Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

4


"Fuiste todo para mí, ahora debo vivir con el recuerdo"


Comió el arroz, sentado arriba del pequeño segundo piso. Donde solo había apenas una cama hecha de madera y sus mantas para cubrirse del frío.

Las prendas que había traído antes estaban dobladas en una caja con todas las cosas que venían en las otras.

-Kook, baja por favor.

Negó, no quería. Le dolía su cuerpo, había estado arreglando todo el desastre que habían dejado los animales, tenía rasguños en sus piernas por entrar entre la cosecha para cortas las ramas que no servían.

Sin olvidar que cocinó para su familia, y había vendido las flores que pudo para recuperar el dinero que se gastó por las cajas.

Cariño... —Su madre subió por la escalera de madera, hasta mirarlo. -¿Te encuentras bien?

No dijo nada, solo se cubrió con la manta. Cubriendo su cabello castaño y haciéndose bolita.

-Sé que ya paso un día, pero debes de tener esperanza. O ¿tan malo fue?-Me lanzaron agua, tierra y arruinaron lo que hice con esfuerzo. —Se quejó. — Son candidatos malos. Tu eres en definitiva el ganador.

-No... —Se destapó, abrazando sus rodillas. Dejando caer su mejilla en una. -Su madre era la que estaba escogiendo, y solo observaba a Hae Len, ella es bonita. Es educada, su padre tiene dinero. Ella... hizo todo sin equivocarse.

No había nada, ¿por qué ilusionarse con algo que no puede tener? ¿Por qué soñar cosas tontas?

-Hoy cumples veinte.

-¿Y qué?, no es como si alguien me quiera como esposo.

Se cubrió de nuevo con su manta, dejando que las lágrimas bajaran por su rostro, que el sentimiento creciera en su pecho y el dolor de no tener lo que más quería lo consumiera.

Puedes desear, pedir, rogar. Pero no será tuyo, porque el mundo no necesita que tú seas feliz.

El ruido le avisó que su madre lo dejó solo, que podía llorar. Sollozar para no llamar la atención.

El brazalete en su mano se lo quitó, besó el nombre y sonrió débil para meterlo en un cajón pequeño junto a la rosa que una vez recibió del mismo hombre.

-Serás el primero, y el último. Porque no creo querer casarme con alguien, ni que me reclamen. -Debía seguir, cuidar a sus abuelos.

Ayudar en lo que pudiera y conseguir más dinero para comprar una mejor casa.


Sus manos juntaron las moras y cerezas, dejándolas en la canasta y volviendo a tomar más del rosal. Sabía que tendría después cortes que curar, pero no importaba. Si quería hacer mermelada, debía tener los ingredientes.

-Pero mira nada más, ¿y así crees que vas a ganar?-La voz de una chica. -Ya veo porque eres bueno en la mayoría. Sirves más de sirviente.

No contestó, la mejor forma de evitarse problemas. Era evitarla a ella. Se giró, regresaría a casa. Tenía mucho trabajo que hacer y había comprado pan para la cena.

-Eres pobre. Un hombre millonario no se fijaría en ti. Menos cuando tu familia son campesinos.

Se detuvo., ¿y ella quien se creía al llamarlo así? ¿Por qué ofender a su familia? ¿Tenía algo de malo ser campesino? ¿Ganarse la vida por medio de la tierra?

-Admitelo, nadie te quiere, nadie te ama y te quedaras solo. -¿Y?

-¿Disculpa?, estarás solo.

-Exacto, yo estaré solo. No tú, ¿en qué te afecta?, en nada. Es mi problema, deja de ofenderme si no sabes de lo que hablas. Se giró molesto. — Tú no sabes cómo es ganarse la vida de esta forma, el esfuerzo que uno pone para poder comer, cada caída, dolor en la espalda, suciedad o día sin tener ganancias. Porque tú tienes a tus padres dándote dinero, llenando tu vida de lujos. Volviéndote una inútil.

La chica se quedó quieta, abriendo sus ojos sorprendida y retrocediendo.

-Puedo estar solo, pero sé mantenerme a mí mismo. A diferencia de ti, yo no necesito que alguien este conmigo. — Terminó de decir para volver a caminar.

Cruzando algunos caminos hasta su pequeña casa, pasando la pequeña puerta de madera y entrando.

-Cariño. Quería hablar contigo.

Su madre se acercó, cautelosamente ayudándolo a moler los ingredientes.

-Tu padre te agradece por todo lo que estás haciendo, no sólo porque eres joven y hermoso. También por tu buen corazón, y el trabajo que hasta ahora no has dejado. Acarició su cabello castaño. —Kim Taehyung debió fijarse en ti mi bebé.

-Mamá. Kim Taehyung es hijo de millonarios, dueño de empresas y..., alguien que ni siquiera sabe que existo. Tampoco creo posible que le haya llamado la atención.

-Pero tu cabello es hermoso, es sedoso y tu aroma es muy rico.— Su abuela se metió en la conversación.

Sonrió, amaba cuando ellos. parecían decirle que era lo mejor. Que incluso podía tener varios pretendientes.

-Abuela, tengo cortes en mi cuerpo, moretones por algunas cosas. Tierra y lodo en mis zapatos. La gente como él, se fija en su belleza, la presentación. Y yo, no tengo nada de eso.

Sus ojitos perdieron el brillo, sus cortes en las manos ardieron. Pero no se quejó, después las curaría.

-Kook, mi nieto bonito. ¿Acaso las personas de afuera se han vuelto ciegas?

-Así parece, por cierto. -Tomó las bolsas de papel para ir hacia el comedor. Les traje pan.

Su familia entera se juntó tomando lo que pudo, con el té a su lado y en una media hora la mermelada lista.

Jungkook trato sus heridas, se subió a su cama y miro con nostalgia el cielo.

Gracias por las ganancias de hoy. -Dejó las monedas en el pequeño recipiente.- Taehyung, te amo. Y espero que la persona que se case contigo. Te haga feliz y también te ame.

Llevo sus manos pequeñas y heridas a su corazón, respirando profundo y dejando que de nuevo, sus lágrimas se liberaran. Su cuerpo temblará y quisiera gritar.

"Eres lindo, ¿de quién eres hijo?"

Recordó las palabras, las últimas que escuchó porque había destrozado su ilusión. Porque todo se fue abajo y tuvo que alejarse por las demás personas que se entrometieron.

-Du-Duele amarte. Y yo no quiero seguir así.

"Lloré, y me quedé dormido pensando en que nunca podré quererte a mi modo"


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro