Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

29. Fear

POV Haechan.

De repente los ojos de Sunhee se acumularon de agua y las lágrimas se le salieron por si solas.

No... no quería verla llorar. Lo último que quería era hacerle daño.

Traté de acercar mis manos a sus hombros pero ella retrocedió unos pasos. Sabía que estaba dolida, pero también quería que ella me comprendiera un poco.

Yo no podía darle lo que ella se merecía.

Ella encogió su cuerpo mientras no paraba de sollozar, y se limpiaba las lágrimas con las mangas de su suéter. En eso salió corriendo dejándome solo mientras empecé a gritar su nombre varias veces, pero no me escuchó. Me sentí muy mal por ella en ese momento y decidí que lo mejor era regresar a mi casa. No le avisé a nadie, ni siquiera a Mark quien estaba con su novia, y me fuí del parque. No me importaba si se daban cuenta o no, sólo quería salir de allí.

Caminé hacia la parada de autobuses y me subí en el transporte. Durante todo el camino hubo un silencio incómodo, y mi mente sólo pensaba en Sunhee y en lo que estaría haciendo en ese momento. Probablemente llegaría a su casa y se encerraría en su habitación, tendiéndose sobre su cama y abrazar una almohada para seguir llorando.

No me gustaba hacerla llorar, y me odiaba a mí mismo por imaginármela de ese modo.

Era un estúpido, por supuesto. Pero yo no sabía que decirle en el momento que se habló de nuestro beso. Admito que me gustó besarla, siempre quise hacerlo desde que comenzó a ser más cercana conmigo. Su apariencia era lo que menos me importaba aunque era una chica muy guapa, pero la verdad, era algo más.

Tal vez era la forma de su sonrisa, su manera de tratar a los demás con compasión y consideración. Su manera de ser hacia mis hermanas y como ellas la adoraban. Su manera en que no presumía por mucho dinero que tuviese. La forma infantil en que a veces actuaba y como me demostraba lo inocente que era todavía.

Ella tenía un impacto en mí que no sabía como explicarlo, pero estoy seguro de que amor no era lo que sentía por ella. Sólo era mi amiga, o eso creo ahora.

Cuando llegué a mi destino me bajé del autobús y comencé a andar por el pavimento de las calles por donde vivía. Era bastante diferente comparado con la cuidad y el centro, ya que eran más claros e iluminosos y mi barrio siempre parecía algo triste y nubloso, como si estuviese llegando la noche en tan poco tiempo.

En eso me encontré con mi peor objetivo justo cuando estaba por llegar a unos pasos de mi casa. Yuqi estaba sentada en los escalones frente a la puerta de mi casa con el celular en la mano, en cuanto me miró se levantó y caminó hacia mí.

— Hola, Hyuckie. — su voz fingía ternura y emoción al hablarme, lo sé porque hacia eso sólo cuando quería impresionarme. Pero en ese momento sentía un verdadero desprecio hacia ella por lo que había hecho.

— ¿Qué es lo que quieres? — contesté arrebatadoramente y me volteé hacia un lado para no tener que verla por un momento.

— ¿Por qué te pones así conmigo? ¿Todavía estás enojado? — formó un leve puchero con sus labios haciendo que me enojase más.

— ¿Y cómo quieres que esté después de lo que hiciste? Humillaste a Sunhee frente a todos nosotros de la peor manera. ¿Y así quieres que no siga enojado contigo?

Ella parpadeó por unos segundos como procesando mis palabras.

— Se nota que te importa mucho esa niña rica, ¿no? — cruzó sus brazos y pude notar claramente que estaba molesta.

— No es tu asunto.

— ¿Por qué le haces tanto caso a ella? Una niña rica sólo te va a utilizar y te va a cambiar por completo. Sólo mírate, no eres el mismo de antes, y estoy segura de que ella tiene mucha influencia sobre ti. 

— No conoces a Sunhee como yo lo hago, así que deja de hablar estupideces que no estoy de humor para soportarte. — pasé por su lado aun escuchando su voz detrás de mí, siguiéndome.

— ¿Por qué no? ¿Acaso ustedes pelearon?

— Ya te dije que no te importa, Yuqi.

— Me parece curioso que te importe una zorra como ella. — me detuve cuando escuché como había llamado a Sunhee, y me dí la media vuelta acercándome para advertirle de una vez por todas.

— No te atrevas a volver a llamarla de ese modo o vas a saber quien soy yo.

— Por favor, Haechan, date cuenta de una vez, esa chica no es lo que crees. — Yuqi sacó su teléfono mostrándome unas fotos, que claramente no eran de Sunhee. Eran fotos hechas con inteligencia artificial y no voy a decir de que clase eran. — ¿Lo ves? Ella es una golf-

No dejé que terminara su oración, y con toda la rabia del mundo le arrebaté su teléfono y lo arrojé contra el suelo. Yuqi se llevó ambas manos a la boca tapando un grito de horror al ver el aparato hecho pedazos.

¿Acaso ella pensaba que sería lo suficiente estúpido para creerle lo que me había mostrado? Soy más inteligente de lo que piensa, y nunca le perdonaré lo que había hecho con Sunhee.

Me acerqué un poco mientras ella retrocedía mirándome con bastante miedo, me alegraba mucho, para ser sincero.

— Dale gracias a Dios de que eres mujer porque sino ya te hubiera golpeado. — la empujé a un lado sin el menor cuidado para seguir con mi camino y entrar a mi casa.

La puerta se me fue de las manos y por lo tanto, un enorme ruido se escuchó en el momento en que esta se cerró cuando entré. Afortundamente mis hermanas estaban en la sala mirando la televisión a todo volumen, así que no creo que se hayan dado.

Me fuí a mi cuarto y me encerré. Necesitaba estar solo. Me senté sobre la orilla de mi cama pasando las manos por mi pelo hacia atrás, soltando un afanoso suspiro. Necesitaba relajarme, así que abrí uno de mis cajones al lado de mi cama donde guardaba algunas píldoras y otras cosas que me fumaba cuando necesitaba liberar mi estrés. Pero en el momento que estaba por llevarme la pastilla a la boca, mi mente se nubló de Sunhee, y la imagen de ella mirándome con sus ojos llorosos fue lo que me detuvo que me tragara la droga.

Boté la maldita pastilla en el cesto de basura y cerré el cajón para acostarme sobre mi cama boca arriba. En eso escuché que tocaban a mi puerta.

— ¿Quién? — pregunté de mala gana.

— ¿Puedo pasar? — oí la suave voz de Hayoung al otro lado de la puerta, emití un 'si' y mi hermana cerró la puerta detrás de ella.

— ¿Necesitas algo? — ella me ignoró y  se sentó a mi lado con una pose de niña bien educada. Me extrañó su actitud por un momento.

— A juzgar por el ruído excesivo de la televisión, escuché claramente cuando azotaste la puerta.

— Y tu punto es... — esperé por lo que estaba a punto de decir.

— Sólo azotas la puerta cuando estás enojado. — aclaró, aunque estaba diciendo la verdad. — ¿Estabas peleando con Yuqi, verdad?

— ¿Y tú cómo sabes? — me senté sobre mi cama frunciendo el ceño.

— Te ví por la ventana. Y tal vez minutos antes de que llegaras ella vino a la casa preguntando por ti. Pero no te preocupes, no le abrí la puerta, y no es como que pasar por la ventana con arbustos espinosos debajo de ella se una buena idea. — mi hermana me hizo reír un poco, pero mi sonrisa se borró de inmediato. Todavía me sentía de lo peor. — Te noto triste.

— No estoy triste. — traté de convencerla, pero era difícil mentir cuando se trataba de mis hermanas. En especial de Hayoung.

— Soy tu hermana, te conozco bien. Y aunque sé que no estás triste como lo supongo, sé que estás decaído y algo molesto. — si, mi hermana me conocía muy bien. — ¿De qué estaban hablando tú y... esa?

— De Sunhee. — admití, no soy abierto con nadie, ni siquiera con mis amigos o mi propia familia. Pero con Hayoung era distinto, era buena guardando secretos y escuchando.

— Supongo que alguien está celosa porque le robaron su puesto. — ella bromeó pero no le encontré la misma gracia en ello.

— No digas tonterías.

— Es la verdad, desde que llegó Sunhee a tu vida ha capturado tu atención como la de ninguna otra chica con la que has salido. Aunque sea sólo para coger. — murmuré una risa encogiéndome de hombros. — ¿Te gusta Sunhee?

— No. — me volteé rápido hacia ella.

— Oh, por favor. Estás muy amable con ella desde esa noche que te dejó aquí en la casa. Borracho y drogado.

— Cállate. — susurré y le tapé la boca con mi mano porque temía que alguien nos escuchara. Hayoung quitó mi mano de su boca mirándome con severidad.

— De todos modos, eres un estúpido.

— ¿Por qué lo dices? — me sentí casi ofendido cuando me llamó así.

— No te das cuenta de lo que tienes a tu lado. Sunhee es una chica maravillosa y nadie como ella se ha preocupado e interesado por ti en mucho tiempo.

— Puede que tengas razón. Pero no significa qu-

— Mira Haechan, dí lo que quieras. Pero a ti te atrae Sunhee por mucho que lo niegues, lo he visto. Ella sería la chica perfecta para ti.

— No, eso no puede ser. — negué con la cabeza.

— ¿Por qué no? — Hayoung me miró confundida.

— Porque ella y yo somos diferentes. No encajaríamos.

— ¿Y por qué son amigos entonces? — se cruzó de brazos.

— Me agrada. — emití con sinceridad encogiendo mis hombros.

— ¿Te agrada? — alzó una de sus cejas con incrédulidad. — Eres un mentiroso, a ti te gusta.

— No, no es cierto, no me gusta. Y ya déjame en paz.

— ¿Por qué no quieres admitir que ella podría gustarte? Es una chica muy inteligente, dulce y amable. Sobre todo con alguien como tú. — me miró con desaprobación de arriba a abajo y le saqué la lengua. — Nunca te había visto más animado desde... tú sabes.

— Sí, lo sé. Pero no podría darle oportunidad.

— ¿Tienes miedo de enamorarte? — su pregunta me hizo pensar. No, no era miedo, pero no estaba seguro.

— No es miedo. Es sólo que no soy conveniente para ella.

— Que yo sepa no has hecho nada malo más que cuidarnos, y eso es muy admirable de ti. No todos los hermanos saben ser buenos hermanos.

— No te pongas de cursi. — reí un poco, pero por su mirada seria parecía que hablaba en serio.

— Es la verdad. Tú eres el ejemplo de un buen hermano mayor, y estoy segura de que Sunhee sabe eso. — por un momento sonreí, pero no duró mucho.

— Ella debe estar odiandome ahora mismo.

— ¿Por qué? — su tono preocupante me hizo girar la cabeza. No puedo creer lo que estaba a punto de decirle a mi hermana menor.

— Ella y yo nos besamos en la fiesta de Félix.

— ¿En serio? — abrió sus ojos con emoción y entusiasmo. — Pero estabas consciente, ¿verdad?

— Estábamos algo borrachos, pero aun así sabíamos lo que hacíamos. Yo no sé que me pasó en ese momento pero admito que me gustó besarla.

— ¿Y por qué dices ella podría odiarte?

— Porque la rechacé. Me dijo que yo había sido su primer beso y me sorprendí.

— ¿Tú crees que le gustas a ella?

— Supongo que sí. — me encogí de hombros con indiferencia, aunque por dentro me sentía bien por la idea de que una chica como Sunhee gustara de mí, por mucho que también me negaba a creer lo mismo. — Pero le dije que no soy bueno para ella, que el amor no es lo mío y que no podía darle lo que ella se merecía.

— Ay, Haechan... — Hayoung me miró triste y me sentí peor sólo de verla mientras acariciaba mi espalda con su pequeña mano. — De lo poco que llevo conociendo a Sunhee te voy a decir que ella no necesita a un hombre que la trate como a una princesa con lujos y cosas caras. Ella necesita a un hombre que la entienda y que la escuche sin ser juzgada. Un hombre con el que pueda ser ella misma y que no le dé miedo a ser vulnerable frente a él. Un hombre como tú.

— Hayoung...

— Yo sé que me vas a decir que no le puedes dar lo que ella se "merece", pero quiero que sepas que estás equivocado. Puedes darle todo y más. Sé que quieres a Sunhee por mucho que lo niegues, porque eres el típico chico que no demuestra sus sentimientos a nadie, pero en el fondo tienes un alma que carece de amor y cariño. 

— Eres muy cursi. — ladeé mi cabeza con diversión.

— Es la verdad. Yo creo que Sunhee ha llenado en ti un vacío del que no te has dado cuenta todavía. Y puedo saberlo por la forma en como le sonríes, como la proteges, como te burlas de ella a veces, y sin mencionar la cantidad de mensajes que le has mandado preocupado por ella después de lo que te pasó y que ni siquiera te contestó. — Hayoung me sacó una pequeña carcajada y ambos ya estábamos riendo.

— Creo que no me lo esperaba.

— El punto es que si no sientes nada hacia Sunhee, está bien, pero también ten en cuenta que es normal tener miedo a enamorarse, no sólo las mujeres tenemos que pasar por eso. Además, tienes la aprobación de tus hermanas. — me reí un poco rodando los ojos. — No la lastimes, Haechan, trata de escucharla como ella lo ha hecho contigo. Y si no resuelven lo que pasó entre ustedes, puede que hasta la pierdas como amiga.

(...)

POV Sunhee.

Estaba en mi habitación sentada sobre mi cama con una pila de almohadas entre mi espalda y la cabecera, un plato de yogurt de fresas sobre mi piernas mientras miraba mi película favorita de Disney.

Sí, soy una adulta, casi. Pero todavía tengo ambición por las películas y caricaturas de la infancia porque me traían recuerdos bonitos de cuando era una niña.

En eso, escuché el sonido de mi celular vibrando a mi lado. Lo tomé y revisé un mensaje de mi madre, diciendo que ya se iba al hospital y que tenía el turno hasta las ocho de la mañana. No sé si lo mencioné antes, pero mi mamá trabajaba como enfermera y es por eso que me dejaba sola por las noches por casi toda mi vida.

Le respondí con un 'está bien, mamá, buenas noches. Te quiero', y dejé mi celular para seguir mirando mi película.

Una llamada entrante apareció en la pantalla de mi celular, era Ningning, pero no estaba de humor para hablar con nadie, así que le rechacé la llamada.

No estaba de humor desde el fin de semana que volví a ver a Haechan y me escapé como toda una niña inmadura.

Metí un poco de yogurt a mi boca cuando un sonido seco y vidrioso desde mi ventana casi me hace atragantarme. Por un momento me asusté y pensé que se trataba de algún ladrón por lo que bajé el volumen de la televisión y apagué la luz de mi cuarto. Pero nada de eso funcionó porque el espantoso ruido volvió a aparecer.

Con los pocos ánimos que me cargaba me levanté furiosa y caminé hacia mi ventana deslizando mis cortinas, sólo para congelarme al mismo tiempo que ví a Haechan afuera de mi ventana.

— ¿Qué estás haciendo aquí?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro