«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝗍𝗋𝖾𝗌»... [𝖮3]

❝𝗣𝗿𝗼́𝗳𝘂𝗴𝗼𝘀❞

El aeropuerto retumbaba con el bullicio incesante de viajeros apresurados y el eco de voces dispersas, apenas discernibles sobre el murmullo constante. Jennie observaba la escena con una calma aparente, su semblante de profesionalismo ocultando la tensión que llevaba anudada en el pecho. No era solo la naturaleza de la misión lo que la tenía en alerta, sino el hecho de compartirla con Lisa. Una ironía amarga, pensó, que el destino las hubiera unido en un operativo tan delicado después de tanto tiempo separadas.

Jennie apenas había llegado a su punto de espera cuando vio a Lisa acercarse desde el otro extremo del pasillo, su porte decidido y la mirada concentrada en la entrada del vuelo.

Lisa caminaba hacia ella con paso firme, el reflejo de una seguridad que parecía inquebrantable, pero cuando sus miradas se cruzaron, ambas pudieron percibir un leve titubeo.

Era imposible ignorar los fantasmas del pasado, aunque pretendieran ser ajenas, como si no quedaran vestigios de lo que alguna vez compartieron. Sin embargo, el uniforme de agentes encubiertas las obligaba a dejar cualquier emoción a un lado; estaban en una misión, y lo profesional debía prevalecer, sin importar cuán incómoda se sintiera la atmósfera entre ellas.

━ ¿Lista para esto? ━preguntó Lisa con una voz neutral, intentando que la conversación no fuera más allá de lo necesario.

━ Como siempre ━respondió Jennie, devolviéndole la mirada con igual frialdad, intentando demostrar que nada en aquella situación la desestabilizaba.

Sin intercambiar una palabra más, ambas caminaron hacia la puerta de embarque, donde los empleados de la aerolínea verificaban sus boletos. Jennie no podía evitar observar de reojo a Lisa, estudiando la expresión en su rostro, buscando alguna señal de nerviosismo o de distracción que pudiera delatarla. Pero Lisa, al igual que ella, mantenía su compostura implacable, tan enfocada en la misión que el mundo alrededor parecía desvanecerse en sombras.

Justo cuando estaban a punto de abordar el avión, una explosión lejana sacudió el aire, apagando el murmullo de la terminal. Los pasajeros que esperaban comenzaron a murmurar con inquietud, girando sus cabezas en todas direcciones, buscando el origen del estruendo. Jennie y Lisa intercambiaron una mirada fugaz y enseguida entraron en estado de alerta, sabiendo que algo estaba a punto de desatarse.

━ Tenemos que movernos ━ dijo Lisa en un susurro, y ambas se escabulleron rápidamente hacia los pasillos menos transitados del aeropuerto, dirigiéndose hacia la salida de emergencia más cercana.

El caos estalló en segundos; las alarmas comenzaron a resonar y los empleados de seguridad corrían en todas direcciones, intentando mantener el orden entre la multitud que empezaba a dispersarse. Sin perder el enfoque, Jennie y Lisa localizaron una puerta de servicio y se colaron en el interior, encontrando refugio en uno de los baños. Entraron en uno de los cubículos y cerraron la puerta detrás de ellas, quedando en un espacio estrecho donde apenas cabían las dos.

Sus respiraciones se mezclaban en el pequeño cubículo, y el ruido ensordecedor del exterior se volvía distante, como si el tiempo se hubiera detenido.

La proximidad entre ellas era inevitable. Podían sentir el calor de sus cuerpos, la tensión en sus respiraciones. Sin embargo, sus miradas se encontraron en un instante de vulnerabilidad, una fracción de segundo en la que todo lo que intentaban mantener oculto se desbordó en sus ojos. Jennie observó el brillo en la mirada de Lisa, tan familiar y a la vez tan desconocido, y sintió cómo una avalancha de recuerdos la invadía, como una ola que rompía contra sus defensas cuidadosamente construidas.

Por un momento, pareció que ambas estaban a punto de dejarse llevar, de abandonar cualquier rastro de profesionalismo y dejar que aquel instante hablara por sí mismo.

━ Lisa... ━ murmuró Jennie, en un tono que traicionaba más de lo que hubiera querido admitir.

Lisa se inclinó apenas, acercándose a ella, como si la distancia entre sus labios fuera algo que podían romper en un suspiro. La atracción latente entre ellas, reprimida y contenida, amenazaba con desbordarse en ese instante. Pero, justo cuando el espacio entre ellas era casi inexistente, un ruido abrupto las sacó de su trance: el sonido de pasos acercándose al baño, voces murmurando en un tono bajo pero decidido.

Ambas reaccionaron al unísono, sin pronunciar palabra, separándose de inmediato y preparándose para lo inevitable. La puerta del baño se abrió de golpe y dos hombres irrumpieron en el pequeño espacio, observando cada cubículo hasta que sus miradas se encontraron con la puerta donde Lisa y Jennie estaban escondidas.

━ ¡Aquí están! ━ exclamó uno de los hombres, lanzándose hacia ellas.

Lisa y Jennie no necesitaron intercambiar ninguna palabra; su entrenamiento las guiaba, cada una entendiendo lo que debía hacer. Jennie fue la primera en reaccionar, empujando la puerta del cubículo con todas sus fuerzas, lo suficiente para golpear al primer hombre y desestabilizarlo. Lisa salió de inmediato, lanzándose sobre el segundo atacante con una precisión letal, bloqueando sus movimientos mientras Jennie hacía lo propio con el primero.

El hombre frente a Jennie intentó sacar algo de su bolsillo, pero ella fue más rápida, propinándole un golpe directo al mentón que lo dejó desorientado. Con un movimiento ágil, lo derribó al suelo, asegurándose de que no pudiera recuperarse. Mientras tanto, Lisa lidiaba con el otro intruso, quien intentaba liberarse de su agarre, pero ella logró inmovilizarlo con un golpe certero en las costillas.

Cuando el último atacante cayó al suelo, Jennie se acercó al primero, revisando rápidamente el bolso que llevaba colgado. Fue entonces cuando un detalle extraño captó su atención: un labial en el interior del bolso, con un brillo metálico inusual. Al tomarlo entre sus dedos, notó que el labial no era lo que parecía; al abrirlo, un fino polvo blanco cayó en sus manos. Jennie lo olió ligeramente y supo de inmediato de qué se trataba.

━ Lisa, mira esto ━ dijo, mostrándole el labial y la sospechosa sustancia.

Lisa observó la escena con detenimiento, entrecerrando los ojos al comprender lo que aquello significaba. No solo eso, sino que Jennie continuó registrando el bolso del hombre, y pronto encontró un pequeño cúter en uno de los compartimentos. Sin perder tiempo, utilizó la navaja para hacer un corte rápido en el cuero, revelando una capa interna repleta de billetes de alta denominación, ocultos de manera casi profesional.

━ Esto es parte de la red de distribución... ━ murmuró Jennie, procesando la información en silencio.

Lisa asintió, entendiendo que aquello no había sido un atentado cualquiera. Estaban envueltas en algo más grande de lo que parecía, una red que no se limitaba a un simple operativo de drogas. Ambas sabían que aquello era solo el comienzo, y que Las Vegas les tenía preparado un juego mucho más peligroso de lo que imaginaban.

El aire parecía más pesado en el interior del baño del aeropuerto, donde los cuerpos inconscientes de los hombres que intentaron atacarlas yacían como evidencia del caos recién desatado. Lisa se apoyaba contra la pared, observando en silencio a Jennie, quien inspeccionaba el bolso con una precisión casi quirúrgica. Aunque sus manos se movían con rapidez, su rostro mantenía una calma glacial.

Los años de entrenamiento y las misiones previas le habían dado una habilidad innata para mantener la concentración incluso en medio de situaciones como aquella.

━ Hay que informar esto de inmediato ━ dijo Jennie, cerrando el bolso con firmeza y levantándose. Sus ojos oscuros se clavaron en los de Lisa, un gesto que no dejaba lugar a objeciones.

Lisa asintió, manteniéndose en su lugar mientras Jennie sacaba su teléfono móvil y comenzaba a marcar un número. La señal del aeropuerto no era la mejor, pero después de unos segundos, la llamada se conectó. La pantalla mostraba el nombre de Jisoo, su superior, cuya voz respondió con una autoridad implacable tras apenas un par de tonos.

━ Jennie, ¿qué ocurre? ━ preguntó Jisoo, su tono más serio de lo habitual.

Jennie se apartó unos pasos de Lisa, buscando un rincón más tranquilo dentro del baño. Aunque sabía que Lisa podía escuchar la conversación, prefería mantener cierta distancia. Había algo en el aura de Lisa que siempre la ponía al borde de la incomodidad, como si su presencia desenterrara emociones que Jennie no estaba lista para confrontar.

━ Tuvimos un incidente en el aeropuerto ━ comenzó Jennie, sin perder tiempo en detalles irrelevantes ━. Dos hombres intentaron atacarnos. Los neutralizamos, pero llevaban algo que creo que necesitas saber.

━ ¿Qué llevaban? ━ preguntó Jisoo con rapidez, su voz adquirió un tono aún más urgente.

━ Uno de ellos tenía un bolso ━ explicó Jennie ━. Dentro había un labial lleno de cocaína. No es cualquier distribución, Jisoo, esto está diseñado para pasar desapercibido. También encontré dinero escondido en el forro del bolso, probablemente relacionado con la red que estamos investigando.

La línea quedó en silencio por unos segundos, pero Jennie sabía que Jisoo no estaba inactiva. Podía imaginarla revisando bases de datos y conexiones en tiempo real, buscando cualquier pista que pudiera explicar lo ocurrido.

━ ¿Cómo eran los hombres? ━ preguntó finalmente Jisoo.

━ Altos, contextura promedio, nada particularmente llamativo a primera vista ━ respondió Jennie ━. Pero llevaban armas ocultas, y su actitud era claramente sospechosa. Esto no fue un intento de robo casual. Estaban aquí por algo.

Lisa, que había permanecido callada hasta ese momento, se acercó un poco más, escuchando atentamente mientras fingía revisar uno de los bolsillos del hombre más cercano. Jennie le lanzó una mirada rápida antes de continuar.

━ Necesito que averigües quiénes son ━ dijo Jennie con firmeza ━. Algo no cuadra aquí. El avión era el objetivo, no nosotras. Creo que intentaban infiltrar algo en el vuelo.

━ Dame un segundo ━ respondió Jisoo, y Jennie pudo escuchar el sonido de un teclado al otro lado de la línea. La espera se sintió eterna, aunque apenas pasaron un par de minutos antes de que Jisoo volviera a hablar ━. Jennie, tenemos un problema.

━ ¿Qué problema? ━ preguntó Jennie, aunque ya intuía que la respuesta no sería nada alentadora.

━ Los hombres que describiste no son cualquier tipo ━ dijo Jisoo ━. Sus nombres están en nuestra base de datos. Son prófugos, ex narcotraficantes que trabajaron para uno de los cárteles más grandes de Sudamérica.

Jennie sintió un leve escalofrío recorrerle la espalda, pero no dejó que aquello afectara su tono. Era crucial mantenerse centrada.

━ ¿Cómo lograron llegar hasta aquí? ━ preguntó ━. ¿Y qué están haciendo en un aeropuerto comercial?

━ Eso es lo que estoy intentando averiguar ━ respondió Jisoo ━. Pero si ellos están involucrados, significa que el alcance de esta operación es mucho mayor de lo que pensamos. Jennie, esto no es una coincidencia. Su presencia en ese avión estaba planificada.

Jennie apretó los labios, sus pensamientos corriendo a mil por hora mientras intentaba conectar las piezas del rompecabezas. Los hombres, el bolso con cocaína, el dinero... todo apuntaba a algo mucho más elaborado que un simple envío de drogas.

━ ¿Qué quieres que hagamos? ━ preguntó finalmente Jennie, sabiendo que Jisoo ya estaba considerando las implicaciones estratégicas.

━ Mantente alerta ━ ordenó Jisoo ━. Lisa y tú deben abordar ese vuelo si es posible. Si los hombres fueron enviados para infiltrar algo en Las Vegas, quiero que descubran qué es. No dejes ninguna pista sin investigar, pero cuídense. Esto podría ser más peligroso de lo que imaginamos.

━ Entendido ━ respondió Jennie, terminando la llamada después de un breve intercambio final.

Guardó el teléfono en su bolsillo y giró hacia Lisa, quien ahora la observaba con una expresión que mezclaba curiosidad y una pizca de preocupación. Jennie, sin embargo, no estaba dispuesta a ofrecer explicaciones innecesarias.

━ Era Jisoo ━ informó ━. Los hombres eran prófugos, ex narcotraficantes. Esto confirma que nuestra misión no es un simple operativo encubierto. Hay más en juego.

Lisa asintió, su expresión endureciéndose mientras procesaba la información. No era necesario decir más; ambas sabían lo que significaba aquello. Su misión, ya complicada por las tensiones personales entre ellas, acababa de volverse aún más peligrosa.

Sin más palabras, Jennie comenzó a caminar hacia la salida del baño, dejando a Lisa unos pasos detrás. La incertidumbre se cernía sobre ellas como una sombra persistente, pero una cosa era segura: ninguna estaba dispuesta a fallar, no importa cuán alto fuera el precio.

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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09