Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

31. 𝖤𝗆𝗈𝖼𝗂𝗈𝗇𝖾𝗌 𝗒 𝗎𝗇 𝗆𝖾 𝗀𝗎𝗌𝗍𝖺𝗌.

「🥊」

—¡¿Mamá?!— grité, viendo como ambos mayores se sobresaltaban tras mi llamado.

La nombrada se separó abruptamente de Seokjin, dándole un pequeño empujón que hizo que se tambaleara.

—Hija, yo...— comenzó dando pasos inseguros hacía mí.—Esto, yo quería decirte, pero...no sabía como.

—Mamá, ¿Qué diablos haces?— dije, sintiendo el agarre de Jeon en mi mano.

—Sun Yhie, se que hacíamos mal al ocultártelo, pero es un tema complicado y no sabíamos de que forma decirte todo esto.

—¿Desde cuando?— pregunté, mirando a ambos mayores, Seokjin bajó su cabeza avergonzado.—¡¿Desde cuando Mamá?!, ¡¿Desde cuando estas saliendo con Seokjin?!

—Hace seis meses, casi siete— dijo en susurro, con los ojos llorosos.

Sentí una punzada en el pecho y como mis ojos se cristalizaban. Me dolía que mi madre no me contara sobre los avances de su vida, me dolía que me tuviera seis meses engañada.

Negando varias veces miré a ambos mayores con decepción y apartándome del agarre de Jeon comencé a caminar lejos de ellos. Lejos de todos.

—¡Sun Yhie!— dijeron los tres al unísono, decidí ignorarlos mientras limpiaba las lágrimas que corrían por mis ojos.

Necesitaba estar sola.

Comencé a caminar alejándome. Visualicé a Taehyung recostado a su auto sonriente. Hablaba con los demás, apresurando el paso caminé en dirección contraria a ellos. Abracé mi cuerpo con ambas manos para protegerme de la ráfaga de aire que me golpeaba de frente.

Era tarde, pasado más de las diez de la noche, pero aún sin ser medianoche. No tenía planes de ir a un lugar específico hasta que en mi mente llegó un solo sitio donde podría transitar sin que mi cabeza me agobiara con los pensamientos que venían a ella.

Solté un suspiro al llegar a donde las personas transitaban con paz, entre risas, como si sus vidas fueran perfectas y me sentí dañada. Dañada porque pensé que mi madre confiaba en mí.

A la vez me sentía un poco estúpida, yo no le había contado lo que había comenzado a sentir por Jeon, así que siento que estoy siendo hipócrita. Quizás también egoísta, una parte de mi no quería que mamá comenzará una vida con otra persona.

No quería que se olvidara de papá y de lo que sentía por él.

Tampoco me esperaba que el hombre que conquistaría el corazón de mi madre, fuera el tío Seokjin

El mejor amigo de papá.

Suena estúpido, es como una película barata de cliché.

Detuve mi caminar, dejándome caer contra el muro del río Han en una esquina. Las personas que pasaban me miraban pero sus ojos no me afectaban en lo más mínimo. Solo necesitaba procesar todo lo nuevo que comenzaba a llegar.

Aunque la noticia había caído sobre mi como un balde de agua fría, sabía que al final terminaría aceptándolo. Llevaban casi siete meses, no soy nadie para romper esa relación.

Al fin y al cabo se habían enamorado y el amor es un sentimiento tan bonito que no me siento capaz de romperlo. Se querían, se veía y yo...no tengo corazón para romper algo así.

—¿Por qué cubres tu rostro?, ¿Acaso piensas perderte el lindo cielo estrellado de esta noche?— su voz llegó a mis oídos.

Lo miré, estaba de pie frente a mí, con sus manos dentro de unos jeans que no traía la última vez que lo había visto. Su cabello estaba desorganizado y se movía en varias direcciones debido al viento que merodeaba a nuestro alrededor. Sus ojos estaban fijos en el cielo y creo que tenía la boca entreabierta de forma inconsciente.

—¿Qué haces aquí?— pregunté sin dejar de mirarlo.

Sus ojos se posaron sobre los míos y levantó la comisura de sus labios. Retirando las manos de sus bolsillos, se inclinó hasta hacer que su cuerpo cayera a un lado del mío. Nuestros hombros se rozaron al igual que nuestros pies. Sus zapatos se veían enormes en comparación con los míos. Giré mi cabeza hacía un lado para poder contemplar su rostro de cerca y este pestañeando varias veces confesó:

—No quería dejarte sola.

—¿Cómo sabías que estaba aquí?— pregunté.

—Simplemente... lo sabía.

No mentiré diciendo que sus palabras no  me hicieron sentir una pequeña punzada en el pecho. Él no quería que estuviera sola, él sabía dónde estaba.

Yo...

Yo, no quería estar sola.

Sin pedir permiso deslicé mi cuerpo al suyo, envolviendo mis brazos alrededor de su cuello mientras refugiaba mi rostro en este mismo.

Sus manos se depositaron en mi espalda, y suavemente comenzó a deslizar una de ellas de arriba hacía abajo, era como si quisiera calmar el remolino de emociones y pensamientos que me atormentaban.

—Yo estoy felíz por mamá, una parte de mí se siente bien porque se dió paso para volver a amar a alguien y me sorprendió que ese alguien fuese el tío Seokjin, pero...— hablé en susurro, aún refugiándome en él. Me detuve cuando el nudo que se formaba en mi garganta me comenzó a incomodar.

—Temes que se olvide de tu padre— completó por mí, sollocé inconscientemente. Oírlo de alguien más me resultaba doloroso.

De un leve movimiento separó mi cuerpo del suyo. Y con sus pulgares se dedicó a limpiar las lágrimas que caían y me hacían sentir vulnerable.

—Sun Yhie, tu mamá jamás olvidará a tu papá. Esos amores que marcan tanto en uno son difíciles de borrar— aacarició mi mejilla sonriendo con tristeza.—Pero a veces a nuestra vida llegan personas que nos hacen volver a amar, de una forma diferente, pero amar al fin y al cabo.

Sonaba tan sincero, como si hablara desde su propia experiencia y simplemente no supe como sentirme en ese momento. Ni que hacer, ni como reaccionar, solo estaba ahí, tirada en el suelo, con el tacto del pelinegro sobre mis mejillas mientras respirabamos al compás.

—Tengo una idea— soltó de pronto, levantándose y tomando una de mis manos para que al igual que él, me levantara.—Iremos a un sitio.

—¿A donde?— pregunté sin entender su repentino cambio.

!Te dije que a un sitio. Tú solo dejate llevar— lo miré desconfiada, apretó mi mano, la cual no había soltado aún y acercándose a mi continuó.—Confía en mí.

Pidió, sonriendo de una forma tan tierna que me hizo derretir por dentro. Y como era de esperarse no supe negarme.

No me negaría a nada que Jeon me pidiera.

¿Qué tan perdida por él me encontraba?

Y mientras caminábamos hacia un rumbo desconocido para mí, pero conocido para mi acompañante, por mi cabeza comenzaron a pasar varias preguntas.

¿Cómo fue que comencé a sentir algo por él?

¿Por qué nunca admití lo que sentía?

¿Acaso algún día le diré que le quiero?

¿Acaso le quiero?

¿Él me quiere a mí?

Eran muchas preguntas confusas. No sabía darle una respuesta exacta a ellas. No sabía definir exactamente como era que me sentía.

Nuestras sombras danzaban en la carretera. Nuestras manos seguían juntas y su rostro era iluminado por el montón de estrellas que adoraban esa noche el cielo.

Admito que hasta el momento no me había dado cuenta de lo tan bien que se sentía tener mi mano junto a la suya.

Fruncí mi ceño al ver que comenzábamos a desviarnos de la carretera. Jeon comenzaba a guiar mi cuerpo hacia un camino fuera de la calle. Un camino que nos llevaba a una pequeña colina desolada, donde en lo alto de ella se podía observar un árbol con pocas hojas.

—¿Qué es este sitio?— pregunté una vez que nuestras manos se soltaron.

—Lo encontré hace unos años y suelo venir cuando me siento agobiado. Al parecer esto le pertenecía a las personas que vivían en esa casa— comienza a explicarme guiando su dedo a una casa en un estado un poco detestable a una pequeña distancia de la colina. —Al parecer los dueños se marcharon o murieron y nadie a cuidado el sitio.

—Esto me da miedo ¿Y si hay un fantasma?— pregunté asustada mientras me acercaba a su cuerpo.

Lo escuché carcajearse mientras negaba.

—Ningún fantasma vendrá a hacerte daño porque yo no se lo permitiré— afirmó, no pude evitar que mi corazón se emocionará, continuó hablando.—Pero, lo que me cautivó de este sitio fue esto— y a continuación de sus palabras, posicionó sus manos sobre mis hombros y me giró para que contemplara algo que simplemete me fascinó.

Desde este sitio, se podía ver todo el río Han. Se podía apreciar las vistas más allá de este y las personas se veían pequeñitas.

—Uno, dos, tres— contó en susurro quise girarme a observarlo, pero sus manos me lo impidieron, empujó con uno de sus dedos mi rostro hacía el frente, para que mis ojos observaran algo que me dejó boquiabierta.

El agua que se esparcía a ambos lados del río comenzó a tornarse de diversos colores, rojo, verde, azul, amarillo, púrpura. Era una ráfaga de colores como si se tratara de un arcoíris.

De cerca se veía asombroso. Pero de lejos se apreciaba de una forma maravillosa.

—¿Sabes también que es lo asombroso de este sitio?— preguntó, por supuesto negué. —Al estar apartado, fuera de la carretera. Se puede gritar, puedes dejar ir lo que tanto pesa en tu pecho.

Lo miré curiosa, este me sonrió moviéndose hacía un lado con intenciones de hacerme una demostración. Se posicionó cerca del árbol y tomó una enorme bocana de aire.

—¡Hoy gané mi primer combate y estoy feliz por ello!— gritó a todo pulmón, me alarmé enseguida corriendo hacía él para cubrir con mis manos sus labios.

—¡Jeon, podrían regañarnos!— regañé. El pelinegro suavemente apartó mis manos de su boca para reír y negar.

—Lo bueno de este sitio es que nadie más que tú y yo lo escuchará. Venga, intentalo Kang— me ánimo colocando ambas manos en sus bolsillos.

Me posicioné unos cuantos pasos lejos de él. Solté un suspiro contemplando mi alrededor y agarrando una enorme bocana de aire comencé a expulsar cosas que atormentaban mi cabeza.

—¡Quiero que mamá nunca se olvide de papá!— comencé, soltando de manera rápida pero alta y se sentía bien, sentía menos peso en mis hombros. Me giré sonriendole a Jungkook, el cual me hizo una seña con su mano para que continuara.—¡Papá, extraño tenerte a mi lado, pero tranquilo, estoy creciendo bien!— sentí una parte de mí quebrarse al soltar tales palabras, pero recuperando fuerzas continúe.

Dudé, por unos segundos si era el mejor momento para confesar lo que sentía por Jungkook. Negué varias veces repitiendome una y otra vez que debía tener valor.

Y sin pensarlo más, apreté mis puños a mis costados, mientras dejaba salir lo que comencé a sentir hace un par de semanas.

—¡Quiero poder confesarme a el chico que me gusta!

—¡Hazlo!— escuché gritar a Jeon, se había posicionado a mi lado.

Me acobardé en el momento que sus ojos me observaron con determinación.

—Venga Sun Yhie, hazlo— ánimo.

Suspiré.

Es ahora o nunca.

—¡Jeon Jungkook me gustas!

—¡Kang Sun Yhie tú a mi igual!

Sentí una punzada en el pecho al escuchar sus palabras y sin poder creérmelo me giré a observarlo con un visible asombro en mi rostro.

—Me gustas Sun Yhie— repitió acercándose a mí para estampar sus labios con los míos.

Nota:
Este capítulo me da tristeza y me emociona, es una mezcla de ambos. Es tan 😟😔😩😲😭🤧🥰 jsjshsgs.
Espero les haya gustado.
Gracias por leer.
Besos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro