27. Between jokes and jokes
POV Sunhee.
Entré al club sin ningún problema con el regalo de Félix en mi mano izquierda. No era más que una cajita con una cadena de oro adentro de una pequeña bolsa de regalo. Fue lo primero que se me ocurrió en el momento cuando venía hacía acá. Empecé a buscar entre la multitud a Haechan o a alguien de sus amigos que me reconociera, hasta que lo ví más al fondo y empecé a acercarme.
Mientras me acercaba, pude notar que Haechan se me quedaba mirando como asombrado, pero sé que no es para tanto. Tal vez le sorprendió verme como iba vestida o no me reconoció.
— Hola. — le sonreí.
— Hola. — esbozó una pequeña sonrisa ocultando sus labios, haciendo que sus mejillas se inflaran un poco.
Luego me dí cuenta que a su lado estaba Chaewon. Ella me sonrió tímidamente y yo le devolví el gesto moviendo un poco mi mano.
— Las dejo para que hablen. — asentí hacia Haechan quien se apartó un poco y con una mano en mi espalda me empujó suavemente hacia Chaewon para después irse.
— Veo que viniste. — ella asintió.
— Quiero hablar contigo. — tomó de mi mano y me guió hacia unos sillones de cuero negro formando un semi círculo, con una mesa de centro y un pequeño arreglo floral dentro de un recipiente de cristal. Nos sentamos cómodamente y esperé a que hablara. — Debo decir que me equivoqué con respecto a Haechan. Nunca creí que él fuera diferente.
— ¿A qué te refieres? — fruncí el ceño intrigada.
— Hace unos momentos un chico me estaba molestando y acosando. Si no fuera porque Haechan me defendió no sé como hubiera terminado. Realmente le agradezco eso. — se encogió de hombro y luego me miró. — Sunhee, de verdad lo siento, debí haberte escuchado antes. — le sonreí comprensiva y tomé su mano.
— Está bien. Tú y los demás tienen un mal concepto de él sólo por lo que han escuchado en la Universidad. — ella asintió.
— Aunque me parece ilógico lo que he escuchado, Haechan ya no me parece una mala persona como pensé.
— Porqué no lo es. Yujin es quien les ha hecho creer lo contrario sólo porque él no quiso ser su novio. — Chaewon me miró espectante, como si hubiese escuchado la peor noticia de todas.
— ¿De qué estás hablando? Entonces, ¿no eran novios?
— Nunca lo fueron. Yujin les hizo creer a todos que si, pero fue porque él no aceptó ser su novio por la fuerza. — expliqué y tomé aire para continuar. — Haechan fue acosado por Yujin durante ese tiempo, y lo único que ven en sus publicaciones no son más que ediciones.
— Alto. ¿Quieres decir, que todo lo que subía Yujin de ellos es completamente falso? — asentí frenéticamente viendo como ella se sorprendía cada vez más. — ¿Y quien te contó todo eso?
— Liz y Gaeul.
— ¿Las amigas de Yujin? Ellas no serían capaz de contar nada al mundo con tal de estar de su lado.
— Porque las tiene amenazadas. Les dijo que LeeKnow las mataría si ellas dicen algo.
— A ver, espera. ¿Qué tiene que ver ese maldito maníaco en todo esto?
— Él es amigo de Yujin. — Chaewon abrió la boca hasta el suelo y se cubrió con una mano mirándome como si no pudiera creer.
— ¿Cómo alguien puede ser amigo de ese maníaco? N-no, no tiene sentido.
— Pues lo es. Por eso, Yujin se aseguró de que LeeKnow cubriera las cámaras donde se presentó la escena del incidente para que no hubieran pruebas. Yujin manipuló la situación y Haechan en ningún momento quiso agredirla por mucho que se lo merezca.
— Entiendo. ¿Y cómo sabes todo esto?
— Jisung me ayudó.
— ¿Así que metiste a Jisung en todo esto? — me miró de forma seria cruzando sus brazos.
— Oye, Jisung es un genio de la tecnología. Además, él quiso ayudarme, yo no lo forcé a nada. — Chaewon sonrío de lado riendo. — Pero bueno, ya te contaré el resto después.
— Eso espero. Me dejaste muy intrigada con lo que acabo de escuchar. — ambas nos reímos cuando una figura masculina caminó hacia nosotras. Mark nos saludó y abrazó a Chaewon en el momento que ella se levantó para recibirlo con los brazos en su cuello.
Se veían muy lindos juntos.
— Sunhee, te ves muy bien. — dijo Mark sin soltar la cintura de mi amiga y le sonreí agradeciéndole.
— ¿Qué esperabas? Ella siempre se ve muy bien. — Chaewon lo regañó en forma de broma haciendo que los dos riéramos.
— Sólo espero que no haya sido por Haechan. — volvió a decir Mark y me quedé helada por un momento.
— ¿De qué estás hablando? Por supuesto que no. — contesté rápido debido a mi nerviosismo. Yo nunca me vestiría para impresionar a un hombre.
— Sí, lo que digas. — Mark se llevó a Chaewon de la mano dejándome sola. De pronto ví a Karina acercarse hacia mí con los brazos abiertos, y me levanté para darle un abrazo.
— Sunhee, qué bueno que viniste. — soltó un grito de emoción mientras me soltaba haciéndome sonreír. — ¿Félix te invitó?
— En realidad fue Haechan. — ella abrió la boca y alzó las cejas como señal de sorpresa. Apuesto a que se está imaginando lo que creo que imagino yo.
— Ya veo. — la guíe hacia el sillón para sentarnos, luego me miró de arriba a abajo con una sonrisa pícara. — Te ves sexy.
Solté una risa nerviosa. Nadie me había dicho que luzco sexy.
— Ay Karina, por favor. — me tapé más arriba de mi boca con una mano para ocultar mi rubor.
— ¿Qué? Es la verdad. De todas nosotras a las que invitó Félix, creo que eres la más guapa. — volví a fruncir el ceño sin entender porque me estaba diciendo esto. Ella también frunció su ceño con ápice juguetón. — ¿Segura que no es por Haechan?
— ¿Por qué piensas que me vestí así para él?
— Bueno, no lo sé. Quizás lo he visto muy cómodo contigo y además, está un poco más alegre. Tal vez por fin encontró a alguien que no lo vea como un objeto de su beneficio.
— ¿Qué quieres decir?
— Digo que a Haechan sólo lo buscan por diversión o le ofrecen dinero a cambio de unos tratos. Pero él tampoco es como que se lo toma muy en serio. Después de todo, ha salido con la mitad del barrio sólo para beber y follar. — un nudo se me formó en el estómago cuando Karina mencionó aquello. No sé porque me estaba sintiendo triste al escuchar esto, no debería. Haechan no es nada mío. O tal vez era el hecho de que no tomaba a nadie en serio, como él mismo me lo había dicho una vez.
— Pero es buena persona, apesar de que sea un cabronazo de hombre. — Karina se encogió de hombros y yo sólo pude darle una pequeña sonrisa disimulada.
En eso, ví que frente a metros de nosotras habían llegado más de sus amigos, incluyendo a Minnie y a esa tal Yuqi que ya sólo de verla mi estado de ánimo se fue hasta el suelo. Pero luego miré a Karina y su semblante algo molesto después de retirar a un lado la mirada.
— ¿Qué pasa? — le pregunté hasta que ella me miró sabiendo que algo tenía que decirme.
— Nada, es sólo que... no me agrada mucho que Yuqi esté aquí.
— ¿Por qué no? ¿No es tu amiga?
— Era. — dijo secamente. — No ha dejado de hablar mal de ti y por eso dejamos de ser amigas. No sé como es que Minnie la soporta. — me quedé espectante. Nunca imaginé que alguien estuviese hablando mal de mí constantemente.
— Quizás no tenga más amigas. — solté inocente pero Karina negó con la cabeza. — En fin, traje a mi amiga Chaewon para que la conozcas.
— ¿Hablas de la novia de Mark? — asentí un poco confundida. — Ya la conocí de vista. Es elegante, igual que tú. Pero creo que a Mark no le importa, se nota que le gusta.
— Y mucho. — ambas nos reímos para cuando entonces sus amigos empezaron a acercarse con nosotras, entre ellos Haechan, quien se sentó a mi lado y luego llegaron Mark y Chaewon. Chaewon se sentó al lado de Karina y cuando las presenté empezamos a hablar.
(...)
En eso, todos estábamos jugando a verdad o reto extremo. Y sí, aquí no había nada inocente, la mayoría ya estaban un poco entrados y habían muchas bebidas sobre la mesa.
Cada uno de nosotros tenía que hacerle una pregunta a la persona que quisiéramos, y esa persona tenía que continuar el juego preguntando otra cosa a la persona que ella elija. Y así fue todo el rato, hasta que llegó el turno de Minnie.
— A ver... Chaewon. — la nombrada puso toda su atención en la tailandesa. — ¿Verdad o reto?
— Reto.
— Antes que nada, ¿Mark y tú son novios?
— No puedes hacer dos cosas a la vez Minnie, eso es trampa. — Xiaojun le reclamó en forma de broma, bebiendo de su cerveza.
— Está bien. Sí, somos novios.
— Bien. Porque mi reto es, un beso de lengua. — ví como tanto Chaewon como Mark abrieron los ojos estupefactos y me miraban mutuamente nerviosos. Supongo que ambos no se lo esperaban. — Durante cinco segundos. — todos empezamos a hacer un alboroto animando a la pareja, pero parecía que ninguno de los dos estaba de acuerdo.
— No tienes que hacerlo si no quieres. Sólo es un juego. — Mark le dijo a Chaewon para tranquilizarla, pero justo en el momento ella lo tomó de las mejillas y lo besó apasionadamente durante esos cinco segundos, dejándonos con la boca abierta a todos mientras armábamos un escándalo.
Jamás imaginé que Chaewon se atrevería a hacer algo así en su vida.
Después, seguimos jugando hasta que llegó el turno de Yuqi. Y debo admitir que algo me decía que se iría contra mí en cuanto me vió sonriéndo diabólicamente. Me hice la desinteresada fingiendo acomodarme en mi lugar mientras le daba un sorbo a mi bebida.
— Sunhee. — en cuanto supe que ella me nombró me sobresalté. Ahora tenía todas las miradas frente a mí, esperando que iba a decir. — ¿Sí?
— ¿Verdad o reto? — no sabía que escoger. Por alguna razón, pensé que si escogía reto me pondría besarme con cualquiera de los chicos que estaban con nostros, o incluso con Haechan.
El pensamiento de él sólo me había puesto incómoda, así que elegí verdad.
— Verdad. — solté lo suficiente audible para que me escuchara, aunque el volumen de la música no era tan fuerte, pero estaba nerviosa.
— Tengo curiosidad por algo.
— Dime.
— ¿Eres virgen? — sentí que mi corazón dejó de latir en cuanto escuché su pregunta, y todos estaba mirándome como para ver que respondía. No podía articular ninguna palabra, estaba congelada.
— ¿Cómo se te ocurre preguntar eso, Yuqi? — oí a Karina intervenir muy molesta, pero ni tan siquiera me volteé a verla. Seguía en shock.
— Oh, por favor, estamos en confianza. Además, ¿quién me dice que todavía no lo es? Digo, porque si estás buscando un buen ligue este es tu momento, Sunhee.
— Yuqi, ya cállate. — Karina empezó a gritar y el ambiente se puso más tenso.
— Sólo es una pregunta. — Yuqi respondió inocentemente. — Así que dime, Sunhee. ¿Sí o no? Y no te preocupes, todos aquí ya pasamos por eso. — soltó una risa fingida mirando a su alrededor.
¿Todos aquí?
Miré por el rabillo de mi ojo a Haechan y él también me estaba mirando que sentí unas inmensas ganas de llorar allí mismo. No por el hecho de lo que se supone que ya sabía, sino por como una chica a la cual no le he hecho nada me había humillado delante de todos.
Me levanté y salí de allí, estaba caminando hacia la pista para cruzar y llegar al baño, pero en el camino una voz me llamó y alcanzó mi hombro obligándome a verle. Era Karina.
— ¿Vas al baño? — asentí con un puchero en mis labios resistiéndome a la necesidad de llorar allí mismo. Karina me acompañó y cuando llegamos al baño me solté a llorar a lágrima viva. Ella me abrazó y empezó a acariciar mi espalda suavemente.
— No hagas caso de lo que Yuqi te diga, es una perra, por eso déjamos de ser amigas.
— Me humilló. Y Haechan...
— ¿Haechan? Mientras te fuíste él empezó a regañar a Yuqi y Chaewon quería agarrarla a golpes, pero Mark no se lo permitió, y me pidió que fuera por ti. Todos están enojados con Yuqi, hasta Minnie, así que no te preocupes.
Sonreí. Nunca pensé que tendría a tantas personas que me defendieran. En especial a Haechan.
— Supongo que le agrado después de todo.
— ¿A Haechan? Probablemente. — se separó de mí tomando mis hombros. — Pude ver como te miraba mientras hablabas con los demás, se nota que le atraes.
— ¿Tú crees? — mis ojos se abrieron más aunque con duda.
— Sí. Nunca lo había visto interesado por una chica desde que... — se detuvo haciendo una pausa, borrando su sonrida y dejándome intrigada.
— ¿Qué ibas a decir?
— Olvídalo. Lo importante es que ya no debes estar triste. Mejor vamos a divertirnos. — limpió mis lágrimas con sus pulgares y asentí con una sonrisa extendida. Karina me ayudó a retocar mi maquillaje para después salir del baño.
Cuando llegamos a la pista empezamos a bailar con el resto de los chicos. Al menos ya no estaba Yuqi allí, lo cual me alegró. Todos estábamos divirtiéndonos hasta que empezaron los shots, y debo admitir que me había bebido más de la cuenta de lo que suelo beber. Unos diez por así decirlo ya me tenían mareada, pero estaba consciente todavía.
En eso, una mano me tocó del hombro y me dí cuenta que Haechan estaba detrás de mí. El calor de su mano en mi piel me hizo sentir cosas, pero actué con naturalidad.
— Dime.
— Ven, quiero hablar. — me dijo al oído y su aliento caliente contra mi piel me mandó leves escalofríos. Quizás era el efecto del alcohol.
Seguí a Haechan mientras que no me soltaba mi mano, y me guió hacia la salida por la parte de atrás donde había un contenedor de basura y unas farolas con poca luz saliendo de ellas.
El frío aire pegó contra mi cara y me dí cuenta que estaba congelándome los brazos y hombros descubiertos, por lo que froté mis manos sobre de ellos para entrar en calor.
— ¿Tienes frío? — Haechan me miró algo preocupado pero traté de negarle.
— Estoy bien.
— Sabes que no puedes mentirme. — dijo en tono acusador para quitarse su chaqueta y ponerla sobre mis hombros.
— Gracias. — metí los brazos por las mangas y dejé de tener de frío. La chaqueta de Haechan era muy cálida, además de la combinación de su perfume impregnado. — ¿Qué era lo que querías decirme?
— Sólo quiero saber como te sientes después de la estúpidez que dijo Yuqi.
— En realidad, me siento mejor. Aunque al principio si me sentí mal porque preguntó algo así.
— Yuqi es una idiota, sabe en donde se mete. No tomes sus palabras en serio, ¿de acuerdo?
— De acuerdo. — dije— Tú también.
— ¿Qué cosa? — me miró frunciendo su ceño.
— Sabes en donde te metes. — no podía dejar de mirarlo determinadamente porque sabía a lo que me refería. Él soltó un suspiro acercándose.
— Ya te lo he dicho. Además una gran parte de lo que dijo es verdad, todos ya pasamos por eso. Y eso no debería afectarte.
— ¿Por qué no?
— Porque no tiene nada de malo que todavía seas virgen. Eso está bien, y es mejor que te conserves así. Es lo que te hace ver pura. — poco a poco sus palabras bajaban en forma de susurro mientras se me acercaba y mi espalda encontró la pared. — Eres la chica más pura que he conocido, Sunhee.
— ¿En qué?
— En todo. Eres amable, no juzgas, eres tierna... y linda.
— ¿Yo?
— Sí, tú. Eres hermosa en todo. — podía sentir que estaba algo ebrio, pero podía sentir más como mi corazón latía sin control. Nuestros rostros estaban a centímetros, nuestros ojos estaban clavados en los del otro, y cada vez que Haechan me miraba sentía que se acercaba para estar a escasos milímetros de mis labios.
Mi respiración se volvió más agitada y sentía unas inmesas ganas de besarlo por la forma en como me miraba. Su rostro era tierno y me acarició el mentón con suavidad, no voy a mentir, el chico me atraía y mucho, pero yo no era de besarme con nadie sólo porque sí.
Aunque tal vez me arrepentiría después.
Tomó mis manos temblorosas con las suyas y las puso suavemente sobre sus hombros, con un brazo rodeó mi cintura y su mano tocó mi nuca, para inclinarse y envolverme en un beso. Nuestros labios se movían en sincronía lenta pero apasionadamente. Su lengua chocó con la mía empezando a luchar por el dominio, mientras nuestros besos se hacían más largos y más intensos. Sus manos apretaban más mi cintura pegándome más a su cuerpo, mientras mis brazos rodeaban su cuello sin separarme ni un solo milímetro de él.
Finalmente, después de varios minutos nos detuvímos a tomar aire. Su sonrisa se ensachó un poco así como la mía mientras nos mirábamos a los ojos.
— No besas nada mal. — me sonrojé sin dejar de ver a sus ojos fijamente brillando, riéndome como una tonta.
— Tú tampoco.
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