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3.

— Alicia estaba sentada junto a sus dos mejores amigos en el jardín mientras que su madre terminaba de hacer el almuerzo, era domingo, lo cual significaba que ambas familias compartirían la comida, los menores podían hacer cualquier cosa con tal de no interrumpir la charla de los mayores, que se basaba en las ganancias de la fábrica de tabaco Sierra y problemas con las competencias. —

¿Nos hacemos pulseras? — Les preguntó la pelirroja ya que veía que no les estaba gustando mucho el jugar con los ponys de plástico. —

Si. — Dijeron al unísono, agradeciendo que se haya dado cuenta de que jugar a los ponys por veinte minutos seguidos ya no era divertido. —

Bien, ya vengo, denme cinco minutos. — Se levantó del césped, corrió al interior de la casa, sigilosamente fue hasta la habitación, tomando el kit para hacer las pulseras y volvió con ellos con el mismo cuidado. — Usen las rojas, pero no las gasten. Luego tienen libertad con todo. — Midió la tanza elástica en manos de ambos y luego Andrés hizo lo mismo pero con su mano. —

— Los tres se pusieron a hacer las pulseras, aunque Sergio se estaba poniendo de mal humor por sentir que no iba a terminar más de poner las pequeñas piezas. —

— Mientras las hacían iban hablando, Alicia miraba como iba la de Andrés y el como iba la de ella, hasta que se encontraron viéndose, las mejillas se les ruborizaron y siguieron como si nada, aunque Sergio los miró alzando una ceja al ver esa interacción. —

— Luego de unos minutos los tres terminaron, Sergio hizo un brazalete con verde metalizado, negro y bolitas traslúcidas amarillas, pero le agregó algunas decoraciones de estrellas pequeñas de metal.
Andrés hizo una pulsera para Alicia, que tenía pequeñas pelotitas doradas, negras, algunas rojas cada cierto patrón y en medio de toda la hilera había una "A" entre dos corazones. —

Te quedó muy bonita. — Dijo la pelirroja, la pulsera que ella había hecho tenía pelotitas azules, blancas, transparentes y había hecho lo mismo que el, entre corazones una "A" —

La tuya también, buena elección de colores. A ver, préstame. — Ambos intercambiaron las pulseras, a cada uno le gustaba más la pulsera del otro. —

¿Y si las intercambian? — Les preguntó Sergio haciendo que volteen a verlo a la vez. — A ti te gusta más la pulsera de Alicia y a Alicia le gusta más la tuya, además los dos nombres empiezan con "A"

— Ninguno de los dos llegó a decir nada ya que recibieron el grito de que debían ir a comer, entonces fueron casi corriendo hasta la mesa, solo que no se devolvieron las pulseras, al contrario, se las dejaron puestas. —

¿Y que hay de ti Alicia, te gusta alguien?

¿A mi? No, nunca. — Negó rápidamente, no tenía amigas ni si quiera, nadie se interesaba en ella y ella no se interesaba en nadie, eran el mismo trío; Alicia, Andrés y Sergio. —

¿Y tú Andrés? — Le preguntaron mientras el observaba atentamente a Alicia luego de esa pregunta pero respondió cuando registró que le hablaron. —

No, tampoco, me quieren emparejar con una tal "Valeria" pero no me gusta, aunque a veces me da algunos mensajes en papeles o viene a abrazarme. — Sintió la mirada de Alicia encima pero lo único que hizo la pelirroja fue alzar las cejas mientras comía de su plato en silencio, probablemente porqué el no le había dicho nada de eso antes. —

— El almuerzo siguió normal, aunque hablaban más los adultos que los menores, hasta que los platos se fueron vaciando y en lugar de quedarse haciendo la sobre mesa, los mayores se quedaron hablando a compañía del vino y los hermanos junto a la pelirroja subieron a la habitación a ver alguna película. —

¿Alicia en el país de las maravillas? ¿Otra vez?

Si se siguen quejando no me va a quedar de otra que probar el maquillaje con ustedes, entonces... — Dejó que terminen la frase. —

Vamos a ver Alicia. — Mientras su amiga sacaba el cd de el estuche en el que habían como veinte opciones más, Sergio se quejaba de Andrés. —

¿Tenías que esconderle lo de Valeria? Ahora no nos va a dar chuches por tú culpa. — Le susurró el menor dándole un codazo a su hermano mayor. —

Cállate. — Dijo el también en susurro, una vez la película empezó Alicia ni se sentó al lado de Andrés, al contrario, dejó en medio a Sergio y a los pocos minutos tomó la bolsa de chuches del cajón, haciendo que miren embobados. —

— Alicia tomó una de sus paletas de azúcar rojas con forma de corazón y se la metió a la boca mientras observaba la película a la par en la que jugaba con su mano en la bolsa de golosinas, sacando algunas y volviéndolas a meter solamente para torturarlos. —

Alicia... — La llamó Sergio una vez que la pelirroja sacó otra piruleta pero de muchos colores. —

¿Mhm? — Preguntó sin dejar de mirar la pantalla, jugando con la golosina entre sus dedos. —

¿Me das la piruleta? — Andrés observaba atento la conversación, si Alicia le daba a Sergio tal vez él tenía posibilidad. —

¿Tú sabías lo de Valeria, no? — Preguntó quitando la vista de la película para verlo primero a él y luego a Andrés. —

Sí, pero...

No, traición lo tuyo, entonces hoy y probablemente esta semana no hay chuches para ninguno de los dos. — Se alzó de hombros, guardó la paleta en la bolsa y la metió en su cajón, ignorando por completo el lenguaje de señas por el que se comunicaban los hermanos al lado de ella, pero escuchó a Sergio decirle "te mato." —

Como el pequeño de lentes estaba cansado se subió a la cama de Alicia y se quedó dormido casi que al instante, cuando quedaron solamente Andrés y Alicia el mayor por un año le habló. — ¿Por qué te molestó lo de Valeria?

Porque me tuve que enterar por otra persona y no porque me lo hayas dicho tú. — Para hablar se quitó el dulce de la boca y lo miró levemente ofendida, a pesar de su corta edad siempre supo que era lo que le gustaba, lo que no, y en la categoría entraban las actitudes. —

Sabía que te iba a molestar, ¿Para que te lo iba a decir? — Preguntó confundido, aunque diariamente Alicia le daba lecciones de como debía comportarse con ella, ese momento no era la excepción. —

No me estás entendiendo. — Alicia suspiró y maldijo a los hombres una y mil veces en su cabeza antes de hablar. — No me molesta que Valeria quiera estar contigo o algo así, me molesta que no me lo hayas dicho antes, que me haya enterado porque otra persona te lo preguntó y no porque mi mejor amigo vino a contármelo a mi personalmente o primera.
¿Como te sentirías si te enteras que alguien me esta tratando de conquistar hace días y no te cuento?

— Y ahí Andrés finalmente entendió con ese ejemplo un poco de cómo se sentía ella, ya que si ella le hacía lo mismo probablemente el iba a reaccionar igual, entonces se sentó a su lado, quitando el hueco de distancia que había en el que estaba Sergio y le habló. — Lo siento rojita, te prometo que desde ahora cada interacción que tenga con una chica que no seas tú te la voy a contar...joder, tú de novia vas a ser terrible. — Ambos se rieron con lo ultimo. —

— Andrés alzó su meñique y Alicia hizo lo mismo, entrelazándolo con el suyo, sellando la promesa con esa "Pinky Promise" y se quedaron viendo la película en silencio.
Aunque por un instante Andrés pensó en que Alicia en algún momento podría ser su novia, ¿Quién le iba a dar estas lecciones? Tocaría aprenderlas el solo porque posiblemente no vuelva a interactuar con otro ser humano de género femenino nunca más, aunque el no pondría resistencia. —





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