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16. 𝖳𝖾𝗇𝗌𝗂𝗈́𝗇 𝗍𝗈𝗍𝖺𝗅 𝗒 𝗎𝗇𝖺 𝖽𝖾𝗋𝗋𝗈𝗍𝖺.

「🥊」

—He tomado una decisión— dije, abriendo la puerta de la oficina del periódico.

Era muy temprano, todos tenían caras de querer morir.

Hoseok tomaba café en un rincón mientras que Yunho apoyado en su mano intentaba no quedarse dormido. Solar en cambio si estaba dormida mientras una fina capa de baba salía de su labio y Namjoon frotaba sus ojos para evitar que el sueño lo venciera.

Yo los despertaría con mi noticia, me deberían agradecer al respecto.

—Voy a crear un usuario en la página de cotilleo para hablar de Jeon— y como lo supuse, todos se despertaron al tiro.

Hoseok corrió a cerrar la puerta mientras Solar me agarraba de los hombros y me dirigía a mi mesa, donde como depredadores me miraban seriamente Namjoon y Yunho.

—¿Acaso estas loca?— comenzó Yunho, ganándose un golpe por parte de Namjoon.

—No la llames loca— regañó este, sonreí.— ¿Acaso estas loca?— gruñó de manera seria, borré la sonrisa de mis labios.

Yunho se iba a quejar pero Namjoon lo mando a callar diciéndole que él si podía llamarme loca porque era mayor.

—No puedes hacer eso, te meterás en líos— Hoseok habló. Me encogí de hombros.

—No solo hablaré de Jungkook— aclaré.— También lo haré de los demás boxeadores del gimnasio de mamá, e incluso hablaré de ella. También del colegio y de cosas que solo favorezcan al periódico.

—Vale, es una buena idea, pero y si omites a Jungkook— propuso Namjoon, me negué, maldijo.

—Jungkook es llamativo y gracias a él recibiremos aumentos.

—Tú obsesión es demasiado grande— opinó Solar, rodee los ojos, un poco fastidiada por lo dicho.

—Chicos aunque no estén de acuerdo lo haré, los blog en redes son decisión propia no en conjunto— aclaré, no dejaría que ninguno me prohibiera continuar con mi idea.

También quería lanzarle un poquito de odio a Jeon, entiéndanme, estoy dolida.

Todos suspiraron al mismo tiempo, presenciar eso solo me aclara que llevamos demasiado tiempo juntos y se nos habían pegado ciertas manías. Sin más remedio se fueron cada cual a su lugar.

Sabían que discutir conmigo era un tema complicado.

Sonreí, dando una pequeña vuelta de felicidad en mi silla rotatoria, y como cada mañana antes de entrar a clases, organicé y revisé la sección que me había tocado redactar en el periódico.

Hoy sería un día ajetreado, en la tarde comenzaban las competiciones en las primeras horas de la tarde. Habría competencia de ajedrez y al concluir esta, comenzaba la de básquetbol. Debíamos asistir a ambas, era fundamental para el periódico.

A partir de mañana solo contendría información de las diversas competencias del semestre.

Namjoon bufó, llamándome para que lo ayudara a organizar el montón de notas que había tomado de los ensayos de ajedrez. Él se había ofrecido voluntariamente a observar los entrenamientos, le gustaba ese juego aunque no lo admitiera.

—Anotaste muchas cosas.

—¿Qué te he dicho siempre?

—Cada detalle por mínimo que sea esconde grandes y sorprendentes expectativas.

Asintió, orgulloso de mis palabras.

Es como un hermano mayor y mandón para mí

Tan tierno e intelectual.

El escándalo proveniente de los estudiantes que circulaban por los pasillos para reunirse en el gimnasio, era enorme. Sentía que me asfixiaba entre tanta gente que se empujaba de un lado a otro para obtener los mejores asientos.

La competencia de ajedrez fue más tranquila...

Como pude pasé el portón metálico que me daba la bienvenida a el gimnasio y parándome en uno de los escalones de la grada me dispuse a observar a todos lados en busca de mis queridos amigos.

—Quita del medio— protestó alguien dándome un empujón que provocó que perdiera el equilibrio.

Mierda, al suelo.

Me giré para apoyar mis rodillas y brazos y evitar romperme la columna pero Namjoon me atrapó antes de que me escachara como calcomanía en el suelo.

—Debes tener más cuidado— me reprendió, agarrando mi mano y llevándome con los demás.

Sí, sí, como sea.

Habían personas tanto de la escuela como de otros sitios. Cuando teníamos competencias, el instituto tenía acceso libre para que todos los que querían ver el partido pudiesen entrar sin complicaciones.

—Hola— saludé a los demás, los cuales me agitaron la mano en forma de saludo.

Dejé mi trasero descansar al lado de Hoseok. Estaba en medio de Nam y de él.

Habían por lo menos escogido un buen lugar para observar. Literal, estábamos al lado del entrenador.

Él cual no dejaba de mover su pies intranquilo mientras mordisqueaba sus uñas.

Solar lo miraba atenta, mientras escribía en su pequeña agenda y muy cautelosamente tomaba fotos de su rostro. Tenía intenciones de hablar de como el señor Han estaba a punto de tener un ataque de nerviosismo.

Cuando el grupo de animadoras de ambos equipos entraron en el lugar, las hormonas varoniles se agitaron en todo el ambiente. Como animales empezaron a hacer ruidos raros, como si fueran gorilas en busca de apareamiento femenino.

Minha que pertenecía al equipo de animadoras, nos miraba sonriente, mientras yo le lanzaba besos y le deseaba buena suerte.

Se veía muy bien con ese conjunto naranja.

Sin más, una vez que los equipos entraron. El partido dió inicio, creando la tensión en el ambiente.

Miré a ambos chicos, los cuales me miraron a mí y como si fuéramos un par de robots con tareas designadas, sacamos las agendas y lapiceros.

Que comience el partido.

—Esto será divertido— opinó Yunho al lado de Hoseok. Le encantaba la tensión que se creaba en estos ambientes.

Y sí, sí que fue divertido. Pero mi mano no podía más, sentía la presión incómoda en ella de tanto obligarla a escribir. Sobre todo de manera rápida.

Estábamos perdiendo, por dos puntos, íbamos detrás y el entrenador estaba a punto de arrancarse los cuatro pelos que le quedaban aún.

Todos estaban acojonados.

No querían perder.

Y los jugadores estaban nerviosos.

Sonó el silbato, era el último tiro, si fallaban, oficialmente sería una derrota total.

La tensión se podía cortar con una tijera.

El jugador luego de botar varias veces la pelota al suelo, decidió lanzarla. Todos nos levantamos de las gradas mientras se escuchaba con claridad el pequeño coro de "vamos" que se había formado.

Pero no, ni siquiera el apoyo verbal funcionó.

La institución había perdido.

—Notita:
Vale, lo admitiré, editar la historia de nuevo me emociona por el hecho de sentir de que no es mía y la estoy leyendo como como fuera la primera vez.

Man, disfruté mucho escribiendo esta historia.

(Se pone nostálgica) en fin, gracias por leer, cuídense y eso.

Xoxo.

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