26. Claiming
POV Sunhee.
Un momento. ¿Me estaba invitando a salir?
Me quedé embobada ante su pregunta y sentí como si mariposas en mi estómago empezaban a revolotear. Cálmate Jung, no es nada serio.
— ¿Por qué te quedas callada? — Haechan esbozó una pequeña sonrisa burlona esperando a que responda. — No me digas que es lo que estoy pensando. — se cruzó de brazos.
— ¿Me estás invitando a salir? — murmuré hacia abajo cruzando mis brazos. Sentí que la vergüenza se apoderaba de mí en cuanto él soltó una pequeña risa por debajo.
— No seas ridícula, claro que no te estoy invitando a salir.
Ouch. No sé porque eso me dolió un poco, ni debería. Así que sólo fingí reírme de forma burlona.
— Oh, menos mal.
— En realidad va a ser el cumpleaños de Félix, e iremos a festejarle en el club donde tú y yo nos conocímos por primera vez. Además, Mark invitó a Chaewon por lo que creo que sería bueno que tú también fueras. Ya sabes, para que ustedes estén juntas.
— Ah, ya veo. — dije con desgano total mirando hacia el suelo.
— ¿Te pasa algo?
— No, no es nada. — moví mi mano negando mientras lo miraba fingiendo estar bien.
— Yo sé que te pasa algo. Ya dime.
— ¿Por qué crees que me pasa algo?
— Porque yo sé que estás ocultando algo. Además, no eres buena mentirosa y no te ves muy feliz. — sabía que tenía razón. Después de lo que pasó entre Chaewon y yo por el tema de él, me distancié un poco para darle su espacio y así también darme el mío. — ¿Peleaste con ella?
— No, no es eso. — moví mi mano negando de nuevo. No podía decirle que la causa de nuestra discusión había sido por él, y no tenía una mejor excusa que dar en ese momento.
— Está bien, no tienes que decírmelo. Sé cuando estás mintiendo. — lo miré por un momento y mis ojos se cruzaron con los suyos. Sí, él tenía razón.
— Si, algo así. — me encogí de hombros mirando hacia suelo.
— ¿Lo ves? No eres buena mintiendo. De todos modos, espero que las dos puedan arreglar sus problemas. — sonreí de nuevo viéndole con ternura por sus palabras dichas.
— Gracias, Haechan. — se encogió de hombros sonriendo.
— De nada, Sunhee.
— Y pensar que no te preocupas por los demás. — dije de forma bromista para escucharle una pequeña risa.
— Se podría decir que te considero mi amiga. — dijo mirando hacia otro lado. Pero no me importó, porque lo que dijo sólo me puso muy feliz, aunque sólo haya dicho eso.
— Pues, podríamos decir que yo también te considero como uno de mis amigos. — solté casi en un tono juguetón pero sin sonar como tal. Él se giró a verme y torció una media sonrisa.
— Gracias, Sunhee.
— De nada, Haechan. — sonreí. — ¿Quieres que te lleve a buscar a Jiyu?
— No, está bien, hoy no tuvo clases. Aunque... si pudieras llevarme a mi casa te lo agradecería con todo mi corazón. — lo último lo dijo en un tono juguetón con una mano sobre su pecho, y me solté a reír rodando los ojos.
Este chico.
Asentí y rodeé mi auto hasta llegar a la puerta del conductor para desbloquear las puertas y subir a el. Cuando Haechan cerró la puerta encendí el motor listo para ir hacia su casa.
(...)
— ¡No puedo creer que irás a una fiesta con Haechan! — oí a Ningning gritar de emoción mientras salía del baño con una toalla envuelta en mi cabeza y una bata blanca que me cubría mi pijama.
— No es una cita, Ning. Sólo iré a la fiesta de uno de sus amigos.
— Sí, pero bailarás con él, beberán, y...
— Ning... — alargué su nombre seriamente y ella dejó escapar una risa infantil. — No sé si él estará conmigo durante toda la noche. Además, Chaewon también estará allí.
— Sí, ya me lo habías contado. — murmuró con cero emoción en su voz al escuchar a la nombrada. Desde el día que Chaewon nos escuchó hablar de Haechan a solas en el salón de clases, Ningning tenía un cierto resentimiento hacia ella por como le había gritado. — Pero lo importante es, que ustedes dos estarán juntos como amigos y no como desconocidos.
Me reí ante su comentario.
— Sí, tienes razón.
— Es una lástima que yo no pueda ir, ya que no me invitaron. — se cruzó de brazos fingiendo estar ofendida y no pude evitar reírme otra vez.
— No te preocupes, estoy segura de que pronto todos te conocerán. Y quien sabe, tal vez puedas pasar más tiempo con Renjun. — lo último se lo dije de forma seductora y juguetona, que casi podía notar el color rojo alrededor de su rostro.
— Cállate, Sunhee. — soltó una risa y me aventó una almohada que con éxito atrapé. Ambas nos reímos cuando la puerta de mi habitación se abrió, dejando ver a mi madre.
— Hola, niñas. — mi madre asomó la cabeza por la puerta y paramos de reír. — Cielo, ¿a dónde irás esta noche? — su pregunta casi me hace estremecer. No podía decirle que iba con un chico cuyo nombre no conocía, y menos si descubre el lugar donde vive. — Voy a salir con Chaewon.
— Oh, está bien. Pero, ¿Ningning no irá con ustedes?
— No, ella sólo vino a ayudarme. Necesitaba consejos de moda, ya sabes. — me encogí de hombros sonriendo inocentemente. Me sentí mal por Ningning, pero ya habría una oportunidad para salir con ella.
— De acuerdo, pero no quiero que regreses tan tarde. — me señaló con su dedo como en forma de amenaza, pero de forma divertida. Asentí y luego cerró la puerta de mi habitación.
— Tu madre es un poco recelosa, ¿no crees? — murmuró asegurándose de que mi madre no estuviera allí escuchándonos.
— Sí, lo es. Antes agradezco que no me haya preguntado si también irían Hyunjin y Jaemin. Si no van ellos no hay probabilidades de que yo salga sola o con otra persona.
— Lo bueno es, que no sabe con quien estarás. — Ningning sonrió malévolamente y rodé los ojos ante su indirecta.
— Ya hablamos de eso, no es una cita. — me dí la vuelta para dirigirme hacia mi armario y abrir las enormes puertas que llegaban casi hasta el techo. Una colección de zapatos, bolsos, accesorios y ropa por orden de color y temporada me esperaban para ser seleccionados para esta noche.
— ¿Tienes alguna idea de que vas a usar? — me volteé para ver a Ningning levantarse de mi cama y caminar hacia mí. La verdad no quería ir muy glamurosa, pero tampoco poco glamurosa. Así que esto iba a ser difícil.
— Podría optar por un vestido corto y unas botas.
— Nada de eso. — Ningning rechazó mi opinión y empezó a buscar por todo mi armario hasta crear un conjunto que me dejó abriendo la boca mientras lo dejaba sobre mi cama. — Tú, mi amiga vas a relucir esta noche.
— Pero, Ning...
— Pero nada. Vete al baño y vístete, mientras tanto yo prepararé las cosas que voy a utilizar para crear tu maquillaje. — tomó toda mi ropa entregándola en mis brazos y luego me condujó hacia el baño y cerró la puerta.
(...)
POV Haechan.
Estaba a casi nada de levantarme de la cama cuando oí el reloj de mi alarma indicando que ya tenía que despertarme. Me había quedado dormido después de que me dí una ducha y puse la hora en mi celular para evitar que me quedara durmiendo y así no perderme la fiesta de Félix.
Me levanté perezosamente y me tallé los ojos para tener una mejor visión. Me fuí a mi armario y saqué lo primero que encontré, una camisa negra básica y unos pantalones del mismo color. Que puedo decir, el negro es mi color favorito, pero no toda mi ropa lo es. Fin del tema.
Puse todo en la cama y cuando estaba por levantar el dobladillo de mi otra camiseta puesta, la puerta se abrió dejando entrar a mis hermanas y rápidamente me cubrí de nuevo.
— ¿Qué hacen aquí? — me dí la vuelta para ver que las tres estaban frente a mí. Jiyu se me acercó estirando sus brazos mientras abría y cerraba los puños como cuando quería que la cargara, y así lo tuve que hacer.
— Venímos a ayudarte. — Hayoung soltó y me le quedé mirando con el ceño fruncido.
— ¿Ayudarme a qué?
— Bueno, ya que te vas a festejar con Félix también sabemos que estará Sunhee allí. — después de que Hayoung dijo eso rodé los ojos. Mis hermanas no entienden que no hay nada entre nosotros y yo apenas la considero mi amiga.
— ¿Cuántas veces debo decirles que entre Sunhee y yo no hay nada? Somos amigos.
— Los amigos entre hombres y mujeres no existen. — protestó Hayoung.
— Claro que sí, no seas ridícula.
— ¿Y a ti no te gusta Sunhee? — Jiyu me preguntó inocentemente y quise reírme en ese momento, pero actué serio.
— ¿Gustarme que? Ya váyanse, tengo que cambiarme. — dije mientras bajaba a mi hermana.
— ¿Esto es lo que vas a usar? — Haneul tocó mi ropa y una mirada de desaprobación se formó en su rostro.
— Sí, ya váyanse. — las empujé suavemente hacia la puerta, pero las tres hicieron fuerza para no salir y terminaron cayéndose al suelo conmigo encima de mí. Las tres empezaron a reírse y yo lo único que quería era vestirme e irme porque se me estaba acabando el tiempo.
— Niñas, dejen a su hermano. — mi madre apareció por el marco de la puerta riendo con gracia al ver la escena. Luego me miró con esos ojos penetrantes suyos cuando quería ser dura conmigo. — No quiero que llegues tarde.
— A las dos. — aclaré la hora de llegada y ella asintió antes de irse. Sí, no tengo una muy buena relación con mi madre, pero eso no significa que no la quiera. — Ustedes, dejen que me levante.
— No hasta que aceptes nuestra oferta. — Haneul cerró la puerta de mi habitación y se apoyó en ella con los brazos cruzados. No entendía nada. — Queremos que te veas bien.
— Ya les dije que Sunhee y yo-
— Eso lo sabemos, pero siempre vas como un vago. Arréglate un poco ese pelo, ven. — Hayoung me tomó de la mano y me hizo sentarme en la silla junto al espejo y me crucé de brazos. Luego le pidió a Haneul traer un poco de agua en un recipiente mientras ella me desenredaba mi cabello.
Poco después, mis hermanas se ayudaban entre sí para peinarme, y debo admitir que no eran malas haciéndolo, pero era una ridículez cuando sólo se trataba de la fiesta de un amigo y no de una primera cita.
Me quedé asombrado cuando ví el resultado en el espejo. Mi cabello estaba peinado hacia atrás, dejando unos cuantos mechones sueltos de un lado de mi frente.
— Guau. — fue todo lo que dije mientras me miraba en el espejo. Mis hermanas rieron felices y me pasaron una chaqueta roja de cuero. Una que sólo había usado una o dos veces.
— Te quedará bien con lo que escogiste. — dijo Haneul sonriendo con la manos en la espalda, y luego dejó un beso pequeño sobre mi mejilla, lo cual me sorprendió que hiciera eso porque nunca se mostraba cariñosa. Hayoung y Jiyu me abrazaron por el cuello y me dejaron solo para terminar de vestirme.
(...)
Cuando llegué al club, noté que varios de nuestros amigos no estaban todavía allí. Sólo se encontraban Félix hablando con Xiaojun y otro amigo que no le conocía en el área reservada sentados en los sillones de cuero negro. Pero también, estaba junto a ellos pero muy apartada, la amiga de Sunhee. Chaewon tenía la mirada clavada en su celular y estoy seguro de que Mark todavía ni siquiera llegaba.
Me fuí acercando a ellos y Félix se levantó de su lugar para venir hacía mí y saludarme con el típico abrazo que los chicos usamos.
— Pensé que no vendrías, Chan. — dijo con el apodo que sólo podía dejar que él usara en mí.
— ¿Por qué, me extrañaste? — me burlé un poco haciéndolo reírse.
— Oye, ¿quién es la chica que está con nosotros? Mark dijo que vendría, pero no la conozco.
— Ah, es la amiga de Sunhee y novia de Mark. — lo último lo dije con duda puesto que no conocía el tipo de relación que llevaban.
— ¿En serio? — me encogí de hombros. — Bueno, parece que no es muy confiada. La invité a hablar con nosotros pero ella se negó. — Félix se encogió de hombros y regresó con sus amigos.
Si bien era cierto, Chaewon se comportaba muy extraña y un poco déspota conmigo, pero nunca le dí importancia hasta ahora. Me acerqué hacia ellos y me senté junto a ella, pero no muy cerca para darle su espacio.
— Hola, Chaewon. — ella subió la mirada para encontrarse con la mía.
— Hola. — dijo en un tono medio seco, como si le molestara que yo estuviera allí y regresó a su celular.
— Haechan, vamos a la barra. ¿Vienen? — Xiaojun anunció pero negué con la mano y se fueron dejándonos a mí a Chaewon solos.
— ¿Sabes dónde está Mark?
— No lo sé. — ella respondió en un tono arrebatador y grosero mientras seguía mirando a su celular, lo que hizo que me calentara la cabeza y me giré sobre mi lugar hacia ella.
Ya estaba hasta la mierda.
— Oye, ¿yo te hice algo? — mi voz pareció ser lo suficiente arrebatadora y enojada como para que ella se atreviera a verme sorprendida, mientras se encogía en su lugar y pegaba su celular a su pecho.
Ella negó suavemente la cabeza mirando hacia abajo.
— Es que... — intentaba encontrar las palabras pero sabía que no tenía excusa. Algo le molestaba de mí y era muy notorio para que creyera que podía verme la cara de estúpido y hacerme creer lo contrario. Ella volvió a negar y tomó su bolsa de mano. — Ahora vengo.
Estaba apunto de seguirla pero decidí no hacerlo, no quería causar una escena ahora. Luego, escuché por detrás como discutía con alguien y me giré completamente para ver como un chico le estaba bloqueando el paso e intentaba tocarla en lugares que no quiero decir mientras ella intentaba retirar las manos de su cuerpo.
Me levanté rápido e intervine entre ellos empujando al chico y liberar a Chaewon.
— ¡Oye, déjala! — me puse delante de ella y el chico sólo se rió y se fue. Me dí la vuelta y pude ver que ella estaba asustada apunto de llorar, pero se resistió. — ¿Estás bien? — ella asintió.
— Gracias. — ella se tranquilizó y quiso regresar a sentarse, pero se detuvo en el camino cuando vió algo. — Mira Haechan, ya llegó Sunhee. — apuntó con su dedo feliz y mi mirada se volteó para ver lo que mis ojos contemplaban.
No sé en que momento perdí la noción del tiempo. El sonido de la música y las personas dejaron de escucharse en el momento que ví su figura caminar. Sus curvas resaltaban perfectamente con unos shorts negros a la altura de su cintura, y un top de mezclilla strapless descubriendo sus hombros. Su cabello castaño estaba ondulado, atado en una media cola con un moño negro en la parte de atrás de su cabeza.
Todo en ella era perfecto, y su sonrisa era el complemento de todo.
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