🏠 ࿐「 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖮2 」
«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝖽𝗈𝗌»... [𝖮2]
❝𝗨𝗻𝗮 𝗶𝗻𝗲𝘀𝗽𝗲𝗿𝗮𝗱𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗮𝗻̃𝗶𝗮❞
Taehyung respiró profundo y se acomodó, intentando disimular el ligero nerviosismo que la presencia de Jungkook le provocaba. Hacía mucho tiempo que no sentía una energía tan amable y sincera en su hogar, como si la sola entrada de aquel joven aligerara el aire cargado y opresivo que, por años, había sentido entre aquellas paredes.
Lo miró de nuevo, notando los detalles que antes, por la sorpresa, no había percibido del todo: el porte seguro, los modales casi impecables y, por supuesto, esa expresión de serenidad que resultaba poco común. Sin embargo, había algo más, un toque de elegancia natural en cada movimiento de Jungkook, una elegancia que no dependía de su vestimenta o de su postura, sino de una especie de calidez y seguridad en sí mismo.
━ Bienvenido, Jungkook ━ dijo finalmente Taehyung, invitándolo a entrar con un ligero ademán de la mano. ━ Espero que te sientas cómodo aquí... aunque, bueno, debo advertirte que las cosas no siempre son fáciles.
Jungkook esbozó una sonrisa sutil, de esas que parecen prometer paciencia y comprensión sin necesidad de palabras. Taehyung no pudo evitar preguntarse si esa calma se mantendría cuando se enfrentara a la actitud desafiante y a menudo hiriente de Dong-Sul. Aún así, había en él una confianza que resultaba tranquilizadora.
━ No se preocupe, señor Kim. Estoy aquí para ayudar en lo que sea necesario ━ respondió Jungkook con suavidad. ━ Sé que a veces los niños pueden ser un poco... complicados. Pero estoy preparado para ser paciente y hacer lo mejor que pueda.
Las palabras de Jungkook resonaron con una sinceridad que desarmó a Taehyung. Era tan raro encontrar a alguien que se expresara con una amabilidad tan genuina que, por un momento, olvidó las dificultades que Dong-Sul podría presentar. Sin embargo, decidió ser honesto, esperando no desanimar al joven, pero consciente de que el camino no sería fácil.
━ Mi hijo... puede ser un poco testarudo ━ explicó Taehyung, eligiendo sus palabras con cautela mientras avanzaban hacia la sala. ━ No es fácil ganarse su confianza, ni siquiera su simpatía. Ha adoptado ciertos... comportamientos, supongo que influenciado por su padre.
Jungkook asintió sin perder esa expresión tranquila y, en parte, compasiva. No hizo preguntas, ni intentó indagar más allá de lo que Taehyung estaba dispuesto a compartir, un detalle que no pasó desapercibido. En vez de juzgar o cuestionar, simplemente escuchaba, mostrando respeto por la compleja situación que, evidentemente, cargaba el padre.
En ese momento, Taehyung dirigió la mirada hacia el pasillo, donde Dong-Sul apareció con su habitual aire de desdén y esa expresión que parecía mucho más madura de lo que cualquier niño de cinco años debería mostrar. Su hijo lo miró de arriba abajo, como si analizara cada movimiento, cada gesto, antes de fruncir el ceño en clara señal de desaprobación hacia la presencia de Jungkook.
La tensión entre padre e hijo era evidente, casi palpable en el aire, y Jungkook observó la escena con una neutralidad que resultaba tan respetuosa como prudente.
━ Dong-Sul, este es Jungkook ━ dijo Taehyung, intentando mantener un tono firme pero amable. ━ Él es tu nuevo niñero. Estará con nosotros para ayudarte en lo que necesites y para hacer que todo sea un poco más... divertido.
Dong-Sul se cruzó de brazos, ignorando el saludo amistoso que Jungkook le dirigía. En cambio, rodó los ojos y bufó con una arrogancia que hizo que Taehyung reprimiera un suspiro de frustración. Había aprendido, con el tiempo, que cualquier intento de hacer entrar en razón a su hijo solo generaba una resistencia más marcada.
━ No necesito a nadie que me cuide. No soy un bebé ━ replicó Dong-Sul, con una dureza que parecía inusual en un niño de su edad.
━ Dong-Sul... ━ comenzó Taehyung, esforzándose por mantener la calma. ━ Sé que eres muy independiente, pero Jungkook está aquí para apoyarte. Quizás puedas darle una oportunidad.
Pero Dong-Sul no hizo caso. En lugar de eso, le lanzó una última mirada desafiante a Jungkook antes de girar sobre sus talones y dirigirse hacia su habitación, cerrando la puerta con un fuerte golpe que resonó en el silencio de la casa. Taehyung apretó los labios, sintiendo un familiar nudo de angustia en el pecho. La situación se repetía una y otra vez, con su hijo mostrando esa rebeldía y desprecio que, claramente, había aprendido de su padre.
━ Lamento mucho que hayas tenido que ver eso ━ murmuró Taehyung, tratando de disculparse con Jungkook. ━ Dong-Sul... es complicado. Ha pasado por mucho.
━ No se preocupe, señor Kim ━ contestó Jungkook con una voz suave que, en vez de juzgar, solo expresaba comprensión. ━ Estoy seguro de que con paciencia y tiempo, las cosas mejorarán.
Taehyung apenas logró esbozar una débil sonrisa antes de que un sonido detrás de él lo devolviera a la realidad: la presencia de su esposo, Jo-Dae, que había llegado sin que él lo advirtiera. Su figura imponente llenó el espacio, y sus ojos se fijaron primero en Taehyung, con esa mirada desaprobatoria que parecía ser su única manera de dirigirse a él.
━ ¿Qué haces perdiendo el tiempo aquí, Taehyung? ━ espetó Jo-Dae con un tono que, aunque calmado, llevaba implícito un desprecio que no se molestaba en ocultar. ━ Si vas a contratar a un niñero, al menos asegúrate de que valga la pena.
Las palabras de Jo-Dae fueron como una bofetada en medio del ambiente que, hasta ese momento, había sido tranquilo y acogedor. Taehyung sintió cómo el calor se le escapaba del rostro, humillado ante la presencia de Jungkook, que observaba la escena en silencio. Había una ligera tensión en la postura de Jungkook, pero no dijo nada; sin embargo, Taehyung notó un destello en sus ojos, una especie de indignación apenas contenida que, en cierto modo, le causó un alivio y una inexplicable gratitud.
━ Jo-Dae, este es Jungkook, el nuevo niñero de Dong-Sul ━ murmuró Taehyung, esforzándose por mantener la compostura. ━ Ya te había mencionado que alguien vendría hoy.
━ Sí, lo mencionaste. Pero no pensé que fuera otro joven sin experiencia ━ replicó Jo-Dae con un tono cortante. ━ No necesitamos más incompetentes aquí, Taehyung.
Las palabras de Jo-Dae cayeron como piedras, y Taehyung sintió cómo la vergüenza y la impotencia se acumulaban en su interior. Era el tipo de trato que estaba acostumbrado a soportar, una dinámica que había aprendido a aceptar con resignación, aunque siempre doliera. Sin embargo, había algo diferente en esa ocasión, algo en la presencia de Jungkook que hacía que la humillación se sintiera aún más pesada, como si, por primera vez, alguien pudiera ver la realidad que él vivía.
━ Agradezco su comentario, señor ━ dijo Jungkook, con una calma impresionante y una expresión neutral que ocultaba su verdadera emoción. ━ Pero le aseguro que haré lo mejor posible para cumplir con las expectativas de la familia.
Jo-Dae lo miró con desdén antes de dirigirse a Taehyung una vez más, con esa frialdad que parecía envolver cada palabra que le dedicaba.
━ Más te vale que este sea el último intento, Taehyung. No tengo tiempo ni paciencia para tus errores.
Y, sin esperar respuesta, Jo-Dae se marchó, dejando un pesado silencio a su paso. Taehyung respiró profundo, esforzándose por no dejar que la vergüenza lo invadiera por completo. Con un esfuerzo casi sobrehumano, se volvió hacia Jungkook, intentando esbozar una sonrisa que no logró alcanzar sus ojos.
━ Lo siento mucho, Jungkook. No quería que tuvieras que presenciar esto.
━ No tiene por qué disculparse ━ respondió Jungkook, con una mirada comprensiva y firme al mismo tiempo. ━ Estoy aquí para ayudar, señor Kim, en todo lo que sea necesario.
Y en ese momento, Taehyung sintió que, tal vez, había encontrado en aquel joven una luz en medio de la oscuridad en la que su vida parecía haberse sumido.
El camino hacia la habitación de invitados se alargaba en el silencio que cubría la casa, roto solo por el leve eco de sus pasos sobre el suelo pulido. Taehyung sentía el peso de la realidad en sus hombros, una realidad amarga que, con los años, había aprendido a soportar en soledad. Aun así, mientras avanzaba al lado de Jungkook, no pudo evitar que algunos pensamientos se arremolinaran en su mente, como si la presencia de aquel extraño -que sin embargo parecía tan familiar- lograra remover aquellas emociones que él tanto se había esforzado por enterrar.
Había algo en Jungkook, en su manera serena de mirar a las personas, en su disposición atenta, que despertaba en Taehyung una sensación casi olvidada de consuelo. Recordó entonces las palabras de su madre, la única persona que nunca le había dado la espalda, la única que seguía preocupándose por él, a pesar de que todo el mundo a su alrededor lo había juzgado y desechado como si fuera una sombra de su antiguo yo.
Fue ella quien, en su infinita preocupación y ternura, decidió que alguien como Jungkook debía entrar en su vida, alguien que pudiera brindarle una ayuda que él jamás se habría atrevido a pedir. Y, aunque en un principio se había sentido inseguro, ahora no podía negar que la decisión de su madre parecía acertada.
━ Esta será tu habitación ━ murmuró Taehyung finalmente, abriendo la puerta y permitiendo que Jungkook diera un primer vistazo a su nuevo espacio.
Era una habitación modesta, pero acogedora, con muebles sencillos y un ventanal que permitía la entrada de una luz suave y cálida. No era gran cosa, pero era un lugar al que, de alguna forma, había intentado otorgar una sensación de hogar.
Jungkook se adentró en la habitación con paso tranquilo, observando con detenimiento cada rincón, y finalmente se volvió hacia Taehyung con una sonrisa leve pero genuina.
━ Es perfecta. Muchas gracias, señor Kim ━ dijo, inclinando ligeramente la cabeza en un gesto de respeto que Taehyung encontraba casi desconcertante, en especial porque pocas personas le mostraban ese tipo de consideración.
━ No tienes que llamarme así ━ replicó Taehyung en un murmullo apenas audible. ━ Puedes llamarme Taehyung.
El joven asintió, como si entendiera que aquel gesto implicaba una intimidad que pocos se atrevían a compartir con él, una especie de apertura que Taehyung le estaba otorgando a alguien que, en otros tiempos, habría considerado un extraño.
Y, sin embargo, la realidad seguía ahí, inamovible, como un peso constante que amenazaba con ahogarlo. Porque, a pesar de la aparente calma, a pesar de la sonrisa y el silencio apacible de Jungkook, Taehyung sabía que su vida había estado marcada por la soledad y el abandono. Desde el momento en que sus propios familiares descubrieron que había quedado embarazado, todo lo que alguna vez fue apoyo y amor se convirtió en un recuerdo distante.
El juicio de quienes una vez lo consideraron parte de la familia había sido implacable, tan brutal y definitivo como si hubiera cometido el peor de los pecados. Habían preferido mirar hacia otro lado, apartarse de él, dejarlo en una soledad que solo su madre se atrevió a desafiar.
Taehyung se quedó en la entrada de la habitación, sin poder disimular el brillo en sus ojos, esa humedad que, por más que intentara controlar, traicionaba sus sentimientos. Recordar lo que había vivido y aún vivía, ese abandono, esa lucha constante por mantener una apariencia fuerte frente a un mundo indiferente... era algo que en silencio le consumía día a día.
Jungkook lo observó en silencio, notando aquel destello en sus ojos. Podía ver la tristeza latente, la fragilidad que, por más que Taehyung intentara disimular, se hacía evidente en el temblor de sus labios, en la mirada que, por un instante, se tornó vulnerable. Sin pronunciar una sola palabra, comprendió que aquel hombre frente a él no solo necesitaba ayuda con las tareas cotidianas; su soledad iba mucho más allá de las paredes de aquella casa.
━ Señor Kim... ━ Jungkook rompió el silencio con suavidad, acercándose apenas un paso, como si temiera cruzar un límite invisible. ━ Creo que... lo necesita.
Antes de que Taehyung pudiera responder o siquiera comprender del todo las palabras de Jungkook, sintió el contacto cálido de sus brazos rodeándolo en un abrazo reconfortante, un gesto que al principio lo dejó paralizado, como si no supiera cómo reaccionar ante la cercanía de alguien que no buscaba lastimarlo, sino ofrecerle un refugio momentáneo.
Los brazos de Jungkook lo sostenían con una firmeza que Taehyung no recordaba haber sentido antes, como si por un instante pudiera permitirse el lujo de bajar la guardia y dejarse sostener, solo un momento, en aquel refugio inesperado.
━ Jungkook... ━ murmuró, incapaz de controlar la emoción que se desbordaba en sus palabras. No se atrevió a devolver el abrazo, y aun así, el peso de las lágrimas contenidas se volvió casi insoportable. ━ Yo...
━ Está bien, Taehyung ━ susurró Jungkook, interrumpiéndolo con una voz que parecía arrullar cada uno de los miedos que Taehyung cargaba. ━ No tiene que decir nada. Solo... permita que alguien esté aquí para usted, aunque sea por un momento.
La sinceridad en la voz de Jungkook rompió una barrera dentro de Taehyung, quien sintió cómo aquella fortaleza que tanto se había esforzado en construir se derrumbaba con cada palabra. Era tan raro, tan desconocido, el sentir que alguien estuviera allí, sin juicios, sin reproches, solo con una empatía que parecía tan ajena en su vida. Sus ojos, que hasta ese instante habían permanecido firmes, comenzaron a llenarse de lágrimas, y, aunque hizo un esfuerzo por contenerlas, el alivio que sintió fue demasiado profundo, demasiado liberador.
━ Gracias... ━ murmuró finalmente, sintiendo que aquellas palabras no eran suficientes para expresar lo que significaba aquel gesto.
━ No hay de qué ━ replicó Jungkook, soltándolo poco a poco, pero manteniéndose cerca, lo suficiente como para que Taehyung pudiera sentir su presencia cálida y firme.
Al separarse, Taehyung evitó mirarlo a los ojos, intentando recuperar la compostura y limpiando disimuladamente una lágrima que se había atrevido a escapar. Había esperado tanto tiempo ese tipo de apoyo, tanto tiempo que, al final, había dejado de creer que alguien pudiera ofrecerle algo más allá de la indiferencia. Y, aunque aquella cercanía le parecía extraña, casi irreal, no podía negar la paz que, al menos por un instante, había sentido en brazos de Jungkook.
━ Lamento que hayas tenido que... ━ comenzó Taehyung, esforzándose por encontrar las palabras correctas. ━ No suelo ser así. Es solo que... a veces es difícil.
━ No tiene que disculparse ━ respondió Jungkook, mirándolo con una suavidad que, lejos de ser compasiva, se sentía como un verdadero entendimiento. ━ Yo estoy aquí para ayudar, Taehyung. Y no me refiero solo a las tareas de la casa.
Esas palabras, pronunciadas con una calma y firmeza tan sinceras, hicieron que Taehyung sintiera una calidez inexplicable, una especie de esperanza que, aunque pequeña, comenzaba a encenderse dentro de él.
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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09
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