Ꮠ ࿐「 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 12 」
«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝖽𝗈𝖼𝖾»... [12]
❝𝗧𝘂𝘀 𝗽𝗹𝗮𝗻𝗲𝘀❞
Los días que siguieron a la última visita de Jeon fueron un tormento silencioso para Kim. Cada tarea en la iglesia, desde encender las velas del altar hasta barrer los largos pasillos, se convirtió en un campo de batalla para su mente. Su devoción, que antes le había ofrecido un refugio claro y seguro, ahora era un terreno plagado de dudas y confusión.
Era una tarde como cualquier otra, el sol se filtraba a través de las vitrinas de la iglesia, pintando el suelo de colores vibrantes. Kim estaba barriendo, su mente intentando enfocarse en la monotonía del movimiento para evitar el remolino de pensamientos que amenazaba con abrumarlo. Pero cada vez que el cepillo rozaba el suelo, su mente vagaba, trayendo de vuelta la imagen de Jeon.
━ ¿Por qué no puedo dejar de pensar en él? ━ se preguntó Kim con desesperación.
Las palabras de Jeon resonaban en su mente, ese "tengo que decirte algo importante" que nunca llegó a escuchar. ¿Qué era tan crucial que Jeon necesitaba compartir? ¿Y por qué le importaba tanto saberlo?
La obsesión creció en silencio, un espectro constante que lo acompañaba incluso en sus momentos de oración. Kim se encontraba reviviendo cada interacción, cada mirada, cada palabra intercambiada con Jeon. Pero junto a estos recuerdos venían los latigazos de culpa y vergüenza.
Se detuvo un momento, apoyándose en el mango de la escoba. La iglesia estaba vacía, el eco de sus propios pensamientos parecía rebotar en las paredes sagradas. "¿Cómo puedo estar tan atrapado en esto?", pensó, sus manos apretando el mango con fuerza. "Esto es una prueba, una tentación. Debo ser fuerte."
Cerró los ojos, intentando recitar mentalmente algún versículo que lo ayudara a centrarse. Pero las palabras se mezclaban con la imagen de Jeon, su sonrisa, sus ojos llenos de secretos. El conflicto interno era agotador, una guerra constante entre su devoción y sus sentimientos.
━ Esto es pecado ━ se dijo Kim con firmeza, como si repetirlo pudiera exorcizar los pensamientos persistentes ━. No puedo permitir que esto me aleje de mi camino.
Se arrodilló en el suelo, la escoba caída a un lado, y comenzó a rezar. Las palabras eran un intento desesperado de encontrar la paz, pero incluso en su oración, la imagen de Jeon persistía.
━ Dios, dame fuerza ━ susurró, sus manos temblando ━. No permitas que me pierda. Ayúdame a entender y a resistir esta tentación.
Pero la oración no trajo la calma que esperaba. En su lugar, solo sentía más confusión. Las enseñanzas de la iglesia le decían que debía rechazar esos sentimientos, que eran una prueba de su fe. Pero algo en su interior se rebelaba contra esa idea, una voz tenue que susurraba que quizá había más en juego, algo que no podía simplemente ignorar.
Se levantó lentamente, recogiendo la escoba y continuando con su tarea. Pero su mente seguía atrapada en un ciclo de pensamientos y emociones que no podía controlar. "Jeon...", pensó una vez más, y con el pensamiento vino el inevitable juicio.
━ ¡Basta! ━ se regañó a sí mismo en un susurro ━ Esto debe parar. No puedo seguir así.
Intentó enfocar su mente en las enseñanzas de la iglesia, en las responsabilidades que tenía. Pero cada rincón de la iglesia parecía estar impregnado de la presencia de Jeon, como si el mismo edificio fuera cómplice de su confusión.
Los días pasaban y la ausencia de Jeon en la iglesia era un vacío palpable. Kim se preguntaba si estaba bien, si volvería. Pero junto con la preocupación venía la culpa. ¿Por qué le importaba tanto? ¿Qué había en Jeon que no podía simplemente ignorar?
Mientras barría cerca del altar, sus pensamientos volvieron a la última vez que vio a Jeon. El abrazo, el arrepentimiento inmediato, las palabras de Jeon. Todo se repetía en su mente, como una cinta interminable.
━ No puedo seguir así ━ se dijo una vez más, pero las palabras parecían vacías, incapaces de detener el flujo de emociones.
Kim sabía que debía encontrar una forma de reconciliar sus sentimientos con su fe, pero cada intento parecía llevarlo más lejos de una respuesta clara. La línea entre devoción y deseo se desdibujaba, dejando un camino incierto y lleno de interrogantes.
Se obligó a concentrarse en su tarea, moviendo la escoba con más fuerza de la necesaria, como si con ello pudiera barrer sus pensamientos oscuros. Pero incluso en el sonido rítmico de la escoba contra el suelo, el eco de su mente seguía resonando, inquebrantable.
Los días continuaron pasando en un torbellino de trabajo y oración, pero la presencia de Jeon, aunque ausente físicamente, permanecía constante en la mente de Kim. Era una lucha interna que no podía compartir con nadie, un secreto que debía cargar solo. Y cada día, la batalla se volvía más intensa, dejando a Kim más cansado, más confundido, y más desesperado por encontrar una solución que parecía siempre fuera de su alcance.
La iglesia estaba inusualmente animada aquella mañana. El ambiente de costumbre, solemne y tranquilo, había sido sustituido por un bullicio de voces jóvenes y llenas de entusiasmo. Kim Taehyung, tratando de ocultar su propia confusión y emociones conflictivas, se sumergía en la tarea de organizar una expedición que, esperaba, serviría para fortalecer su conexión con la fe y alejar sus pensamientos de Jeon.
Era la tarea final de su curso de estudios teológicos: una exploración con los jóvenes de la iglesia a un campo cercano. El objetivo era orar por unos animales que estaban enfermando misteriosamente, buscando, a través de la fe, una intervención divina que los sanara. Kim había recibido esta misión con una mezcla de nerviosismo y responsabilidad. Sabía que era una oportunidad para demostrar su devoción y su capacidad para guiar a los demás en la fe.
En el salón principal, los jóvenes se reunían alrededor de Kim, sus rostros expectantes y llenos de energía. Kim sostenía una lista de verificación, intentando mantener la organización en medio del caos.
━ Bien, chicos, escuchen con atención ━ comenzó, su voz firme a pesar de la tormenta interna ━. Esta es una misión importante. No solo vamos a explorar, sino que vamos a orar y a demostrar nuestra fe en acción. Debemos estar preparados y ser responsables.
Los jóvenes asintieron, algunos intercambiando miradas emocionadas. Kim continuó, repasando los detalles logísticos. ━ Necesitamos asegurarnos de que tenemos suficiente comida y agua para todos. Además, cada uno debe llevar su propia Biblia y material para escribir. Esto no es solo un viaje, es una oportunidad para reflexionar y fortalecer nuestra conexión con Dios.
Mirando la lista, Kim señaló a varios jóvenes, asignándoles tareas específicas. ━ Jihoon, tú te encargarás de la comida. Asegúrate de que sea suficiente y que todos tengan sus raciones. Mina, tú y Soyeon se encargarán del agua. Lleven suficientes botellas para todos y asegúrense de que estén bien almacenadas. Jongin, tú serás responsable del material de escritura y las Biblias adicionales, por si alguien olvida la suya.
Cada joven asintió con seriedad, aceptando sus roles con entusiasmo. La energía en la sala era palpable, una mezcla de anticipación y fervor. Kim sintió una leve chispa de esperanza al ver la dedicación en los ojos de los jóvenes. Tal vez esta misión podría ser una manera de redimirse, de reenfocar su mente y su corazón hacia su fe.
Mientras continuaba organizando los detalles, su mente no podía evitar vagar de vez en cuando hacia Jeon. Era una lucha constante mantener la concentración, pero se aferraba a su responsabilidad.
━ También necesitamos asegurarnos de que tenemos suficiente transporte ━ dijo, volviendo a la lista ━. El autobús de la iglesia estará disponible, pero necesitamos verificar que esté en buenas condiciones. Jongin, ¿puedes encargarte de eso?
Jongin asintió, anotando la tarea en su cuaderno. Kim continuó, su voz ganando confianza a medida que se sumergía más en los detalles. ━ Además, llevaremos algunos suministros médicos básicos. Nunca se sabe lo que puede pasar, y debemos estar preparados. Mina, ¿puedes hablar con la hermana Mary y asegurarte de que tengamos todo lo necesario?
━ Claro, Kim ━ respondió Mina, su voz firme y decidida.
La lista de tareas continuaba creciendo, pero cada asignación parecía traer un poco más de claridad y propósito a la mente de Kim. A medida que los jóvenes se dispersaban para comenzar a preparar sus asignaciones, Kim se permitió un momento de respiro. Se apoyó contra una de las columnas del salón, observando cómo todos trabajaban con diligencia.
━ Estás haciendo un buen trabajo ━ dijo una voz suave a su lado. Kim se giró para ver a la hermana Mary, una sonrisa de aprobación en su rostro ━. Organizar una expedición como esta no es tarea fácil, pero veo que los jóvenes te respetan y confían en ti.
Kim asintió, agradecido por las palabras de aliento. ━ Gracias, hermana Mary. Solo espero que todo salga bien y que podamos hacer una diferencia.
La hermana Mary puso una mano en su hombro. ━ Recuerda, Kim, que la fe no se trata solo de resultados. Se trata de la intención y el esfuerzo. Dios ve tu corazón y tu dedicación. Eso es lo que realmente importa.
Esas palabras resonaron en Kim, proporcionando un pequeño consuelo en medio de su confusión. Sabía que debía mantenerse enfocado en su misión, en su deber. Había una responsabilidad mayor que sus propios sentimientos y dudas.
A medida que la tarde avanzaba, los preparativos continuaron a buen ritmo. Los jóvenes de la iglesia trabajaban con una energía contagiosa, llenando el salón con risas y conversaciones animadas. Kim se movía entre ellos, ofreciendo orientación y apoyo, tratando de mantener su propia mente clara y concentrada.
━ Recuerden, esto no es solo un viaje ━ repetía Kim, su voz firme y llena de convicción ━. Es una oportunidad para mostrar nuestra fe y nuestra devoción. Debemos estar preparados para cualquier cosa y mantener nuestras mentes y corazones abiertos a la voluntad de Dios.
El ambiente en el salón era de anticipación y emoción, y por un momento, Kim pudo sentir una chispa de esperanza. Tal vez, pensó, esta misión podría ser la clave para reenfocar su mente y fortalecer su conexión con su fe. Mientras observaba a los jóvenes trabajar con dedicación, se permitió un pequeño suspiro de alivio.
Sin embargo, incluso en medio de la actividad y la preparación, la imagen de Jeon no desaparecía completamente de su mente. Era un recordatorio constante de la lucha interna que enfrentaba, una batalla entre sus sentimientos y su devoción.
La noche comenzó a caer, y el salón se llenó de una luz suave y dorada. Kim observó cómo los jóvenes terminaban sus tareas, sintiendo una mezcla de orgullo y responsabilidad. Sabía que esta misión era importante, no solo para ellos, sino también para él mismo. Era una oportunidad para demostrar su fe y su capacidad de liderazgo, y para encontrar una manera de reconciliar sus emociones con su devoción.
A medida que el salón se vaciaba y los jóvenes se iban a sus casas para preparar sus cosas para el viaje, Kim se quedó solo por un momento, reflexionando. ━ Dios, dame la fuerza para seguir adelante ━ murmuró, su voz apenas un susurro en la quietud del salón vacío ━. Ayúdame a encontrar el camino correcto y a cumplir con mi deber.
Con una última mirada a la sala ahora tranquila, Kim se dirigió hacia la puerta, sintiendo una mezcla de determinación y esperanza. Sabía que el camino por delante no sería fácil, pero estaba dispuesto a enfrentarlo con fe y dedicación.
La noche caía suavemente sobre la iglesia, envolviendo todo en un manto de silencio y oscuridad. Las velas parpadeaban en el santuario, proyectando sombras danzantes en las paredes de piedra. Kim Taehyung, exhausto por la intensa jornada de planeación, se dirigía a su habitación con una sensación de alivio y cansancio. La responsabilidad de organizar la expedición con los jóvenes había sido un desafío, pero también una distracción bienvenida de los pensamientos perturbadores que lo habían acosado últimamente.
Con un suspiro, Kim se dejó caer sobre su cama, sintiendo cómo el peso del día se desvanecía lentamente. Cerró los ojos, permitiéndose unos momentos de paz antes de entregarse al sueño. Sin embargo, la tranquilidad fue efímera. Un ruido sutil, apenas perceptible, rompió el silencio de la habitación. Kim abrió los ojos, su corazón acelerándose al instante. La sensación de que no estaba solo en la habitación se hizo más intensa.
Antes de que pudiera reaccionar, una figura oscura emergió desde debajo de su cama. Un grito sofocado escapó de sus labios cuando reconoció el rostro de Jeon.
━ ¿Qué está haciendo aquí? ━ susurró Kim, su voz temblorosa, mientras se incorporaba rápidamente, el corazón martillándole en el pecho.
Jeon sonrió, una sonrisa que no alcanzaba sus ojos, cargada de algo diferente. ━ Solo vine a verte, Kim ━ respondió, su tono bajo y peligroso ━ Me parecía que te extrañabas de mí.
¿Desde cuándo tenía esa confianza?
Kim se quedó sin palabras por un momento, su mente tratando de procesar la inesperada aparición de Jeon. ━ No deberías estar aquí ━ finalmente logró decir, su voz apenas más que un susurro ━. No es seguro... ni apropiado.
Jeon se movió con una agilidad inquietante, acercándose más a Kim, hasta que sus rostros estuvieron a solo unos centímetros de distancia. ━ Esto no es inapropiado, aquí estoy. ¿Acaso estamos haciendo algo malo?
Kim tragó saliva, intentando mantener la compostura ━ Esta es mi habitación, Jeon. No puedes simplemente... irrumpir aquí cuando quieras.
¿Por qué se sentía tan nervioso?
Jeon soltó una risa baja, oscura. ━ Siempre tan devoto, Kim. Pero no estoy haciendo nada malo, disculpa si te asusté ━ Hizo una pausa, sus ojos oscuros fijos en los de Kim ━. ¿Qué estabas haciendo esta mañana? No te vi por ningún lado.
Kim sintió un escalofrío recorrer su espalda. ━ Estaba ocupado con la planeación de la expedición con los jóvenes ━ respondió, intentando sonar firme.
━ ¿Expedición? ━ La curiosidad de Jeon parecía teñida de emoción ━ ¿Y para qué es todo este alboroto?
━ Vamos a orar por unos animales enfermos ━ explicó Kim, sintiendo que la explicación sonaba ridícula incluso para él en ese momento ━. Es una tarea de fe.
Jeon levantó una ceja, una expresión de incredulidad en su rostro. ━ Orar por animales enfermos. Vaya, qué noble ━ Su tono era sarcástico, casi burlón, o al menos eso creía Kim ━. Pero viniendo de ti no me sorprende, sei dolce.
Kim sintió una oleada de nerviosismo. ━ Es nuestra creencia, Jeon. Creemos en el poder de la oración y en la intervención divina.
Jeon lo observó en silencio por un momento, su expresión volviéndose más seria. ━ ¿Y si te dijera que quiero ir contigo?
Kim parpadeó, sorprendido. ━ ¿Qué? N-No puedes. No es una simple excursión. Es una misión de fe.
Si podía en realidad, pero eso no sería nada bueno.
Tenía que sacarlo de su mente.
La mirada de Jeon se intensificó ━ Yo quiero ir, se supone que todos somos hijos de Dios.
La sola idea de estar con Jeon hizo que un nudo de miedo se formara en el estómago de Kim. Sabía que oponerse no sería sabio. ━ No creo que sea apropiado ━ intentó de nuevo, aunque su voz traicionaba su incertidumbre ━. Los jóvenes... todos estarán ahí. No puedes simplemente unirte.
Jeon dio un paso más cerca, su presencia intimidante envolviendo a Kim. ━ ¿Por qué no puedo? Yo quiero ir. ¿Acaso es porque me veo como un matón? ¿Eso te da vergüenza?
Kim sintió cómo el pánico se apoderaba de él. No tenía opciones. Jeon era una fuerza imparable, y Kim sabía que no podía hacer nada para cambiar su decisión. Además , no podría decirle que no. Era como un cachorro con tatuajes
━ Está bien ━ cedió finalmente, su voz apenas un susurro ━. Puedes venir. Pero por favor, no causes problemas.
Jeon sonrió, una sonrisa que parecía más una mueca predadora. ━ Sabía que verías las cosas a mi manera.
Kim sintió cómo sus piernas temblaban mientras Jeon se apartaba ligeramente, permitiéndole respirar con un poco más de facilidad. Sabía que había hecho una concesión peligrosa, pero no veía otra opción. Jeon era una presencia que no podía controlar ni entender por completo. Su mera existencia sacudía los cimientos de la fe y la devoción que había construido a lo largo de su vida.
Con la mente todavía nublada por el miedo y la confusión, Kim se dejó caer de nuevo en su cama, sus pensamientos una maraña de preocupación y resignación. Jeon se movió por la habitación con una confianza inquietante, como si aquel lugar le perteneciera. Se sentó en una silla cercana, observando a Kim con una intensidad que solo aumentaba su desconcierto.
━ ¿Qué quiere realmente, Jeon? ━ preguntó Kim finalmente, su voz un susurro en la oscuridad.
Jeon no respondió de inmediato. En cambio, lo observó con una mirada que parecía atravesar su alma. ━ Quiero muchas cosas, Kim. Pero por ahora, conformémonos con esta expedición. Tal vez ahí encuentres algunas respuestas.
Kim cerró los ojos, intentando calmar su mente. Sabía que la presencia de Jeon solo complicaría aún más las cosas. Su fe, ya tambaleante, se vería sometida a pruebas aún más duras. Pero no tenía más opción que aceptar la realidad tal como era, al menos por ahora.
La noche avanzaba lentamente, y Kim, a pesar del cansancio, sabía que dormir sería un desafío. Las sombras y los pensamientos oscuros se arremolinaban a su alrededor, amenazando con consumirlo. En medio de todo, la figura de Jeon se cernía como un recordatorio constante de la batalla interna que estaba librando.
Finalmente, con un suspiro de resignación, Kim se acomodó en su cama, cerrando los ojos y esperando que la noche pasara sin más sobresaltos. La expedición se avecinaba, y con ella, una prueba de fe que pondría a prueba todos los límites de su devoción y su resistencia.
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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09
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