—Somos un completo desastre—habló Wonwoo a la mujer—

Bae cruzó sus piernas, resaltando sus zapatos de tacón rojo, tomó su postura, acomodó sus lentes junto a un mechon de su cabello y miró fijamente a la pareja que estaba en frente de ella.

—En absoluto, están haciendo un pésimo trabajo—

Eso dejó impresionados a los chicos, tenían todas las esperanzas con que le iba a dar alguna palabra de aliento.

—Oh, esperábamos que...—

—¿Qué? ¿Qué les dijera que están haciendo un maravilloso trabajo? ¿Qué no importa?—mandó una mirada afilada—No, claro que no—

Sintieron como si sus madres los estuvieran regañando.

—Todo estaba yendo muy bien pero de repente empezó a ir mal—

—Es normal, tranquilos—los calmó—Miren, me dijeron que los niños últimamente ya no huyen de ustedes ¿No?—

Eso era cierto, después que aquel día en el que tuvieron ese pequeño incidente, Mark no volvió a comportarse de esa forma

—Sí, exacto—

—Bueno, eso no es por ustedes—

Esa mujer tenía una gran habilidad para subir pero al instante bajar el ánimo de las personas.

—Es por Eric—aclaró—Al parecer aún no logra despegarse de ese cargo que tiene con sus hermanos y no va a permitir que ustedes tomen el mando—

—Hemos tratado de que nos tenga confianza para que nos deje acercarnos a los pequeños pero no lo estamos logrando—

—Les vengo diciendo esto hace tiempo, tienen que demostrarle que puede confiar en ustedes—

—¿Y cómo hacemos eso?—preguntó el alto confundido—Usted misma dijo que no nos va a dejar tomar el mando—

—Pensamos que ya lo habíamos logrado pero volvió a desconfiar cuándo...oh—se dió cuenta del error que habían cometido al no poder controlar a los niños adelante de Eric—Wow, eres muy buena—halagó el trabajo de la chica—

—En fin—dijo Bae, mientras sacaba unos papeles—Estuve ordenando lagunas cosas ayer y me dí cuenta que a San le falta darse una vacuna—

—¿Cuál específicamente?—preguntó, Wonwoo—

—La de la varicela—contestó—Aprovechen esto, tal vez le puedan demostrar a Eric que puede confiar en ustedes—ambos asintieron—¿Y cómo les va con Jisung?—notó que no habían hablado de él—Me hablaron de todos menos de Jisung—

—Todo sigue igual—Bae no quería escuchar más, se sentía como una maestra en primaria cuando explicaba mil veces un tema y los alumnos no entendían—

—Es demasiado distante, siempre está a la defensiva y es muy difícil acercarse a él—

—Sí, esas son unas de las razones por las que no adoptan mucho a los adolescentes—confesó la señorita—Recuerden que un adolescente no es lo mismo que un niño pequeño, se les va a facilitar un poco acercarse a los más pequeños porque ellos están necesitados de afecto al igual que los adolescentes, no me mal entiendan, pero la gran mayoría de ellos manifiestan eso con el enojo y el rechazo—

Se sintieron muy mal al escuchar eso, también agregando el hecho de que Jisung era el que más apegado estaba a sus padres y que hace mucho que no recibía algún tipo de afecto que sea maternal o paternal.

—Tienen que aplicar con él lo mismo que a Eric, demuestrele que puede confiar en ustedes y que no es un extraño en esa casa—

San estaba muy asustado, abrazaba a su hermano mayor. No quería darse esa vacuna.

Debido a que no podían dejarlos con nadie, la pareja optó por llevarlos a los cinco al vacunatorio. Ahora mismo estaban en la sala de espera, Mark y Dino estaban jugando en una pequeña sala de juegos mientras Jisung los acompañaba.

Wonwoo al ver que el niño estaba muy asustado, decidió acercarse, llegó hasta Eric y se agachó un poco para poder ver a San.

—Cariño, ya no estés así, te prometo que va a ser un leve pinche, ni siquiera lo vas a sentir—

Segundos después un niño salió llorando y gritando después de darse la vacuna. Y eso no tranquilizó mucho al niño, sus ojitos comenzaron a cristalizarse y comenzó a hipar.

—N-no quiero—limpió sus lágrimas—

—Pero es para que no te enfermes—agregó el moreno poniéndose en la misma posición que su esposo—¿Tú te quieres enfermar acaso?—el menor no quería enfermarse, por lo que negó con su cabeza—Entonces tienes que ser valiente y dejar que te den la vacuna—

—San—llamaron, ya era su turno—

San comenzó a soltar quejidos, se apricionó más a su hermano así que el adolescente no tuvo más opción que llevarlo él mismo porque tampoco se dejaba cargar por wonwoo o por Mingyu.

Llegaron a la puerta junto con la doctora que los iba a atender.

—Solo adultos pueden entrar al consultorio—mirando a Eric—

—Tengo Dieciséis  años no soy tan...—

—Por favor—pidió la doctora—Son políticas del hospital—

Eric le tiró una mirada de odio a la mujer, podría tener razón pero no se sentía bien si dejaba solo a su hermanito.

Wonwoo se acercó al menor para que le entregara a San y claramente eric dudó mucho si en dejárselo o no.

—Te prometo que estará bien—le dijo con voz tranquila—

Suspiró porque no le quedaba de otra, entregó a su hermano al mayor mientras veía como San rompía silenciosamente en llanto mientras le estiraba su manita. De ahí ya no vió más nada porque los cuatro habían entrado al vacunarotio.

[...]

—Ya amiguito, no llores—la habló la doctora—¿Cómo te llamas?—

El menor se encontraba sentado en la camilla mientras no podía controlar su respiración por el miedo que sentía.

—Dile como te llamas, cariño—le dijo el castaño—

—M-Mingyu —dijo llorando—Por favor no quiero—

La doctora se acercó a él y le sacó la campera de una parte de su brazo y corrió un poco la manga de su remera.

—Te prometo que no duele nada, San—le habló la doctora mientras con un algodón aplicaba un poco de alcohol para que no se inféctara—

Ya con la vacuna preparada se acercó al menor y éste por instinto se corrió lo más que pudo mientras lloraba desesperado.

—¡No, no, no, no, no quiero!—

—Mmmh, es uno de esos casos—miró a la pareja—Siempre hago esto con los pequeños—les dijo—Miren, uno de ustedes siéntese con él y póngalo en su regazo y el otro se pone en frente—

Ambos entendieron a lo que la doctora se refería así que Wonwoo fue quien se sentó en la camilla y tomó a San para sentarlo en su regazo, después Mingyu se puso en frente de su esposo.

—Bien, San si tienes miedo abraza a tus papis y cierra tus ojitos—

—En realidad somos sus...—Mingyu no pudo terminar debido a que sintió como el pequeño se aferraba a él y a su esposo—

—Okey San, saca el bracito—le dijo Wonwoo mientras tomaba el pequeño y frágil brazo del menor y lo dejaba a la vista de la doctora—

—Mmm—estaba a punto de llorar al ver la -para él- enorme aguja—

Mingyu por instinto, bloqueó la vista del pequeño con su mano, le susurró que esté tranquilo y le dió un pequeño beso a su frente.
Wonwoo se dedicaba a acariciarle la cabecita y eso logró calmar un poco al infante.

—¡Ah!—sintió el pinchazo—¡Me duele!—

—Ya terminamos, cariño, aguanta un poco más—le dijo Wonwoo mientras abrazaba al pequeño—

Cuando la doctora terminó con su labor, se alejó y comenzó a poner todos los instrumentos utilizados en un pequeño recipiente, para después desecharlos.

San mientras tanto se había dado vuelta para poder abrazar a Wonwoo, mientras sostenía la mano de Mingyu.

—Ya está, su hijo ya fue vacunado, en la recepción tendrán que firmar unos papeles—

—De acuerdo, muchas gracias—sonrió Wonwoo, levantándose con el menor en brazos—

—A ustedes—devolvió la sonrisa—Cuídense—

Salieron algo incómodos, porque San se reusaba a soltar a sus hyung's.

[...]

—Eric ya cálmate, entró a un consultorio no a una secta satánica clandestina—rodó los ojos el azabache—

—Tenía miedo—

—Ash ¿Por qué eres tan pesado?—miró hacia una dirección y vió a los adultos con el niño en brazos—Mira ya salieron y tú ni cuenta por estar haciendo tu....—para cuando miró hacia su hermano, él ya estaba dirigiéndose hacia los mayores—Drama—

Se acercó preocupado hacia su hermano, que estaba siendo cargado por Wonwoo y tenía su carita apoyada en el hombro del mayor mientras éste le acariciaba la cabecita.

—Wonnie, ¿Cómo estás, pequeño?—le preguntó—

—Estoy bien—le mostró una pequeña mueca queriendo ser una sonrisa—

—Lo hizo muy bien—siguió Wonwoo —

—Ven conmigo, San—extendió sus brazos para que el pequeño vaya directamente hacia él—

Se quedó dudando si ir con su hermano o quedarse con Wonwoo, Sehun era muy cómodo pero, su Hyung Wonwoo también lo era y podía oler su rico perfume —la única fragancia que su hermano tenía era la del desodorante— y además Wonwoo Hyung era muy calentito.

—¿Me puedo quedar con Wonwoo hyung?—abrazó más al mayor—

Tanto el castaño como Eric se sorprendieron por la pregunta del pequeño, San nunca antes se había negado a que su hermano lo cargara.

—Wonwoo, tienes que poner tu firma—le habló su esposo sacándolos de su burbuja—

—Ah, sí—vió que tenía al menor en brazos y no sé sentía cómodo firmando con San en brazos—San ¿No quieres ir con tu hermano así puedo firmar el papel?—lo miró y el menor simplemente respondió estirando los brazos y no precisamente hacia Eric—

—Mingyu Hyung—llamó el menor—

Inmediatamente reaccionó y alzó al pequeño. San abrazó su cuello como si fuera un pequeño osito perezoso a su madre.

Mientras tanto Eric se sentía muy abandonado por parte del menor, nunca imagino que su hermanito se sintiera seguro en los brazos de alguien más. Tal vez Wonwoo y Mingyu no eran tan malos después de todo.

[...]

Ahora todos estaban en el auto, Mingyu era el que estaba manejando, Wonwoo iba en el asiento del copiloto y los chicos iban atrás, Eric cargaba a San, habían estado un largo tiempo porque el menor no quería soltar a San, Mark estaba en el medio de sus dos hermanos mayores y Jisung iba en la otra ventana mientras cargaba a Dino.

El viaje transcurrió en silencio, nadie soltaba una palabra.

Cuando llegaron a la casa cada quién como siempre se fue a su lado, los tres pequeños fueron a jugar a la habitación y los más grandes se fueron a encerrar a sus habitaciones. Hasta que llegó la hora de comer y se reunieron los siete, esta vez Mark no hizo berrinche pero Jisung estaba con el teléfono, San no quería comer y Dino nuevamente hizo un desastre.

Después de que los chicos se fueran nuevamente, los mayores se quedaron para ordenar y estaban algo nerviosos porque Eric no les había dirigido la palabra y él era el que por lo general más les hablaba para romper la tensión.

—¿Y si está enojado por lo que pasó en el hospital?—le preguntó el menor a su esposo—

—Tal vez sí, supongo que debe ser difícil para él aceptar esto—

—Creo que sí—respondió mientras doblaba el mantel y su esposo ponía los platos para luego lavarlos—Amor ¿Entraste la ropa? Porque se acerca una tormenta—miró por la ventana y vió que a lo lejos habían nubes negras—

—Ese maldito pronóstico—se quejó el mayor—Tenemos que dejar de ver ese noticiero, siempre dan mal el clima—miró a su esposo—Y sí, cariño, ya guardé la ropa—

El menor río y besó a su esposo, quién recibió encantado el dulce gesto.

...

Después de que limpiaron los platos y organizaron todo en la cocina, Mingyu y Wonwoo fueron hacia su habitación, sin antes pasar por las de los chicos.
Fueron a la habitación de los más pequeños, Mark dormía con los pies en la almohada y su cabeza en dónde se supone que tenían que ir los pies —por suerte la cama tenía una barrera para que no se cayera, Dino dormía abrazado a un peluche y San estaba completamente desmayado y con su luz de noche prendida.

Cada vez que se iban a acostar pensaban en ir a darle un beso de buenas noches pero querían que los niños se sintieran en confianza para dejarlos.

Cerraron la puerta y se fueron a ver a Eric, dormía boca abajo y con las sábanas hechas un desastre, en la otra habitación, Jisung dormía todo desparramado por toda la cama mientras tenía su celular prendido, teniendo conectados unos auriculares y de ahí salía una melodía.
Cerraron la puerta y se retiraron para por fin irse a su habitación.

Cuando Wonwoo entró, se estremeció, hacia mucho frío en esa habitación, el viento solía ponerse más fuerte y frío cuando una tormenta fuerte se acercaba.

—Gyu, cierra la ventana, tengo frío—le dijo a su esposo mientras se cambiaba—

El mayor hizo caso, cerró la ventana y justo a tiempo porque a penas lo hizo y ya se largó a llover fuertemente mientras se escuchaban algunos truenos.

Se recostaron e iban a abrazarse de no ser porque escucharon un fuerte relámpago y se asustaron dando un pequeño salto.
Mingyu se rió por la tierna reacción de su esposo, así que lo abrazó para "consolarlo".

—Tú también te asustaste—le gruñó pero se volvió a asustar por otro trueno que sonó—¡Mierda!—

Al mayor le daba mucha gracia por como Wonwoo se asustaba, daba pequeños saltos y se taba el rostro. No podía evitar verlo tan jodidamente tierno.

—Wonwoo...—iba a decirle algo pero escuchó un grito que venía del pasillo—¿Qué fue eso?—

Wonwoo también escuchó ese grito, había visto suficientes películas de terror como para imaginar que era algún demonio del más allá que iba a por ellos para secuestrarlos y que sean su atributo como carne humana para sus jefes del más allá.

—¿Y si es un espíritu del más allá?—le dijo a su esposo tapándose con las mantas—

—No digas tonterías, eso no es real, Wonu—se levantó y fue hasta la puerta—

El castaño también se acercó, se asomaron y pudieron ver a Sam hecho bolita en la puerta de su habitación y podían escuchar como el pequeño estaba sollozando.

Ni siquiera lo pensaron y fueron directamente hasta el infante, quién no podía parar de llorar.

—San, cariño—le susurró el castaño—

—T-tengo miedo—dijo con sus manitas en sus oídos—

Le habían informado que a San le daban demasiado miedo los ruidos fuertes, pero jamás imaginaron que se pusiera de esta manera.
Nunca antes lo habían visto tener los ataques porque Eric era el que siempre lo consolaba.
Lo acogieron rápidamente y lo llevaron a su habitación.

El castaño abrazó fuertemente a San y Mingyu no se quedó atrás, él estaba acariciando la espalda del pequeño para que se calmara.

—Ya está, cariño—le habló suave—Estamos aquí, no te va a pasar nada—

San estiró su brazo para agarrar la mano del moreno, al parecer le gustaba tomarla, de alguna manera lo hacía sentir más protegido si sentía que los dos estaban con él.

Tal vez fue porque cuando tenía estos pequeños ataques, su hermano Eric era quién lo acurrucaba entre sus brazos y Jisung lo tomaba de la mano.

Su llanto y respiración se fueron calmando, trataba de no concentrase tanto en los truenos que sonaban de fondo, por suerte Wonwoo estaba tapándole los oídos para que no se escuchara tan fuerte.

Mingyu y Wonwoo ni siquiera pensaron en aplicar en las distintas tácticas que les dió Bae por si el menor tenía uno de esos ataques, lo único que pensaron fue en cuidarlo y protegerlo. Tal y como fuera su hijo.

Escucharon que la puerta era fuertemente abierta. Miraron y era un Eric con todos sus pelos alborotados, recién levantado y con una mirada de desesperación.

—¡San...!—se tapó la boca al ver que el menor estaba completamente dormido en los brazos de Wonwoo —

Ya había regulado su respiración y estaba completamente sumergido en el sueño.

—Ya se durmió—susurró mientras acariciaba al menor—

Eric se acercó y se arrodilló para poder ver a San y se veía tan tranquilo. Se puso demasiado nervioso al no ver a su hermano durmiendo en su cama, después de haberse despertado con la fuerte tormenta no pudo evitar en pensar en que tal vez se hermano pudo haber tenido un ataque.

—Vayamos a acostarlo—habló Mingyu en voz baja para no despertarlo—

Se levantaron con mucho cuidado y llevaron a San a su habitación, lo recostaron suavemente sobre su cama y lo taparon para que no le de frío.

Cuando ya lo había recostado, el menor se acurrucó entre las sábanas y soltó un suspiro mientras se acomodaba.

Se aseguraron de que esté completamente dormido y ya los tres salieron sigilosamente de la habitación

—¿Qué hacías levantado?—le preguntó el mayor después dejar entreabierta la puerta de la habitación—

—Me desperté por la tormenta y pensé que San me necesitaba—

Se sintieron mal por un momento, pensaron que le estaban sacando el lugar al menor de cuidar a sus hermanitos.

—Ah, perdón por eso—pidió el castaño—

—Sí, lo escuchamos llorar y ...—

—No, descuiden—interrumpió el menor—Gracias por ese gesto, Wonnie nunca antes se había calmado con alguien más que no seamos Sunggie y yo—

—Bien, ve a acostarte, ya es tarde—

—Sí...hasta mañana—

Estaba teniendo impulsos de ir a abrazar a la pareja, pero sentía que era algo repentino. Al final ignoró todo y se dió vuelta para ir directamente hacia ellos y atraparlos hasta donde sus brazos podían, lo mayores tardaron un poco en responder por lo imprevisto que fue eso pero al final terminaron correspondiendo.
De no ser porque era de noche y estaba Eric con ellos, hubieran saltado de la gran emoción que tenían, sus corazones estaban dando un montón de bombardeos y la felicidad les había subido al límite al ver que por fin el menor hacía ese tipo de contacto hacia ellos.

—En serio, gracias—se separó de ellos y ya se fue a su habitación—

Se aseguraron de que el menor cerrara por completo la puerta, se miran entre ellos y comenzaron a reír y a dar pequeños saltitos de felicidad. Obviamente tratando de que su emoción no se haga muy ruidosa.

—¿¡Amor viste lo que fue eso!?—susurró un poco fuerte—

—Sí y....a dormir—dijo Wonwoo mientras fruncía el seño a Sehun que los veía desde la puerta riendo—

El menor hizo caso y para no volver no los vuelva a descubrir, ellos se adentraron a la suya y ya ahí pudieron dar sus saltos de emoción mientras se tomaban de las manos.