Capítulo Dieciocho.
Fin de semana, la casa estaba en un silencio que por alguna rara razón no se sentía extraño. A comparación de las veces anteriores donde toda la familia, incluyendo a JungKook, sabían que las cosas estaban tensas entre JiMin y TaeHyung (más por parte del menor que del mayor).
Pero ahora... SeokJin tomaba un curso de pintura en su estudio de trabajo, NamJoon era su modelo mientras aguantaba esa posición incomoda tapado sólo con una sabana de seda que extrañamente sólo cubría su parte íntima. JungKook jugaba con WonHo al ajedrez en el salón de juegos, (cabe recalcar que JungKook llevaba la delantera), y JiMin junto a TaeHyung sólo perdían el tiempo en sus habitaciones
Por parte de TaeHyung trataba de entender uno de esos ejercicios que la maestra de algebra ponía de tarea y que por estar un poco atrasado no entendía. Trató de preguntarle a sus compañeros pero estaban en las mismas que él, aún cuando ellos no estaban atrasados en las tareas y los trabajos, o eso se supone...
Suspiró cansado, y harto, de estar en la silla del escritorio que aunque era especial para no causar molestias no hacía milagros después de cuatro horas sentado.
Hasta que alguien golpeó la puerta llamó su atención y volteó cuando esta era abierta lentamente. De esta, se asomaba JiMin quien le sonreía un tanto incomodo.
- Mmm hola ¿puedo pasar?- preguntó y TaeHyung apretó los labios mientras asentía, igual de incómodo que el rubio.
Lo observó en silencio entrar y cerrar la puerta detrás de él para siguiente a eso tomar un banco y acercarlo para sentarse a un lado. Quedando así juntos en un silencio algo incómodo
JiMin le sonrió y TaeHyung frunció levemente el ceño confundido por su comportamiento.
- Yo...- continuó el menor-. ¿puedo preguntarte algo?
- Claro, qué ocupas- contestó intrigado.
- Bueno, ya sabes- JiMin rascó su nuca nervioso. Y es que nunca se había llevado bien con él, que ahora qué trataba de llevar la fiesta en paz era extraño tener que comenzar él a sacar su banderita en blanco-. Con lo que pasó la otra noche, en la fiesta.
- Ah...- asintió entendiendo-. No te preocupes por eso, no le dire a SeokJin ni a NamJoon.
- ¡Eso era lo que quería preguntar!- exclamó y TaeHyung apretó sus labios-. Lo siento, te asusté. Bueno, a lo que quiero llegar antes de cualquier cosa, es que tu tuviste la oportunidad de delatarme con nuestros padres. Te traté mal por todo este tiempo qué es imposible que no quisieras vengarte de mi.
TaeHyung lo observó por un segundo cuando terminó de hablar y suspiró bajito, no tanto cómo para que no lo escuchara pero eso no le importó de todos modos.
-Pues no creo que tenga la necesidad de arruinar tu vida- contestó bajo la atenta mirada-. No gano nada echándote de cabeza, y un regaño por parte de SeokJin o de NamJoon no me hará sentir mejor.
- Pero...
- Además, sé qué la pasaste mal con YoonGi después de eso. Y a veces las personas tocan fondo cuando tiene muchos problemas. Yo... bueno, no quisiera que eso te pasara. Así que decidí guardar silencio. Después de todo no soy una mala persona cómo piensas que soy.
JiMin hizo un leve puchero y ahí entendió que TaeHyung de verdad no era alguien malo y que toda esa guerra qué creó por puros celos era muy ridícula.
- Lo siento- confesó y TaeHyung volteó algo asombrado-. Lo digo de verdad... si te soy sincero no es que pensara que fueras una mala persona, sólo estaba asustado porque fue una noticia que me llegó de golpe. Tenía miedo del simple hecho de que mi papá NamJoon cambiara las cosas entre nosotros, pero eso no fue así...
JiMin tenía razón, era un adolescente de dieciséis años. Era obvio que se asustaría si un desconocido llegaba de la nada e invadía su casa.
Más bien los irresponsables en la situación habían sido NamJoon y SeokJin quienes estaba concientes de que algo así ocurriría en cualquier momento. Ellos debieron hablar del tema con sus dos hijos y explicarles que no era una experiencia desagradable tener un nuevo hermano.
O ya en caso de novelas decirles que tenían una hermano internado en algún colegio caro de Londres y que no los visitaba por cuestiones de políticas escolares.
Pero no era una novela y el hubiera no existe.
- Lo sé- TaeHyung asintió. Entendiendo que si él estuviera en la posición de JiMin no dudaría en actuar de una manera roñosa-. Por eso decidí darte tu espacio y tiempo.
Por otro lado, JiMin hizo una mueca. Ahora sintiéndose culpable de la forma en la que había actuado. Que, aunque fue una técnica de auto defensa, no fue la más correcta para un chico de dieciséis años como lo era él.
- Sólo quería decir que lo siento, y que no volveré a comportarme de una manera tan infantil y egoísta.
TaeHyung le sonrió de medio lado. Restándole importancia con ese movimiento de hombros y haciendo a JiMin sonreírle de vuelta.
- ¿Ya sabes de qué vas a decorar tu habitación?- siguió el rubio y Tae negó volviendo la vista a la macbook en su escritorio.
- Aún no. Hay muchas cosas que están gustándome, pero parece que no me convencen del todo.
- ¿Haz intentado con el vintage?
- ¿Vintage? Qué clase de idioma es ese- se burló un poco y JiMin viró los ojos.
- Hazte a un lado- lo empujó un poco y TaeHyung frunció el ceño viendo a su hermano tomar el teclado para buscar quien sabe qué en una página que nunca había visto.
Y cuando la pantalla se llenó de las pequeñas imágenes, que contrastaban entre café, blanco y negro, sus ojos brillaron y su atención fue robada por completo.
A la señora Seo le gustaba mucho la musica antaño, de su época. Los bailes románticos en pareja y los vestidos largos en cuadros con lindos zapatos.
Recordar a la señora Seo simplemente era un lindo recuerdo que siempre atesoraria. Pues, gracias a ella, ahora descubría su gran gusto por lo clásico.
- ¿Y cómo se supone que voy a conseguir cosas como esas?- preguntó y JiMin volteó a verlo incrédulo.
- Pues pideselo a nuestros padres. Dah.
Si... ¿Qué tan difícil podía ser eso?
- Buscando a Papá -
TaeHyung podía escuchar a lo lejos la conversación que NamJoon tenía por teléfono. Podía distinguir fácilmente que eran cosas de su trabajo puesto que a veces suspiraba y regañaba a quien estaba del otro lado de la llamada.
Hasta que la llamada se cortó y fue así que después de pensarlo por unos largos e interminables minutos (y algunos saludos por parte de los empleados que pasaban por el pasillo) se ánimo a golpear un poco la puerta de caoba.
-Adelante- escuchó la imponente voz del moreno y después de darse ánimos se adentró. Llamando la atención de NamJoon quién le sonrió.
NamJoon, estando de pie, revisaba algunos papeles mientras usaba lentes de aumento. Casi iguales a los que TaeHyung usaba del diario.
-Tae, ¿ocurre algo?- preguntó el mayor y él asintió acercándose.
-Bueno...- murmuró estando a un lado del mayor, para tomar la orilla de su playera negra, sin voltearlo a ver porque le daba vergüenza-. Es que ayer JiMin y yo hablamos.
-Me alegra saber que se llevan bien después de todo. SeokJin dice que JiMin habla más de ti y que ya no le molesta que estés aquí.
-Sí, hablamos de eso. Pero no es de lo que quiero hablar contigo.
-¿No?- preguntó curioso y el menor negó con un movimiento de cabeza, aún sin verlo pero también sin soltarlo de la playera-. ¿Entonces qué ocurre?
-Ayer vimos cosas bonitas en internet, cosas vintage. Quiero decorar mi habitación así. JiMin tiene decorado de idols, fotos con sus amigos, y cosas verdes. JungKook de muchos juguetes Legos, Marvel y una película llamada "El padrino" ¿por qué a un niño de su edad le gusta eso? Aún no entiendo.
NamJoon soltó una risita viendo a su hijo fruncir el ceño por lo raro que podía ser el menor de sus otros hijos.
- JungKook me agrada, pero es un poco extraño- siguió perdiéndose en sus pensamientos-. Aún así- regresó en sí-. SeokJin tiene su estudio lleno de revistas de moda, telas de ropa, y cosas de corte y confección. Tú de plantas y muchos libros de matemáticas. Creo que son muchos libros a mi gusto- murmuró lo último volviendo a perderse en sus pensamientos murmurando quien sabe qué.
- Tae- llamó el mayor y el nombrado regreso en sí.
-Lo siento- suspiró pesado aclarando sus pensamientos-. A lo que quiero llegar es que yo todavía no tengo nada de decoración propia, y ayer JiMin me enseñó algo que me gustó mucho.
- ¿El estilo Vintage que nombraste antes?- preguntó y TaeHyung asintió.- ¿Ocupas ayuda con algo?
-Si... es que. Bueno... es que yo no- titubeó un poco-. No tengo dinero y JiMin dijo que te podía decir a ti o a SeokJin, pero me da más vergüenza con SeokJin. Pero si no puedes está bien. Se gasta mucho dinero en esas cosas y yo no quiero que gasten en mí porque ¿Por qué gastarian en mí? Además ya han gastado mucho en mí y-
-TaeHyung cálmate- interrumpió NamJoon algo aturdido por lo rápido que hablaba su hijo-. Está bien. No vuelvas a decir eso, el dinero no es problema si a eso te refieres.
-Entonces...
-Dile a JiMin que te ayude a encargar todo lo que ocupes, usa mi tarjeta y gasta lo que quieras.
NamJoon le sonrió y revolvió sus sedosos cabellos antes de salir de su oficina por algo de snack.
Se tenía que recordar empezar a darle mesada a sus hijos para que no sufrieran al pedirle algo de ahora en adelante...
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