Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

1. 𝖲𝖺𝖼𝗋𝗂𝖿𝗂𝖼𝗂𝗈.

「🥊」

Moví mi cuerpo, de un lado a otro sin poder encontrar la posición perfecta para dormir, y es que a pesar de que tenía bastante sueño no conseguía quedarme dormida nuevamente.

Un bufido se escapó de mis labios a la par que agité mis piernas en el aire para deshacerme de la manta que me cubría, metí una de mis manos debajo de la almohada, en busca de mi celular y no pude evitar soltar una pequeña maldición cuando me fijé en la hora.

Tres y media de la mañana.

¿Qué se supone que deba hacer ahora con este insomnio repentino?

Dejé caer el celular a mi costado, crucé ambas manos sobre mi estómago y dejé mi mirada fija en el techo que aunque sea originalmente blanco, en la oscuridad de mi cuarto, parecía negro, todo mi alrededor estaba a oscuras.

Leí en un artículo que una de las formas de reconciliar el sueño era no hacer nada hasta que el aburrimiento se apoderara del cuerpo y al final terminara agotándose.

¿Funciona?

No, definitivamente no funciona.

Pasé una mano por mis ojos , rindiéndome y en busca de invertir mis supuestas horas de sueño en algo, me arrodillé en la cama extendiendo una parte de mi cuerpo a todo lo que daba para llegar al escritorio y tomar mi laptop.

Mi precisada y amada laptop.

Cuantos años juntas. 

—Editaré las fotos de mañana y así gano más tiempo para mi— me plantee a mi misma, mientras colocaba la contraseña para acceder a mi escritorio.

Y ahí estaba él, en primera plana en mi panel de edición, esperando a que mis dotes artísticos le dieran más viveza a la foto (sin permiso) que le había tomado.

¿Por qué será tan guapo el jodido?

Eso lo llamo yo haber venido al mundo bien hecho.

Contemplé por unos segundos lo que tenía la pantalla, una foto en blanco y negro de el “chico de oro” mientras entrenaba, con su brazo extendido hacia el saco de boxeo y sus labios entreabiertos, gracias a el ventanal que había en una de las paredes de la sala donde suele entrenar, la iluminación, el contraste de luz era perfecto, maravilloso, estaba en el punto exacto.

Me siento orgullosa de mi trabajo.

O bueno una parte de él.

Mordí mi labio, minimizando su foto una vez que le coloqué un pequeño y sutil filtro que le diera más viveza y entré a un Word donde (y sin su consentimiento) estaría hablando sobre el pelinegro.

No me juzguen es parte de mi trabajo hacer estas cosas (no tan así) pero sí.

¿Me entienden?

Soy parte del colectivo del periódico del colegio, es mi primer año en la preparatoria y me pareció que el mejor servicio social que podría ejercer era éste, pertenecer a un club de periodismo  que se llevaba acabo desde la propia institución.

Era genial, me enteraba de los chismes, hacía algo que me gustaba y ganaba un dinerillo para mí, se vea por donde se vea, son beneficios.

Mi labor asignada era encargarme del deporte, ya sea sobre partidos entre colegios, deportes extra clases o todo aquello en que los alumnos participaran, contando el hecho de que si alguno daba su consentimiento se podría publicar sobre deportes extras que llegaran a practicar, como es en estos casos: el boxeo, nado sincronizado, natación y taekwondo.

Jungkook nunca nos permitía hablar sobre él y sus campeonatos. Y aunque a estas altas horas de las madrugada iba a cometer un delito (creo que es un delito) no me importaba, solo quería conseguir más ventas para el periódico.

Miré el título que había colocado en lo grande de la hoja en blanco, iba perfecto con todo el contenido que había estado redactando días tras días de forma meticulosa. Pues creo que llevo más de una semana pensando si hacer esto o no y aunque estoy violando la privacidad de Jungkook, mis dedos pican por darle a el botón de enviar y mi cabeza no hace más que decirme que lo haga.

Quizás si se ve de esta forma, lo único bueno de esta situación es que se redacta de forma anónima, así que en caso de reclamo, le costaría saber que he sido yo.

Adjunté la foto antes editada y sin más preámbulos, se lo envié al encargado de la impresión del periódico.

Sentí una pequeña corriente de nerviosismo recorrerme el cuerpo, así que pasé de estar acostada a sentarme apoyando mi espalda a el cabecero de la cama para poder soltar un suspiro nervioso.

Si Jeon me pilla, mis esfuerzos se irán por el retrete.

Agité mi cabeza despejando de mi mente esos pensamientos negativos y como era más que obvio que no conseguiría dormirme, decidí ver una serie que había dejado a medias la noche anterior.

Mañana, todo estará bien.


Si anteriormente dije que “mañana todo estará bien” me retracto, en serio lo hago. Pues el día había empezado todo menos bien.

Apreté mi paso, prácticamente había comenzado a correr por el pasillo principal del instituto en dirección a los casilleros, mi cabello era un desastre, pues no había podido arreglarlo al haberme quedado dormida y para rematar tenía una mancha de pasta sobre la corbata del uniforme.

Estampé mis manos sobre el casillero en un intento de hacer frenar mi carrera, casi caigo al suelo pero logré conservar el equilibrio, abrí la pequeña puerta metálica después de ingresar mi código y solté la mochila que guindaba de uno de mis brazos para sacar de su  interior el libro de matemáticas.

Libro que no entraba dentro del casillero.

¡Maldita sea!

Me estaba comenzando a desesperar, apliqué más fuerza, con ambas manos intentando colocarlo dentro, pero lo único que obtuve fue que todo lo que estaba en el interior de aquella caja metálica cayera ante mis pies.

¡Genial!

La mirada de los demás se detuvieron en mi desastre, regresé a la realidad, esa donde no me encontraba yo sola en el sitio y comencé a sentir los bullicios de los demás. Estaba armando un show para ellos. Me agaché para recoger las cosas sintiendo como mis mejillas se calentaban debido a la vergüenza.

—¿Se puede saber por qué estas tan alterada?— una voz y unas manos se posicionaron a mi lado mientras me ayudaban a recoger mis pertenencias, sonreí aliviada, mirando a mi salvador.

—Lo siento Hobi, es que no dormí bien anoche y llegué tarde, intenté colocar el  libro de matemáticas en el casillero pero solo conseguí causar un desastre— expliqué, mirándole.

—Al parecer anoche no revisaste nuestro grupo de WhatsApp— dijo, no entendí que quería decirme con eso.— Sun Yhie, anoche informé que las clases hoy empezaban a tercera de la sesión de la mañana. Llegas más que temprano.

Abrí mi boca, sin creerme lo que me estaba contando.

Si es que yo nací para ser tonta.

Hoseok se rió terminando de recoger los últimos libros del suelo para colocarlos en su sitio.

—Gracias— dije una vez que me levanté, comencé a acomodar mi cabello mientras Hoseok se hacía cargo de recoger mi mochila para emprender camino hacia la cafetería.

—Oye— llamó.— ¿Me dirás de donde has sacado el artículo que me enviaste a las tres de la mañana?

Sonreí nerviosa, sin saber muy bien qué decirle.

—Pues… verás, estuve trabajando en el desde hace varios días…

—¿Jungkook accedió a hablar sobre sus cosas?— volvió a preguntar, mirándome seriamente.

—Se puede decir que…no— comenté, vi como abrió la boca dispuesto a quejarse. Me adelanté intentando calmarlo antes de que formará un pelear.— Calma, tengo justificación.

—¿Estás loca? ¿Cómo se te ocurre escribir sin su consentimiento? ¡Sabes que no hacemos ese tipo de cosas!— protestó ignorando por completo mis intentos de calmarlo

—Shht.— callé, agradeciendo mentalmente que nadie transcurría los pasillos. — No es para tanto, a parte, ¿Qué se supone que debía hacer?, Se negó a ayudarnos y yo estoy haciendo lo mejor para el periódico.— me defendí, recordando que había ignorado a Solar cuando le pidió permiso para hablar sobre él.

El chico de sonrisa llamativa, negó varias veces.

—Jeon no es bobo, se dará cuenta y nos reclamará, ¡Nos pueden cerrar el periódico!— coloqué una de mis manos en sus labios. Estaba a punto de ponerme igual que nerviosa que él si no se callaba.

—Hoseok, el periódico, será más vendido si aparece él entre las noticias— respondí con obviedad, solo quería que el periódico tuviera más ventas.

—Te humillará frente a todos— dijo, una vez que apartó mi mano de su boca.

—Primero debe encontrarme— sonreí victoriosa.

—Solo somos cinco personas a cargo de eso, te encontrará fácilmente— se cruzó de brazos. Mientras negaba y se disponía a esperar a que abriera la puerta de la cafetería.

—No dará conmigo si nadie dice quién fue. La publicación es anónima y tenemos la opción de quién quiera puede aportar— tragué saliva para continuar. —Por lo tanto le será difícil dar conmigo, somos más de trescientos estudiantes y él esta en el último año y yo en el primero.

Hoseok no se veía satisfecho con mi respuesta.

—No te preocupes, será difícil dar conmigo y sobre todo, seguro ni lo lee. Jeon es una persona ocupada.

Sonreí, cuando soltó un bufido y tomando su brazo lo jalé en dirección de una de las maquinas expendedoras. Estaba completamente segura de mis palabras.

Jeon no me encontraría.

—Notita:
Espero que les guste el comienzo de todo esto.
Gracias por leer.
Cuídense y eso.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro