— A ti te estaba buscando — usó la misma frase que cuando la llevó al cuarto del conserje. Haechan estaba confundido mientras que sus amigos se detenían porque las risas no salieran de sus bocas, eso por ver cómo Minjeong apretaba tanto los puños como los labios — Tú y yo vamos hablar — a Haechan se le salió un risita y miró de lado.

— ¿Y qué te hace pensar que yo... — Minjeong lo cogió de la corbata y sin importar escucharlo quejándose caminó a pasos veloces. No le importaba que todos se les quedaran mirando o murmurando por el pasillo, no por ahora.

Nuevamente abrió la puerta del cuarto de limpieza y se adentró con él cerrando esta misma. Haechan se quitó de su agarre y la miro de frente.

— ¿Qué te pasa?

— Te diré que me pasa, pasa que ya no lo soporto mas ¿entiendes eso?

— Y por eso me tienes que secuestrar. — le sonrío inocente.

— Haechan ya no soporto esto, son dos semanas, no se cómo le haces pero ya no puedo seguir así.

— Para tu información yo no estoy haciendo nada, así que conmigo no vengas a quejarte.

— ¿Estás demente?

— No tengo nada que ver con lo que te pasa, así que no vengas a quejarte conmigo. Aunque pensándolo bien — se tocó la barbilla, pensativo — Hay que admitir que es divertido verte enojada.

— ¡Haechan, estoy hablando enserio!

— Y yo te estoy diciendo que no tengo nada que ver con eso, si lo estuviera ya mi cara estaría en todas partes pero da la casualidad de que tú eres la única destacada, no haré nada sólo porque tú lo dices, que al fin y acabo te lo buscaste.

Minjeong abrió la boca con los ojos al borde de lágrimas, la forma en cómo decía las cosas Haechan le sorprendía bastante, tanto para creer que era un ser inhumano.

— ¿Es qué acaso te da igual?

— Qué ingenua, no eres nada conmigo, y ahora que lo veo no estás en tu papel de chica valiente cómo cuándo en la cafetería. Me estás pidiendo ayuda sólo por que ya no sabes que hacer ahora que no soy yo el que está haciéndote pasar esto sino alguien más, es decir, averigua por tu propia cuenta, no me metas en tus asuntos — Minjeong ya no pudo más y con agresividad lo empujó desde su pecho.

— ¡Sé qué tú lo hiciste, deja de mentir! — empezó a golpear su pecho hasta que él sujetó sus muñecas y la acorraló a la pared. Minjeong giró su cara esperando para que lo venía, sin embargo, nada ocurrió durante unos segundos.

— Conmigo no te vas a poner así, y que te quede claro que yo no tengo nada que ver con lo que están haciéndote, cómo tú dijiste, no me culpes de algo que yo no hice, ¡Y mírame cuando te hablo! — Minjeong sólo le mostró el rostro con lágrimas descendiendo hasta su barbilla. Haechan gruñó irritado — ¿Enserio creíste que te golpearía? Por favor, que tonta eres — se separó soltando sus muñecas. — ¡Ya deja de llorar, que solo me pones más nervioso! — la puerta se abrió de golpe dejando ver a Yangyang confuso mirando a uno y a otro. — ¿Qué quieres?

— Tienes que ver algo, y no te va a gustar — después de que Haechan salió Yangyang miró a Minjeong, aún su rostro seguía lavado en lágrimas, pero el chico no preguntó nada, apesar de que lo habían echo sólo se mantuvo firme en su lugar — Tú también deberías venir.

(...)

— ¿Pero qué..? — Haechan estaba boquiabierto mirando hacia la pantalla del celular — ¿Cuándo fue subido esto?

— Hace cinco horas — contestó Jaemin. — Lo peor es que debajo de la descripción hicieron un hashtag con la frase #haechanagresordechicas.

— Cualquiera que haya grabado eso lo hizo con la finalidad de acabarte. — Jeno volvió a mirar la pantalla.

— ¿Tú lo hiciste? — miró a Minjeong quién de inmediato frunció el ceño.

— ¿Cómo crees que voy hacer eso?

— Si lo hiciste mejor dilo de una vez antes de que...

— Oye, para — Jaemin se puso en medio de ambos — No tiene caso que ella lo hiciera, así que no la culpes de algo que no hizo.

— ¿Cómo puedes estar tan seguro?

— Porque no sería tan tonta para humillarse a si misma — Minjeong miró mal a Jaemin a sus espaldas mientras que Haechan reflexionaba un poco.

— Tiene lógica.

— Quién lo subió también hizo lo mismo con el vídeo donde Minjeong te vacía la coca...

— Cállate Jeno.

— Lo malo es que también lo compartieron en instagram — Yangyang miró la pantalla de su celular y Haechan se pegó junto a él.

— ¿Los dos? — asintió sin verle. — ¿Hace cuánto?

— Hace dos minutos, y yo que sepa tu padre tiene Instagram ¿no? — Haechan puso las manos en la cabeza echándola hacia atrás.

— Si eso le llega a mi padre al diablo la escuela.

— También a tu reputación, porque ahora no sólo se irán contra ti, sino que defenderán a Minjeong y cualquier chica de la escuela te señalará y dirá lo que vió, así que tienes dos opciones: o amenazas o amenazas, no te queda de otra, y ten en cuenta que ambos videos están en las dos redes así que cualquiera puede verlo tu padre — Haechan respiró hondo antes de decir algo, y miró a Minjeong con el semblante serio. — Bien, lo haré ¿satisfecha? — Minjeong alzó la vista, sorprendida y una media sonrisa se le formó pero a la vez desapareció.

— G-gracias — susurró.

— Ya se como hacerlo, pero necesito que sea antes de la dos horas — sin decir más, empezó a caminar en dirección contraria y Minjeong ya estaba por darse la media vuelta.

— Minjeong — la llamó Jeno, y ella volteó.

— ¿Qué?

— ¿No crees que debiste darle un abrazo a Haechan? — rodó los ojos haciendo una cara de asco que provocó el aumento de risa en los chicos.

— Un gracias de menos hubiera bastado — Jaemin se tapó la boca riendo.

— ¡Si lo hice, que sean sordos no es mi problema!

— Cálmate — Jaemin alzó las manos mientras reía desesperado, Minjeong ladeó la cabeza yéndose de allí.

(...)

Habían pasado exactamente dos semanas y de repente notó algo raro; los mensajes en su celular habían disminuido, más bien, desaparecido, ya nadie la molestaba, y eso le alegraba bastante. Entró al aula y nadie tenía la mirada fija en ella, todos en sus propios asuntos, ni siquiera Ningning se le acercó cómo de costumbre, pero eso estaba bien, para ella. Sentía un alivio enorme.

Ahora caminaba por los pasillos y una paz infinita invadió su ser que le generó una gran sonrisa y que poco después borró al sobre saltarse y ver a Haechan recargando la espalda y un pie en la pared a sólo unos pocos metros de ella. Por alguna razón quiso acercarse a él, no convencida pero aún así lo hizo a pasos pacíficos. El chico jugaba con la manga de su chamarra y al notar de si presencia alzó la mirada alzando una ceja.

— ¿Vienes a agradecerme?

— De echo ya lo hice — Minjeong entrelazó sus manos mientras estás sudaban, no se sentía cómoda estando tan cerca ni menos sin alteraciones.

— Entonces ¿por qué te acercas? — ella abrió la boca para decir algo pero la cerró en el momento en que él otra vez le miró, y sólo agachó la cabeza.

— Para nada, solo... gracias.

— Da igual, no lo hice por ti.

— Pero al menos así estarás satisfecho ¿no?

— Bueno, ya que tú me pediste que te ayudara ahora te toca a ti.

— ¿Qué me toca?

— Un favor.

— ¿Es enserio?

— Mira, no me gustaría que las cosas volvieran así que tomálo — ella le miró unos segundos no muy convencida, pero Haechan le sonrío con sorna, y sabía que así no podía con él — Favor con favor se paga Minjeong — ella suspiró cansada, no le quedaba más que aceptar.

— ¿Qué quieres que haga?

— Primero que nada asegúrate de traer tu mochila contigo cuando suene la campana del descanso.

— ¿Por qué?

— Te espero en el patio junto a la puerta que está por atrás — y solo asi le dio la espalda caminando a su otra dirección.

(...)

— Llegas dos minutos tarde.

— Dijiste "te espero en el patio junto a la puerta de atrás"

— Si pero no que llegaras con esa lentitud.

— Yo camino así — se defendió.

— No es una excusa — rodó los ojos mirando a otra parte. — bien, dale tu mochila a Jaemin.

— ¿Por qué?

— Tú y yo vamos a salir.

— ¿Salir? ¿A dónde?

— No hagas preguntas y solo haz lo que te digo ¿Quieres? — contestó un poco fastidiado, ella ladeó la cabeza retrocediendo un paso.

— No, no voy a hacerlo.

— Si que te tomas muy enserio lo de la niña bien, dale tu mochila a Jaemin — miró no muy segura hacia los amigos de Haechan.

— Tú descuida, les cuidaremos las mochilas para que no los descubran — una pequeña sonrisa se formó en Jaemin hacia la chica, esta suspiró un poco descolgando la mochila para entregársela.

— Ven — Haechan jaló la palanca sin hacer el sumo ruido y después abrió esta misma — Les llamaré cuando estemos por venir para que nos abran. — estos asienten y ven que Minjeong duda en dar un paso afuera.

— ¿Vas a salir si o no? — aún cargando los nervios en punta dió un pequeño paso hacia adelante, pero Yangyang se encargó de empujarla por completo de la puerta. Esta se cerró y Minjeong volvió a sentir nervios por todo su cuerpo.

— Haechan... no lo sé...

— ¿Vas a empezar a quejarte?

— ¿Pero si nos descubren? — detuvo el paso mirándola.

— No pasa nada, ellos van a vigilar.

— Pero es que... nunca me ido de pinta.

— Bueno, será la primera vez que lo hagas — Haechan siguió andando pero Minjeong se quedó en su mismo lugar, pensando todas las posibles cosas que sucederían si nada de esto saldría bien, como que fueran perseguidos por un desconocido y ella no volviera a ver la luz del día. Mucho miedo guardaba y sobre todo porque no sabía a donde quería ir Haechan.

— ¿Te quedarás allí o caminarás? — la voz del chico la sacó de sus pensamientos y corrió lo más rápido para alcanzarle — Te preocupas por poco.

— Es que... ni siquiera se a donde vamos. — él se detuvo y volteó a verla.

— ¿Quieres saber a dónde llevo a la gente que se va conmigo de pinta?