
🗡️࿐「 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖮1 」
«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝗎𝗇𝗈»... [𝖮1]
❝𝗘𝗹 𝗗𝗲𝘀𝗽𝗲𝗿𝘁𝗮𝗿❞
El amanecer se colaba débilmente por la ventana cuando Min Yoongi se giró en su cama, incómodo y malhumorado. Había pasado la noche entre sueños confusos y pensamientos errantes, atormentado por el aburrimiento que consumía su vida diaria. Todo le parecía tan monótono, tan insípido, que incluso aquel libro de cuentos que había leído por puro impulso -una colección de historias absurdas y predecibles sobre caballeros y princesas en apuros- le había irritado más que entretenerlo.
Entre murmullos de protesta, había cerrado el libro con desdén, deseando que aquellos personajes tan estereotipados pudieran ver la vida con el mismo cinismo y hastío que él.
━ ¡Qué ridículo! ━ había exclamado la noche anterior, lanzando el libro sobre su escritorio ━. Si yo fuera el protagonista de un cuento de hadas, todos esos caballeros y princesas verían lo patético de sus vidas perfectas... ¿Rescatar princesas? ¿Salvar reinos? ¡Qué absurdo!
El sueño finalmente lo venció poco después de su queja, llevándolo a una oscuridad profunda y reparadora. Pero, a la mañana siguiente, cuando abrió los ojos, no se encontró en la seguridad de su habitación ni bajo las sábanas que había dejado caer al suelo en medio de su sueño intranquilo. En su lugar, todo era verde y dorado, con el brillo del sol filtrándose entre las hojas de árboles altos y extraños. Min se sentó bruscamente, parpadeando para despejar su visión, pero la escena no cambiaba.
Alrededor de él, un bosque espeso y vibrante se extendía en todas direcciones, con raíces retorcidas y flores de colores que nunca antes había visto. La brisa olía a algo dulce, una mezcla embriagante de hierbas frescas y rocío.
Confundido, Min se llevó las manos a la cabeza, pero lo primero que sintió no fue su habitual cabello despeinado, sino algo metálico y frío que le rodeaba la frente. Frunciendo el ceño, bajó la mirada y descubrió que su cuerpo estaba cubierto por una armadura reluciente, pulida hasta brillar como un espejo. Su pecho, brazos y piernas estaban protegidos por placas de metal cuidadosamente trabajadas, y a su cinto colgaba una espada larga, en cuya empuñadura se veían grabados intricados que parecían centellear con una luz propia.
━ ¿Qué...? ━ murmuró, incrédulo, mientras intentaba moverse. La armadura emitía un sonido suave y metálico con cada movimiento, y aunque la espada pesaba, se sentía extrañamente natural en su costado, como si siempre hubiera sido parte de él.
Min se puso de pie, tambaleándose ligeramente mientras se acostumbraba al peso de su nueva vestimenta. La confusión y el asombro crecían dentro de él a cada segundo, y sus ojos recorrían el bosque en busca de alguna señal de lo que estaba ocurriendo. ¿Un sueño? Tal vez. Pero todo se sentía demasiado real. Incluso el suelo bajo sus pies, cubierto de hojas húmedas, desprendía el aroma terroso y fresco que sólo el bosque podía ofrecer.
Justo cuando Min intentaba asimilar lo que veía, una voz resonó desde arriba, clara y burlona, como si hablara directamente desde las alturas del cielo, y a la vez, desde algún rincón oculto de su mente.
━ Vaya, vaya... parece que el caballero ha despertado ━ dijo la voz, melodiosa y llena de un humor sarcástico que hizo que Min frunciera el ceño automáticamente ━. Bienvenido, Min Yoongi, al reino de Fantasía.
Min alzó la mirada, buscando el origen de aquella voz. Pero no había nadie; sólo las copas de los árboles que parecían observarlo con atención, como si guardaran secretos que él aún no comprendía.
━ ¿Quién...? ━ empezó a decir, pero la voz lo interrumpió con una carcajada suave.
━ Oh, yo soy simplemente el narrador de esta historia... o, mejor dicho, el creador de este mundo en el que ahora te encuentras. Me llamo Jeon. Encantado de finalmente conocerte, Min Yoongi ━ respondió la voz, tan cercana que Min casi podía imaginar la sonrisa burlona detrás de ella.
Min se cruzó de brazos, con expresión desafiante, aunque la incomodidad lo invadía. La voz, con su tono juguetón y ligeramente autoritario, le resultaba irritante. ¿Narrador? ¿Reino de Fantasía? Nada tenía sentido.
━ Esto tiene que ser una broma ━ masculló, más para sí mismo que para la voz en el cielo ━. ¿Dónde estoy? ¿Y por qué llevo esta armadura?
Jeon rió suavemente, como si encontrara sus preguntas ingenuas.
━ Estás en un cuento de hadas, Min. Como siempre quisiste. Yo he decidido darte la oportunidad de ser el héroe de una historia, uno de esos que tanto desprecias. Tal vez este sea el único modo en que entiendas lo que significa ser un caballero ━ dijo Jeon con un tono más serio, aunque en su voz aún se percibía esa nota de diversión.
Min sintió cómo una mezcla de incredulidad y rabia crecía dentro de él. No podía creer lo que estaba oyendo. ¿Un cuento de hadas? ¿Él, un caballero? ¡Ridículo!
━ Déjame adivinar... ━ respondió Min con sarcasmo ━. Ahora quieres que rescate a alguna princesa o que luche contra algún monstruo para "probar" mi valentía. Como si alguna de esas cosas me interesara.
Jeon soltó una carcajada que resonó por todo el bosque, haciendo que las hojas se sacudieran como si se rieran también.
━ Nada de princesas en peligro, Min. Al menos no en esta historia. Aquí tienes una misión mucho más importante: debes encontrar la Espada de Flissa. Esa espada es la clave para restaurar el equilibrio en este reino. Sin ella, todo caerá en la oscuridad.
Min soltó un suspiro exasperado, pasando una mano enguantada por su frente, sintiendo el peso de las palabras del narrador que, de algún modo, parecían llenar el aire de seriedad.
━ La Espada de Flissa, claro... Y dime, ¿qué se supone que haga yo con esa espada? ¿Acaso sabes con quién estás hablando? Yo no soy un héroe, ni tengo intención de convertirme en uno.
━ ¿No es ese el propósito de toda historia? ━ respondió Jeon, su tono ahora suave y casi reflexivo ━. Los verdaderos héroes son aquellos que empiezan dudando de sí mismos. Al igual que tú, Min.
A regañadientes, Min miró la espada a su lado. Algo en ella parecía llamarlo, un brillo en la empuñadura que pulsaba suavemente, como si lo invitara a desenvainarla y descubrir su secreto. Aunque toda la situación le resultaba absurda, y la voz de Jeon seguía irritándolo, una extraña curiosidad empezó a crecer dentro de él, junto a una sospecha de que tal vez estaba destinado a algo que aún no comprendía del todo.
Min suspiró, resignado.
━ Supongo que no tengo opción, ¿verdad? Si este es tu cuento, y yo soy el protagonista, entonces tendrás que decirme por dónde empezar.
La voz de Jeon dejó escapar una nota de satisfacción.
━ Exactamente.
El sonido de sus propios pasos resonaba en el bosque, acompañado por el susurro inquietante de las hojas al mecerse. Min avanzaba, aún sin saber muy bien hacia dónde se dirigía o por qué estaba haciendo caso a esa voz que, a pesar de sus aires de superioridad, parecía saber lo que hacía. Al menos, así trataba de convencerse mientras caminaba con una incomodidad cada vez más evidente. La armadura reluciente le pesaba y cada paso le recordaba lo poco familiar que le resultaba aquel mundo.
━ No me acostumbro a esta cosa ━ masculló, intentando ajustar las piezas metálicas en sus brazos.
La voz de Jeon apareció de inmediato, como si hubiera estado observándolo en silencio y esperara el momento perfecto para interrumpir.
━ Te acostumbrarás, Min. La armadura es solo el primer paso para entender que ahora formas parte de algo más grande. Eres un caballero, después de todo.
Min bufó con escepticismo. La idea de ser un "caballero" todavía le parecía absurda. No era su estilo. ¿Salvar reinos? ¿Proteger espadas mágicas? Todo eso sonaba como una tarea aburrida y cliché, algo sacado directamente de un libro que él, en su vida cotidiana, jamás se habría molestado en leer.
━ Claro, "un caballero". La voz sigue hablando como si esto fuera una gran cosa... ━ murmuró mientras pateaba una piedra, algo infantil en su actitud, como si esperar una reacción por parte de Jeon.
Pero el bosque no respondió de inmediato, sumiéndolo en un silencio inquietante. Las ramas crujían bajo sus pies, y la quietud de los árboles comenzó a resultar más incómoda de lo que quería admitir. Fue en ese momento, justo cuando pensaba que podría estar empezando a disfrutar de la soledad, cuando escuchó un sonido extraño, un susurro de hojas y un crujido de ramas cercano. Min se detuvo, mirando alrededor con atención, y entonces lo vio: una figura pequeña y deforme asomando entre los arbustos, con ojos brillantes y maliciosos.
━ ¿Qué...? ━ murmuró, entrecerrando los ojos para tratar de identificar a la criatura.
Antes de que pudiera reaccionar, la figura salió de su escondite, y detrás de ella aparecieron otras más, todas con una apariencia retorcida y piel de un color verdoso apagado. Sus cuerpos pequeños y delgados parecían frágiles, pero los cuchillos oxidados y las hachas rudimentarias que llevaban en las manos contaban otra historia. Eran goblins, criaturas que Min reconocía vagamente de algún relato infantil, pero que jamás había imaginado ver de cerca, mucho menos enfrentarse a ellos.
Uno de los goblins avanzó unos pasos, alzando su arma improvisada y mostrando una sonrisa perversa.
━ ¡El caballero se ha perdido! ━ rió, en un tono chillón y burlesco que hizo que a Min se le erizara la piel.
━ Vaya, vaya, parece que tienes tus primeros adversarios, Min ━ la voz de Jeon sonó divertida en su mente, como si disfrutara de aquella situación.
Min lo ignoró, tragando saliva mientras veía cómo el grupo de goblins se acercaba lentamente, rodeándolo. No había tiempo para pensar, y por un instante, el peso de la espada en su cinto parecía demasiado. Pero en un arrebato de pura adrenalina y terquedad, Min desenvainó el arma, sosteniéndola torpemente entre sus manos.
━ ¿Realmente quieres luchar contra mí? ━ preguntó, intentando sonar seguro, aunque su voz temblaba ligeramente.
Los goblins solo rieron, como si no se tomaran en serio la amenaza. Min sintió que el calor le subía a las mejillas, humillado por la burla, pero aún más decidido a demostrar que, aunque fuera en ese extraño mundo, no se dejaría intimidar por un grupo de criaturas risueñas y diminutas. Uno de los goblins se lanzó hacia él, levantando su cuchillo oxidado, y Min apenas tuvo tiempo de levantar la espada para bloquear el ataque. La fuerza del impacto hizo que su brazo se entumeciera, pero consiguió mantenerse firme, empujando al goblin hacia atrás.
Los otros goblins avanzaron al ver el ataque fallido de su compañero, y Min apenas tuvo tiempo de calcular sus movimientos antes de verse rodeado, moviendo la espada de un lado a otro de forma errática y torpe. La espada era pesada, y sus movimientos lentos, pero al ver la figura de los goblins retroceder ligeramente, comprendió que, al menos, podía intimidarlos un poco. Sin embargo, sabía que no podría mantener esa postura durante mucho tiempo.
━ ¿No puedes hacer algo? ━ gritó al cielo, esperando que Jeon, de algún modo, interviniera para ayudarlo.
La respuesta de Jeon fue una risa burlona.
━ Tú eres el caballero aquí, Min. ¿No querías probar que los cuentos de hadas eran absurdos? Pues adelante, demuestra que tienes razón.
Min apretó los dientes, maldiciendo en silencio a aquella voz que parecía disfrutar de su incomodidad. Pero no tenía tiempo para lamentarse; otro goblin se lanzó hacia él, y esta vez, Min logró moverse con más agilidad, bloqueando el ataque y luego empujando al goblin con la base de la espada, enviándolo de vuelta a sus compañeros.
A pesar de su torpeza inicial, algo dentro de él comenzó a despertar. Tal vez era la adrenalina, tal vez era el instinto de supervivencia, pero de algún modo, sus movimientos empezaron a ganar precisión, y con cada golpe y cada bloqueo, Min sentía que la espada se volvía una extensión de su propio cuerpo. Aunque seguía siendo incapaz de controlar el arma con destreza, poco a poco, la torpeza se transformó en un ritmo más seguro. Su respiración era entrecortada, pero sus ojos estaban fijos en el grupo de goblins, que ahora parecían más cautelosos, retrocediendo unos pasos mientras lo observaban con desconfianza.
Uno de ellos alzó su cuchillo, amenazante, pero Min aprovechó el momento para dar un paso adelante, apuntando con su espada en un intento de intimidación.
━ ¿Quién es el tonto ahora, eh? ━ dijo con una sonrisa que, aunque temblorosa, reflejaba una confianza que él mismo desconocía.
Los goblins intercambiaron miradas nerviosas, y tras unos segundos, comenzaron a retroceder, emitiendo gruñidos de frustración y odio. Sin embargo, Min no bajó la guardia hasta que los vio desaparecer entre los árboles, susurrando palabras incomprensibles. Solo entonces, cuando estuvo seguro de que el peligro había pasado, dejó caer la espada al suelo y se inclinó, respirando profundamente mientras sentía cómo el agotamiento lo alcanzaba de golpe.
La voz de Jeon volvió a aparecer, esta vez en un tono más serio.
━ Nada mal para alguien que nunca antes había empuñado una espada ━ comentó, con una leve nota de aprobación.
Min se dejó caer sobre el suelo cubierto de hojas, sin importarle la incomodidad de la armadura, y lanzó una carcajada exasperada.
━ Si esto es un cuento de hadas, ya me quiero despertar ━ respondió, agotado pero con una chispa de satisfacción en su mirada.
Había sobrevivido.
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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09
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