🗾࿐「 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 23 」
«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝗎𝗇𝗈» [23]
❝𝗣𝗿𝗼𝗺𝗲𝘀𝗮❞...
Namjoon se encontraba de pie junto a la cama de Seok-Jin, con el corazón en un puño y los ojos llenos de lágrimas contenidas. El beso que había compartido con Jin había sido breve pero lleno de significado, como un último gesto de amor y despedida. Sin embargo, el ruido repentino de la puerta al abrirse lo sacó bruscamente de su ensimismamiento.
Tres oficiales entraron rápidamente en la habitación, con las armas en alto y las miradas tensas. Namjoon se giró lentamente hacia ellos, su expresión una mezcla de desesperación y resignación. Sabía lo que esto significaba: la culminación inevitable de sus acciones.
Los oficiales, con una mezcla de precaución y determinación, rodearon a Namjoon. Uno de ellos habló con voz firme pero compasiva: ━ Kim Namjoon, está bajo arresto por cargos de asalto, homicidio y posesión ilegal de armas. Tiene el derecho a permanecer en silencio. Cualquier cosa que diga puede ser usada en su contra en un tribunal de justicia.
Namjoon asintió levemente, aunque su mente estaba dividida entre la preocupación por Jin y la inevitable trayectoria hacia la justicia que ahora enfrentaba. Mientras los oficiales procedían a esposarlo, Namjoon no opuso resistencia. Su mente estaba ocupada por los recuerdos de los últimos momentos junto a Jin, de las promesas no cumplidas y del amor que ahora parecía estar desvaneciéndose en el aire.
━ Volveré por ti, Jin ━ murmuró para sí mismo mientras era conducido fuera de la habitación. Su voz resonó con determinación y un toque de desesperación, la promesa de un hombre que no dejaría que la adversidad lo separara del amor de su vida.
El pasillo del hospital parecía interminable mientras los oficiales lo escoltaban hacia la salida. Namjoon se esforzó por mantener la compostura, pero el dolor físico de su herida en la pierna y el tormento emocional de dejar a Jin en ese estado lo abrumaban.
Al llegar a la entrada del hospital, Namjoon se detuvo un momento, mirando hacia atrás con una mirada cargada de angustia hacia el edificio donde Jin yacía. El futuro parecía incierto y sombrío, pero una cosa era clara en su mente: no se rendiría tan fácilmente. Se juró a sí mismo que haría todo lo que estuviera en su poder para regresar junto a Jin, para enfrentar las consecuencias de sus acciones y para asegurarse de que su amor no terminara así.
Subió al automóvil de policía con la cabeza gacha, sintiendo el peso del arresto y las consecuencias de sus decisiones. A pesar de todo, una llama de esperanza ardía en su pecho. Sabía que tenía que luchar, no solo por su propia libertad, sino por el bienestar de Jin. Prometió en silencio que haría todo lo que estuviera a su alcance para demostrar que su amor era más fuerte que cualquier circunstancia adversa.
Durante el trayecto hacia la comisaría, Namjoon permaneció en silencio, perdido en sus pensamientos. Recordó cómo conoció a Jin, los momentos felices que compartieron y cómo el destino parecía conspirar para poner a prueba su amor de la manera más cruel posible. Cada recuerdo se convirtió en un recordatorio de por qué debía mantenerse fuerte, por qué debía luchar contra viento y marea por su relación con Jin.
La noche en la comisaría fue fría y desoladora. Namjoon fue procesado, sus derechos leídos nuevamente y colocado en una celda provisional mientras esperaba la audiencia inicial. El tiempo parecía deslizarse lentamente mientras reflexionaba sobre su situación. No tenía ilusiones sobre la gravedad de los cargos que enfrentaba ni sobre las dificultades legales que le esperaban.
En la oscuridad de su celda, Namjoon cerró los ojos y se permitió recordar una y otra vez el rostro de Jin, la suavidad de sus labios, el brillo en sus ojos cuando sonreía. Cada recuerdo era un bálsamo y una tortura al mismo tiempo, reforzando su determinación pero también aguijoneando su corazón con la incertidumbre.
Jimin se encontraba en un estado de desesperación y angustia que amenazaba con consumirlo por completo. Sentado en la incómoda silla de espera del hospital, observaba a Taehyung y Jungkook, quienes intentaban consolarse mutuamente en un gesto de apoyo silencioso pero palpable. El ambiente a su alrededor era tenso y lleno de ansiedad, con la espera de noticias sobre Seok-Jin pesando como una losa sobre sus corazones.
El caos que se había desatado parecía inverosímil, como si un mal presagio se hubiera cumplido inexorablemente desde el momento en que Yoongi, Namjoon y Jungkook se aventuraron en la misión para capturar a Choi. Jimin se había sentido inquieto desde el inicio, una sensación de que las cosas no terminarían bien. Sin embargo, nunca había anticipado que estaría sentado en este hospital, impotente y lleno de miedo por la vida de Seok-Jin.
Según lo que había logrado averiguar de Jungkook entre sollozos y detalles escasos pero angustiantes, Seok-Jin había sido herido de gravedad durante el tiroteo en el prostíbulo. La sola idea de que Jin hubiera resultado herido debido a las acciones que habían desencadenado los eventos llenó a Jimin de una culpa abrumadora. Había llorado sin descanso desde que Seok-Jin partió con Jungkook, sintiendo que el pelirrojo había sellado su destino en un camino de peligro y consecuencias fatales.
Se maldijo a sí mismo repetidamente por no haber salido a tiempo de la mansión para seguir a Seok-Jin, detenido por guardias y la intervención de Taehyung y los otros chicos. En su mente, la culpa se enroscaba como una serpiente, apretando su corazón con cada recuerdo de oportunidades perdidas y decisiones erróneas.
La agitación en sus pensamientos fue abruptamente interrumpida por la llegada de un doctor alto y serio, vestido con su uniforme blanco. En su rostro se dibujaba una expresión de preocupación medida, y Jimin sintió que su corazón se aceleraba ante la expectativa de recibir noticias, aunque temía lo peor.
━ ¿Familiares de Kim Seok-Jin? ━ preguntó el médico con una solemnidad que hizo que Jimin, Taehyung y Jungkook se pusieran de pie de un salto, con los ojos llenos de una mezcla de duda y una pizca de esperanza frágil.
Las preguntas brotaron de sus labios ansiosos, cada uno de ellos luchando por entender la gravedad de la situación que enfrentaba Seok-Jin.
El doctor tomó aire antes de comenzar, intentando encontrar las palabras adecuadas para transmitir la devastadora realidad. ━ El paciente se encuentra en un estado muy delicado ━ comenzó con una voz calmada pero cargada de seriedad ━. Sufrió un disparo en el pecho, cerca del corazón. La herida es grave y ha perforado una zona extremadamente delicada.
Jimin sintió que el mundo se desplomaba a su alrededor. Sus ojos se llenaron de lágrimas y su respiración se volvió entrecortada mientras luchaba por contener la avalancha de emociones que amenazaba con desbordarse. Arañó desesperadamente sus manos con las uñas, tratando de encontrar una salida a la impotencia y el dolor que sentía.
━ Pero... ¿Él va a estar bien, verdad? ━ preguntó Jimin con una voz temblorosa, sus ojos suplicantes buscando desesperadamente un rayo de esperanza en el rostro del doctor.
El médico evitó su mirada por un momento, y antes de que pudiera responder, Jimin levantó la voz, lleno de desesperación y negación. ━ ¡Él va a estar bien! Sé que puede superar esto, él es fuerte, no puede dejarnos así...
Sus palabras se desvanecieron en un susurro roto, y bajó la cabeza para ocultar las lágrimas que ahora corrían sin control por sus mejillas. La noticia de que Seok-Jin estaba en coma fue un golpe devastador que resonó en los pasillos del hospital, donde el eco de su llanto, los gritos de angustia y las súplicas desgarradoras llenaron el aire.
Jimin, Taehyung y Jungkook se abrazaron en silencio, buscando consuelo mutuo en la desesperanza compartida. El dolor de la incertidumbre se cernía sobre ellos, una sombra oscura que amenazaba con extinguir cualquier esperanza de un futuro feliz.
Las luces intermitentes de las patrullas policiales iluminaban la calle nocturna mientras los oficiales se afanaban en asegurar la escena del crimen. El prostíbulo, un edificio decadente y de fachada sombría, estaba ahora inundado de actividad policial. Dentro, los investigadores se movían con precisión entre los restos del caos dejado por el tiroteo. Los cuerpos de los guardias de Choi yacían inmóviles, sus armas aún en las manos, testigos silenciosos de la violencia que había estallado minutos antes.
El inspector Lee, un hombre de mediana edad con una expresión severa y ojos penetrantes, lideraba el equipo de investigación. Su mente trabajaba rápido mientras evaluaba la escena, tomando nota mental de cada detalle. La prioridad era asegurar pruebas forenses que pudieran vincular directamente a Choi con los crímenes que se le imputaban. Los primeros informes de sus hombres indicaban que Choi había muerto a manos de uno de sus propios sobrinos, una ironía cruel en el mundo del crimen organizado.
━ Mantengan a todos afuera hasta que terminemos aquí adentro ━ ordenó el inspector Lee, su voz grave resonando en el tumulto controlado de la escena.
Policías uniformados bloquearon las entradas, manteniendo a raya a los curiosos y asegurando que ningún detalle se contaminara antes de que los forenses terminaran su trabajo.
El equipo de investigación estaba enfocado en varias líneas de investigación. Algunos recogían casquillos de balas dispersos por el suelo, marcando cuidadosamente cada uno para su análisis posterior. Otros tomaban fotografías meticulosas de las paredes marcadas por los disparos y de los cuerpos caídos en poses retorcidas. Cada imagen capturaba un momento de violencia, una pieza más en el rompecabezas que estaban construyendo.
En una esquina del prostíbulo, un oficial encontró una caja fuerte oculta detrás de un panel suelto en la pared. Con cuidado, la abrió para revelar fajos de billetes y documentos cuidadosamente archivados. El inspector Lee se acercó, examinando los papeles con interés creciente. Eran registros financieros detallados que sugerían una operación mucho más grande de lo que inicialmente habían imaginado.
━ Esto podría ser nuestra entrada a una red de lavado de dinero ━ murmuró el inspector para sí mismo, su mente ya trazando conexiones y posibles rutas de investigación. Ordenó a sus hombres que sellaran la caja fuerte y la transportaran al departamento de policía para un análisis más exhaustivo.
Mientras tanto, en la sala de vigilancia del departamento de policía, los técnicos forenses revisaban las grabaciones de seguridad del prostíbulo. Las imágenes eran caóticas y a menudo interrumpidas por el fuego cruzado y el humo que llenaba las habitaciones. Sin embargo, entre los fragmentos visuales, había momentos cruciales capturados por las cámaras de seguridad.
Una imagen en particular llamó la atención: Namjoon, Yoongi y Jungkook luchando contra los guardias de Choi con una determinación feroz. Namjoon, en particular, parecía moverse con una intensidad impulsada por la ira contenida, disparando con precisión mortal mientras protegía a sus amigos y se abría camino hacia el núcleo del conflicto. Los técnicos hicieron una pausa en el video, retrocediendo para analizar cada movimiento, cada disparo, en busca de pistas adicionales que pudieran arrojar luz sobre los eventos que llevaron al tiroteo.
━ ¿Puedes enfocarte en esa esquina? ━ pidió el inspector Lee, señalando hacia la pantalla mientras observaba a Namjoon desviar un disparo y devolver el fuego con una calma tensa ━ Quiero ver si hay algo que se nos haya escapado.
Los técnicos ampliaron la imagen, aumentando la resolución para capturar detalles más finos. En la esquina de la pantalla, justo antes de que Namjoon se abriera camino hacia el núcleo del edificio, un destello metálico atrajo la atención del inspector Lee. Era un anillo, brillando fugazmente a la luz de los disparos, un detalle aparentemente trivial pero potencialmente crucial.
━ Mantén esa imagen ━ ordenó el inspector Lee mientras los técnicos tomaban capturas de pantalla del anillo ━. Puede que no parezca gran cosa, pero podría ser nuestro boleto para identificar a uno de los guardias de Choi. Vamos a enviar esto para un análisis de reconocimiento facial inmediato.
El equipo de investigación continuó su trabajo con meticulosidad y paciencia, consciente de que cada detalle, por pequeño que fuera, podría ser la clave para resolver el rompecabezas. Recogieron muestras de ADN de los cuerpos caídos, analizaron las armas recuperadas en busca de huellas digitales y revisaron minuciosamente cada centímetro del prostíbulo en busca de cualquier indicio que pudiera llevarlos más cerca de entender completamente la red de crimen organizado de Choi.
Mientras tanto, el inspector Lee recibió un informe preliminar de los forenses. Habían encontrado huellas digitales en las armas utilizadas por los guardias de Choi, coincidiendo con registros criminales previos. Este descubrimiento ofrecía un vínculo sólido que podía conectar directamente a Choi con las actividades criminales que se sospechaba estaba involucrado.
La noche avanzaba lentamente mientras el equipo de investigación completaba su labor en el prostíbulo. Los policías recogían sus herramientas, los técnicos guardaban sus equipos y los forenses embalaban las pruebas cuidadosamente para su análisis posterior en el laboratorio. El inspector Lee permaneció en el lugar hasta el final, supervisando cada paso y asegurándose de que no se dejara ningún cabo suelto.
Finalmente, cuando el sol comenzó a asomarse en el horizonte y las primeras luces del amanecer teñían el cielo de tonos rosados y dorados, el equipo de investigación completó su trabajo. El prostíbulo quedó sellado, ahora un lugar de interés en una investigación en curso que prometía revelar más secretos y conspiraciones de lo que cualquiera de ellos hubiera imaginado inicialmente.
De regreso en el departamento de policía, el inspector Lee revisó los informes finales y las pruebas recolectadas. Había suficiente para proceder con una serie de arrestos y cargos formales contra los cómplices de Choi. El anillo encontrado en las imágenes de vigilancia resultó ser clave para identificar a uno de los guardias, quien pronto sería interrogado y procesado por su participación en el tiroteo y las actividades criminales relacionadas.
Mientras tanto, la investigación sobre el tiroteo y las acciones de Choi continuaba. Cada pieza del rompecabezas se estaba ensamblando lentamente, revelando un panorama más amplio de corrupción, traición y violencia que habían marcado las vidas de muchos involucrados. El camino hacia la justicia estaba trazado, pero aún quedaba mucho por hacer para garantizar que los responsables enfrentaran las consecuencias de sus acciones.
El sol brillaba alto en el cielo cuando el inspector Lee finalmente dejó su oficina para dirigirse a casa, exhausto pero satisfecho con el progreso realizado. Sabía que esta noche no había sido solo sobre la captura de criminales, sino también sobre la búsqueda de la verdad y la búsqueda de justicia para aquellos cuyas vidas habían sido afectadas por el oscuro mundo del crimen organizado.
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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09
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