24. 𝖯𝗈𝗋 𝗆í.
「🥊」
Agarré la botella de agua que su mano me ofrecía formulando un "gracias". Su cuerpo cayó a un lado del mío mientras pegaba su espalda a la pared.
Después de haberme besado a diferencia de las veces anteriores se había levantando y había ido a por agua para ambos dando por terminado el entrenamiento. Ambos bajamos del ring y nos sentamos en una esquina de la sala.
Ninguno articulaba alguna palabra y tampoco se hablaría del acto ocurrió hace unos minutos.
Simplemente nos dedicábamos a tomar agua en el silencio reinante de la sala.
Hasta que él, dio inicio a una conversación.
—¿Por qué no sale nada sobre ti en internet?, Eres hija de dos grandes boxeadores y no se sabe nada de ti en las redes— limpié mis labios, lo miré, ¿Ahora busca información sobre mí?
¿Estás acaso robando mi papel de acosadora?
—Mamá mando a retirar la información cuando papá murió. Al igual pidió que la prensa dejara de perseguirnos, que queríamos vivir nuestras vidas como personas normales. Sin cámaras, entrevistas o anuncios— expliqué, dándole otro sorbo a mi agua.
—Todo cambio cuando tu padre murió ¿Verdad?— preguntó nuevamente, asentí.
—Mamá dejó su carrera de boxeadora al igual que yo— solté una risa nasal al verlo acomodarse un poco más cerca de mi cuerpo.
Había despertado la curiosidad de Jeon.
Inhalé todo el aire que mis pulmones me permitieron para luego expulsarlo suavemente mientras comenzaba a hablar.
—Era una boxeadora infantil, había ganado varios premios y me habían dado reconocimiento ya que bueno, era hija de unos de los mejores boxeadores de Corea— hablé con obviedad.— Luego de cumplir los diez años, papá comenzó a entrenarme aquí, en este gimnasio, en esta misma sala— tragué saliva, mi garganta comenzaba a cerrarse.— Fueron buenos años, cada vez me hacía más ágil y ganaba más fama. Hasta que él murió.
Me detuve al sentir que se alejaba de mí y ahora se colocaba frente a mi cuerpo, depositando sus manos en mis piernas encogidas utilizando estas como un apoyo para colocar sus brazos y su cabeza.
—Hubo un tiempo en que el viejo Kim y el tío Seokjin hicieron el intento de convencerme para volver a el ring, pero me negué centrándome en mis estudios— concluí acariciando su cabello.
—Entonces dejaste todo cuando tu papá se fue— asentí, lo vi agitar su cabeza de un lado a otro pensativo.
—Mamá no se negó a seguir en este lugar, aquí está su vida así que nunca cerró sus puertas y comenzó a vivir parte de sus sueños a través de ustedes, sus boxeadores.
—Eso me motiva para seguir mejorando y ser el orgullo de tu madre.
Mi pecho recibió una onda de calor tras escuchar sus palabras. Había sido lo más lindo que había escuchado decir al pelinegro. Sonreí.
—Serás un grandioso boxeador Jeon, tienes mucho potencial— animé
—Bueno, no me siento del todo así cuando una chica acabó conmigo hace unas horas— opinó con falso dolor, levantando su cabeza mientras secaba lágrimas imaginarias que caían de sus ojos.
Me reí sin evitarlo, dándole un pequeño golpe en el brazo por su dramatismo.
Y sonrió, me mostró esa linda sonrisa genuina que pocas veces se presenciaba en su rostro.
Me despedí del pelinegro antes de salir por el portón de madera de aquella sala. Este me mostró una sonrisa de labios cerrados mientras terminaba de acomodar sus cosas para al igual que yo, y quizás todos los demás, marcharse.
Mis pies fueron directo a la oficina de mamá, mientras acomodaba la mochila bastante pesada en mi hombro.
—Mamá, iré a casa, Taehyung vendrá por...Hola tío— dije abriendo la puerta y encontrándome a ambos mayores tiesos.
Había cierto aire incómodo en el ambiente.
—Emm...¿Interrumpo algo?— pregunté desconfiada señalando con mis dedos índice a ambos.
—No, no claro que no.
—Obvio no hija, que dices, no .
Soltaron al unísono, mientras hacían movimientos exagerados con las manos.
Entrecerré los ojos, no muy confiada.
—Valeee— alargué la "e"— Bueno, como te decía, Taehyung vendrá a por mí, te espero en la casa, no demores— dije, agarrando la manija de la puerta con intención de irme.— Tío Seokjin.
Este dio un pequeño brinquito en su lugar antes de responderme:
—¿Si, cariño?
—¿Te quedarás en casa hoy?, mañana llega Suho— pregunté y recordé. Estaba emocionada, llevaba dos meses sin ver a mi hermano.
—Si cariño, te llevaré golosinas.
—Gracias, eres el mejor— elogié contenta.
Cerré la puerta una vez que mi cuerpo salió completamente de la oficina y como niña pequeña di brinquitos hasta llegar a el aparcamiento del gimnasio, donde Taehyung se encontraba esperándome.
—Se que si Yoongi me ve dándote esto, me matará, pero,— comenzó a hablar, colocando una mano frente a mi para detener mi paso.— Te compre soda— sonrió, mostrando su particular sonrisa cuadrada.
—Gracias Tae— agradecí agarrando la botella fría y chocando mi puño con el suyo.
Ambos nos adentramos en el auto, y como de costumbre charlamos hasta llegar a casa.
—¿Quieres pasar?— pregunté, metiendo mi cabeza por la ventanilla del auto, ya que me encontraba afuera de este.
—Depende, ¿Me darás comida?— asentí, rodando los ojos cuando acepto gustoso.
Solo sabe tragar.
Aparcando el coche en la entrada del garaje de la casa, bajó de este poniéndole seguro mientras me gritaba un:
—¡Venga nena, ese montón de comida nos espera!— y corrió como niño pequeño hacía la puerta esperando a mi llegada para poder abrirla.
Mientras caminaba directo al porche, mis pasos se detuvieron al sentir una mirada sobre mi cuerpo. Era esa típica sensación de que alguien te observa. Giré sobre mis talones, mirando a los alrededores y sentí mi estómago revolotear cuando mis ojos dieron con un chico sobre una moto que miraba a mi dirección.
Era Jeon, estaba el cien por ciento segura de que era él.
Sus ojos oscuros me miraban con intensidad y moví una de mis manos en su dirección mientras abría la boca con intención de decir su nombre, pero al parecer supo mi intención así que se acomodó el casco, cubriendo su rostro y se marchó haciendo que la moto provocará un ruido bastante alto.
—¡Sun Yhie el estómago me suena!—gritó Taehyung haciéndome regresar a la realidad.
¿Qué hacía Jeon ahí?
¿Había venido por mi...?
—Notita
¿Había venido por mi?
A donde va usted creyéndose tan importante mi reina. Jakajkaa
¡Gracias por leer!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro