Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

31. Do you care more about him than us?

POV Sunhee.

Desperté aun con la habitación osbcura. Mi cuerpo lo sentía muy cansado y acomodé mi vista para ver a Haechan dormir a mi lado. Aunque estuviese en medio de la oscuridad, podía ver claramente su rostro, incluso no hacía falta encender una linterna para ver lo adorable que se veía mientras estaba durmiendo. Parecía un niño pequeño y me gustaba verlo a mi lado a pesar de que era extraño que un chico duerma conmigo en mi propia cama y en mi propia casa.

Sin embargo, volví a cerrar los ojos y me quedé dormida por un rato más, hasta que de repente sonó una alarma con una melodía tranquila pero con el suficiente volumen para despertar a alguien que tuviese sueño pesado. Me dí cuenta que no era provinente de mi celular sino el de Haechan, y aun así, me cubrí la cabeza con las sábanas de terciopelo rogando porque apagaran la maldita alarma.

Cuando dejó de escucharse, me descubrí la cabeza y miré a Haechan sentado tomando su celular de mi mesa de noche. Probablemente puso una alarma para despertarse pronto e irse a su casa. Y era mejor así, pues no quería que mi madre llegara y se diera cuenta de lo que estaba pasando.

— ¿Ya te vas? — pregunté con la voz adormilada y ronca. Haechan se inclinó hacia mí.

— Buenos días, preciosa. — susurró en mi oído y sentí escalofríos cuando su voz ronca combinada con el aliento cálido de su boca chocó contra mi piel. Sonreí con mis ojos cerrados aun a causa del sueño.

— ¿Qué hora es?

— Las cinco de la mañana.

— Con razón es muy temprano. — oí una risa provinente de él. Luego sentí que me cubrían con las sábanas hasta los hombros y me sentí arropada cual niña pequeña.

— Te veré más tarde. — Haechan susurró en mi oído y sentí el peso de su cuerpo como si se inclinara sobre mí.

— ¿A dónde vas?

— A casa, obviamente. Quiero llegar y dormir un rato más, pero te enviaré un mensaje después.

— ¿Estás seguro de que quieres irte? Todavía es está oscuro a esta hora y probablemente hace mucho frío.

— No quiero que tu madre llegue y se entere que dormí con su hija. — reí débilmente a pesar de que eso me causó mucha gracia.

— Tienes razón. Pero ten cuidado.

— No te preocupes, lo tendré. Tú descansa y duerme tranquila. — acarició mi cabeza y luego besó mi frente. Lo último que escuché fue el ruido de mi ventana abrirse y cerrarse para después caer en la inconsciencia de mi cama caliente.

(...)

Bostecé estirando mis brazos a los lados y mis estremidades las sentí hormigueando. Me quedé un momento mirando al techo mientras me acostumbraba a la luz del día que provenía desde mi ventana. Luego giré mi cabeza hacia mi mesa de noche y fruncí el ceño cuando miré que había una nota pegada sobre la base. La tomé con el mayor cuidado de no romper el papel entre la cinta y la madera, y me senté sobre mi cama. Abrí el papel para leer lo que tenía escrito.

" Te veías muy linda mientras dormías."

Un simple mensaje como ese era más que suficiente para hacerme sonreír incluso más de la cuenta. Tomé mi teléfono ya que me estaban llamando y ví que era Chaewon por lo que contesté.

— ¿Qué pasa?

— ¿Por qué no viniste a clases? — se escuchaba más preocupada que molesta. A Chaewon no le gustaba que le dejaran sola cuando se trataba de las clases.

— Ya te había dicho que no pensaba ir, además estuvo lloviendo también. — estaba internamente agradecida porque eso haya ocurrido.

— Gran favor que te hizo la lluvia, pero ten por seguro que no te puedes escapar siempre de las clases. ¿Sabes lo que va a decir tu madre?

— Le inventé una excusa para no ir hoy. Así que no habrá problema. — solté despreocupada.

— Te has vuelto muy mentirosa desde que conociste a Haechan, ¿no crees? — me quedé pensando por un momento. En realidad no era típico de mí mentirle a mi madre o a nadie, claro que lo hacía, pero no con frecuencia. Aunque después de conocer a Haechan se volvió como una costumbre el evadir dichas situaciones a las que me enfrento por presión social y familiar. Lo único bueno era que nadie se daba cuenta, ni siquiera lo harían si no miento.

— Tal vez. ¿Y tú que me dices? ¿Te obligaron a ir?

— Sí, desafortunadamente. Mi padre me dijo que no podía faltar y aun así le rogué. Pero no funcionó. — pude notar la resignación en su voz y me imaginé que estaría formando un puchero en este momento. — Por cierto, quiero que vengas conmigo al centro comercial después de que terminen las clases. Necesito pasar tiempo de terapia contigo, además de que tengo muchas cosas que contarte.

— Está bien, te veré a las doce. Yo también tengo muchas cosas que contarte.

(...)

Tomé un sorbo de mi malteada de frambuesas mientras caminaba al lado de Chaewon por todo el centro comercial. Llevámos dos bolsas de cada lado de las compras que hicimos, mientras mirábamos las tiendas y nos probábamos todo lo que no íbamos a comprar.

— Sabes, debo decir que estoy impresionada por lo que me contaste.

— ¿Enserio? ¿Por qué? — volteé a verla.

— Nunca pensé que Haechan llegaría hasta tu ventana cual príncipe azul sólo para arreglar las cosas contigo. Cualquiera hubiese mandado un mensaje o hacer una simple llamada.

— Sí, creo que eso tiene mucho que ver cuando le importas a alguien. — me encogí de hombros sintiéndome orgullosa por las cosas que me han pasado desde que conocí a Haechan.

— Y cuando mencionaste que a él también le gustó el beso... Sunhee, esto ya va por otro camino. — soltó emocionada como espectadora de una película de romance. No la culpo, yo también actuaría así en su lugar.

— No, Chaewon.

— ¿No? ¿Por qué no? — me miró desanimada.

— Ambos no tenemos nuestros sentimientos 100% claros todavía. Lo único que sabemos es que nos atraemos el uno al otro, pero eso es muy diferente a gustarnos. — expliqué.

— Bueno, tienes razón. Pero una historia de amor empieza por allí, primero se atraen, luego se gustan y al final se enamoran.

— Ves muchas películas, Wonnie. — me reí un poco de ella.

— Oye, es una realidad que vivo con Mark todos los días. No es una broma. — aclaró y luego bebió de su malteada.

— ¿Tú crees que entre Haechan y yo exista algo? — pregunté con la duda en mente.

— Te voy a decir la verdad, eso ya depende de ustedes y la relación que llevan hasta ahora. Si hay una buena conexión por parte de ambos entonces es posible que lleguen a algo más que sólo amistad. Y si no, pues sólo se quedan como buenos amigos. Aunque estoy segura de que tú no quieres eso.

— ¿Qué cosa?

— Tú no quieres ser sólo amiga de Haechan, pero voy a fingir que no te dije nada. — fruncí el ceño riéndome de lo extraña que estaba actuando, apuesto a que no se esperaba que le contara todo lo que me pasó anoche con Haechan. Excepto por la parte en que se quedó a dormir conmigo la noche anterior.

— Está bien, voy a fingir que no te escuché. — bromeé con ella mientras nos acercábamos a mi auto y dejábamos nuestras cosas en la cajuela. Chaewon tenía que regresar a la Universidad para sus asesorías por lo que me ofrecí a llevarla yo misma.

Mientras llegábamos empezamos a conversar nuevamente sobre los chicos, hasta que Chaewon me preguntó.

— Sunhee, ¿qué pasó después de hablaste con Haechan?

— ¿A qué te refieres? — me sentí un poco nerviosa ante la imagen mental de nosotros dos durmiendo en mi cama.

— Me refiero que si ocurrió algo más. ¿Repitieron el beso o sólo se quedaron hablando?

— Bueno...

— Bueno, ¿qué?

— Algo así. — aparqué el auto justo frente a la acera de la Universidad ignorando el hecho de que Chaewon me estaba insistiendo para que respondiera. Me desabroché el cinturón de seguridad y antes de que pudiera bajar del auto la voz de Chaewon me detuvo.

— Sunhee, ¿qué pasó entre ustedes? — estaba algo nerviosa por explicarle como dormí con él sin que ella pudiera exaltarse y pensar más allá. Pero no me quedaba otro remedio.

— Dormimos juntos.

— Espera, ¿qué? No me digas que te acostaste con él.

— Por supuesto que no, sólo dormimos. No hicimos nada como eso. — intenté explicarle pero sentí que ella no me estaba creyendo. — ¿Quieres alguna prueba o algo así?

— No, sé perfectamente que no jugarías con algo como acostarte con alguien. Es sólo que me sorprende imaginar que ambos hayan dormido en la misma cama.

— Pues así fue. Estaba lloviendo y Haechan no tenía forma de irse, así que le dije que podía quedarse hasta que parara la lluvia, pero al final... terminamos durmiendo juntos.

— Está bien, te creo. Sé que no eres tonta para dejar que un hombre se acueste contigo de la manera que ambas sabemos. — rodé los ojos ante lo que quiso decir.

— Eso nunca va a pasar.

— En tus sueños. — Chaewon se burló antes de que pudiera contestarle y se bajó del auto. Hice lo mismo sólo para acompañarla hasta la puerta del edificio porque sabía que no le gustaba ir sola cuando no había casi nadie afuera.

— Entonces, ¿volverás a tus asesorías? — le pregunté mientras subíamos por las escaleras de concreto.

— Sí, necesito prepararme para mis exámenes. Además, si salgo con una buena calificación mi padre me prestará su auto que es mucho mejor que el mío, y así podré salir con Mark las veces que quiera.

— Eso suena bien. — dije feliz.

— Tal vez tú y Haechan deban hacer lo mismo la próxima vez que salgan.

— ¿Te refieres a ir en mi auto? — fruncí levemente el ceño.

— Me refiero a que salgan a donde ustedes quieran. A pesar de sólo ser amigos yo creo que necesitan pasar más tiempo juntos. — Chaewon sugirió y me quedé pensando por un momento.

— Sí, yo también creo lo mismo. — asentí dándole la razón completa a mi amiga. Tal vez eso era lo que Haechan y yo necesitábamos, pasar más tiempo juntos. Pero con la escuela era un poco difícil, y no es como si necesitara verlo desesperadamente, simplemente habían restricciones que nos lo impedían a veces.

— Me alegra que lo tomes en cuenta. Necesitarás pasar mucho tiempo con él de ahora en adelante.

— ¿Si recuerdas que Haechan y yo sólo somos amigos, verdad? — me volteé y ella asintió soltando una risa.

— Así que tú y ese son amigos. — cuando terminamos de subir los escalones nos encontramos a Hyunjin y Jaemin afuera del edificio, caminando hacia nosotras. Sentí que el pánico me invadía por completo cuando ví la mirada de Hyunjin sobre mí. No estaba molesto, estaba furioso, y eso me dió mucho miedo.

— Hyunjin... ¿qué están haciendo aquí? — Chaewon trató de evadir lo que el pelinegro había dicho, pero tanto él como Jaemin ya nos miraban cabreados.

— ¿Te has estado viendo con él? — Hyunjin se dirigió a mí pero yo no sabía que decir. Las palabras simplemente no me salían y lo único que quería era que la tierra de abriera y me tragara.

— Hyunjin, deja que ella te explique. — Chaewon intervino pero fue interrumpida por el pelinegro.

— ¿Tú también lo sabías? ¿Han estado ocultándonos cosas a nuestras espaldas? — Hyunjin exclamó indignado, sólo que no entendía porque lo hacía cuando ellos también nos ocultaban cosas.

— No sé porque te molesta cuando ustedes también han hecho lo mismo. — Chaewon espetó en forma de reclamo.

— Eso es diferente, esto es más serio. — dijo Jaemin, y luego se volteó hacia mí. — ¿Te has dado cuenta de que hiciste, Sunhee? Te estás exponiendo ante un delincuente.

— Él no es un delincuente, ustedes no lo conocen. — exclamé con la voz quebrantada, pero ambos rodaron los ojos riéndose sarcásticamente.

— De todos modos, ¿cómo se enteraron? — Chaewon preguntó.

— Uno de nuestros compañeros de clase nos dijo que las vió dentro de un club con él y con toda esa gente malandrina, ¿en qué estaban pensando? — Jaemin informó y podía sentir el mundo venirse encima de mí.

— Te prohibí que te acercaras de nuevo a ese chico, Sunhee. — me giré a ver a Hyunjin con irritabilidad y fue entonces que ya no pude contenerme y exploté.

— Tú no eres quien para que prohibirme que hacer o que no hacer, no eres ni mi hermano ni mi padre. Y aún si lo fueras tampoco tendría porque hacerte caso. — ambos chicos me miraron perplejos, pero Hyunjin prosiguió.

— Soy tu amigo y me preocupo por ti. Pero parece que no te importa otra cosa que ese chico. Él es un asesino, entiéndel-

— Él no es lo que ustedes piensan, y ya no voy a dejar que hables mal de él sólo porque no lo conoces.

— Sunhee, no seas ingenua, ese chico no te trae nada bueno. — Jaemin me volvió a recordar una vez más las palabras que se me habían dicho cada vez que intentaba demostrar que Haechan no era lo que todos creían. Y ya no pude más.

— Ustedes están equivocados. Haechan no es un monstruo. — espetó mi amiga con desesperación.

— ¿Tú también, Chaewon? ¿Te vas a poner de su lado sólo porque es tu mejor amiga?  — Jaemin exclamó con incrédulidad.

— He conocido a Haechan mejor que ustedes. Y sí, me voy a poner de parte de Sunhee porque ella me ha demostrado todo lo que ustedes no han hecho.

— Chaewon, te has vuelto loca. Nosotros siempre las hemos cuidado y es así como nos agradecen. — el pelirrojo exclamó con enfado pero a Chaewon no parecía afectarle. Sólo espero que no se enteren que ella salía con un chico de clase inferior.

— Me han cuidado mucho mejor de ni lo que ustedes mismos han hecho. — ambos chicos la miraron desconcertados y puedo estar segura de que también estaban indignados.

— ¿Qué quieres decir con eso? ¿A quién te refieres? — Hyunjin se acercó a Chaewon de forma peligrosa.

— No te importa. — musitó ella firmemente sin dejar de mirarlo.

— Si estás saliendo con uno de ellos será tu fin. Sólo imagina el ridículo que harías si se enteran que estás saliendo con un pob-

No quise escuchar más e intervine con toda la rabia que llevaba dentro de mí.

— ¿Sabes que Hyunjin? Ya no quiero ser tu amiga, tú me has demostrado que lo único que te importa es tu propia opinión y no te gusta escuchar a los demás.

Hyunjin se volteó lentamente hacia mí y me miró con ojos hirientes. No voy a mentir que me dolía porque en el fondo aun lo consideraba mi amigo, pero su comportamento altanero ya no lo soportaba.

— Sunhee, ¿te preocupa más él que nuestra amistad? — sabía que esas palabras las utilizaba más para chantajearme que para hacerme reaccionar. Pero ya estaba cansada.

— No quería llegar a esto, pero no te soporto más. — me dí la media vuelta para regresar a mi auto, pero las próximas palabras de Hyunjin me hirieron por dentro.

— Sólo recuerda que siempre quise lo mejor para ti, pero ahora para mí estás muerta. — pronto solté unas cuantas lágrimas pero sin agachar la cabeza. Y escuché a Chaewon decir detrás de mí a ellos.

— Ustedes no tienen idea de quien es Haechan, sólo creen en las palabras de otros sin llegar al fondo de la verdad. — después de eso no oí nada más y me fuí caminando a mi auto.

Me sequé las lágrimas cuando estuve dentro de mi auto y luego tomé mi celular para ver que tenía un mensaje de nada más y nada menos que de Haechan. Lo abrí y ensanché una sonrisa al ver lo que me escribió y un emoticón de giño al final.

"Quiero que vengas, princesa."

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro