«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝖽𝗂𝖾𝗓»... [1𝖮]

❝𝗟𝗮 𝗩𝗲𝗿𝗱𝗮𝗱𝗲𝗿𝗮 𝗧𝗲𝗿𝗻𝘂𝗿𝗮❞

Los días transcurrían lentamente, y con cada amanecer, Jimin comenzaba a notar algo extraño en su comportamiento. Había algo que no cuadraba, algo que le incomodaba profundamente. No podía identificar con precisión el momento exacto en el que todo había comenzado a cambiar, pero lo sentía. Una molestia latente, una incomodidad creciente que lo desestabilizaba. Era como si algo en su interior se estuviera desmoronando lentamente, desnudándolo de las capas de dureza que había construido con tanto esmero.

Mientras caminaba por los pasillos de la oficina, los rostros que lo saludaban con reverencia seguían siendo los mismos: miradas nerviosas, sonrisas tensas, cabezas inclinadas como si estuvieran frente a un juez implacable. Jimin lo había disfrutado, incluso lo había fomentado. Ser temido le había dado poder, lo había mantenido al margen de cualquier vulnerabilidad, lo había protegido. Pero ahora, ese miedo comenzaba a sentirse distinto. En lugar de ser un escudo, se había convertido en una barrera asfixiante, algo que lo aislaba, que lo alienaba de las personas que lo rodeaban.

A lo largo de la semana, las interacciones se repetían de la misma manera. Los subordinados apenas levantaban la vista al cruzarse con él, evitando cualquier contacto visual, como si temieran provocar su ira con la más mínima infracción. Los murmullos cesaban cuando él pasaba cerca, las conversaciones se interrumpían y el ambiente se cargaba de tensión. Antes, eso le había parecido natural, pero ahora empezaba a irritarlo.

━ Buenos días, señor Park ━ dijo uno de sus empleados, con voz vacilante, mientras le entregaba un informe.

Jimin apenas lo miró. Su instinto era el de siempre: responder con una frialdad calculada, apenas un asentimiento para que la otra persona sintiera el peso de su autoridad. Pero en ese instante, algo lo detuvo. Observó al joven que le hablaba, el temblor en sus manos, la manera en que trataba de mantenerse lo más lejos posible de él. No era respeto lo que veía, era miedo. Un miedo casi visceral.

━ Gracias ━ respondió finalmente Jimin, notando cómo el simple hecho de decir esas palabras sin tono autoritario sorprendía al muchacho.

El joven lo miró, desconcertado, como si no supiera si debía quedarse o salir corriendo. Jimin, en un esfuerzo por parecer más accesible, trató de suavizar su expresión. Fue un intento torpe, pero era algo. Y, sin embargo, cuando el muchacho salió rápidamente de la sala, sin atreverse a hacer contacto visual, la irritación de Jimin volvió a crecer. ¿Qué demonios estaba haciendo?

Pasó el resto del día con la misma sensación de frustración acumulada. Cada interacción era una lucha interna entre mantener su fachada intimidante o ceder a la creciente incomodidad que sentía al ser visto como una especie de monstruo. Lo peor de todo era que nadie lo desafiaba, nadie se atrevía a tratarlo como un igual. Había querido respeto, sí, pero ahora sentía que lo habían colocado en un pedestal demasiado alto y frío, tan lejos de los demás que no había manera de bajar sin parecer débil.

Por la tarde, mientras revisaba unos documentos en su oficina, Taehyung entró sin previo aviso, lo cual, aunque raro, no le molestaba viniendo de su amigo. Jimin levantó la vista del escritorio, esperando que Taehyung notara el cambio en su estado de ánimo, pero, para su desconcierto, Taehyung parecía más relajado que nunca.

━ Te ves raro ━ comentó sin rodeos mientras se dejaba caer en una silla frente a él ━. ¿Estás bien?

Jimin frunció el ceño, pero no tanto como lo hubiera hecho en otro momento. El comentario le cayó mal, pero al mismo tiempo era una verdad innegable. No podía ocultarlo, y por alguna razón, no quería hacerlo.

━ Estoy bien ━ respondió, tratando de sonar convencido, pero la verdad era que él mismo no estaba seguro.

Taehyung lo observó con curiosidad, como si intentara leerlo, algo que siempre había sido un desafío con Jimin. Solían hablar de todo, pero nunca de los verdaderos sentimientos de Jimin, porque simplemente no era algo que él compartiera. Pero ahora, incluso con Taehyung, sentía que las barreras que había mantenido tan sólidas durante tanto tiempo estaban empezando a desmoronarse.

━ ¿Seguirás insistiendo en lo mismo? ━ Taehyung alzó una ceja ━. Puedo notar que algo te molesta. No sé si es el trabajo o... algo más. Pero no me digas que estás bien cuando claramente no lo estás.

Jimin guardó silencio. Era difícil admitirlo, incluso frente a su amigo más cercano, pero era innegable que algo había cambiado en él. Había momentos en los que intentaba mantener su actitud habitual, su frialdad, pero se encontraba respondiendo de manera más amable, más suave. Y lo peor era que esa suavidad solo lo enfurecía más.

━ No es nada ━ dijo finalmente, aunque sin la convicción que usualmente acompañaba a sus respuestas cortantes.

Taehyung lo miró, y Jimin supo que no le creía. Pero, para su sorpresa, Taehyung no presionó más. Simplemente asintió, cambiando de tema como si el asunto hubiera quedado zanjado.

━ Está bien, no voy a insistir ━ dijo con una sonrisa ━. Pero si quieres hablar de lo que sea, ya sabes dónde encontrarme.

Jimin asintió, aunque no estaba seguro de querer hablar de nada con nadie. Lo último que necesitaba era exponerse aún más.

Esa misma noche, en la soledad de su apartamento, Jimin no pudo evitar pensar en cómo había llegado hasta ese punto. Había algo profundamente incómodo en ser percibido como una amenaza constante, en ver cómo todos evitaban cualquier contacto real con él. En el pasado, lo había disfrutado. Había sido su manera de protegerse, de asegurarse de que nadie se acercara demasiado. Pero ahora, ese mismo muro que lo había protegido se sentía como una prisión.

Se giró en la cama, incapaz de dormir. Los eventos de los últimos días se repetían una y otra vez en su mente. Se había vuelto más amable, aunque no de manera intencionada, simplemente por la incomodidad que le provocaba ser temido de esa forma. Pero esa amabilidad no lo satisfacía. Le daba rabia, porque no era quien él quería ser, no era la imagen que había construido.

Y, sin embargo, cada día era más difícil mantener esa imagen.

Los días posteriores al final del contrato se tornaron inciertos para Jimin. A pesar de haber regresado a su vida habitual, algo en él había cambiado de manera definitiva, aunque se resistiera a reconocerlo. El pensamiento de Yoongi lo invadía constantemente, lo cual lo enfurecía y confundía al mismo tiempo. ¿Por qué sentía esa necesidad de saber más de él? Jimin solía ser un hombre frío, calculador, alguien que no se dejaba llevar por los impulsos emocionales, pero ahora todo parecía haber dado un giro.

Una tarde, mientras Jimin repasaba unos documentos en su oficina, su teléfono vibró. Al ver la pantalla, el corazón le dio un vuelco. Era Yoongi. Sin pensarlo demasiado, respondió la llamada, esperando alguna justificación, una razón que demostrara que Yoongi lo buscaba por algo más que simples asuntos pendientes. Quería, aunque no se lo admitiera a sí mismo, creer que había algo más detrás de ese contacto, algo personal. Tal vez, en el fondo, esperaba que Yoongi también lo extrañara.

━ ¿Hola? ━ dijo Jimin, tratando de mantener la calma en su voz.

━ Jimin, necesito hablar contigo ━ respondió Yoongi con su tono habitual, tranquilo, sin demasiadas emociones.

Jimin sintió un extraño calor en el pecho, una mezcla de anticipación y nerviosismo. Se levantó de su silla, dejando los papeles a un lado. Por un momento, se permitió creer que Yoongi lo buscaba por algo más profundo, una conexión que había nacido entre ellos durante el tiempo que pasaron juntos.

━ Puedo pasar por tu oficina en un rato ━ sugirió Yoongi.

━ Sí, claro, ven cuando puedas ━ respondió Jimin rápidamente, intentando no sonar demasiado ansioso.

Durante el resto de la tarde, Jimin no pudo concentrarse en su trabajo. Se sorprendía a sí mismo repasando cada interacción que había tenido con Yoongi, buscando señales de algo que pudiera haberse perdido, algo que le indicara que su presencia había significado más para él de lo que había mostrado.

Cuando Yoongi finalmente llegó, Jimin se sintió repentinamente nervioso. Quiso mantener su fachada, esa barrera de frialdad que tanto se había esforzado por construir, pero algo en su interior lo traicionaba. Había algo distinto en esta situación, una incomodidad que no podía ignorar. Después de los saludos formales, ambos se sentaron, y Yoongi, con su semblante inmutable, fue directo al grano.

━ Solo quería asegurarme de que todo esté en orden con el contrato y los últimos pagos ━ dijo, mientras sacaba algunos papeles de su maletín.

La sangre de Jimin se heló. Su corazón latía más rápido de lo que podía controlar, y una sensación de decepción se apoderó de él. ¿Eso era todo? ¿Realmente se trataba solo de cuestiones administrativas? Sintió una rabia repentina, irracional, brotar desde lo más profundo. ¿Cómo podía Yoongi ser tan indiferente?

━ ¿Eso es todo? ━ preguntó Jimin, intentando que su voz sonara firme, aunque una ligera vibración la delataba.

Yoongi levantó la mirada, sorprendido por el tono de Jimin. Dejó los papeles a un lado y lo observó, como si estuviera intentando descifrar algo en él.

━ ¿Qué más esperabas que fuera? ━ respondió Yoongi con tranquilidad, sin perder la compostura.

La furia de Jimin aumentó, aunque no sabía exactamente hacia quién dirigirla, si a Yoongi por su aparente indiferencia o a sí mismo por haber malinterpretado toda la situación. Había permitido que su propia mente jugara con él, que lo hiciera creer que había algo más, que Yoongi sentía lo mismo. El simple hecho de haber deseado algo más lo hacía sentirse vulnerable, débil, y esa sensación lo enfurecía aún más.

━ ¿Por qué es tan fácil para ti? ━ soltó Jimin, sin poder contenerse más ━. Para ti, todo esto, todo lo que pasó... ¿realmente no significó nada? ━ sus palabras salieron más duras de lo que había planeado.

Yoongi parpadeó, evidentemente desconcertado por el arrebato de Jimin. Durante unos segundos, el silencio llenó la oficina, solo interrumpido por el leve sonido de la respiración agitada de Jimin. Él no podía creer que había dicho todo aquello, pero, al mismo tiempo, no podía detenerse. Era como si todo lo que había estado reprimiendo durante los últimos días hubiera explotado de repente.

━ Jimin... ━ comenzó Yoongi, intentando encontrar las palabras adecuadas ━. No es que no haya significado nada. Pero ambos sabíamos las reglas desde el principio. Todo esto fue... parte del contrato.

Jimin se quedó helado. ¿Parte del contrato? ¿Todo lo que había sucedido entre ellos se reducía a un simple acuerdo profesional? Sentía una mezcla de humillación y rabia creciendo dentro de él. Había creído, o al menos querido creer, que había algo más. Que las conversaciones, las miradas compartidas, los momentos en silencio entre ellos, eran más que simples formalidades impuestas por un acuerdo.

━ ¿Entonces todo fue fingido? ━ preguntó Jimin con una sonrisa amarga, incapaz de ocultar la ironía que sentía en sus palabras ━. ¿Cada palabra, cada gesto?

Él había impuesto las reglas, él sabía que no debían involucrarse sentimientos. Pero por alguna razón eso le daba más rabia. ¿Cómo carajos para él no significó absolutamente nada? Se sentía como un imbécil por sentirse así de sensible por primera vez.

Yoongi lo miró fijamente, sin responder de inmediato. Jimin, por un momento, pensó que su silencio confirmaba todo lo que temía, pero entonces Yoongi se levantó de su silla y, con una expresión que Jimin no pudo descifrar del todo, caminó hacia él.

━ Jimin... ━ repitió Yoongi, esta vez en un tono más suave, más cercano ━. No todo fue fingido.

Antes de que Jimin pudiera responder, Yoongi lo tomó por la nuca y, sin darle tiempo a reaccionar, lo besó. El contacto fue breve, pero suficiente para descolocar completamente a Jimin. El mundo pareció detenerse por un instante, el peso de todas las dudas, el enojo, y la confusión desvaneciéndose en ese beso. Cuando Yoongi se apartó, lo miró directamente a los ojos, con una seriedad que Jimin no había visto antes en él.

━ No todo fue fingido ━ repitió Yoongi, antes de dar un paso hacia atrás, tomando nuevamente sus cosas como si nada hubiera pasado.

Jimin se quedó ahí, congelado en su lugar, tratando de procesar lo que acababa de suceder. ¿Qué significaba ese beso? ¿Qué quería decir Yoongi con esas palabras? Había demasiadas preguntas, pero antes de que pudiera formular siquiera una, Yoongi ya estaba saliendo de la oficina, dejándolo con el corazón acelerado y la mente en un torbellino de emociones encontradas.

La tensión en el aire era palpable mientras Yoongi y Jimin se miraban mutuamente antes de subir al auto. Había llegado el momento de enfrentarse a la familia, de dejar atrás las apariencias cuidadosamente construidas y mostrar sus verdaderos rostros, sin máscaras, sin el pretexto del contrato que había regulado sus interacciones hasta ahora. Durante todo ese tiempo, ambos habían jugado un papel, uno que los distanciaba de su verdadera esencia, pero ahora, con el peso del contrato ya levantado, no podían seguir pretendiendo.

Jimin sentía un nudo en el estómago mientras el motor del auto zumbaba suavemente bajo sus pies. Había llegado a su límite. Fingir, ocultar, moderar su actitud para encajar en la amable pero asfixiante atmósfera de la familia de Yoongi lo había agotado más de lo que estaba dispuesto a admitir. Y aunque durante el tiempo en la casa de los Min había aprendido a moderar su naturaleza implacable, lo cierto era que no podía mantener esa fachada mucho más tiempo.

Yoongi, por su parte, estaba igual de nervioso. Él había sido capaz de mantener una distancia emocional durante todo el proceso, jugando el papel que el contrato requería de él, pero ahora sentía que todo ese teatro se venía abajo. De alguna manera, el beso que compartió con Jimin días atrás había marcado un punto de no retorno. Habían cruzado una línea invisible, y ya no había vuelta atrás.

━ No tenemos por qué decirles nada ━ murmuró Jimin, mirando por la ventana, su voz seca y dura. La tensión lo mantenía al borde ━. Si todo sale mal, simplemente nos vamos.

━ No les diremos que fue una mentira ━ replicó Yoongi con un suspiro ━. Pero saben más de lo que piensas.

Esa última frase dejó a Jimin intranquilo. ¿Qué significaba eso? Yoongi había dado a entender que sus padres no eran tan ingenuos como parecían, que tal vez siempre habían estado al tanto de las tensiones bajo la superficie. Pero Jimin no podía aceptar esa idea tan fácilmente. Había sido demasiado cuidadoso, demasiado metódico en su actuación. La familia de Yoongi había caído en sus encantos, o al menos eso era lo que él pensaba.

El auto avanzaba lentamente hacia la casa de los Min, esa enorme propiedad que durante semanas había sido una jaula de oro para Jimin. No podía dejar de recordar las sonrisas dulces y los halagos que había recibido, los cuales ahora le parecían vacíos, una simple fachada que ocultaba la verdad detrás de esos gestos amables. Se estremeció solo de pensar en lo bien que había jugado su papel.

━ ¿Y si... ━ empezó a decir Jimin, antes de detenerse ━. ¿Y si realmente lo saben todo? ━ preguntó, con un rastro de duda en su voz. Sabía que Yoongi no era del tipo que lanzaba suposiciones sin fundamento. Si él creía que sus padres sabían más de lo que dejaban ver, probablemente era cierto.

━ Lo sabían desde el principio ━ respondió Yoongi, sin girar la cabeza hacia él, concentrado en el camino que se abría frente a ellos ━. Siempre han sido observadores, y probablemente entendieron mucho antes de que nosotros lo hiciéramos.

Esa afirmación cayó como un balde de agua fría sobre Jimin. ¿Cómo era posible que todo lo que había hecho, todo su esfuerzo por mantener las apariencias, hubiera sido en vano? Su orgullo, ese muro inquebrantable que siempre lo protegaba, empezaba a resquebrajarse. Tal vez no había sido tan hábil como creía. Tal vez siempre había estado bajo escrutinio, y los Min simplemente lo habían dejado continuar con su farsa, observando pacientemente desde las sombras.

Cuando llegaron a la casa, el silencio entre ambos se hizo pesado. No había nada más que decir. Había llegado el momento de enfrentarse a la verdad, una verdad que, aunque no iban a admitir en voz alta, colgaba sobre ellos como una sombra. Al salir del auto, Jimin ajustó su chaqueta, como si ese gesto pudiera devolverle la seguridad que tanto necesitaba en ese momento.

Al cruzar la puerta principal, fueron recibidos por la madre de Yoongi, quien sonreía cálidamente, como siempre. Pero esta vez, había algo diferente en su mirada, algo que hizo que el estómago de Jimin se revolviera. Era como si sus ojos lo atravesaran, como si pudieran ver más allá de la fachada que tanto esfuerzo le había costado construir.

━ Me alegra que hayan venido ━ dijo la señora Min, guiándolos hacia el salón donde el resto de la familia los esperaba.

Jimin apenas podía contenerse. La frialdad que tanto esfuerzo le había costado mantener comenzaba a desmoronarse, pero no por inseguridad, sino por el creciente enojo de saberse descubierto, de saberse expuesto ante una familia que, al parecer, siempre había estado un paso por delante de él.

El padre de Yoongi los miraba con una expresión tranquila, aunque sus ojos parecían contener un leve brillo de comprensión. No necesitaba decir nada, ni siquiera levantarse de su asiento. Era evidente que, en su mente, ya tenía todas las piezas del rompecabezas armadas.

━ Sabemos que ha sido un tiempo complicado para ambos ━ dijo finalmente la madre, mirando primero a Yoongi y luego a Jimin con una expresión que mezclaba ternura y perspicacia ━. Pero siempre supimos que, en algún momento, las cosas se mostrarían tal como son.

Jimin sintió una descarga eléctrica recorrerle la espina dorsal. No sabía qué responder. En su mente, había preparado una serie de excusas, una forma de salir de cualquier situación incómoda, pero ahora, frente a esa comprensión silenciosa, se sentía desarmado.

━ No se preocupen ━ continuó el padre, con voz suave ━. Sabemos que lo que hicieron fue por las reglas, y por el contexto. No somos ajenos a cómo funcionan estas cosas.

Yoongi mantuvo la cabeza baja por un momento antes de levantarla para mirar a sus padres.

━ ¿Desde cuándo lo saben? ━ preguntó, aunque en el fondo ya intuía la respuesta.

━ Desde el principio ━ respondió la madre, con una ligera sonrisa que no llegó a ser del todo burlona, pero que dejaba claro que nunca habían estado engañados.

Jimin apretó los puños. Todo su esfuerzo, su dedicación por mantener las apariencias, había sido en vano. Y lo peor de todo, lo sabían, pero lo dejaron actuar. Le habían permitido continuar con su farsa, observándolo, evaluándolo, sin nunca confrontarlo directamente.

━ Entonces... todo este tiempo... ━ murmuró Jimin, incapaz de terminar la frase.

━ No te preocupes ━ dijo el padre, con un tono casi paternal ━. Lo que importa es que han llegado hasta aquí. Ya no hay necesidad de fingir.

❝𝗠𝗜𝗦𝗜𝗢𝗡 𝗧𝗘𝗥𝗡𝗨𝗥𝗔❞

「 𝗙𝗜𝗡 」

¡𝖦𝗋𝖺𝖼𝗂𝖺𝗌 𝖺 𝗍𝗈𝖽𝗈𝗌 𝗉𝗈𝗋 𝗅𝖾𝖾𝗋 𝗆𝗂 𝗁𝗂𝗌𝗍𝗈𝗋𝗂𝖺!
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"𝗠𝗜𝗦𝗜𝗢𝗡 𝗧𝗘𝗥𝗡𝗨𝗥𝗔" 𝖥𝗂𝗇𝖺𝗅𝗆𝖾𝗇𝗍𝖾 𝗁𝖺 𝗌𝗂𝖽𝗈 𝖼𝗎𝗅𝗆𝗂𝗇𝖺𝖽𝗈.

𝖤𝗌𝗉𝖾𝗋𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝗅𝖾𝗌 𝗁𝖺𝗒𝖺 𝗀𝗎𝗌𝗍𝖺𝖽𝗈 ( ˘ ³˘)♥︎

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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09
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