28. I can't give you what you deserve
POV Sunhee.
Entré a mi cuarto con un plato lleno de botanas mientras cerraba la puerta detrás de mí. Chaewon estaba acostada en mi cama boca abajo revisando el contenido de mi computadora. Le había mostrado toda la evidencia que Jisung me ayudó a recolectar para comprobar la inocencia de Haechan.
Me senté al lado de Chaewon en la orilla de mi cama con el plato de botanas en mis piernas.
— No puedo creer todo lo que estoy viendo. — espetó con disgusto mirando a la pantalla.
— Bueno, ya lo estás viendo. — solté irónicamente y me llevé una galleta de chocolate a la boca.
— Es increíble lo que una persona puede hacer mintiendo tanto. Supongo que Yujin no era lo que yo creía.
— ¿Y qué esperabas? ¿Qué era la chica más perfecta de la escuela? Cualquiera podría serlo.
— Sí, admito que tenía expectativas muy altas de ella. Pero supongo que no todos conocen la verdad, ¿o sí? — ella se volteó a verme y negué con la cabeza. — Deberíamos decirles también a Hyunjin y Jaemin.
— No nos creerían. Sabes que Hyunjin no tolera el tema de Haechan.
— Es irónico porque ni siquiera lo conoce. Pero tienes razón, será mejor no decir nada, no queremos que nos funen por decir la verdad. — reí un poco por su broma asintiendo.
— Supongo que es mejor.
— Cambiando de tema, hay cosas más interesantes por las que quiero saber. — ella se sentó sobre la cama mirándome divertidamente. No entendía la causa por lo que fruncí el ceño.
— ¿Cómo cuáles?
— No te hagas la tonta, sabes de lo que estoy hablando. Quiero saber lo que pasó entre tú y Haechan esa noche. — de repente tragué duro al recordar todo. Todavía podía sentir el roce de los labios de Haechan sobre los míos, y ya habían pasado varios días de eso.
— ¿No me lo preguntaste?
— Sí, lo hice. Pero estabas muy borracha, así que decidí esperar para después. — dijo. — Dime la verdad, ¿recuerdas lo que pasó o no?
No podía mentirle a Chaewon, no a mi mejor amiga que me conocía del todo. Pero el hecho de admitirlo me daba bastante vergüenza, porque era la primera vez que me besaba con un chico de la manera que lo hice con Haechan.
Resignada, asentí levemente, pero no contaba con que Chaewon empezara a gritar de emoción y saltar sobre mi cama. Parecía una niña pequeña.
— Espera, deja respiro. — inhaló suficiente aire tratando de conservar la calma, y después lo exhaló. — Listo, ahora cuéntame todo.
— Después de que Karina me llevó y salió conmigo del baño empezamos a bailar, duramos así un rato hasta que alguien me tocó del hombro y me dí la vuelta para ver que era Haechan. Me dijo que quería hablar conmigo, así que lo seguí.
— ¿Y qué pasó después? — preguntó.
— Hablamos sobre Yuqi y me dijo que no me preocupara por ser virgen todavía, porque no tenía nada de malo serlo.
— Puedo asumir que esa parte te incomodó puesto que él ya tuvo relaciones sexuales. — asentí penosamente. — Quiero que sepas que no tiene nada de malo en no tener experiencia con eso. Y si llegas a hacerlo, bueno, siempre y cuando te cuides.
— Yo nunca tendría sexo con alguien por razón de diversión.
— Lo sé, yo tampoco. Pero es muy bueno que pienses así, es lo que te hace una gran persona porque sabes lo que está bien y lo que está mal. Aunque al final del día ya es decisión de cada quien. Pero en fin, ¿qué más te dijo?
— Me dijo que yo era la persona más pura que había conocido en su vida, y que era... linda. — me encogí de hombros sin saber como reaccionar.
— Si te dijo eso lo más probable es que ya estaba borracho.
— Los dos lo estábamos, Chaewon. — dije. — Nos besamos y ni siquiera sé cuanto duró ni cuando terminó.
— ¿Te gustó? —la miré con duda por un momento.
— ¿Qué cosa?
— ¿Te gustó besarlo? — volvió a repetir y la sola pregunta hizo que me preguntara lo mismo. ¿Realmente me gustó? Sí, debo admitirlo, aunque sólo haya sido un beso de borrachos. Pero otra parte de mí no podía evitar sentirse mal.
— Si... — murmuré por debajo.
— No deberías sentirte mal, sabes quien es Haechan después de todo. — puso su mano sobre mi hombro.
— Pero no sé como él se haya sentido después de que pasó eso.
— Bueno, podrías hablar con él.
— ¿Por qué deberíamos hablar? Estoy segura de que para él sólo fue un simple beso. — me encogí de hombros.
— Pero para ti no, y tienes que decírselo. Tienes que decirle como te sientes, no puedes olvidarlo y hacer como si nunca pasó. — me quedé pensando un momento si sería buena idea, pero también tenía miedo. — Yo sé que en el fondo estás sintiendo algo por él.
— ¿Cómo crees? Por supuesto que no. — negué con la cabeza ligeramente y riendo. — No puede gustarme Haechan.
— Oh, por favor, es el primer chico que te interesa desde que tengo uso de razón. Lo has investigado y te has tomado la libertad de descubrir que no es una mala persona. Aunque si lo fuese... diría que igual te gustaría.
— No digas tonterías, Chaewon. Y Haechan no puede gustarme. — me negaba rotundamente a aceptar que podría estar sintiendo algo por él. No es que no estuviese bueno, claro que lo estaba, el chico tenía lo suyo. Pero yo sabía muy poco de su vida, y sé que la palabra amor no existía en su diccionario. Lo cual era ridículo sólo de pensarlo.
— No puedes negar tus sentimientos por nadie, Sunhee. Cuando más tardes en volver hablar con él, más difícil te será verlo a la cara.
— Pero, ¿y si lo estoy imaginando? — pregunté aun más dudosa.
— Vamos a comprobarlo. — se acomodó en la cama de piernas cruzadas. — ¿Qué es lo que más te gusta de él físicamente? — me quedé pensando un momento.
— Sus ojos, su sonrisa, sus manos.
— ¿Y qué es lo que te gusta de él que no sea físico? — pensé otra vez.
— Su voz, su risa, su manera de ser sarcástico y bromista. También es muy tierno a veces.
— ¿Lo ves? Te gusta. — sonrió queriendo convencerme. — Pero bueno, creo que mejor dejaremos ese asunto para después. Mientras tanto, quedé con Mark de vernos en el parque de stake. ¿Quieres ir con nosotros?
(...)
Cuando llegamos al parque en el auto de Chaewon ella lo aparcó frente a este, y al bajarnos Mark nos visualizó e inmediatamente vino corriendo hacia nosotras. Abrazó a Chaewon por la cintura y la levantó del suelo dando vueltas por el aire. Me reí de ternura por el acto.
— ¿Qué haces aquí, Sunhee? — Mark me preguntó una vez que bajó a Chaewon.
— ¿Ahora no puedo venir con mi mejor amiga a donde sea que vaya? — me crucé de brazos fingiéndome ofendida, haciendo reír al chico.
— No creo que quieras ver lo que hacemos. — Chaewon le golpeó el brazo juguetonamente y rodé mis ojos. — Pero por allá está Karina. — señaló a su izquierda.
— Entonces iré con ella. — me despedí de ambos mientras caminaba hacia el banco habitual donde me sentaba y donde estaba sentada Karina, como la primera vez que nos conocimos.
Ella estaba al lado de Minnie y las dos se voltearon a verme alegres. Karina extendió los brazos desde su lugar y me acerqué a abrazarla.
— Que bueno que estás aquí, Sun. — Karina soltó mi cintura para sentarme a su lado.
— Vine con Chaewon, pero ahora está muy ocupada con Mark. — expliqué.
— Bueno, se nota que ellos dos son muy inseparables. — respondió Minnie riendo.
— Quiero hablar contigo. — Karina murmuró cerca de mí mientras tomaba mi mano y me levantaba con ella. — Ahora vuelvo, Minnie. — le avisó y la tailandesa asintió yendóse con los chicos.
— ¿De qué querías hablar? — pregunté mientras caminábamos.
— Quiero saber todo lo que pasó esa noche. ¿A dónde fuíste con Haechan? — suspiré cansada, otra explicación más que dar en el día. ¿Por qué la gente me pregunta lo mismo?
— Sólo quería hablar conmigo sobre lo que me dijo Yuqi.
— Ah, entiendo. — oí el desgano en su voz.
— Sé que ya no es tu amiga y tampoco te agrada, pero quiso convencerme de que no estaba mal por no hacerlo... Ya sabes.
— Sí, creo que hizo bien. Pero quiero saber si se besaron o algo. — lo que dijo me tomó por sorpresa, haciéndome sonrojar.
— Pues... — me detuve en mi oración. No sabía como decírselo hasta que ella detuvo el paso y me miró espectante.
— ¿Si se besaron? — asentí lentamente y su boca se abrió de par en par. — ¡Sunhee, estoy muy feliz por ti! — gritó con emoción y me abrazó, pero yo estaba muy confundida.
— ¿Por qué lo dices? — se separó de mí.
— Porque nadie se ha tomado el tiempo y la dedicación con Haechan desde que lo conozco. Quiero decir, puedes decir todo lo que quieras de él, pero nunca he visto a alguien como tú que pone toda su atención y se preocupa por él.
— Sólo somos amigos, Kari. — sonreí.
— Yo sé que tú sientes algo más que sólo amistad, ¿no es así? — suspiré de nuevo preguntándome lo mismo. Pero cada que pensaba en Haechan y lo negaba, mi corazón latía más y más fuerte que me daban unas ganas de arrancármelo del pecho y botarlo lejos. — Él te gusta, ¿verdad?
— Pues, yo... — en eso no pude terminar mi frase cuando miré por el hombro de Karina a Haechan caminar hacia nosotras. Sentía mi pulso acelerarse y el estómago me dolía. Deben ser esas típicas mariposas que dicen que sientes en el estómago cuando alguien te gusta.
Tierra por favor, trágame.
— Hola, guapas. — Haechan ya estaba al lado de Karina y las dos sonreímos, aunque yo estaba fingiendo emoción en ese momento.
Haechan me miró y me sonrió un poco. Supongo que también estaba algo incómodo por lo que pasó entre nosotros.
— Los veo luego. — Karina se dio la media vuelta y se alejó. Ahora mi peor miedo en ese momento era hablar con Haechan quien estaba frente a mí, y yo no podía mantener la mirada totalmente en él por mucho tiempo.
— ¿Cómo estás? — alcé la mirada cuando me preguntó en su tono habitual pero esta vez era más suave.
— Bien, ¿y tú?
— Bien. — él asintió un poco escondiendo sus labios en una media sonrisa mientras mantenía el contacto visual en mí y el suelo. — Te noto un poco extraña.
— ¿Ah si? ¿Por qué?
— Pues... no lo sé. Quizás, por lo que... pasó. — se notaba a kilómetros que él se estaba poniendo un poco nervioso. No me extraña, esta situación era muy incómoda para ambos, especialmente porque creo que nunca me hubiese imaginado que se daría entre nosotros.
— Ah, eso. — miré hacia abajo por un momento hasta que lo volví a escuchar.
— No quiero que te lo tomes a mal.
— ¿Por qué no? — lo miré.
— Porque no somos nada, sólo fue un beso. — ¿sólo fue un beso? Mis expectativas estaban decayendo y mi corazón lo sentía estrujarse.
— ¿Así que para ti sólo fue un beso? — solté con voz temblorosa y él me miró directamente sin expresión, sólo me estaba mirando, pero sabía que lo que iba a decirme no iba a gustarme.
— Sunhee... tienes que entender que-
— ¿Qué tengo que entender? ¿Qué sólo soy una más en tu lista? ¿Qué nuestro beso no significó nada para ti? ¿Eso es lo que tengo que entender?
— No tienes que tomártelo tan personal.
— No puedes decirme que hacer y que no. Claro que me lo tomo personal, porque para mí no es cualquier cosa, ¿entiendes? — él asintió lentamente y por un momento creí que me estaba comprendiendo.
— Si lo que te preocupa es que te catalogue como una cualquiera déjame decirte que no es lo que pienso de ti. Todos nos damos besos con quien queramos, sin compromiso, así que no debes preocuparte porque no le diré a nadie lo que pasó entre nosotros.
Estaba incrédula.
— ¿No lo entiendes, verdad? — él se confundió más mostrándome su ceño fruncido. — ¿No entiendes que no es cualquier beso para mí?
— Sunhee...
— Fue mi primer beso. Contigo. — sentía que el aire se me iba de los pulmones a más no saber de que otra manera explicárselo. Él estaba sorprendido y supongo que no se esperaba que le dijera eso. Se tocaba la nuca como pensando en que decirme, pero su silencio sólo me estaba matando.
— ¿En serio?
— ¿Por qué carajo crees que te mentiría? ¿Acaso lo tomas como una broma? Te estoy diciendo que eres el primer hombre con el que me he besado.
— Oye, yo también estoy sorprendido, compréndeme un poco. — podía ver un poco de molestia en su rostro y en el tono de su voz. Así que decidí calmarme.
— Esa noche estábamos algo borrachos, sabíamos lo que hacíamos.
— Y si sabías lo que hacías, ¿por qué me dejaste besarte?
— Yo... no lo sé. — me sentía tan confundida en ese momento. No sabía si fue por impulso, por atracción o porque de verdad algo me llamaba la atención en Haechan. No podía mentir, había algo en él que me impulsaba a sentirme diferente. Algo que con ningún otro chico sentí en mi vida.
— Sunhee, tienes que entender que entre nosotros no puede haber nada. — sus palabras me pusieron alerta y lo miré frunciendo el ceño.
— ¿De qué estás hablando?
— No puede haber nada entre nosotros más que amistad. Y eso es lo mínimo que puedo propocionarte porque, no puedo darte lo que tú mereces.
— Pero yo no te estoy pidiendo nada de eso, Haechan. — traté de convencerlo de que no quería una relación con él, aunque en el fondo fuese mentira, pero igual no era lo correcto.
— Me alegra que no lo pidas. Pero sé que en el fondo eso es lo que quieres. Y yo no voy a dártelo. — mis ojos lo miraron incrédulamente.
— ¿Por qué me dices esto?
— No soy bueno para ti, Sunhee, y no deberías seguirme. Hay muchas cosas de las que no quiero que te enteres de mí, y no quiero darte falsas. Porque no soy lo que realmente piensas.
— Pero, si me contaras...
— ¡Qué no! — gritó, era la primera vez que me gritaba y retrocedí un paso. Me había asustado. — ¿Qué no puedes entenderlo? No soy bueno para ti, no soy bueno para tu vida, y lo único que te vas a llevar es un corazón roto. — sus palabras me llegaron como cuchillo al corazón, y las lágrimas se me estaban acumulando pero sin dejárlas salír.
Yo no le estaba pidiendo nada de eso. Y en cambio él, sólo estaba evadiendo mis sentimientos -no románticos- por ese beso que compartimos.
— Te dije que eso del amor no es lo mío, y no pienso discutirlo contigo de nuevo. Tienes que aceptarlo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro