᳝ ࣪ 𔘓 ࿐「 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖮2 」
«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 dos»... [𝖮2]
❝𝗕𝗿𝗶𝗹𝗹𝗼𝘀 𝗮𝘀𝗾𝘂𝗲𝗿𝗼𝘀𝗼𝘀❞
La mañana comenzó con una incomodidad palpable que Jimin ya no podía ignorar. El sol apenas se había asomado, y ya tenía un nudo en el estómago. Hoy era el día en que tendría que soportar lo que más despreciaba: una cita con Yoongi para reformar por completo su apariencia. Su orgullo estaba herido, y su mal humor, como era de esperar, se había instalado desde el primer momento en que abrió los ojos. Nada le desagradaba más que la idea de tener que enfundarse en ropa ridícula y fingir ser lo que no era.
Se levantó de su cama y, después de una rápida ducha, eligió su ropa habitual: un traje negro impecablemente cortado, perfectamente ajustado a su figura. Era su uniforme, su armadura. La tela oscura contrastaba con su piel clara y realzaba aún más sus ojos azules, siempre serios y fríos. Con su cabello negro peinado hacia atrás y su expresión pétrea, Jimin parecía cualquier cosa menos alguien dispuesto a participar en una transformación tan humillante.
Taehyung lo había estado esperando en la puerta de su oficina cuando llegó. El joven secretario, acostumbrado a los cambios de humor de Jimin, ya había aprendido a mantener la distancia en momentos como ese, pero no pudo evitar levantar una ceja al verlo.
━ ¿Estás listo para tu gran día? ━ preguntó Taehyung con un tono ligeramente burlón, sabiendo perfectamente lo que pensaba Jimin sobre la cita que tenía con Yoongi.
Jimin lo fulminó con la mirada mientras ajustaba la corbata negra que llevaba alrededor del cuello.
━ Si dices una palabra más sobre esto ━ amenazó en voz baja ━, te aseguro que no vas a querer saber lo que haré con ese maldito informe que tienes en las manos.
Taehyung sonrió, pero decidió no presionar más. Sabía que Jimin estaba en un estado de ánimo volátil, y lo último que quería era ser el objetivo de su ira contenida. Lo observó en silencio mientras Jimin recogía su teléfono y se dirigía hacia la puerta, claramente no queriendo retrasar más lo inevitable.
La cita estaba programada en una tienda de alta costura que, según Yoongi, tenía todo lo necesario para "suavizar" la imagen de Jimin. El solo pensar en ello hizo que Jimin apretara los dientes mientras conducía hacia el lugar. La tienda, situada en una elegante calle comercial, estaba llena de escaparates que mostraban ropa suave, delicada y, para él, absolutamente insulsa.
Al llegar, Jimin notó a Yoongi esperando en la entrada. El joven cliente parecía nervioso, jugueteando con los dedos mientras miraba alrededor, como si estuviera incómodo por estar allí. Cuando vio a Jimin acercarse, su rostro se iluminó por un breve momento, pero luego se apagó al notar la expresión severa y casi amenazante de su acompañante.
━ Buenos días ━ dijo Yoongi, con una leve inclinación de cabeza, claramente intentando ser cortés, aunque su incomodidad era evidente.
━ Vamos a terminar con esto lo antes posible ━ respondió Jimin bruscamente, sin siquiera molestarse en saludar adecuadamente. Sus ojos recorrieron la tienda y su ceño se frunció aún más.
Al entrar, una amable señora mayor los recibió con una sonrisa brillante.
━ ¡Bienvenidos! ¿Cómo puedo ayudarlos hoy?
Yoongi, titubeante, miró a Jimin, esperando que él tomara la iniciativa, pero Jimin estaba demasiado ocupado mirando con desdén las perchas llenas de ropa delicada y colorida como para prestar atención a la vendedora. La señora, aún sonriente, intentó continuar.
━ ¿Están buscando algo en particular? Tenemos una nueva colección de primavera que es perfecta para-...
━ Ropa para él ━ interrumpió Jimin, señalándose con un gesto seco. Su tono dejaba claro que no estaba interesado en las florituras de la nueva temporada.
Yoongi, apretando los labios para no reírse nerviosamente, tomó la palabra.
━ Sí, estamos buscando algo más... suave ━ explicó, intentando no sonar demasiado inseguro ━. Ropa que sea... bueno, más apropiada para... ya sabe, algo más tierno.
La vendedora parpadeó un par de veces, claramente sorprendida. Sus ojos se movieron rápidamente entre el impecable traje negro de Jimin y la petición que acababa de recibir. Por un momento, pareció dudar, pero como toda buena profesional, ocultó su sorpresa detrás de una sonrisa educada.
━ Por supuesto ━ respondió, inclinando la cabeza antes de guiar a ambos hacia una sección de la tienda llena de telas suaves y colores pastel.
Jimin sentía que estaba a punto de perder la paciencia. No podía creer lo que estaba sucediendo. Mientras la señora sacaba una camisa de seda rosa, Jimin observaba el tejido con una mezcla de horror y desprecio.
━ Esto es... absolutamente inaceptable ━ murmuró para sí mismo, sus labios apenas moviéndose, pero lo suficientemente alto para que Yoongi lo escuchara.
━ Bueno... no tienes que elegir eso si no te gusta ━ dijo Yoongi con cautela, viendo cómo la tensión se acumulaba en el cuerpo de Jimin.
━ ¿"No me gusta"? ━ repitió Jimin, girando la cabeza hacia él con una mirada que casi lo fulminó en el acto ━. Odio todo lo que hay aquí. Si fuera por mí, me iría ahora mismo.
La vendedora, mientras tanto, seguía presentando opciones con una sonrisa casi forzada, como si no supiera cómo lidiar con la negatividad que emanaba de Jimin.
━ Tal vez algo más ligero, pero sin perder el toque sofisticado ━ sugirió la mujer, sacando otra prenda, esta vez con menos brillos pero aún en tonos pastel.
Jimin rodó los ojos y cruzó los brazos sobre su pecho.
━ Esto es ridículo ━ murmuró nuevamente, aunque más para sí mismo que para los demás.
Después de un rato, y tras lo que pareció una eternidad de sugerencias absurdas y comentarios sarcásticos por parte de Jimin, finalmente eligieron un conjunto. Era una camisa de seda rosa claro con un pantalón blanco de lino, acompañado de un suéter suave en tono melocotón y un par de zapatos brillantes. Jimin sentía que estaba siendo castigado con cada prenda que agregaban a la pila, y aunque su rostro apenas reflejaba emoción, cualquiera podría notar la tormenta que se cocinaba detrás de esos ojos azules tan fríos como el hielo.
━ ¿Estás seguro de esto? ━ preguntó Yoongi, mordiéndose el labio mientras veía cómo Jimin inspeccionaba la ropa con el ceño fruncido.
Jimin no respondió. En lugar de eso, se limitó a mirar a la señora con una expresión tan impasible que por un momento, ella pareció dudar en seguir mostrándole más opciones.
Finalmente, tras un interminable desfile de ropa y quejas apenas disimuladas, Jimin pagó la cuenta, maldiciendo en silencio cada segundo que había pasado allí. Cuando salieron de la tienda, la vendedora los despidió con una sonrisa nerviosa, claramente confundida por la actitud impenetrable de Jimin durante toda la compra.
━ ¿Cómo puedes estar tan tranquilo con esto? ━ preguntó Jimin con dureza, mirando a Yoongi mientras caminaban hacia el auto.
━ No estoy tranquilo ━ respondió Yoongi en voz baja, mirando al suelo ━. Solo estoy... intentando no hacerte enfadar más de lo que ya estás.
Jimin bufó, ajustándose el traje negro mientras se preparaba mentalmente para lo que sería un tormento aún mayor: el momento en que tendría que ponerse esas ridículas prendas rosas.
El día continuaba empeorando para Jimin. Después de haber soportado la humillación de comprar ropa que jamás habría imaginado llevar, ahora se encontraba en un salón de belleza para completar el golpe final: cambiar el color de su cabello. Lo único que le consolaba era que el tinte rubio sería temporal, un "plash" que prometía desvanecerse en unas semanas. Sin embargo, la simple idea de verse reflejado con ese color lo hacía querer desaparecer.
━ No entiendo por qué todo esto es necesario ━ murmuró Jimin, sentado en la silla del salón mientras la estilista comenzaba a aplicar el tinte en su cabello negro. Su expresión era dura, la mandíbula apretada, y sus ojos azules brillaban con disgusto.
━ Es parte del personaje ━ respondió Yoongi desde el otro lado del espejo, con una sonrisa tímida ━. La idea es que te veas lo más diferente posible a lo que eres ahora. Tierno, amable... Ya sabes, todo lo contrario a... bueno, a ti.
Jimin frunció el ceño ante el comentario, pero decidió no responder. Sabía que Yoongi no lo había dicho con mala intención, pero el simple hecho de que esas palabras fueran verdad lo hacía hervir por dentro. Tierno y amable no eran adjetivos que alguien hubiera usado para describirlo en toda su vida, y mucho menos ahora, en su posición.
Los minutos pasaron con lentitud mientras la estilista seguía trabajando en su cabello. Jimin permanecía en silencio, observando su reflejo en el espejo, notando cómo poco a poco su cabello negro se iba transformando en un rubio dorado, brillante. Finalmente, tras lo que le pareció una eternidad, la estilista terminó y comenzó a retirar los guantes.
━ Listo ━ dijo la mujer con una sonrisa de satisfacción ━. ¿Qué te parece?
Jimin no respondió de inmediato. Sus ojos recorrieron su propia imagen en el espejo, evaluando el resultado. El rubio lo hacía ver casi irreconocible, dándole un aire más suave y juvenil, algo que le desagradaba profundamente. Apretó los labios, tratando de no dejar que la frustración se mostrara demasiado.
━ Es... adecuado, supongo ━ dijo con voz fría, girando su cabeza ligeramente para ver su reflejo desde distintos ángulos.
Sin embargo, antes de que pudiera continuar con sus quejas, algo inesperado sucedió. Las estilistas y algunos clientes del salón empezaron a murmurar entre sí, claramente impresionados por el cambio de Jimin. Los halagos no tardaron en llegar.
━ ¡Te ves increíble! ━ dijo una de las estilistas, con los ojos brillando de admiración ━. El rubio te queda perfecto.
━ Definitivamente, este es tu color ━ añadió otra, asintiendo con entusiasmo.
Jimin sintió que una ola de incomodidad lo recorría. No estaba acostumbrado a recibir halagos, y mucho menos por algo que lo hacía sentir tan ridículo. Se removió en la silla, incómodo bajo la mirada de tantas personas que parecían fascinadas por su nueva apariencia.
━ No es para tanto ━ murmuró, mirando hacia otro lado, claramente fastidiado por la situación.
Pero lo que más lo desconcertó fue la mirada de Yoongi. El joven, que hasta entonces había estado observando en silencio, lo miraba casi hipnotizado. Sus ojos recorrieron el nuevo aspecto de Jimin con una intensidad que hizo que el propio Jimin se sintiera aún más incómodo. No estaba acostumbrado a que lo miraran de esa manera, y menos viniendo de Yoongi, que hasta el momento había mantenido un perfil bajo.
━ ¿Qué? ━ preguntó Jimin, levantando una ceja, sintiéndose aún más molesto por la expresión casi absorta de Yoongi.
Yoongi parpadeó rápidamente, como si hubiera sido atrapado en medio de un pensamiento. Se aclaró la garganta y sonrió tímidamente.
━ Nada... Es solo que... Te ves... diferente ━ dijo, claramente buscando las palabras adecuadas ━. Te ves bien.
Jimin bufó, cruzando los brazos sobre su pecho.
━ ¿Bien? Esto es ridículo ━ se quejó, pero su tono no era tan duro como de costumbre. La incomodidad de Yoongi lo había desconcertado, pero no quería admitir que la reacción del joven le había afectado de alguna manera.
A pesar de sus protestas, el día no había terminado. Después del cambio de cabello, Yoongi había insistido en que también necesitaban trabajar en el maquillaje. Jimin había intentado negarse, pero el contrato era claro: debía cumplir con todas las exigencias de su personaje, y eso incluía aprender a maquillarse de manera "tierna". La sola idea lo hacía querer golpear algo, pero no le quedaba otra opción.
━ Vamos, no es tan malo ━ dijo Yoongi mientras colocaba varios productos de maquillaje sobre una mesa en la sala privada del salón ━. Solo tienes que seguir las instrucciones. Yo te enseñaré.
Jimin lo miró con incredulidad.
━ ¿Me estás diciendo que ahora también tengo que aprender a pintarme la cara? ━ preguntó, su tono goteando sarcasmo ━. Esto es un verdadero infierno.
Yoongi, ignorando el comentario, se acercó con un delineador en la mano.
━ Está bien, primero haremos algo sencillo ━ dijo mientras se inclinaba hacia Jimin, quedando peligrosamente cerca de su rostro ━. Tienes que aprender a hacer un delineado suave. Solo sigue mi mano.
Jimin frunció el ceño, pero dejó que Yoongi se acercara más, aunque cada segundo que pasaba hacía que su incomodidad aumentara. Los ojos de Yoongi estaban fijos en los suyos, concentrados mientras intentaba enseñarle los movimientos correctos. Había una tensión en el aire que ambos podían sentir, aunque ninguno se atrevía a mencionarlo.
━ Solo relaja los párpados... así ━ susurró Yoongi, sus dedos rozando la piel suave alrededor de los ojos de Jimin mientras trazaba una línea delicada con el delineador.
Jimin podía sentir el ligero temblor en los dedos de Yoongi, y eso no hacía más que aumentar la extraña tensión entre ellos.
Por un momento, sus ojos se encontraron, y el mundo pareció detenerse. Jimin no estaba acostumbrado a estar tan cerca de alguien, y menos de una manera tan íntima. Podía sentir el calor del aliento de Yoongi en su piel, el roce de sus manos, y algo dentro de él se agitó, aunque rápidamente lo reprimió.
━ ¿Qué? ━ preguntó Jimin, con su tono más áspero de lo habitual, intentando romper el incómodo silencio que se había formado.
Yoongi apartó la mirada de inmediato, claramente nervioso por la intensidad del momento. Se aclaró la garganta, tratando de continuar como si nada hubiera sucedido.
━ Nada. Estás... estás haciéndolo bien ━ dijo, volviendo a concentrarse en el maquillaje, aunque su voz temblaba ligeramente.
Jimin soltó un suspiro pesado y, aunque seguía quejándose en su interior, decidió seguir las instrucciones de Yoongi. A pesar de todo, no podía negar que el chico sabía lo que hacía, y si tenía que soportar esta tortura para cumplir con la misión, al menos lo haría de la mejor manera posible.
Las quejas continuaron mientras Yoongi le enseñaba a aplicar otros productos.
Jimin entró a su departamento con los brazos llenos de bolsas. La jornada había sido agotadora, no solo por el trabajo físico, sino por el desgaste emocional que le había supuesto. Era ridículo, casi humillante, pensar que había pasado horas comprando ropa que jamás habría considerado usar, y aún peor, soportar la incomodidad de haber tenido que recibir halagos por su apariencia ridículamente "tierna". A cada paso que daba dentro de su elegante hogar, su frustración se hacía más evidente, cada arruga en su frente y cada fruncimiento de su ceño contaban la historia de un hombre que había sido forzado a someterse a algo que detestaba.
Dejó las bolsas con un golpe seco sobre la mesa de su sala, observando con fastidio la cantidad de prendas rosadas, de seda y con brillos que había tenido que comprar. Era como si hubiera sido transportado a una versión alternativa de su propia vida, una en la que él no era el hombre dominante, serio y absolutamente en control de todo lo que lo rodeaba. Esta farsa lo estaba desgastando más de lo que esperaba. Sin embargo, la misión era la misión, y su orgullo no le permitía darse por vencido.
Sin perder tiempo, se dirigió al baño para deshacerse del maquillaje que aún le quedaba en el rostro. Se miró en el espejo, y la imagen que le devolvía su reflejo solo aumentó su irritación. Los brillos del delineador aún quedaban incrustados en la piel alrededor de sus ojos, dándole ese aire "dulce" y "tierno" que tanto detestaba.
━ Ridículo ━ murmuró para sí mismo, tomando un desmaquillante de la estantería del baño y comenzando a frotar con fuerza la piel de su rostro.
El algodón se llenaba rápidamente de los restos de maquillaje, y Jimin notaba cómo poco a poco recuperaba su imagen habitual. Su expresión se suavizaba, pero no por alivio, sino por el cansancio que arrastraba después de tantas horas de ser alguien que no era. Apretó los labios y siguió limpiándose con más intensidad, como si pudiera borrar de su memoria todo lo que había sucedido ese día.
Justo cuando comenzaba a sentirse un poco más como él mismo, el timbre de la puerta resonó en todo el departamento, rompiendo el breve momento de calma que había encontrado. Jimin frunció el ceño nuevamente. No esperaba visitas, y mucho menos en medio de su desmaquillaje.
━ ¿Quién será ahora? ━ murmuró irritado mientras dejaba el algodón sobre el lavabo y se dirigía a la puerta, aún con restos de brillos pegados en su rostro.
Abrió la puerta con brusquedad, esperando encontrarse con cualquier cosa excepto lo que vio: un repartidor, vestido con un uniforme sencillo, sosteniendo una caja de entrega. El joven, que probablemente no tenía idea de en qué momento había arruinado su propio día, sonrió al ver a Jimin, aunque su sonrisa se congeló ligeramente al notar los restos de maquillaje y el aspecto inusual del hombre que tenía enfrente.
━ Buenas tardes, señor. Tengo una entrega para usted ━ dijo el repartidor, intentando mantener su tono profesional, aunque sus ojos no dejaban de observar el rostro de Jimin con una mezcla de curiosidad y... ¿diversión?
Jimin, aún molesto por el día que había tenido, cruzó los brazos sobre su pecho y arqueó una ceja, notando cómo el joven lo miraba con más detalle del que le gustaba.
━ ¿Y qué es lo que tanto te interesa de mi cara? ━ preguntó, su tono lleno de una amenaza apenas velada.
El repartidor, sin darse cuenta del peligro inminente, soltó una risa nerviosa antes de responder.
━ Es solo que... bueno, se ve... ━ titubeó, buscando las palabras correctas ━. Se ve muy... tierno.
Las palabras cayeron como una bomba en el aire entre ambos. El silencio que siguió fue pesado, tenso, y la expresión de Jimin se endureció de inmediato. Su mirada, que ya de por sí era intimidante, se volvió aún más gélida. El joven, al notar su error, dio un paso atrás, como si hubiera comprendido demasiado tarde la magnitud de lo que acababa de decir.
━ ¿Tierno? ━ repitió Jimin, su tono bajo y peligroso. Dio un paso hacia adelante, haciendo que el repartidor diera otro paso atrás ━. ¿Me estás diciendo que me veo tierno?
El repartidor comenzó a sudar. Era evidente que no esperaba este tipo de reacción por parte de Jimin, y mucho menos había anticipado la intensidad de su mirada. Lo que para él había sido un comentario inocente, casi gracioso, había tocado una fibra extremadamente sensible en el hombre que tenía enfrente.
━ Yo... lo siento, no quise... ━ comenzó a disculparse, pero las palabras se le atoraron en la garganta ante la imponente figura de Jimin, que lo miraba como si fuera a devorarlo.
━ Escucha bien ━ dijo Jimin, acercándose un poco más, su voz como el filo de una navaja ━. No sé en qué parte de tu minúsculo cerebro pensaste que sería una buena idea hacer ese comentario, pero te voy a dar un consejo: no vuelvas a hacerlo. No en mi presencia, no frente a nadie. Porque te aseguro que no te gustaría ver cómo reacciono si lo haces de nuevo.
El repartidor asintió rápidamente, sus ojos grandes por el miedo. Claramente, no tenía idea de que se había metido con alguien tan peligroso. Apenas podía mantener el equilibrio mientras intentaba retroceder.
━ Sí, claro... lo siento mucho, señor... no volverá a pasar ━ balbuceó, entregándole rápidamente la caja que tenía en las manos, como si quisiera deshacerse del objeto y escapar lo más rápido posible.
Jimin tomó la caja con una sola mano, sin apartar la mirada del joven, quien retrocedió otro par de pasos antes de darse la vuelta y salir prácticamente corriendo hacia el ascensor. Jimin lo observó marcharse con una mezcla de irritación y satisfacción, disfrutando del pequeño momento en que había recuperado algo de control sobre su día.
━ Tierno... ━ murmuró para sí mismo, claramente ofendido por la palabra ━. Si tan solo supiera lo que realmente soy.
Cerró la puerta con un fuerte golpe y se dirigió nuevamente al baño, dispuesto a terminar de limpiar cualquier rastro de aquella apariencia ridícula. Mientras lo hacía, sus pensamientos giraban en torno a todo lo que había ocurrido ese día. Era increíble cómo una simple misión había logrado desquiciar su calma habitual. Pero lo peor de todo era la sensación de haber perdido, de alguna manera, un poco de su identidad.
Mirándose al espejo, con los últimos restos de brillo desvaneciéndose de su piel, Jimin apretó los puños. No iba a dejar que nadie, ni siquiera un simple repartidor, lo rebajara a esa versión tonta de sí mismo. Esto no era más que un trabajo, y lo completaría con la misma perfección con la que abordaba todas sus misiones. Sin embargo, en el fondo, no podía sacudirse la irritante sensación de que algo dentro de él se había visto alterado.
━ Tierno... ━ murmuró una vez más, con una sonrisa amarga en los labios. Luego dejó escapar un suspiro pesado y se retiró al salón, dispuesto a enfrentarse al siguiente desafío que el día pudiera lanzarle.
█▓▒░░▒▓█
Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro