Sinopsis || Eddward y Kevin llevan tres años
de casados, pero una fuerte pelea lleva a que
uno de ellos escape corriendo de la casa en
el medio de la noche.

Disclaimer || si yo lloro, ustedes también.

Quiso acercarse, pero Eddward comenzó a lanzar los pocos cojines que estaban en los sofás, tratando de impedirle el paso. Atinó uno de ellos en su rostro, y tuvo la oportunidad de escapar por la puerta. Se llevó consigo sus llaves y su celular, y una chamarra que no lo cubriría realmente del frío.

Corrió escaleras abajo por el pequeño complejo de apartamentos en el que vivían y escapó lo más lejos que pudo. Kevin se frotó los ojos, uno de los cordones sueltos que tenía el cojín le dió directo en el ojo, dejándolo medio desestabilizado.

Sentado en el antebrazo del sofá más pequeño, admiraba la puerta cerrada con fuerza y todos los cojines esparcidos por el suelo. Se preguntaba cómo es que llegaron a ese punto, cómo tres años de matrimonio podrían irse al carajo en sólo unos segundos.

Y la verdad era que Kevin no entendía a su esposo, pero quería hacerlo. Eddward no era alguien fácil de enrender (según el pelirrojo) ya que se contradecía a sí mismo todo el tiempo.

Jamás entendería a su esposo realmente... ¿pero, alguna vez terminas de conocer a la persona con la que pasarás o quieres pasar el resto de tu vida? No, no lo haces.

Las personas siempre están cambiando, y la persona de la que te has enamorado puede no ser completamente la misma persona con la que te casaste. El cabello crece y se corta constantemente, los ojos se maquillan y desmaquillan de la noche a la mañana, las personas crecen y maduran con el paso del tiempo.

Nada ni nadie es para siempre.

Pero Kevin quería tener una buena relación con el primer hombre que amó en su vida... aún así sea de novios, casados o divorciados.

Porque él amaba a Eddward.

Le tomó casi tres horas encontrarlo.

Primero fue al Café al que siempre solían ir juntos, pero estaba cerrado. En la casa de Eddy no había nadie, y Nazz tampoco se encontraba en ella; ellos estaban comprometidos. Ed no estaba en la ciudad.

ㅡ¿Dónde estás? ㅡmurmuró, mientras lo llamada por décimo octava vez en la noche, lo atendió de nuevo el contestador.

Volvió a casa mientras pensaba, y aceleró el paso en las escaleras pensando que, tal vez, él ya estaría en casa.

Revisó cada habitación y rincón, la tina del baño y los gabinetes de la cocina... nada. Siguió llamando y, cuando estaba a punto de enviar un mensaje de voz, se topó con las fotografías que Edd había colgado recientemente, y una en especial le llamó la atención.

Una fotografía tomada en la casa del árbol que había fabricado Eddy, más allá del patio trasero de su casa, cuando todos tenían entre catorce y quince años.

Ahí confesaron sus sentimientos por primera vez.

Tomó las llaves de su auto y salió en busca de él. Ya sabía dónde estaba o podía estar de todas formas, esta vez no iría a trote. Llegó a la casa de Eddy y estacionó el auto en el garage, luego corrió hasta el patio trasero, saltó la valla y se adentró entre los árboles.

Escuchó los pequeños y suaves sollozos de su esposo mientras se acercaba con cuidado, su corazón se estrujó. Lo había encontrado. Sólo hacía falta que Eddward quisiera hablar con él.

Subió por la escalera de madera y golpeteó la pequeña puerta improvisada antes de levantarla y dejarla caer a un lado.

ㅡEntenderé... si quieres que me vaya ㅡempezó diciendo, con cuidado, sin entrar realmente. Su esposo estaba mirando a otro ladoㅡ, sólo... me gustaría saber qué está pasando.

Eddward se limpió las lágrimas con los puños de su chamarra.

ㅡHace frío y... es la primera vez que te escapas así, yo... sé que podemos arreglarlo, porque siempre pudimos... pero no puedo hacerlo si no lo sé.

ㅡNo quiero que me ayudes, Kevin. No esta vez ㅡle confesó, después de un suspiro.

El pelirrojo subió y cerró la puerta, acercándose. Se sentó a su lado y se quitó el saco. A pesar de que Eddward lo miraba y le decía que no; lo abrigó con él.

ㅡ¿Por qué no quieres? ㅡpreguntó, en un murmullo.

ㅡPorque no puedes ayudarme con esto ㅡfrotó sus ojosㅡ. Sabes que es difícil para mí. Decir que adoras mi cuerpo y que es lo más bonito que hayas visto no me ayuda. No es que lo empeore, pero... para mí, es difícil creerlo, ¿sabes?

ㅡOh ㅡdijo, en otro murmulloㅡ. Lo entiendo, sólo... es que... ¿no fuiste tú el que dijo que primero deberías amarte, antes de amar a alguien más?

ㅡSí ㅡvolvió a frotarse los ojos y suspirarㅡ. Kev, yo... no me amo a mí mismo, probablemente no lo haga nunca; pero ¿tú? ㅡse volteó a verlo, con los ojos llenos de lágrimas de nuevo y una sonrisa inestableㅡ. Te amo a tí más que a nada. Te amo tanto... tanto, que tú me haces olvidar que me odio ㅡconfesó tomando sus manos.

ㅡNo digas esas cosas ㅡmurmuró, abrazándolo, tomándolo de sorpresaㅡ. Lo lamento, de verdad ㅡlo apretó contra él con suavidadㅡ. Mi amor propio será suficiente para los dos ㅡle dijo, alejándolo un poco de élㅡ, será suficiente para mantenernos juntos mientras aprendes a quererte de nuevo.

ㅡKev...

ㅡNo voy a entrometerme, ¿sí? Ya no más. Pero... por favor, búscame cuando necesites mi ayuda. Y, también, entiéndeme cuando no puedo controlarme porque te veo llorar e intento arreglarlo... lo intento porque sólo quiero verte feliz ㅡconfesó, con una sonrisa, limpiando sus lágrimas con sus pulgaresㅡ. Te amo, y no quiero que te escapes así de nuevo por mi culpa.

ㅡNo lo haré, lo prometo. Y no fue tu culpa.

ㅡLamento haberte gritado...

ㅡNo, yo lamento no haberte dicho nada antes ㅡvolvió a abrazarloㅡ. ¿Vamos a casa? Hace frío... y creo que había helado en la nevera.

Eddward rió suavemente; ㅡEstá bien... abrázame un poco más antes, ¿sí?

ㅡPor supuesto.

#12mesesMF22
#12mesesMF
JUNIO, 20 ; 2022.