a él.

━ Espero que estés listo para esto ━ comentó Jeon con un tono sarcástico, mientras se acomodaba en el asiento. Su proximidad era abrumadora, y Kim sintió un escalofrío recorrer su espalda.

━ No tenía otra opción ━ respondió Kim en voz baja, intentando mantener su compostura.

Los murmullos y las miradas de reprobación no tardaron en llegar. Kim podía escuchar fragmentos de conversaciones a su alrededor, críticas veladas y preguntas sobre la razón de la presencia de Jeon. Era obvio que los miembros de la iglesia no aprobaban la compañía de un hombre que, a sus ojos, parecía un matón.

━ ¿Quién es ese tipo? ━ susurró una joven desde unos asientos más adelante.

━ No parece que pertenezca aquí ━ añadió otra voz.

━ ¿Por qué Kim lo trajo? ━ se preguntó alguien más.

Kim apretó los puños, sintiendo cómo la tensión crecía dentro de él. Sabía que cualquier intento de justificar la presencia de Jeon solo levantaría más preguntas y sospechas. Trató de concentrarse en la misión que tenían por delante, pero la inquietud era imposible de ignorar.

━ Déjalos hablar ━ dijo Jeon, notando la incomodidad de Kim ━. No tienen idea de lo que realmente está pasando.

━ Esto no es correcto ━ murmuró Kim, sin mirar a Jeon ━. No deberías estar aquí. Ellos no entienden…

━ Y no necesitan entender ━ interrumpió Jeon, su tono firme ━. Solo sigue adelante con tus planes. Yo me encargaré del resto.

Kim se mordió el labio, sintiendo una mezcla de frustración y resignación. Sabía que discutir con Jeon no llevaría a nada, y lo último que quería era causar más problemas. Sin embargo, la sensación de estar atrapado entre su deber religioso y la influencia perturbadora de Jeon lo agobiaba.

Mientras el autobús se ponía en marcha, Kim se sumió en sus pensamientos, tratando de encontrar algún consuelo en su fe. Rezó en silencio, pidiendo fuerzas para enfrentar los desafíos que se avecinaban y la sabiduría para manejar la situación con Jeon. Pero la presencia del hombre a su lado, con su aura de peligro y misterio, hacía que cada oración se sintiera vacía y sin respuesta.

━ ¿Estás nervioso? ━ preguntó Jeon de repente, rompiendo el silencio.

Kim lo miró, sorprendido por la pregunta. ━ ¿Qué?

━ Digo, ¿estás nervioso por esta expedición? ━ repitió Jeon, con una leve sonrisa ━ Parece que tienes muchas cosas en tu mente.

━ Es una responsabilidad grande ━ admitió Kim, eligiendo sus palabras con cuidado ━. Quiero que todo salga bien. Es importante para ellos... y para mí.

Jeon lo observó en silencio por un momento, sus ojos escrutadores. ━ Eres demasiado duro contigo mismo, Kim. A veces, las cosas simplemente suceden. No puedes controlarlo todo.

Kim asintió lentamente, aunque no estaba seguro de cuánta verdad había en las palabras de Jeon. Sabía que había muchas cosas fuera de su control, pero también creía en la importancia de la preparación y la fe. Sin embargo, con Jeon a su lado, todo parecía más incierto y caótico.

El viaje continuó, y aunque Kim trató de concentrarse en los paisajes que pasaban por la ventana, su mente volvía constantemente a Jeon. Las críticas y miradas de los demás miembros de la iglesia se habían convertido en un murmullo constante en el fondo de su mente, una distracción que no podía sacudir.

━ No les hagas caso ━ dijo Jeon una vez más, su voz suave pero firme ━. Lo único que importa es lo que tú y yo sabemos.

Kim lo miró, sintiendo una mezcla de emociones difíciles de descifrar. Sabía que había verdad en las palabras de Jeon, pero también sentía que su presencia complicaba todo de manera innecesaria. Aun así, no podía negar que había algo en Jeon que lo atraía, algo que lo mantenía intrigado y confundido al mismo tiempo.

Mientras el autobús avanzaba por el camino hacia su destino, Kim se preparó mentalmente para los desafíos que estaban por venir. Sabía que la expedición sería una prueba, no solo de su fe, sino también de su capacidad para manejar la influencia de Jeon. Y aunque el futuro parecía incierto y lleno de obstáculos, estaba decidido a enfrentar lo que viniera con la mayor determinación posible.

El viaje continuó en un silencio tenso, interrumpido solo por el murmullo de las conversaciones y el sonido del motor del autobús. Kim se aferró a su fe, buscando fuerza en su interior mientras el mundo a su alrededor se volvía cada vez más complejo y desafiante.

El trayecto hacia el campo se extendía por varias horas, y a medida que el autobús avanzaba por las serpenteantes carreteras rurales, Kim Taehyung se encontraba luchando contra el cansancio. La tensión acumulada en los últimos días y la agitación de los preparativos lo habían dejado exhausto. Los suaves vaivenes del vehículo y el murmullo constante de las conversaciones a su alrededor comenzaron a adormecerlo. Sin poder resistir más, dejó que sus párpados se cerraran lentamente, sumergiéndose en un sueño inquieto.

A su lado, Jeon permanecía en silencio, su presencia imponente creando una barrera invisible entre ellos y el resto del grupo. Aunque parecía estar absorto en sus propios pensamientos, Kim sentía la inquietud irradiando de él. No pasó mucho tiempo antes de que la fatiga lo venciera por completo, y se hundió en un sueño profundo, su cabeza apoyada contra la ventana del autobús.

Los minutos pasaban, y en su sueño, Kim se encontraba de nuevo en la iglesia, rodeado de figuras oscuras y susurros indistinguibles. Sentía una extraña presión en el pecho, como si algo invisible lo estuviera oprimiendo. Intentó rezar, buscar consuelo en su fe, pero las palabras se desvanecían antes de formarse por completo. La sensación de opresión aumentaba, y de repente, sintió un toque en sus piernas, una caricia suave pero intrusiva que lo hizo estremecer.

Sobresaltado, Kim abrió los ojos de golpe, su respiración acelerada mientras trataba de orientarse. El paisaje borroso a través de la ventana del autobús le indicó que aún estaban en movimiento. Se giró lentamente, intentando disimular su alarma, y sus ojos se encontraron con los de Jeon, que lo observaba de reojo con una expresión indescifrable.

━ ¿Fue un sueño? ━ se preguntó Kim para sí mismo, su mente nublada por la confusión y el desconcierto.

La sensación del toque aún persistía en su piel, una huella fantasmal que no podía ignorar. Pero Jeon no dijo nada, no hizo ningún movimiento que confirmara o negara sus sospechas.

Kim se removió en su asiento, tratando de alejarse discretamente de Jeon sin llamar la atención. Sentía un nudo en el estómago, una mezcla de miedo y repulsión que lo mantenía en vilo. La proximidad de Jeon, que antes había sido una fuente de incómoda fascinación, ahora se sentía como una amenaza tangible.

━ ¿Estás bien? ━ preguntó Jeon, su voz baja y cargada de una falsa preocupación.

Kim asintió lentamente, incapaz de encontrar las palabras adecuadas. Sabía que cualquier intento de confrontar a Jeon sería inútil y probablemente peligroso. En cambio, optó por el silencio, esperando que la inquietud que sentía se desvaneciera con el tiempo.

El autobús continuó su viaje, los paisajes rurales desfilando ante ellos como una serie de cuadros pintados con esmero. Kim trató de concentrarse en los detalles del entorno, buscando distracción en los campos verdes y las colinas onduladas. Pero cada vez que sus pensamientos se apartaban de Jeon, la sensación del toque volvía, persistente y perturbadora.

Intentó rezar en silencio, buscando consuelo en su fe, pero las palabras le resultaban vacías. La presencia de Jeon a su lado, con su aura de misterio y peligro, lo desestabilizaba de una manera que no podía comprender del todo. Se aferró a la esperanza de que la expedición le brindaría la claridad que tanto necesitaba, una oportunidad para reafirmar su fe y encontrar respuestas a las preguntas que lo atormentaban.

El viaje continuó en un silencio tenso, interrumpido solo por el murmullo de las conversaciones y el sonido del motor del autobús. Kim se obligó a mantener la compostura, a pesar de la incomodidad y la inquietud que lo consumían. Sabía que debía ser fuerte, no solo por él mismo, sino por los jóvenes que confiaban en su guía y liderazgo.

Jeon, por su parte, permanecía impasible, su mirada fija en el horizonte. No mostraba signos de remordimiento ni de reconocimiento por lo que había ocurrido, y eso solo aumentaba la confusión de Kim. ¿Había sido realmente un sueño? ¿O Jeon había cruzado una línea invisible que Kim no estaba preparado para enfrentar?

Con cada kilómetro que recorrían, la tensión en el interior del autobús parecía aumentar. Los murmullos y las miradas de los demás miembros de la iglesia eran como agujas que perforaban la piel de Kim, recordándole constantemente la anomalía de la situación. Pero no podía permitirse mostrar debilidad; debía mantener su fachada de calma y control.

La noche había caído cuando el autobús finalmente se detuvo en el campo designado para la expedición. El aire estaba fresco, y una luna pálida iluminaba el paisaje con su brillo etéreo. Los jóvenes descendieron del vehículo con una mezcla de entusiasmo y fatiga, ansiosos por comenzar su misión, pero también deseosos de descansar después del largo viaje. Kim Taehyung supervisaba a los estudiantes mientras descargaban el equipo, su mente aún ocupada por las inquietantes sensaciones del viaje.

El campo estaba situado en una pradera abierta, rodeada de colinas suaves y salpicada de árboles esporádicos. A lo lejos, el ulular de un búho rompía la quietud de la noche. Los estudiantes trabajaron juntos para montar el campamento, desplegando las carpas y organizando el equipo con eficiencia. Sin embargo, pronto surgieron problemas inesperados. Varias de las carpas estaban dañadas, con varillas rotas y telas rasgadas, resultado de un manejo descuidado o del desgaste del tiempo.

Kim intentó mantener la calma mientras evaluaba la situación. La noche ya estaba avanzada, y no había tiempo para buscar soluciones alternativas. Necesitaban una respuesta rápida para asegurar que todos tuvieran un lugar donde dormir. Mientras discutía las opciones con los líderes de grupo, sentía una creciente ansiedad en el ambiente. Los estudiantes, aunque disciplinados, no podían ocultar su preocupación ante la perspectiva de una noche incómoda y potencialmente insegura.

━ Vamos a tener que reorganizar los grupos ━ dijo Kim finalmente, tratando de sonar seguro y resolutivo ━. Dado que algunas de las carpas no pueden ser utilizadas, debemos compartir las que están en buen estado.

Las reacciones fueron diversas. Algunos estudiantes aceptaron la decisión con resignación, mientras que otros murmuraban entre ellos, inquietos por la posibilidad de tener que compartir espacio con alguien inesperado. Kim observó a Jeon de reojo, preguntándose cómo manejaría la situación. La presencia de Jeon ya había generado tensiones, y ahora se enfrentaban a una prueba aún mayor de cohesión y tolerancia.

Con la ayuda de los líderes de grupo, Kim comenzó a asignar nuevas combinaciones para las carpas. El proceso fue lento y laborioso, tratando de balancear las personalidades y afinidades de los estudiantes para minimizar el malestar. Sin embargo, cuando llegó el momento de asignar la última carpa, el dilema se hizo evidente.

━ Kim, parece que no tenemos otra opción ━ dijo uno de los líderes, con tono vacilante ━. Tú y Jeon tendrán que compartir una carpa.

Kim sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral. La mera idea de pasar la noche en tan estrecha proximidad con Jeon lo llenaba de una mezcla de temor y desconcierto. Pero sabía que no podía mostrar debilidad delante de los estudiantes. Tomó una respiración profunda y asintió, aceptando la situación con una resolución fingida.

━ Está bien ━ respondió con voz firme ━. Lo haremos así. Todos, asegúrense de preparar sus espacios para la noche. No queremos más sorpresas desagradables.

Los estudiantes comenzaron a organizarse en sus nuevas combinaciones, algunos lanzando miradas furtivas hacia Jeon y Kim. La curiosidad y la especulación eran inevitables. Jeon, por su parte, no mostró ninguna reacción visible, pero su mirada intensa seguía cada movimiento de Kim con una especie de fascinación insondable.

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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09

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