63
Pasadas unas semanas
—De veras, todo esto me está matando— confimó a su hermana frustrado
Ginny, resignada tomo asiento a un lado de su hermano. Acaricio su espalda para calmarlo lentamente
—Se que es complicado para ti hermano—besó su mejilla apenada por su situacion— Pero debes intentar a comer algo.
George miró el plato de comida frente a el con una mueca de asco.
Agarró el cuenco ante la atenta mirada de su hermana pequeña, y tomó una cucharada del líquido caliente
—Todo esta siendo una mierda— bufó después de llevarse una cucharada a la boca— Y pensar que yo salí con ella, y culpabamos a Jessica
—Nos traicionó— aseguró pasandole una servilleta a su hermano
George la tomó para llevarse a la boca otra cucharada de sopa y limpiarse la boca con esta.
—Mason debe de estar destrozado— murmuró George
—Por lo poco que lo conocía se veía como compenetraban tan bien — afirmó la mujer soltando un suspiro— Nunca llegué a creer que alguien podía llegar a tener tan poco corazón como Kailei.
George asintió apenado y dolido, dejando el cuenco a un lado para mirar a su hermana
—Era tan cariñosa conmigo.., que no me lo hubiera imaginado nunca — aseguró mordiendose el labio inferior para no llorar— Fue tan cruel, con unos pobres niños que no tenían culpa.
Ginny asintió de acuerdo enfuerecida al recordar a ambos jóvenes.
—Matar a Jessica frente a ellos— bramó con furia apretando la mandibula — Eso es de estar loca, los niños no se merecían eso.
—Ni siquiera Jessica— aseguro George apenado.
—Ni ella— asintió— Y lo que hizo con Jackson.., es muy cruel. ¡Es un pobre niño joder!
George poniéndose en el lugar del joven asintió. Le había cogido mucho cariño estos días al Vance, llegando a descubrir cosas horrorosas que le hacia la mujer.
Sin duda, Jackson Nicholas era demasiado valiente y noble.
—Y ella es una loca que debería estar en Azkaban
●●●
Agradecía internamente que el gemelo mayor les haya dejado quedarse en su casa estos últimos días. Era incómodo estar en la Madriguera con tanta gente siempre y solían tener poca privacidad y tampoco quería regresar a Grimmauld Place, estaba algo lejos y no queria que la casa estuviera sola.
Al no notar nadie a su lado de la cama, se levantó bufando. Fue hacia la peinadora y cogió una camiseta de Fred, la cual se colocó retirando su pijama. Con una gomilla se realizó un casual moño, para que los pelos de la cara no llegaran a molestarle.
Bajó los peldaños de la escalera y las risas por parte de los niños ya eran presentes cosa que la puso inmensamente feliz.
—¡Oh vamos Papá, tienes que llevar a Jackson!— exigió Hiraeth
—¡Y lo haré calabacita, pero cuando se mejore— rió el Weasley terminando de servirles el desayuno.
Ambos chocaron los cinco victoriosos, y se dispusieron a atacar con los pancakes que el Weasley les había hecho para desayunar, disfrutando del dulce y delicioso sabor que este les brindaba.
—Buenos días— saludó Elizabeth desde el marcó de la puerta
Se acercó a cada uno de los jóvenes, para besar la cabeza de ambos y se acercó por último al hombre quien realizaba el desayuno
—Buen día Freddie — le robó un beso corto — ¿ Tu cocinas hoy?
Fred sonrió como un tonto, devolviendole el beso. Adoraba estas últimas semanas, finalmente se sentía como la familia que nunca pudieron llegar a ser. Estaria del todo feliz si Kailei hubiera podido ser encerrada.
—Buenos días Lizzie, yo cocino— le guiñó el ojo siguiendo con sus platos— Toma asiento con los niños.
Esta soltando una leve carcajada obedeció tomando asiento frente a Jack e Hiraeth.
—¿Como amanecimos hoy?— preguntó a Jackson, quien aun seguía en silla de ruedas debido a que su pie aún no era curado.
—Más o menos, pero voy mejorando— informó el joven con una sonrisa hacia la mujer— Gracias por preocuparte.
—¡Dijimos que no ibas a agradecer más por esas tonterías!—bramó el hombre desde la cocina
Elizabeth rió, pero asintió dándole la razón.
—Exacto, Freddie tiene razón. Nos preocuparemos siempre por ti— aseguró mirandolo
Jackson asintio tragándose de nuevo las lagrimas, mirando agradecido a cada miembro de la familia.
—De verdad, no se como agradeceros ustedes se están comportando como la familia que nunca tuve y es tan bonito..— se secó algunas lagrimas rebeldes que salieron por sus ojos.
Hiraeth a su derecha agarró la mano del joven sonriendole
—Es que somos tu familia, hermano— se subió en su silla para alcanzar a besar su mejilla cariñosamente.
—Exactamente — afirmó la Lupin agarrando su otra mano— Tal vez sea muy acelerado, pero somos tu familia Jackson, para lo que nos necesites.
Este miro a ambas mujeres sonriente, rebosando de alegría y felicidad.
—Gracias por ser como mi hermana pequeña— besó la mano de Hiraeth mirsndola a los ojos para después posar su vista en la Lupin y el Weasley — Y a ustedes, gracias por ser mis figuras paternas...
Fred sonrió al escuchar al niño, y dejándole el desayuno en la mesa a Elizabeth se sentó a su lado uniéndose a la conversacion familiar.
—Gracias por ser como un hijo para nosotros— el Weasley le sonrió
—Que buena pinta— alabó la mujer llevándose un trozo del pancake a la boca para después seguir hablando— Eres nuestro hijo Jackson.
Este sonrio enternecido, sin poder aguantarse los sollozos y lágrimas que salían. Siempre soñó con una familia feliz, en la que poder apoyarse siempre y contar con ella. Ahora , gracias a la pelirroja la tenia.
—¿Pueden acercarse? Los quiero abrazar— pidió avergonzado en un sollozo.
Hiraeth se aferró a su pecho sonriente, mientras que Fred y Elizabeth se unían al abrazo como podían con cuidado de no herir al joven.
Desde que conoció a Hiraeth y sus padres, su vida era de otro color. Tenia una razón por la que levantarse cada mañana, finalmente se podía decir que era feliz.
—Bienvenido a la familia, hermanito
Elizabeth ayudaba a Fred con los platos tras el desayuno, ambos fregaban a la misma vez para ahorrar trabajo.
La Lupin se giró para encarar a sus hijos, que platicaban animadamente .
—Chicos— ambos alzaron la cabeza rápidamente, prestandole atención a la mujer — Esta noche os cuidara la abuela ¿vale?
Estos fruncieron el ceño extrañados y curiosos. Fred dejó de fregar los platos, cogiendo un trapo seco para secarse las manos y mirar a la mujer con curiosidad.
—¿por que Lizzie?— preguntó extrañado
— Eso, ¿por qué mama?
—Vuestro padre y yo, esta noche saldremos— informó con una ladina sonrisa en el rostro.
Fred se recargó en la encimera, mirando coqueto a la mujer frente suya.
—¿Así? ¿A dónde?— pregunto curioso, prestando atención a cada gesto de la mujer
—ya lo verás, es sorpresa— le guiñó coqueta el ojo y amenazó señalandolo con su dedo— Y no intentes averiguar qué será porque no te funcionara
Fred suspiró resignado volviendo a su tarea, pesando en su cabeza miles de teorías sobre a donde querría llevarlo la Lupin
—¿Vendrá la abuela Jane?— preguntó Hiraeth, esperanzada
—Ella vendra si— aseguró Elizabeth, feliz de que sus hijos adorarán a su abuela tanto como ella.
—¡Toma!— los dos hermanos chocaron de nuevo los cinco victoriosos.
●●●
Miraba a cada auror frente a su escritorio furioso y frustrado a la vez. Este caso lo estaba matando lentamente.
—¿¡Como que aún no se sabe nada?!— inquirió con molestia en su voz
—Aún no encontramos nada, ninguna pista..— murmuró un joven en prácticas mirando al Potter, que parecía a punto del colapso
—¡Pues hay que seguir buscando!— aseguró posando su mano con fuerza y firmeza en su escritorio—¡Sea lo último que hagamos!
Los aurores de en practica cada vez estaban más cansados. No encontraban pista alguna del paradero de la mujer y no dormían ni descansaban para intentar buscarla, cosa que nunca acababa bien
—Pero señor..— murmuró una joven de cabello negro— Intentamos hacer lo que podemos.
—¡Sea lo último que hagamos! ¡tenemos que encontrarla!— bramó con furia saliendo de el despacho, cerrando la puerta de este con un portazo dejando a todos los aurores mirándose entre si, cansados de la actitud del Potter y frustrados.
Harry se dirigió hacia el lugar en el que se encontraba la foto del matrimonio Lupin- Tonks. Aprecio la foto de nuevo con añoranza, tomandola en sus manos para volver a apreciar cualquier minimo detalle.
—Os estoy fallando— aseguró con voz rota y dolida— Pero hago lo que puedo.
●●●
—¿Esto no es un poco peligroso Lizzie?— preguntó Fred.
Caminaban por las calles del Londres muggle. Era de noche y corría un poco de brisa, por lo que Elizabeth llevaba colocada por los hombros una chaqueta de Fred, quien era tirado por la Lupin, que lo dirigía hacia el lugar que tenían mente.
En esos instantes eran ellos dos solos, sin preocupaciones. Se olvidaron de Kailei, de sus hijos, de su familia, solo eran ellos dos caminando como unos adolescentes sin ninguna preocupación por el Londres muggle, como si hubieran cometido algún delito.
—¿Que es la vida sin riesgo, querido Freddie?
Repitió la frase que su tío solía decirle tantas veces en su adolescencia. La tristeza invadió su cuerpo al recordarlo, pero la felicidad llegó al instante al recordar el risueño y humorístico carácter del Black.
—Esta bien, pero cuidado no quiero matar a nadie— bromeó al ver que esta esquivaba de manera rápida a los muggles que se le intervenían en el camino.—¿Donde vamos, queda mucho?
—Queda poco—
Aseguró la mujer.
Llegaron caminando hacia la orilla de un lago. Ambos se sentaron, Fred sin poder quitarle la mirada a Elizabeth embelesado por la mujer y a la vez curioso.
—Lizzie, todo esto es precioso — aseguró agarrando su mano para besarla—¿Pero puedes decirme para que me has traído aquí?
La azabache, preparada para lo que tenía que decir a continuación se giró quedando en cara del Weasley sin separar sus manos
—Estas últimas semanas a tu lado han sido maravillosas, viviendo la vida que siempre quise querer a tu lado. Aunque siendo una boba adolescente sabia que mi destino siempre estuvo a tu lado, la vida nos puso obstaculos en el camino que afortunadamente conseguimos saltar— besó su mano sonriente— Te digo esto, porque me gustaría empezar de nuevo contigo Freddie. Criar a nuestros hijos juntos, vivir juntos. Mi corazón siempre te perteneció, y nunca dejo de later por ti. Descubrí el amor gracias a ti, y quiero seguir haciéndolo por el resto de mi vida, aunque tengamos que seguir saltando todos los obstáculos que la vida se nos ponga en el camino
Fred no tenía palabras para explicar la felicidad que sentía en esos momentos. La mujer que amaba declarándose en frente suya, lo único que pasaba por su mente era agarrarla de la mejillas y unirla a un fogoso beso.
—Lizzie..
—Dejame terminar— pidió— Cada que estoy contigo, soy feliz. Me encanta pasar tiempo a tu lado. Cuando tras estos últimos años volvimos a tener relaciones me sentí finalmente completa, cuando me enteré que estaba embarazada de nuevo, por mi mente solo pasó el querer una vida contigo, pues eres el unico hombre al que he amado y siempre amaré.— pausó mirandolo los ojos
Avellana y chocolate, conectados como imanes sin separarse el uno de e otro, dependiendo del otro para vivir.
—Señor Darcy, ¿me concedería usted el honor de aceptar ser mi pareja?— se animó a preguntar mirando al Weasley con una ladina sonrisa
El Weasley embelesado, la atrajo a un dulce beso disfrutando del tacto de sus labios contra los suyos. Acariciando con cariño su mejilla mientras inhalaba el acaramelado olor a lavanda que emanaba la mujer que amaba. Se separaron tras unos segundos, viéndose a las perlas que ambos tenían por ojos, haciendo que están volvieran a encontrarse de nuevo y no queriendo volver a separar nunca mas, al igual que sus dueños, quienes deseaban una vida plena y juntos.
Fred sin dejar de acariciar la mejilla de la Lupin, y sin dejar de mirar a sus chocolates ojos contestó irradiando de felicidad, finalmente tenía todo lo que deseaba
—Claro que acepto, señorita Bennet
OMG SI QUE SI
FINALMENTE
-GRITOS DE FAN GIRL-
OS HA GUSTADO?
No se olvideis de votar y comenar! <3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro