Sinopsis || Corría el año 1900, o cerca de él.
Eddward es uno de los más prestigiosos profesores
(por no decir el único) del pequeño pueblito de Peach
Creek, a las afueras de Irlanda.

Con tan sólo veintitrés años, se ha abierto espacio
entre los estudios y ya sabe, por cuenta propia; la
historia, la literatura y la matemática casi a la perfección.

Y no sólo éso, además de ser atractivo, era humilde.
Para nada orgulloso o arrogante. Adorable. Tierno.
Era el hombre que todos querían ser... pero tenía un
secreto.

Un secreto que sólo fue capaz de confesarle a un
chico de unos diecisiete años, parecido a él.

Disclaimer || mención a un pequeño encuentro íntimo.

Fuí en busca de un par de exámenes para los niños y niñas que estudían en mi hogar. Caminé por los pasillos de la escuela, admirando los premios que habían ganado en mi ausencia y los retratos de los profesores que ya habían dejado la escuela, cómo yo.

Doblé en la esquina y, cuando levanté la vista, me encontré con un hombrecito sentado a las afueras de la Sala del Director. Miré trás de él, parecía que había gente dentro. El chico se veía abatido. Tenía la cara algo magullada, con un corte en el labio y un golpe creciéndole bajo el ojo derecho.

ㅡBuenos días. ¿Está el Director Eddy dentro? ㅡle pregunté, mirándole.

ㅡSí ㅡmurmuró. Sus ojos verdes se elevaron hasta mirarme, y por un segundo se quedó observándome. Estaba por abrir la puerta, hasta que ví que se movióㅡ... a-ah, yo le diría que... que no entre ahí.

ㅡ¿Por qué?, ¿pasa algo? ㅡahora, con más razón, quería abrir la puerta. Volteé al jóven que me miraba con una ceja alzada.

ㅡMe peleé con un compañero afuera, creo que está hablando con los padres del chico.

ㅡOh, ya veo ㅡmurmuré, sentándome en una de las sillas al otro lado de la puertaㅡ. ¿Te molesta si espero contigo?

ㅡNo... no, para nada.

Al poco tiempo, ambos ya estábamos hablando.

ㅡMe llamo Kevin ㅡme dijo, en voz bajaㅡ, y sé que usted era profesor de ésta escuela.

Apenado, asentí con la cabeza.

ㅡLo era, por supuesto. Pero, ahora no lo soy ㅡsonreí al ver que dejaba de mover sus manos nerviosas sobre sus piernasㅡ, así que, si quieres hablar conmigo sobre lo que pasó allí afuera...

ㅡ¿Por qué? ㅡlevantó la cabezaㅡ, ¿por qué le interesa?

Me encogí de hombros: ㅡPor tu facha, sé que eres de los atletas... ¿conoces la historia del famoso Ed Marion?

Los ojos del chico se iluminaron en cuanto le ví.

ㅡSí... ¡sí, él es mi más grande inspiración! ㅡcomentó, tan emocionado que no podía encontrar las palabras para hablarmeㅡ. ¿Usted lo conoce? Debe de tener su edad, ¿verdad? ¿Venían a ésta escuela juntos?

Reí a su emoción.

ㅡEs mi hermano mayor. Tiene diez años más que yo ㅡle comenté, en voz baja, casi estalla de emociónㅡ. Shh, shh ㅡle acalléㅡ. Ed se metía en muchos problemas cuando era jóven. Nuestros padres ya no estaban presentes cuando él estaba por empezar la secundaria, así que yo me encargaba de él y él de mi.

"Su primer pelea fue cuando yo ingresé en la primaria. Había dejado la escuela por casi dos años para atender mis necesidades. Cuando ingresamos; yo estaba en primer grado, y él en cuarto. Un chico de su salón de clases se burlaba de nosotros, más de mi, porque no parecía hijo de mi padre"; le dije.

ㅡBueno... yo tampoco podría decir que son hermanos ㅡse animó a decirㅡ. Tu cabello es negro, el suyo no lo es. Y sus ojos tampoco son iguales..., tal vez..., ¿la nariz?

ㅡNo te atrevas ㅡseñalé, él rióㅡ. Entonces, las peleas siguieron, y más cuando él estuvo en la secundaria..., sé algunos trucos que él usaba con el Director, e incluso yo sé cómo darle pena. Así que, ¿por qué no me cuentas cómo te peleaste con ése muchacho?

ㅡBueno, yo..., ¿sabe? Me gusta fugar fútbol amerciano, pero..., ugh ㅡrascó su nucaㅡ. No se vaya a reír, yo..., uh..., tal vez...

ㅡMira ㅡle detuveㅡ. Yo diré mi secreto más grande, luego tú ves si vale la pena ㅡaclaré mi garganta y me tomé un segundo de dramatismo para verle mirarme muy atentamenteㅡ: sufrí de acosos en la escuela porque era el único hombre al que le gustaban los libros de romance, que sólo leían las niñas.

ㅡ¡A mi igual! ㅡse cubrió la boca rápidamenteㅡ. Yo no..., quiero decir..., bueno...

ㅡAl menos a ti no te acosarán, no si estás con los atletas ㅡpalmeé su hombroㅡ. ¿Por éso te peleaste con él?, ¿se burló de ti?

ㅡY de cómo estoy tan fascinado con su hermano, señor Marion.

ㅡOh, tranquilo, puedes llamarme Eddward.

El hombrecito me sonrió, extendiendo su mano hacia mi. Me dispuse a contarle un par de viejas anécdotas de mi hermano, e incluso le ofrecí venir a buscarlo una tarde de viernes y llevarlo conmigo a mi hogar, dónde mi hermano viene de visita.

ㅡDisculpa..., ya me gusta pasar tiempo contigo, pero, ¿no te parece que se está tardando mucho?

ㅡSi, qué raro..., yo no vi que entr...

Kevin abrió la boca, señalando algo detrás de mi. Había otro niño siendo rependido, con la cara magullada. Entonces, ¿quién estaba dentro con el Director? Nos miramos rápidamente, y saltamos de nuestros asientos.

Al abrir la puerta con tanto impulso, no le dimos tiempo al Director de recomponerse. O de que el muchacho que estaba sobre su regazo se levantata. Los claros manchones rosados sobre la piel del hombre sobre los muslos de Eddy y los cabellos despeinados de ambas cabezas daban indicios de besuqueos... intensos.

Admiré la escena por unos segundos. Reconocí a mi viejo amigo de la infancia, Nathan Goldberg. Había,
inconscientemente, revelado su secreto a éste jóven niño a mi lado.

ㅡ¿Nathan? ㅡpregunté. Él me saludó de forma incómoda. Se paralizó y empalideció cuando le dió una mirada a Kevin.

Sus palabras casi me hacen tropezar y caer de cara al suelo:

ㅡ... ¿Primo Nath?

Ojalá jamás hubiera abierto ésa bendita puerta.

#12mesesMF22
#12mesesMF
ENERO, 20 ; 2022.