「🥊」

Como era de esperarse, mis palabras se habían convertido en hechos.

Gracias a que Jeon Jungkook aparecía entre las hojas de los artículos de hoy, el periódico tuvo más ventas, incluso creo que alcanzaríamos a vender más de 200 en la semana entera.
Y todo gracias a mi.

Si es cierto que la mayoría de las féminas compraban el periódico con el fin de recortar la foto que había tomado para pegarlas en el interior de sus casilleros , pero eso ya son pequeños detallitos.

Sonreí satisfecha, dando una pequeña vuelta en mi silla giratoria asignada. Hoseok estaba feliz, siempre lo estaba, pero hoy su sonrisa brilla más que nunca.

—¿Entonces, nos veremos al terminar las clases para ir a por ramen?— pregunté, dirigiéndome a mis demás compañeros, los cuales asintieron sonrientes.

—¿Cómo hace para salir siempre tan guapo?— volteé los ojos, mientras Minha sentada sobre mi escritorio, miraba detalladamente la foto de Jeon, en todos los ángulos existentes.

—Pues verás, lo que pasa es que algunos nacen con suerte y saben aprovecharla al máximo— dio su opinión Yunho, mientras miraba a un punto fijo como si buscará concentración.— Pero puedes también preguntárselo tu misma, es el mejor amigo de tu hermano al fin y al cabo.

Estuve de acuerdo con él, asintiendo varias veces en dirección a mi amiga.

—¡Ni loca le hablaría!— exageró agitando sus manos al aire. —No suelo verlo mucho por casa y cuando nos cruzamos evito el contacto visual, me da un poco de miedo.

Miré a Yunho, el cual había estado al igual que yo analizando las palabras de la chica, luego nos miramos y soltamos una pequeña carcajada cada uno.

—¡Lo digo en serio, Jungkook en persona da mucho miedo!— chilló exasperada.

—Es solo un poco rudo al mirar, siempre parece tener ganas de darle un puñetazo a algo— opiné mientras lanzaba uno de mis puños al frente simulando a los que daba el pelinegro.

Minha y Yunho opinaron al respecto, cada cual con su criterio distinto, provocando esto una pequeña discusión entre ambos. Discusión que fue detenida cuando la puerta de la pequeña oficina del periódico se abrió , mostrando a un Namjoon un poco preocupado.

—Me han comentado que Jeon ha visto su cara en el periódico y está echando humo por la molestia. — sus ojos y los de todos se dirigieron hacía mi.

Yo, los ignoré, mientras jugaba con mi lápiz sobre la mesa.

—Sun Yhie...

—Sí, ese es mi nombre— le contesté, intentando cambiar el tema, al ver su cara seria supe que tendría que escuchar sus regaños.— Venga Nam, no es para tanto, seguro se le pasa en unas horas.

No se si lo decía más para él o para mi misma. 

Namjoon conocía a Jungkook mejor que nadie, o bueno eso es lo que se rumoreaba por los pasillos del instituto hace ya varios meses, nadie sabe que fue lo que hizo que ambos se distanciaran, pero si se sabe que eran bastante cercanos, mejores amigos básicamente. Namjoon no suele hablar del tema y nunca hemos intentado sacarle algún tipo de información al respecto, es algo personal para él.

Su cara seria y analizadora hacía que los nervios comenzaran a aparecer en mi cuerpo, pues consideraba a el chico como mi hermano mayor y le tenía cierto respeto.

Vale, sí, le tengo bastante respeto.

—¿Podrías dejar de mirarme?, es incómodo— pedí, sin obtener ningún resultado.

—Te estás buscando muchos problemas— opinó, acercándose a mi escritorio.

—No pasará nada— repetí nuevamente, había perdido la cuenta de las veces que he repetido lo mismo. — Por dios dejen de temerle a Jungkook, ni que fuera a matarnos o la persona más ruda del mundo — espeté, levantándome de mi lugar y colocándome de espalda a la puerta, mejorando mi visión sobre mis compañeros.

—Bueno, matarnos no, pero no podemos ignorar el hecho de que sí es rudo y que un puñetazo suyo reiniciaría la vida de cualquiera.— Solar opinó, desde el fondo, dándonos una mirada rápida y volviendo a su trabajo.

—Están exagerando las cosas, Jeon jamás me golpe..

La puerta de la pequeña oficina del periódico fue abierta de tal manera que terminó golpeándome la espalda. Namjoon por inercia me jaló de un brazo evitando que quedara como pegatina sobre el escritorio.

Un pelinegro con expresión molesta pero al mismo tiempo asustada posó sus ojos sobre mi.

—¡Mierda!, no sabía que estabas ahí atrás, ¿Te lastimé?— preguntó, dándome una barrida rápida con sus ojos en busca de alguna marca.

Casi escupo un pulmón

Pensé, pero no dije.

—Bueno, creo que no me he roto nada aún — dije haciendo una pequeña mueca, Jeon no me estaba prestando demasiada atención  pues estaba mirando fijamente a Namjoon.

—Perdón— se disculpó mientras se inclinaba un poco.

Si es cierto que no me estaba prestando atención y tampoco estaba muy preocupado por saber si tengo un pulmón atorado en la garganta, pero hemos hablado, eso es algo nuevo.

Volviendo su semblante más serio (si, aún más, él puede, yo no sé estar seria por dos minutos seguidos) preguntó mirando a los presentes.

—¿Quién de ustedes, público sobre mí en el periódico?.....

Bueno..... fue divertido conocer la humanidad.

—¿Segura estás bien?— Hoseok me analizó entrecerrando sus ojos.

—Que sí pesado que no fue tan fuerte el golpe— respondí, cansada de su pregunta bastante frecuente.

—¡Casi se me sale el corazón ahí adentro!— opinó Yunho, negando mientras bebía sumo.

—Bueno, estamos vivos, gracias a Namjoon, pensé que moriría en ese momento— está vez quien habló fue Hoseok, mientras abrazaba su cuerpo.

Bufé..... A veces eran tan exagerados.

Mis ojos pasaron del tazón de ramen hacía la puerta del pequeño restaurante cuando la campanilla de está anunció que había llegado un nuevo cliente. Al ver al castaño, me levanté de mi lugar caminado apresuradamente hacia él.

—¿Estás bien?— preguntamos al unísono, cuando estuvimos uno frente a otro.

Solté una carcajada, tanto por lo bien que nos había quedado eso y por su cara de miedo.

—Estoy bien — sonreí. —¿Qué pasó con Jungkook?— pregunté, sintiendo mucha curiosidad.

El castaño tomó mi brazo y me guío hacia la mesa donde se encontraban los demás, los cuales lo atacaron con preguntas respecto al pelinegro, una vez que consiguió que todos se callaran, (algo difícil de conseguir porque ni Minha ni Hoseok pueden estar más de un minuto sin hablar), comenzó a contarnos lo sucedido después de haber salido de la oficina con el pelinegro, bastante molesto.

—Le dije que la información nos había llegado de manera anónima, que había sido un error mío exponer algo que no tenía su consentimiento y que entendía su molestia— comenzó diciendo. — Que nos disculpara, tanto a mí, como al equipo.— waooo, sabias palabras, yo en su lugar me hubiera hecho pis.

—¿Y él que dijo?— indagué, la información no se puede quedar a media.

Nos acercamos, —si es que era posible— aún más al castaño.

—Me dijo que aceptaba las disculpas, pero que de todas formas estaba dispuesto a encontrar a él o la causante de cierto informe— una vez terminó de hablar, todas las miradas cayeron sobre mí.

De nuevo.

—¿Cuánto cuesta un pasaje a México?— pregunté, todos explotaron en carcajadas.

—¿No era que no le temías a Jungkook?— preguntó Solar alzando una de sus cejas.

—Me pegó con una puerta, he comenzado a tenerle miedo— recordé el incidente de la puerta, encogiéndome en mi lugar.

—Evitaremos que de contigo, pero— Namjoon me señaló con sus palillos.— deja de meterte y meternos en líos, es mi último año en esta institución, debo ser un estudiante excelente.

Resoplé, llevándome un poco de ramen a la boca.

Se me había olvidado que el castaño era Míster Perfección.

—Notita:
*Entra dándole una patada a la puertas con la misma fuerza que el jeikey*

Hola, buenas, gracias por leer.
Cuídense y eso.
Xoxo de sabores.

*se va*