Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

08. Not a date pt 2

— ¿Qué es lo que sabes? — preguntó en un tono poco asustado y nervioso. Si descubría lo que él y Jaemin estaban planeando, probablemente todo su plan se iría a la mierda.

— No mucho. Solo sé que una tal Karina empezó a hablar mal de ti porque la rechazaste — encogió sus hombros con desdén.

Jeno se llevó mentalmente una mano al pecho mientras soltaba un suspiro delante de Yeji, que no era más que un suspiro de alivo al saber que ella no estaba teniendo idea de lo que pasaba.

— Todas dicen lo mismo. — soltó indiferente hacia otro lado.

— ¿Pero es cierto?

— ¿Qué cosa? — preguntó sereno, volteando hacia ella.

— Que la rechazaste. — él asintió sin vacilos.

— Sí, así fue.

— ¿Y por qué lo hiciste?

— Según ella estaba enamorada de mí. Pero yo no lo estoy de ella, ni lo estaré jamás. — soltó con fríaldad, en un tono de burla.

— Debe haber una razón exacta para que ella haya hablado mal de ti ¿no crees?

— No, es más que la verdad. No es mi culpa que ella no lo acepte, así son las cosas. — se encogió de hombros con desdén.

— ¿Cómo? ¿Salías con ella o algo?

— Sí, algo parecido. Pero no fue nada serio, sabes.

— ¿Osea que jugaste con sus sentimientos? — Yeji arqueó una ceja, estupefacta.

— Ella sabía que yo no sentía nada, pero aun así quiso estar conmigo.

— Pero aun así jugaste con sus sentimientos. — espetó con una mala cara que hizo que Jeno frunciera su ceño hacia ella.

— Bueno, no es asunto tuyo ¿o sí? — alzó una ceja. — La verdad ninguna de las chicas con las que he salido se toman las cosas enserio. A menos que las engañe, lo cual se me hace algo estúpido si ellas no tienen ninguna clase de sentimientos por mí y llegan hasta a reclamarme. Pero ni yo las entiendo.

— No entiendo para que jugar con los sentimientos de una persona si en realidad no quieres salir con ella. — Yeji soltó con aflicción, con un ápice de enojo en su rostro.

— Ya nadie se preocupa por eso, si te lástiman es peor para ti. Es mejor no tener compromisos con nadie y dejar las cosas como están.

— No entiendo. - frunció su ceño, Jeno se acomodó mejor sobre su asiento, y puso sus brazos sobre la mesa.

— Si te enamoras, te lástiman. Y quien sale lastimado solo es darle gusto y diversión a la otra persona.

— Como lo que tú hiciste con ella.

— Si, pero ella lo sabía, así que no es mi culpa en cierta parte. — justificó lo cual hizo que Yeji negara la cabeza con desconcierto hacia otro lado.

— ¿Y no te sientes mal por lo que hiciste?

— Yo no hice nada. Yo no le dije a ella que se enamorara de mí, y no me siento mal por personas que no saben controlar sus emociones, así que no es mi problema.

— El corazón no se manda. — Yeji se inclinó con severidad.

— ¡Qué cursi! — Jeno soltó un bufido burlándose.

— La verdad creí que solo eras presumido y engreído. Pero ya veo que no.

— ¿Te decepciona? — un puchero se formó en los labios de Jeno.

— No. Pero no me lo esperaba venir.

— Bueno, ¿y que esperabas venir? — se encogió en una sonrisa de cínismo, haciendo mover la cabeza de Yeji con negación.

— Nada, pero no está bien lo que haces, aunque la mayoría de las personas se te acercan solo por tu apariencia y eso.

— Y por mi dinero. — añadió.— Eso ni me molesta porque todos son unos convenencieros.

— No todos te quieren por lo que poseés, Jeno.

— ¿Y tú qué sabes? — frunció el ceño con desconcierto y molestia.

— Nada, pero solo lo sé. — dijo, el castaño negó mirando a otro lado. — ¿Entonces nunca te has enamorado de verdad?

— No. — dijo secamente. — Y prefiero no estarlo, así no tengo que verme como un imbécil que ruega por amor en vano. — Yeji formó una mueca mirando abajo, mientras se mantenía de brazos cruzados al escucharlo hablar con tanta amargura. — ¿Y tú?

— ¿Yo qué? — levantó la mirada hacia él.

— ¿Tú te has enamorado?

— Más de una vez sí. Pero nunca llegué a tener nada con las personas que me he topado.

— ¿Osea que nunca has tenido novio?

— Exacto. — ella asintió.

— ¿Y eso? — Jeno preguntó con curiosidad.

— ¿Por qué quieres saberlo?

— Curiosidad, nada más. — se encogió de hombros inocentemente.

— Digamos que he tenido mala suerte en el amor. Pero eso no significa que no crea en el.

— Así que crees en el amor. — Jeno dijo con vacilación en su voz.

— Sí. —asintió. — ¿Tú no, verdad?

— No. Y para serte sincero no creo que exista. Sólo es una palabra que hace que todos se vuelvan como locos cuando están con quienes piensan que también los aman, pero la realidad es que ya nadie sabe lo que es el amor, es una tontería y suena patético desde la perspectiva en la que ves tú.

— ¿Por qué soy una friki? — arqueó una ceja, sonriendo sin gracia.

— Yo nunca dije eso.

— Pero lo pensaste. — Yeji ladeó la cabeza con diversión falsa y Jeno negó para sí mismo hacia otro lado. — Si vas a decirme algo que me moleste, dímelo bien. No creas que me molesta el hecho de saber lo que soy y de que me digas lo que piensas. Cómo si fuera un insulto eso. — bufó al final. Jeno la miró perplejo, de arriba hacia abajo.

— Eres una chica muy dura, Yeji.

— Prefiero ser dura a ser una tonta.

Estaba muy sorprendido por la forma en como le respondía, pero negó sutilmente para sí mismo. Luego en eso el mesero llegó poniendo una malteada a cada uno, y después se retiró.

Yeji abrió los ojos de impresión mirando a su malteada de chocolate mientras bebía de ella con el popote. Jeno se rió al verla de esa forma y se tapó la boca para evitar escupir el líquido de esta.

— ¿Te gusta?

— Sabe muy rico. — dijo con tímidez volviendo a meter el popote en su boca, y alzando la mirada hacia Jeno. Sus ojos se formaron grandes y curiosos que parecían como los de una niña pequeña, mientras bebía del vaso.

Jeno dejó escapar de lado una media sonrisa sin mostrar dientes.

— Pero ahora quiero que me expliques lo que me ibas a decir.

— Yeji, ya te dije...

— ¿Por qué no me lo puedes decir simplemente? — soltó un poco molesta dejando el vaso sobre la mesa.

— Porque no lo entenderías.

— ¿Qué no entendería? — frunció su ceño mirandolo confundida. Antes de contestar, Jeno levantó la mirada para mirar detrás de Yeji a dos hombres jóvenes vestidos de traje negro, caminando hacia ellos.

Uno de cabello rubio peinado hacia atrás y el otro de cabello rojizo, con el cabello un poco largo y tapando ligeramente sus ojos.

— Buenas tardes, ¿eres Lee Jeno? — preguntó el chico de cabello rubio hacia él. Luego él y su compañero se percaptaron de que estaba allí Yeji, y saludaron con una pequeña reverencia mientras ella solo asentía con una leve pero amable sonrisa.

— Sí. Soy yo.

— Soy el Licenciado Jung Jaehyun y él, es el Lincenciado Yuta Nakamoto. — presentó a su compañero después de él y Jeno se quedó un poco confundido por un momento. Pero retomando el tiempo, asintió indicándoles que se sentaran, quedando al lado de él y Yeji.

Jaehyun puso un portafolio sobre la mesa abriendolo con cuidado mientras sacaba unos cuantos documentos de hojas blancas y los alineaba con sus dos manos. Se los pasó a Jeno para que empezara a leerlos, y mientras lo hacía, le dio una mirada rápida a Yeji para verla confundida, y encogiendose en su mismo lugar.

Sabía que ella no tenía idea de lo que pasaba, y no estaba seguro de como terminaría aquello.

Al leer los papeles que tenía sobre sus manos frunció su ceño confundido al ver que uno de ellos tenía en la parte de abajo que decía "para firmar". Lo cual, se le hizo muy extraño ya que su padre no le había dicho nada relacionado con que iba a firmar algo.

— ¿Y este documento? — preguntó a Jaehyun.

— Ah, es para la empresa quede a tu nombre. — contestó con simplicidad, y los ojos de Jeno se abrieron mucho mirando con desconcierto hacia Jaehyun, y luego hacia el papel que ni siquiera había leído lo que decía este. Solo se había fijado en la parte que decía para firmar.

— ¿Cómo que a mi nombre? — preguntó mirando hacia ellos con severidad y molestia.

Jaehyun y Yuta se miraron entre ellos confundidos, sin saber que decir. Hasta que Yuta habló por Jaehyun.

— Sí, es decir, la empresa ahora va a ser tuya.

— Su padre nos dijo que querías que la empresa quedara a tu nombre. — contestó Jaehyun.

Ahora entendió el porque ambos hombres se habían presentado como Lincenciados.

— Es que eso no es verdad. — negó con la cabeza. — Mi padre me dijo que ustedes solo eran dos contratistas que querían verme para enseñarme como hacían su trabajo. — Jaehyun y Yuta volvieron a mirarse con confusión mutuamente.

— Eso no puede ser, él nos especificó claramente que tú querías firmar esto. — Yuta le miró cierta confusión.

— Esto es un malentendido, creánme. Yo no tengo ningún interés de formar ni hacerme responsable de la empresa. — dijo, y los rostros de ambos Licenciados quedaron severos mirandose entre ellos dos.

Para estas alturas, Jeno ya se sentía bastante avergonzado. Sobre todo porque estaba allí Yeji.

— Si tienen una tarjeta con la que pueda comunicarme con ustedes, les hablaré en cuanto pueda arreglar este malentendido.

— Si tenemos una, pero de ese caso no creo que haya nada que puedas hacer. De todos modos si se te ofrece algo, aquí la tienes. — Jaehyun, tanto Yuta sacaron del bolsillo de su traje una tarjeta blanca y se la entregaron al castaño.

— Gracias, y les pido nuevamente una disculpa. Vámonos Yeji. — Jeno se levantó y sacó rápidamente dinero de su bolsa del pantalón y lo dejó sobre la mesa. Tomó la muñeca de Yeji para salir tan pronto de allí.

Al salir Jeno se soltó de ella y caminó unos cuantos pasos más adelante, aflojando el cuello de su camisa para sentirse menos frustrado. Pero aun así no funcionó.

— Jeno. — Yeji lo llamó caminando rápido detrás de él para alcanzarlo. — Jeno, ¿qué fue eso?

— Eso era lo que quería que no vieras. — dijo deteniendose, sin voltearse a verla.

— ¿Por eso me hiciste venir hasta acá? ¿Para ver como te humillas delante de dos Licenciados? — sonrió con diversión cruzando sus brazos y dejando escapar una risa burlona. Jeno se detuvo y se volteó molesto hacia ella.

—No, y cállate.

— ¿Entonces? — Yeji arqueó una ceja con superioridad esperando una respuesta.

— Solo quería que vinieras para no sentirme como un idiota.

— ¿Qué quieres decir con eso? — preguntó frunciendo el ceño con extrañeza.

— No quería sentirme estúpido, ya. ¿Contenta?

— ¿Osea que querías mi compañía? — una sonrisa descarada se formó en su rostro, Jeno soltó un suspiro mirando al cielo.

— Si, algo parecido. — Yeji rió entre dientes ganándose una mala mirada de Jeno. — No te burles.

— No me burlo de ti, solo me parece gracioso. — Jeno frunció su ceño sonriendo como si lo que dijera no tuviera lógica. — En todo caso pudiste haber llamado a alguien más ¿Por qué a mí?

— Bueno, te dije que te demostraría como era ¿no? — se encogió en una ligera sonrisa.

— Sí, pero ya me has demostrado bastante. —hizo una mueca de apretar sus labios haciendo que sus mejillas se inflaran. Jeno la vio hacer eso y una mueca se formó sobre su boca, formando en un hoyuelo en su costado.

Yeji sonrió inconscientemente al ver su hoyuelo formarse sobre su mejilla.

— ¿Qué? — preguntó al verla que le miraba extraño.

— Nada.

— ¿Te llevo a tu casa? — Yeji alzó las cejas con incrédulidad.

— ¿Enserio quieres hacerlo?

— Sólo porque te hice caminar hasta acá. — se burló y ella severa le pegó en el brazo haciéndolo reír.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro