16
La mirada de la mujer cargaba veneno, si te descuidabas en cualquier segundo podría saltar encima de la azabache y dejarla cinco metros sobre el suelo.
La familia Weasley al completo (junto a sus respectivas parejas y Elizabeth) se encontraba en la mesa de La Madriguera, a punto de degustar un delicioso manjar que preparó la señora Weasley con ayuda de sus hijos menores, aunque claramente Ron comió más de lo que ayudó.
Hiraeth se encontraba sentada entre su padre George y su tía Ginny a la cual, le cogió mucho aprecio al parecer pues no se despegaba de su lado. Elizabeth a izquierda de George y a su derecha la mismísima bruja más lista de su edad, Hermione Granger quien al ser pareja de Ron estaba presente en la cena familiar.
Mentiría si dijera que no compartió algunas miradas rápidas con el pelirrojo, pero ella apartaba la mirada rápidamente y cuando su pareja notó esto volvía a reclamar la atención del menos de una forma u de otra.
Frente ella Percy Weasley quien intentaba recuperar el tiempo perdido con su adorada familia y unas sillas a su derecha el gemelo mayor, Fred Weasley.
El temido reencuentro de Elizabeth recién comenzó y cada vez era más incómodo ver cómo la mujer que tenía a su lado, Jessica Banes no paraba de hacer actos románticos en público cosa que desagradaba a la mujer
—¡Un patronous, por Merlín! ¡Él te enseñó a conjurarlo!— exclamó sorprendida y feliz tras escuchar con atención el relato de Harry.— ¡El abuelo es genial.—
La mujer sonrió como una adolescente al ver la felicidad en el rostro de su hija y su orgullo al recordar al gran hombre que era Remus Lupin, su adorado padre.
—Si, si que lo es. Era el mejor profesor que Hogwarts pudo tener en sus tiempos.— acompletó Harry.
Notó una mirada a su derecha y se giró escuchando las palabras que la nacida de muggles decía.
—Es una niña verdaderamente hermosa y con gran corazón.—dijo con total sinceridad.—
—Si, lo es y aún más mérito tiene ver que aún criandola sola no pierde su encanto.— se sumó la francesa a la conversacion, la cual ahora pronunciaba con leve mejora el ingles.
—Hiraeth es muy fuerte, y a pesar de todo tuvo su época donde perdió ese brillo en los ojos —explicó Elizabeth— y desde que conoció a George y a los Weasleys lo esta recuperando, nada me hace más feliz que eso.—
—Y a mi nada me hace mas feliz que ver como mi hija se encuentra sonriendo y agusto junto a su familia.—George se unió a la conversacion — Y que todo está saliendo maravillosamente bien.—le dijo ahora dirigiéndose en mayoría a Elizabeth.
Por otra parte, la matriarca Weasley se encontraba en una plática que simulaba más una discusión con Charlie, quien regresó de Rumania para la ocasión especial y según dijo el "Para que su adorada sobrina no se olvide que tiene un tío que le regalara miles de dragones".
—Es enserio Charlie, deberías buscarte una buena mujer con la que compartir tu vida y dedicar tiempo—insistió la mujer—
La sala donde se encontraban se sumergió en un completo silencio, todos atentos a la conversacion.
—No me gustan las mujeres respondió sin más, sin percatarse de lo que había dicho.
Su madre abrió los ojos como platos, y no era la única en la sala, al parecer Charlie le iba a causar una muerte asegurada.
—¡Charlie Weasley! ¡¿Te estás escuchando, por Gódric?!—bramó la mujer, su esposo por precaución le arrebató el cuchillo que cargaba en las manos— ¡No me vendrás con la idiotez de que te gusten los hombres!.—
Charlie iba a reprochar pero su sobrina se adelantó a hablar.
—Yo creo que eso no importa, da igual si amas a alguien de tu mismo sexo con tal de que seas feliz.— se encogió de hombros viendo a los presentes— El amor es amor, y no entiende de género, razas o tipos..—prosiguió— Si el tío Charlie es feliz, yo soy feliz y debemos de serlo todos.—
La mujer mayor tuvo que permanecer callada ante lo de su nieta, su madre Elizabeth sonrió más que orgullosa ante su hija al igual que su padre que besó la cien de su hija maravillado.
Todos los presentes miraron sonrientes a la niña, exceptuando su abuela que tenía el rostro colorado haciéndole competencia a su cabello.
—Hiraeth lo dejó muy claro mamá, tener otra orientación sexual no es malo.—contestó Charlie— Sin embargo, me expliqué mal. Queria referirme a que no deseo una pareja sentimental, al menos por el momento. Soy muy feliz en Rumanía con mi trabajo.—
La expresión de la señora Weasley se relajó al parecer, pero su color no se tornó de nuevo al que era antes sin embargo no pronunció ninguna palabra más en todo el transcurso de la comida.
Charlie Weasley le guiñó un hijo a su pequeña sobrina, orgulloso de como fué criada aún sin un padre.
Elizabeth había hecho un trabajo admirable.
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—No es normal una hija fuera del matrimonio deberían saberlo, están cometiendo un gran error.— dijo Jessica— El mundo mágico no pasará este detalle por alto y mucho menos cuando esa niña entre a Hogwarts se la verá de buenas maneras.—
Jessica se encontraba junto a Molly en la cocina, por una vez en la relación de suegra- nuera que compartían coincidían en algo.
—Totalmente de acuerdo, se los dije pero dicen que eso es "anticuado", ¡bobadas!—cogió otro plato para someterlo a limpieza— ¿Y viste cómo me contestó?, ¡Desde luego ser hija única y con madre soltera hizo que se tomara libertades!, ¡Si mi hijo hubiera sido partícipe de la infancia de su hija no hubiera sido así creeme!—
Ambas mujeres daban su opinión sobre la relación de George y Elizabeth, pero no contaban con que este y su padre hubiera escuchando la conversación cuando se dirigía a la cocina por si era de ayuda en algo.
—¡Basta!—ordenó furioso el señor Weasley — ¡ No se diga ni una idiotez más!—
—No quiero oír más una mala palabra sobre mi hija o su madre ¿queda claro?— se apoyó en la mesa apretando el borde con las manos, recargando toda su furia sin dejar de mirar alternativamente a las mujeres— Si no cojo a mi hija y me voy es porque quiero que conozca a sus tíos y a su abuelo, ni ella ni su madre merecen ser criticadas. —
Tras esto, salió de la cocina no queriendo compartir al menos por esta noche palabra con su madre y la novia de su gemelo.
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—¡No lo intentes más Ronald Weasley!—bramó la pelirroja que cargaba en sus piernas a Hiraeth— ¡Me quiere más a mi!—
—¡Oh, intenta creerte tus mentiras!—reprochó— ¡Hirateh me quiere más a mi!—
Mientras ellos discutían Harry y Hermione sus parejas, junto a Elizabeth reían desde el otro sofá.
—Inmaduros—murmuró Hermione en un susurro—
—Desde luego, no cambiarán. Volveran a Hirateh loca— bromeó el Potter.
—Ella más que feliz de rebosar en amor— sonrió viendola riendo al escuchar la discusión de sus tíos.
—Sin duda soy su preferido, no seáis idiotas— se sentó Charlie al lado de Ginny y le guiñó el ojo a su sobrina— conocera a mis dragones en Rumania.—
—Que poco sabéis ustedes, soy el que le enseñara más que todos, panda de idiotas—bromeo Percy desde otro sofá.
—El tío Bill es el mejor, digais lo que digais.—se burló este desde el sofá al lado de Percy.
Hiraeth solo rió ante la discusión de sus tíos, pero una especie de vacío se formó dentro suya al ver que el otro hombre, el gemelo de su padre no se sumaba a la conversación.
Se sentía egoísta, ¡Por Merlín, no podía tener todo el amor para ella!.
Fred solo reía a la conversacion infantil de sus hermanos y estaba atento por si su novia volvía a su lado.
—¿Podemos hablar?— se acercó su gemelo por detrás del sofa.
Fred asintió y se inclinó para dirigirse a los exteriores de La madriguera, donde su hermano lo conducía.
La noche estaba oscura y estrellada, pero era realmente preciosa.
—Habla con tu "noviecita", o lo que creas— dijo con desagrado en su voz— no permitiré ni mucho menos que hable mal de mi hija o de su madre, ni frente ni a espaldas suyas.— dijo y se retiró de ahí cerrando la puerta con un portazo que retumbó en los oídos del gemelo mayor.
¿Por qué su hermano actuaba así?.
No sabía que había hecho o dicho su novia, pero odió el tono que utilizó para referirse a ella.
De un momento a otro su cabeza empezó a molestar y todo le daba vueltas.
Malestares, allá vamos de nuevo...
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