«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝗈𝖼𝗁𝗈»... [𝖮8]

❝¡𝗡𝗢!❞

La pequeña niña primero quitó su blusa de seda, luego sus pantalones cortos y después sus calcetines blancos, que estaban un poco sucios ya que había estado jugando en el barro con un par de gusanitos.

Una mueca apareció en su rostro al sentir algunos dolores en su piel, brazos, piernas, e incluso en su "cosita" o así le solía llamar la niña. A pasos temblorosos debido al frío se ubicó frente al espejo de cuerpo completo que se encontraba en su habitación. De hecho era el único espejo que tenía en su habitación y el único espejo que había en toda la "casa".

Subiendo su mirada se observó en el espejo, viendo su cuerpo totalmente desnudo. Observando primero su rostro, lleno de ojeras y lágrimas secas. Su cabello un poco despeinado debido a que se acababa de levantar. Luego bajó un poco, viendo sus clavículas desnudas. Nadie podría negar lo delgada que estaba. Luego sus cortos y delgados brazos. Su mirada bajó hasta sus pequeños senos, los cuales tenían un pequeño pezon rosado. Bajó un poco más su mirada, notando sus costillas, las cuales sobresalían, y una pequeña cintura. Luego observó su cadera, en la cual se marcaban dos huesos.

Todo su cuerpo estaba lleno de manchas moradas, negras y rojizas.

Y finalmente, llegó a la zona en donde no quería mirar.

"Su cosita".

Llevando una mano con sumo cuidado a su vagina, la pequeña niña tocó solo el comienzo de su zona v, la cual estaba un poco rojiza. Un jadeo salió de sus labios porque le dolía demasiado su parte íntima. No sabía si era de los tantos maltratos o "cositas" que habían metido "allí" los monstruos. Pero en verdad le dolía muchísimo y quería que la dejaran en paz a ella y a su "cosita".

Le dolía mucho.

¡Ella decía que no quería!

¡Ella decía que no le gustaba!

¡Ella decía "no"!

¡NO!

¿Entonces por qué seguían?

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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09