Capítulo Seis.
Lunes.
El fin de semana había pasado tan rápido, fue como agua deshaciendose en sus manos no había durado nada. Trató de aprovecharlo descansando, durmiendo y viendo series a un lado de JiMin quien aunque sea su propio jefe también estaba estresado.
Pero tuvieron que regresar, y sufrir como lo haría SeokJin durante toda la semana, y tal vez las que seguían.
Seis de la mañana, el jefe lo recibió de nuevo con uns sonrisa.
Seis y media, la maestra seguía siendo la misma señora con máxima paciencia.
Siete y media, el señor Kim parecía seguir comportándose como un idiota y sus clases obligadas de golf.
Ocho de la mañana, por finnnn.
Apesar de que SeokJin era el secretario tanto personal como laboral de Kim NamJoon, había ratos en los que el moreno no necesitaba de su agenda o de alguien quien estuviera detrás de él. Así que SeokJin podía disfrutar de una rica tasa de té, o de una dona de chocolate sin estar a las carreras.
Lunes.
Pesadilla de todo el mundo y próximamente de SeokJin.
Por alguna razón todo estaba un poco más extraño, a medio camino de la cafetería hacia su escritorio se encontró a las dos secretarias quienes al verlo rieron. No sabía exactamente qué pasaba con ellas dos porque llevaba una semana trabajando y jamás le habían dirigido la palabra ni para desear un buen día apesar de que él sí lo hacía.
Las ignoró cómo de costumbre y manteniendo la postura segura siguió con su camino.
Sintió que la sonrisa se le borraba de poco en poco cuando encontró un desastre hecho su escritorio. Y no es que las cosas estuvieran desordenadas o tiradas, de hecho ni rotas, en cambio todo estaba hecho de cartón.
Frunció el ceño con los labios entre abiertos y se acercó los poco pasos, la computadora, el escritorio, la lámpara e incluso la silla, todo era de cartón.
-¿Qué mier...- suspiró cansado, llevaba una semana y no es como si no supiera quién había sido el responsable de aquella "broma". Ahora entendía porque las secretarias se habían reído de él... O por qué las otras secretarias habían huido del trabajo.
Trató de ignorarlo, se tragó el coraje y finalmente después de exhalar e inhalar algunas veces se dirigió a la oficina de su jefe. Golpeó la puerta un par de veces y finalmente entró.
Kim NamJoon, era el ejemplo perfecto de perfección, pero física. Era muy guapo y su dualidad a veces le hacía ponerse nervioso, pero está vez lo veía con enojo, estaba bien que era su jefe pero no podía trabajar así, y SeokJin sabía cuál era el resultado que su jefe quería.
-Señor Kim- habló SeokJin, llamando la atención del moreno quien volteó a verlo con una ceja alzada.
-¿Ocurre algo, secretario Kim?- contestó y su mirada se dirigió otra vez a la pantalla.
-Usted... ¿Sabe qué ocurrió con mis cosas?
-Creo que es algo de lo que usted deba encargarse, secretario Kim, no me hago responsable.
El mayor se giró por un segundo para expulsar el veneno en un gritó sordo, y volver con su jefe.
-¿Así serán las cosas?- NamJoon tragó pesado, sin voltear a verlo. No sé dejaría vencer, a él no le daba miedo su secretario por más mayor que fuera.
Ante la ignorancia de su jefe, SeokJin recuperó la cuerda en su cabeza y asintió seguro.
-Bien, tiene una reunión con el Ceo Min en media hora, señor Kim-
-No tiene el iPad- interrumpió NamJoon de inmediato-. No sabe qué citas tengo hoy.
-Se olvida de una cosa, jefe- se acercó unos pasos, lentamente ante la atenta mirada del menor-, Que no necesito un iPad para arruinar su vida con juntas- dejó el café de golpe en el escritorio, haciendo dar un brinquito al moreno-. Lo veré pronto.
NamJoon suspiró cuando la puerta fue cerrada de golpe, y soltó una pequeña risita mientras se recargaba en el espaldar de su enorme silla.
-Me gusta- sonrió seguro.
- CEO Infantil -
Min YoonGi, creador de una gran empresa de entretenimiento, había empezado gracias a su gran dote de crear música. Al principio había querido debutar como compositor de canciones, pero por alguna razón nadie había querido contratarlo a pesar de su gran talento.
Fue así que, resentido y con grandes celos y coraje, creo su propia empresa, empezó solo en el garage de un amigo, y finalmente fue creciendo en un apartamento, siguió rentando un local mediano y cuando pudo contratar a más gente se decidió en un pequeño edificio.
Al principio de todo empezó con un dúo de amigos, se hicieron famosos en internet y poco a poco las audiciones para debutar grupos y solistas iban creciendo. Era la empresa de rap-hiphop más grande de Corea.
Ahora era dueño de un enorme edificio de treinta pisos, con más de diez grupos debutados, tres de ellos los más famosos de la industria en la música. Él seguía creando música, pero como Ceo no tenía mucho tiempo para eso, y aunque esa no era su meta desde un principio estaba satisfecho con el éxito que tuvo.
Es por eso que Kim NamJoon, el dueño de la empresa más grande de modas, quería una colaboración con él.
Su ropa era tan fina y hermosa, que sabía que una colaboración entre las dos empresas era llevar las ganancias al cielo, y estaba en lo correcto.
Pero había un problema, Min YoonGi era muy resentido.
-No- sentenció el mayor y NamJoon sólo suspiró, las dos tazas de café en su escritorio mientras Min sentado frente a él.
-Vamos- continúo Kim-. No seas tan ermitaño por Dios, que desespero contigo.
-No soy un ermitaño, idiota- ellos eran amigos desde hace ya muchos años-, Sólo no me gusta la idea.
-Pero si la idea es muy sencilla.
-Por eso no me gusta.
NamJoon cerró los ojos, mordiendo sus labios para contener las ganas de golpear a su amigo en la cara.
-Pero si solo es ponerse la ropa de la nueva colección de otoño, qué de difícil tiene eso.
-Tu ropa no está al nivel de mis artistas.
-Pero si tus artistas compran mucha mercancía, con esta colaboración estarías ganando y no perdiendo dinero.
El mayor entre cerró sus ojos por un segundo, y asintió finalmente.
-Okey- aceptó después de unos segundos-. Pero con una condición.
-Ahora qué- viró los ojos y Min sonrió.
-Cuando venía hacia tu oficina me encontré con alguien- Kim elevó una de sus cejas, con curiosidad-. Lo recuerdo muy bien, estaba acompañando de una mujer y lo nombraba como jefe Park, cuando se bajaron del ascensor fueron al departamento de finanzas.
-¿Y tú cómo sabes qué era el departamento de finanzas?
-Porque había un letrero con las letras escritas "Departamento de finanzas" en mayúsculas.
-Bueno- se enderezó en su silla, viendo a su amigo-. ¿Qué ocurre con el jefe Park?
-Consigueme una cita con él.
-¡¿Estás loco?!- preguntó NamJoon, soltando una risa burlona-. Sólo conviví con él cuando lo contraté, es un buen tipo pero se ve que no es nada divertido, alguien rudo.
-Tomalo o déjalo- NamJoon se lo pensó un par de segundos, pero de todos modos al final asintió, aceptando la oferta-, Hasta que tenga la cita con Park, yo firmaré el contrato de colaboración.
-Eres un psicópata, me cae que si.
-No me importa- el mayor se levantó y NamJoon le siguió, viéndolo acomodar su abrigo negro.
-Me dió gusto verte de nuevo, Min- siguió el más alto, acompañándolo a la salida-, HoSeok está de viaje de negocios, pero reunamonos como en los viejos tiempos cuando regrese.
YoonGi rió y antes de salir volteó hacia su amigo.
-Si fuera como en los viejos tiempos, déjame decirte que ahora seríamos potencia mundial en la música.
El moreno se encogió de hombros.
-En otra vida.
Los dos finalmente se despidieron, y antes de que YoonGi se retirara por el pasillos volteó de nuevo hacia Kim.
-Por cierto- habló llamando la atención incluso de SeokJin-, Dime dónde conseguiste un secretario tan sexi, tal vez contraté a uno igual.
Los dos amigos rieron y Jin solo viró los ojos sin despegar su vista de la MackBook.
Cuando Min siguió su camino ahora sí levantó la vista y se encontró con su jefe, recargado en la puerta con los brazos cruzados.
-A mi oficina- indicó y sin esperarlo entró él.
Cuando YoonGi dijo a qué serían potencial mundial, se refería a la rap line.
Ya quiero que aparezca Jk chikito :((
-K_S_05.
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