Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

14. Kindness

POV Sunhee.

— ¡Me duelen los pies! — Chaewon se quejó a mi lado mientras caminabamos por los pasillos de la Universidad.

— Todavía no puedo creer que te duelan desde el sabádo. — negué mi cabeza con incredulidad. — Creo que eso te pasa por bailar con Mark.

— No es mi culpa que él sea un buen bailarín. — se cruzó de brazos fingiendo estar molesta y me reí entre dientes. — Aunque debo decir que fuíste tú quien menos bailó.

— ¿Ah sí? — fruncí mi ceño fingiendo confusión.

— Sí. Por mucho que me duela admitirlo, pensé que bailarías con Haechan.

— ¿P-por qué creíste eso? — de repente me puse nerviosa.

— Bueno, los encontramos juntos, así que supuse que ya eran amigos o algo. — se encogió de hombros con desinterés.

— En realidad... no lo somos. — admití con sinceridad en un tono monótono.

— Pero se nota que él te agrada apesar de su actitud de mierda.

— ¿Por qué piensas eso? — me volví hacia ella estupefacta.

— Porque es obvio. Tanto, que hasta no supiste que decir cuando te besó la mejilla. — solté un grito ahogado mientras ella se tapaba la boca para no soltar una carcajada.

— ¡Cállate! — golpeé suavemente su brazo y me crucé de brazos formando un puchero.

— ¿Por qué? ¿Haechan te pone nerviosa? — esta vez no se resistió y soltó una fuerte carcajada.

— ¡Chaewon, basta! — le tapé la boca con mi mano porque todo el mundo nos miraba como si hubiéramos salido de un psiquiátrico.

Tomé su mano para salir del pasillo hasta escondernos en un rincón.

— ¿Quieres calmarte, por favor? — le supliqué bajando ambas manos.

— Lo siento, pero me pareció muy divertido ver tu cara ese día.

— Chaewon... — alargué triste formando otro puchero. Pero al menos ella dejó de reír.

— Está bien, olvida lo que dije. Vámonos. — tomó mi mano y salímos de allí en dirección a nuestras respectivas aulas.

Cuando llegué a mi aula agradecí que nadie se encontraba allí todavía, así que me senté en mi lugar habitual junto a la ventana, puse mi mochila al lado de mi silla sacando mi celular de esta y empecé a navegar por mis redes sociales. No pasaron ni dos minutos cuando oí el ruido de alguien entrar al aula y levanté la mirada para ver que se trataba de Jisung.

— Hola, Sunhee. — me saludó con su habitual y tierna sonrisa, sentándose una banca adelante de mí.

— Hola, Ji. — sonreí usando el apodo que tengo para él. — Veo que no tienes clases ahora. — solté irónicamente ya que a él no le tocaba esta clase conmigo.

Ambos éramos de la misma edad pero cursabamos diferentes carreras.

— El profesor se reportó enfermo. — se encogió de hombros indiferente. — Es un buen día para no hacer nada de todos modos. — cruzó los brazos sobre su pecho mientras se relajaba en su asiento. Este chico.

— Lo que digas. — rodé los ojos con diversión volviendo a mi celular.

— ¿Qué tanto haces?

— No seas chismoso. — le advertí en un tono amenzante pero divertido mientras lo fulminaba.

— ¿Nuevo novio acaso? — me volví hacia él expectante para ver como una sonrisa maliciosa sobresalía de sus hinchados labios rosados.

— ¡Claro que no! — exclamé molesta golpeando su brazo y ocasionando que estallara a carcajadas.

— Sabes que es una broma. — negué con la cabeza volviendo a mi pantalla. — Por cierto, hay algo que quiero preguntarte.

— ¿Qué cosa?

— El día de la fiesta de Chaewon te ví con ese chico Haechan. — mi boca se abrió pero no emitió sonido. Creo que era obvio que nos había visto después de que todos jugamos a la botella ese día. Pero no sé si se refiere a que nos vio solos mientras hablábamos.

— ¿Ah, sí? — solté nerviosa mirando hacia abajo. Podía sentir la sangre de mis mejillas calentarse y la razón de ello era desconocida.

— ¿Él es tu amigo?

— Bueno, técnicamente... no. — Jisung frunció su ceño formando una mueca con su boca.

— ¿Ah, no? Yo los veía hablando muy a gusto. Hasta pensé que eran algo más que amig-

— ¿Tú qué? — espeté en voz alta haciendo que me mire asustado. — Lo siento, Jisung. Es que es un poco complicado.

— Se nota que es un chico agradable apesar de su ruda actitud, pero creo a Chaewon no le agrada del todo.

— Ni me lo digas. — murmuré rodando los ojos ante la idea que ella y Hyunjin tenían sobre Haechan.

— Se nota que a ti también te agrada. ¿Por qué no lo invitas alguna vez?

— ¡¿No, cómo crees?! — dije alarmante. No sé porque me pongo nerviosa, pero era evidente que no toleraba la idea de acercame a él sin que me vigilen. Era absurdo.

— ¿Por qué no?

— Hyunjin y Chaewon no quieren que me acerque a él. — me crucé de brazos cual niña pequeña molesta pegando mi espalda a la pared.

— ¿Y eso por qué?

— Supuestamente Haechan tenía una novia aquí, la cual tiró por una ventana del tercer piso de la Universidad y la dejó inválida.

— ¡¿Enserio eso hizo?! — exclamó entre  incrédulidad y horror.

— No estoy segura, pero yo no les creo. Tampoco es como que alguien lo haya visto hacer eso. Sólo vieron a la chica cuando ya estaba en el suelo.

— Eso no tiene sentido. — frunció su ceño confundido. — Deberían tener al menos una prueba de ello.

— Exacto. Por eso quiero saber lo que pasó realmente. — volví a tomar mi teléfono de la mesa y entré en Instagram.

— ¿Y lo estás investigando?

— Duh, ¿tú que crees? — solté obvia mientras buscaba una foto de Yujin para mostrarle. — Mira, ella es su supuesta novia. — hice incapié en la palabra 'novia' con ironía ante una foto de ella en su silla de ruedas. Jisung frunció la cejas.

— ¿An Yujin?

— ¿La conoces? — lo miré con desconcierto.

— He oído algo de ella. Salía en las noticias y en esos programas de la política. Claro, siendo la hija del Embajador de Corea tiene mucho sentido.

— ¡¿Enserio?! — solté estupefacta y luego miré a la imagen de mi teléfono. Sabía que Yujin era algo popular, pero nunca me imaginé que formara parte de la política o algo así. — ¿Sabes alguna otra cosa sobre ella?

— No mucho. Tengo un amigo que me contaba que ella era la más popular de esta Universidad, pero sólo eso. Es una pena que ya no esté aquí.

— Bueno, eso ya está por dado. — me encogí con simpleza. Pero todo esto no me ayudaba a obtener algo de lo que quería saber. Necesitaba más información.

— ¿Crees que Haechan no tuvo nada que ver con lo que le pasó a Yujin?

— ¿Por qué me lo preguntas?

— La expresión de tu cara me dice que no crees en los rumores de los demás y quieres que Haechan sea libre de toda culpa posible. — me sorprendió lo claro que había sido, y me quedé pensando en ello. Es verdad que no quiero pensar mal de Haechan puesto que a estas alturas, no me parece una mala persona después de todo. Si bien, puede ser insoportable y arrogante la mayoría del tiempo, pero había algo más que me alentaba a conocerlo. Y maldad no era, sino que indicios de misterio despertaban en él. 

Y por mucho que me niegue a admitirlo, había despertado un gran interés por él.

— No lo sé. Ella sube posts a cada rato y se le ve muy feliz.

— ¿Así que has estado stalkeando su perfil?

— Todos hacemos eso. — rodé los ojos. — Por lo menos quiero buscar algo que tenga que ver con lo dicho, pero tiene muchísimas fotos y la mayoría son de ella. — formé una mueca mirando hacia el perfil de Yujin. 

— Sabes, tal vez yo pueda ayudarte. — giré mi cabeza perpleja hacia él.

— ¿Enserio?

— Ya que los exámenes terminaron supongo que puedo ayudarte en tu investigación.

— ¿Vas a aprovechar tus conocimientos cibernéticos o algo parecido? — le solté en broma haciéndolo reír.

— Quizás.

(...)

Ni siquiera sé porque estoy aquí. Para empezar, se suponía que vendría con Chaewon al centro comercial para pasar el día juntas. Todo iba bien hasta que recibió una llamada de Mark diciéndole que se encontraba en el parque de skate, Chaewon no se lo pensó ni dos veces y me arrastró con ella hasta donde el peliazul se encontraba.

Ahora estoy sentada en una banca de concreto con los codos clavados en mis muslos y las manos sosteniendo mi cara mientras veía aburridamente como ellos dos se divertían. Chaewon estaba encima de la patineta de Mark y este le tomaba de las manos mientras ella se impulsaba con el pie para avanzar a su propio ritmo.

Estaba comenzando a caer en la inconsciencia debido al aburrimiento, y por mucho que interara mantener mis ojos abiertos estos se cerraban a voluntad propia, cuando escuché una voz que me hizo sobresaltar.

— ¿Te estás durmiendo? — volteé mi cabeza para ver a un Haechan burlista sentándose a mi lado. — Sabes que existen las camas para dormir ¿no?

— Ya lo sé, no soy una idiota. — espeté en un arranque de ira mientras me volteaba para no verle.

— Alguien está de malhumor.

— Déjame en paz, Lee. — murmuré quitando los codos de mis rodillas para ver marcas rojas sobre ellas, me recargué en el respaldo de la banca cruzando mis brazos.

— ¿Por qué estás molesta? — me sorprendió por un momento ya que era la primera vez que lo escuchaba decir algo como eso. 

— Tal vez porque no planeaba quedarme de niñera cuando tenía planes súper importantes para pasar el resto del día con mi mejor amiga.  — escupí con toda la rabia que llevaba por dentro. Haechan ni siquiera se limitó a decir algo, pero escuché una pequeña risa de su parte.

— Ya veo ¿y por qué te quedas aquí en vez de irte y hacer lo que quieras?

— Porque quería pasar el día con Chaewon. — formé un puchero mirando triste al suelo.

— Las niñas de hoy en día. — oí el sarcásmo en su voz lo que me hizo enfurecer más.

— ¿Sabes algo? Tienes razón, mejor me voy. — me puse de pie apunto de irme, cuando Haechan me llamó haciendo que me detenga y me dí la vuelta.

— Espera... — metió la mano en el bolsillo delantero de su chaqueta roja sólo para sacar una bolsita de gominolas. Se notaba algo nervioso, lo cual era extraño para mí.

— ¿Y eso?

— Jiyu me pidió que te diera esto. — sí, se veía un poco nervioso, aunque no entiendo el porque.

(...)

POV Haechan.

Llevé a mi hermana Hayoung adentro del edificio donde tomaba sus clases de baile. Cuando la dejé en su respectivo salón me despedí y salí hacia la calle donde una ráfaga de calor me dio la bienvenida en la cara otra vez.

Odio el calor.

Su clase estaba cerca del parque de Skate donde suelo reunirme con mis amigos, por lo que decidí ir allí hasta que ella saliera. Para mi sorpresa, Sunhee se encontraba allí sentada en una banca, y no parecía muy feliz que digamos. Me acerqué a ella solo para molestarla un poco, pero al hacerlo comprobé que estaba sumamente enojada porque su amiga prefirió irse a patinar con Mark y ella se quedó sola.

Me pregunto si todas las chicas suelen enojarse cuando ven a sus amigas salir con alguien que no sean ellas mismas. Sunhee estaba apunto de irse cuando la detuve, y saqué de mi chaqueta una bolsa de gominolas que Jiyu me dio para ella. Para ser honesto, me pareció una bobada de parte mi hermana, pero teniendo en cuenta el aprecio que le había tomado a Sunhee, accedí finalmente.

La verdad no sé si a ella le gusten los dulces teniendo en cuenta la clase de chica que es. Probablemente llevaba dietas extremas y todas esas mierdas que las chicas de su edad hacen hoy en día.

— Jiyu me pidió que te diera esto. — no sé porque me preocupaba el hecho de que sea yo quien tenga que hacer esto por mi hermana y lo que fuera a decir Sunhee.

Sin embargo, me sorprendió cuando tomó la bolsa y me agradeció por ella. No lo podía creer. Ella abrió la bolsa y se sentó a mi lado para comerse las gominolas, parecía muy feliz comiéndolas que casi hasta sonrío.

— Pensé que no te gustaban los dulces. — solté con la duda en mente, pero ella parecía disfrutarlo.

— No todos, pero si me das una bolsa de gomitas soy la más feliz del mundo.

— Ya me dí cuenta. — solté una ligera risa. Ella extendió la mano con la bolsa hacía mí y me quedé mirandole extraño.

— ¿Quieres? — meneó la bolsa, mirandome con una dulce sonrisa.

— Estoy bien. — negué con mi mano y mi voz se trabó al hablar. ¿Por qué me pongo nervioso?

— Yo sé que quieres. — ella insistió y finalmente accedí estirando mi brazo mientras varias gomitas caían sobre mi mano.

— G-gracias.

— De nada. — asintió para volver a comer gustosamente mientras meneaba sus pies de adentro hacia afuera como una niña.

No lo entiendo, ella se estaba comportando muy amable conmigo y eso me hacia sentir extraño y confundido.

— ¿Quieres más? — me giré hacia ella dudoso de si contestar o no. Luego su expresión pareció preocupante como si hubiera dicho algo malo.

— ¿Por qué eres amable conmigo, Sunhee? — la verdad tenía mucha curiosidad porque una persona rica, elegante y atractiva como ella me trataba con suma amabilidad.

Ella hizo un sonido con la boca como para pensar que decir mientras miraba al suelo.

— Creo que todos merecemos ser tratados con amabilidad, al menos una vez. — murmuró con melancolía encogiendose de hombros. Luego sus ojos se cruzaron con los míos pero rápidamente los evadí mirando al suelo. — ¿Te molesta?

— La verdad no me lo esperaba de ti.— me volví hacia ella viendo su ceño  fruncirse como pareciendo confundida.

— ¿Por qué no?

— No estoy acostumbrado. — dije secamente. No tengo que darle explicaciones de nada así que sólo le diría eso.

— ¿Por qué no?

— No quieres saberlo. — le advertí amenazante y miré al suelo rogando en mi interior porque ya no me pregunte más cosas.

— Igual lo voy a saber. — sonaba muy segura de sí misma y me volví para verla comiendo otra vez. Una sonrisa maliciosa se formó en mis labios.

No sabes lo que dices, Sunhee.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro