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🏠 ࿐「 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖮3 」


«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝗍𝗋𝖾𝗌»... [𝖮3]

❝𝗖𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗲́𝗻𝗱𝗼𝘁𝗲 𝗺𝗮́𝘀❞


El primer día de trabajo para Jeon Jungkook había llegado cargado de una extraña mezcla de expectativas y desconcierto. Era consciente de que su tarea no solo consistiría en cuidar de un niño, sino en interactuar con él, comprender su mundo y quizás, en algún momento, hacer que se sintiera menos solo. La idea de encargarse de un niño tan pequeño no le era ajena, pero la situación en la que se encontraba ahora le resultaba inusitada.

Había algo en el ambiente de esa casa que parecía pesado, como si sus paredes mismas guardaran secretos no hablados, y todo en ella, desde los muebles hasta los miradas de los residentes, desprendía un aura de incomodidad.

Esa mañana, tras levantarse temprano, se encargó del desayuno con diligencia, como le había pedido Taehyung el día anterior. La casa parecía más vacía de lo que realmente era, y eso le resultaba aún más extraño. Con una habilidad natural para la cocina que nunca había dejado de sorprenderle, preparó algo sencillo pero nutritivo para el pequeño Dong-Sul, el niño que ahora debía cuidar durante las vacaciones. Aunque no parecía especialmente difícil, sentía que este primer día sería crucial para entender la dinámica que regía esa casa.

Dong-Sul, sin embargo, no parecía dispuesto a facilitar las cosas. Al principio, Jeon había intentado ser amable, y aunque no esperaba una inmediata conexión, se sorprendió de la fría indiferencia del niño hacia su presencia. El niño se sentó a la mesa sin decir una palabra, mirando fijamente el plato frente a él como si no tuviera la menor intención de comer.

La atmósfera que rodeaba la interacción estaba cargada de tensión, y Jeon no pudo evitar sentirse incómodo. Intentó entablar una conversación, como era su costumbre en este tipo de situaciones, pero el niño no mostró la más mínima respuesta.

━ ¿No tienes hambre? ━ preguntó Jeon con una sonrisa amable, tratando de romper el hielo.

Dong-Sul levantó la mirada brevemente, pero no contestó. En su lugar, comenzó a jugar con la cuchara, empujándola de un lado a otro del plato sin ningún interés.

━ ¿Sabes? Si no comes, no tendrás fuerzas para jugar después ━ continuó Jeon, tratando de alentarlo con suavidad.

El niño, con un gesto inexpresivo, dejó la cuchara en el plato y, con una actitud visiblemente desinteresada, empujó el desayuno lejos de él, como si ya hubiera decidido que no comería. El ambiente en la mesa se volvió aún más pesado, y Jeon pudo ver en los ojos de Dong-Sul una indiferencia que lo desconcertaba.

━ ¿Por qué te comportas así? ━ preguntó Jeon finalmente, sin poder contener su curiosidad. Sabía que tal vez no obtendría respuesta, pero algo en su interior lo impulsó a preguntar. Necesitaba entender.

Dong-Sul lo miró por un momento, y a pesar de que sus ojos no mostraban ira ni tristeza, había algo en ellos que denotaba una emoción oscura y desconocida.

━ Lo hago por mi padre ━ dijo al fin, su voz tan fría como su actitud.

Jeon se quedó en silencio por un momento, asimilando sus palabras. No entendía bien lo que eso significaba, pero de alguna manera, intuyó que la relación entre Dong-Sul y su padre debía ser complicada. El niño no parecía tener miedo de él, pero sí algo más profundo y doloroso que se reflejaba en su actitud hacia todo lo que lo rodeaba. Era como si el ambiente en esa casa lo hubiera moldeado de alguna forma, lo había endurecido antes de tiempo.

En ese momento, la puerta de la casa se abrió con un sonido fuerte, y la figura de Jo-Dae, el esposo de Taehyung, apareció en el umbral de la entrada. Su presencia llenó la sala de inmediato, y Jeon sintió una extraña presión en el aire, como si algo en su interior se hubiera tensado ante la llegada de ese hombre. Jo-Dae no era solo un hombre imponente por su tamaño, sino por la frialdad que irradiaba.

Su rostro, siempre serio y lleno de desdén, era la imagen misma del desinterés y la autoridad. Al verlo, Dong-Sul dejó de jugar con la cuchara y volvió a mirar el plato, pero esta vez no lo empujó lejos de él.

Jo-Dae observó a Jeon con una mirada que no necesitaba palabras para transmitir su mensaje. Era un desprecio tan palpable que Jeon casi pudo tocarlo en el aire. Sin mediar más palabras, se acercó al joven niñero y, con voz grave y autoritaria, le habló.

━ ¿Qué te crees, que puedes venir a meterte en la vida de mi hijo? ━ dijo Jo-Dae, su tono de voz duro como una piedra, sin el menor atisbo de cortesía. ━ No estás aquí para hacer preguntas, solo para cuidar y callar. No te tomes la libertad de interferir con su comportamiento.

Jeon se quedó quieto, sin saber cómo reaccionar ante las palabras de Jo-Dae. No esperaba una bienvenida cálida, pero tampoco había anticipado tal hostilidad. A pesar de la tensión en el aire, Jeon no podía evitar sentirse incómodo ante la manera en que Jo-Dae trataba a su hijo. Algo en su actitud hacia Dong-Sul parecía más una imposición de poder que una muestra de cariño o paternidad.

━ Entendido, señor ━ respondió Jeon finalmente, sin alzar la voz, pero con una firmeza que, aunque discreta, se percibía claramente en sus palabras. No estaba dispuesto a ceder ante la intimidación.

Antes de que la situación pudiera escalar, la puerta se abrió nuevamente, esta vez anunciando la llegada de Kim Taehyung. Su presencia, aunque no tan imponente como la de Jo-Dae, traía consigo una sensación de calma, como una brisa fresca que disipaba la tensión. Taehyung entró en la cocina, observando de inmediato el ambiente cargado y comprendiendo que algo había sucedido.

━ Jo-Dae, por favor... ━ Taehyung intervino con voz tranquila pero firme. No había necesidad de gritar, porque sus palabras siempre parecían ser escuchadas, incluso en medio de la tensión más densa. ━ Jungkook no hizo nada malo. Está aquí para ayudar.

Jo-Dae lo miró con desdén, pero al ver la mirada seria de Taehyung, no dijo más. Parecía ser uno de esos momentos en los que la autoridad de Taehyung era suficiente para hacer que Jo-Dae se retractara, aunque no fuera con una sonrisa. El ambiente comenzó a calmarse, y Jeon, que había estado completamente tenso ante la confrontación, dejó escapar un leve suspiro de alivio, aliviado de que la situación no hubiera escalado más.

━ No te preocupes ━ le dijo Taehyung a Jeon con una ligera sonrisa, acercándose a él. ━ Ya sabes cómo es Jo-Dae. Siempre ha sido así.

Jeon asintió, agradeciendo el apoyo que le brindaba Taehyung, aunque aún sentía la tensión en el aire. Sabía que su trabajo apenas comenzaba, y aunque no esperaba que todo fuera fácil, no se dejaba intimidar. Si algo había aprendido a lo largo de su vida, era que la paciencia y el respeto eran las claves para ganar la confianza de los demás.

Y, por extraño que pareciera, no solo estaba ahí para cuidar a Dong-Sul. Había algo más profundo, algo que sentía en el aire, que lo impulsaba a no rendirse tan fácilmente.

La tarde había avanzado lentamente, como si el tiempo en esa casa tuviera su propio ritmo, ajeno al del mundo exterior. Kim Taehyung se encontraba en su oficina, rodeado de papeles y tareas que nunca parecían terminar. Los informes y las responsabilidades se apilaban sobre su escritorio, como si el peso de su vida cotidiana lo hubiera seguido allí, hasta su pequeño refugio personal.

La luz tenue que entraba por la ventana iluminaba los documentos, pero no lograba aliviar la pesadez de su mente. Se sentía atrapado entre la rutina diaria, el desgaste de su relación con Jo-Dae y la distancia que sentía con su hijo, Dong-Sul, cuya indiferencia ya no lo sorprendía, pero sí lo dolía profundamente.

Mientras repasaba un documento tras otro, Taehyung apenas notó cómo la puerta de su oficina se abría suavemente, ni cómo el sonido de unos pasos cuidadosos rompían la quietud de la habitación. Solo cuando una bandeja con una taza de té y una pequeña merienda fue colocada sobre su escritorio, levantó la mirada, encontrándose con la figura de Jeon Jungkook. El joven, que aún no había hecho un gran esfuerzo por llamar su atención, ahora se le presentaba con una calma que parecía desbordarse de su ser.

━ ¿Te apetecía un poco de merienda? ━ preguntó Jeon con una sonrisa amable, sus ojos brillando con una suavidad que Taehyung no pudo evitar notar. En ese momento, la presencia de Jeon le pareció tan reconfortante como inesperada, como si la rutina diaria que lo había agobiado por tanto tiempo de alguna manera se suavizara en su presencia.

Taehyung asintió sin pensarlo demasiado, agradecido por el gesto, pero también por la compañía. En esos momentos solitarios de trabajo, donde la quietud de la oficina lo invadía, rara vez alguien venía a ofrecerle algo tan simple como una taza de té o una merienda. En su mundo, las conversaciones solían ser monótonas y estrictas, siempre relacionadas con los negocios o las tareas que no podían esperar.

Pero aquí, ahora, Jeon lo había interrumpido de una manera tan ligera que parecía sacarlo de ese laberinto de obligaciones en el que se encontraba sumido.

━ Gracias, Jungkook ━ dijo Taehyung, con una sonrisa agradecida mientras tomaba la taza y la llevaba a sus labios.

El té estaba caliente, con un aroma sutil y reconfortante, y la pequeña merienda era lo suficientemente ligera como para calmar su hambre sin hacerle perder el enfoque.

━ No es nada ━ respondió Jeon con modestia, pero con una actitud que reflejaba lo contrario.

Había algo en su mirada, un brillo que Taehyung interpretó como una mezcla de genuina preocupación y deseo de hacer las cosas bien. Había algo cálido en él, algo que le recordaba a la suavidad de un día de invierno, cuando el frío exterior no podía penetrar gracias a la comodidad de un espacio acogedor.

Ambos se quedaron en silencio por un momento, disfrutando de la quietud que se había instalado entre ellos. No era una incomodidad, sino una especie de calma compartida que Taehyung no solía experimentar. Durante tanto tiempo, sus interacciones con otros habían sido tensas, siempre marcadas por la obligación o el resentimiento.

Pero en ese instante, se dio cuenta de que algo en Jeon lo hacía sentir distinto, como si estuviera comenzando a recordar que no todo en la vida debía ser una lucha constante.

━ ¿Cómo va todo con Dong-Sul? ━ preguntó Taehyung, rompiendo el silencio de manera casual, pero con un tono que dejaba ver la preocupación oculta.

Sabía que las cosas no eran fáciles para Jeon, que el niño había mostrado una actitud difícil desde el primer momento. Sin embargo, se sentía en deuda con Jeon por haberse hecho cargo de la situación, por estar ahí cuando nadie más parecía dispuesto a ayudar.

Jeon dejó escapar un suspiro, como si la pregunta fuera más profunda de lo que él mismo esperaba. Se acomodó en una silla frente a Taehyung, pero sin perder su postura profesional, como si no quisiera parecer demasiado relajado.

━ Es complicado ━ comenzó, su voz tranquila pero seria. ━ Dong-Sul tiene una actitud muy cerrada. No es fácil acercarse a él, pero lo entiendo. No creo que su comportamiento sea algo personal contra mí, pero algo lo tiene distante.

Taehyung lo observó en silencio, tomando un sorbo de su té mientras dejaba que las palabras de Jeon se asentaran en su mente. Había algo en su tono que denotaba una comprensión profunda de la situación, algo que no había visto en nadie más. Jeon no lo veía como un problema que debía resolverse rápidamente, sino como algo que requería tiempo y paciencia.

━ Lo sé ━ respondió Taehyung finalmente, su voz suavizada por la sinceridad que sentía. ━ Dong-Sul... no es el mismo niño de antes. Sé que su actitud no tiene nada que ver contigo, pero no puedo evitar sentir que algo lo ha cambiado. Lo he notado desde hace tiempo, y no sé qué hacer al respecto.

Jeon asintió, comprendiendo la carga que Taehyung llevaba sobre sus hombros. Nadie podía imaginar lo difícil que debía ser para él, siendo un hombre joven, tratando de balancear su trabajo, su vida familiar y las cicatrices de un pasado complicado. Había algo en él, una vulnerabilidad que Jeon no había percibido hasta ese momento. En su rostro, por un breve segundo, se reflejaba una tristeza que no había sido mostrada antes.

━ No tienes que hacerlo solo ━ dijo Jeon, su voz llena de una calma que Taehyung no esperaba. Le parecía que cada palabra que Jeon pronunciaba estaba cargada de una sabiduría que iba más allá de su edad, como si su presencia misma fuera un refugio. ━ Si necesitas ayuda, si hay algo en lo que pueda colaborar, solo dímelo. Estoy aquí para eso.

Taehyung lo miró por un momento, incapaz de responder de inmediato. La idea de confiar en alguien más, de permitir que otra persona compartiera su carga, le resultaba extraña. Pero algo en la forma en que Jeon le hablaba, tan desinteresadamente, hizo que una parte de él comenzara a relajarse. Tal vez, solo tal vez, no tenía que cargar con todo ese peso solo.

━ Gracias, Jungkook ━ dijo finalmente, su voz sincera. Había algo en sus ojos que dejaba entrever una vulnerabilidad que rara vez mostraba a los demás. ━ No me acostumbro a recibir ayuda, pero aprecio que estés aquí. De verdad.

Jeon sonrió, su rostro suavizándose aún más ante las palabras de Taehyung. Sin decir más, se levantó de la silla y comenzó a recoger la bandeja, su actitud tranquila como siempre, pero con una ligera chispa de calidez que iluminaba la habitación.

━ De nada ━ dijo, mirando a Taehyung con una expresión serena. ━ Estoy aquí para lo que necesites.

Mientras Jeon salía de la oficina, Taehyung se quedó pensativo, sintiendo una mezcla de alivio y desconcierto. La tarde, que había comenzado llena de preocupaciones y tensiones, había adquirido de alguna manera un matiz diferente. Tal vez, solo tal vez, estaba empezando a creer que podía haber una salida, una forma de cambiar las cosas. Y, por primera vez en mucho tiempo, se dio cuenta de que no todo estaba perdido.

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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09

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