«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝗌𝖾𝗂𝗌»... [𝖮6]

❝𝗨𝗻 𝗲𝘅𝘁𝗿𝗮𝗻̃𝗼 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗼𝗿𝘁𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼❞

La puerta principal de su hogar se abrió, revelando la presencia de su esposo Min. Su cabello desordenado, el sudor en su cuello y su ropa desajustada dejaban claro que, una vez más, había llegado a casa cansado y estresado por el trabajo.

La pareja había pasado las últimas semanas juntos con bastantes diferencias y problemas después de la desgarradora noticia sobre el embarazo psicológico. La relación entre ambos se había vuelto muy tensa. A pesar de que Min intentaba brindar "apoyo" y "consolación", parte de él también estaba destrozada. Ambos habían albergado grandes ilusiones sobre tener un bebé, y los síntomas del embarazo habían "engañado" a ambos.

Para Jimin, asimilar la noticia fue extremadamente difícil. Desde que salió del hospital, había llorado incontables veces. Su corazón se sentía desgarrado y comenzó a sentir un inexplicable odio hacia sí mismo. A pesar de saber que no era su culpa, se sentía como si hubiera creado un niño imaginario. Por Dios, ni siquiera era capaz de concebir un bebé de verdad. El estrés acumulado y la profunda tristeza lo llevaban a pasar cada noche llorando, acurrucado en la solitaria habitación matrimonial.

━ Amor, ¿cómo te fue? ━ preguntó Jimin, dejando los guantes de cocina en la isla del comedor. Intentó darle un beso en la mejilla, pero su esposo lo esquivó disimuladamente.

Quizás estaba muy cansado. Sí, solo lo había rechazado por eso.

━ Estoy cansado, el maldito trabajo me ha estresado mucho últimamente ━ se quejó Min, tirando de algunos mechones de su cabello negro mientras tomaba asiento en el cómodo sofá.

━ ¿Por qué no te tomas un descanso? Puedes trabajar desde casa y tomarte unos días para relajarte ━ sugirió Jimin, colocándose detrás de su esposo para darle su habitual masaje relajante en los hombros.

La idea de unas pequeñas vacaciones en casa no sonaba mal. Después de todo, estaría junto a él y podría descansar del estrés. Sin embargo, para Min, no era algo que pudiera simplemente aceptar. No le gustaba "perder" el tiempo en casa, y últimamente tampoco quería estar tan cerca de Jimin, aunque no lo admitiera. Desde la noticia del embarazo psicológico, había intentado ver a su esposo con ojos esperanzadores, brindarle amor y comprensión, pero era evidente que su afecto no era del todo genuino.

━ Sabes que no me gusta quedarme en casa sin hacer nada... ━ Jimin quiso decir "ahora no te gusta", pero las palabras se quedaron atrapadas en un nudo en su garganta.

Para no empeorar el ambiente, decidió buscar la cena que había preparado.

Jimin realmente deseaba que las cosas mejoraran, pero aún no sabía qué hacer para lograrlo. ¿Por qué de repente sentía que su relación se había vuelto tan rutinaria cuando nunca lo había pensado antes? ¿Sería por el bebé que las cosas empezaban a cambiar?

<< "Es mejor dormir, todo será mejor si duermo" >> Con ese pensamiento en mente, sus pensamientos se desvanecieron, igual que su deseo de entablar una conversación con su esposo.

Era una situación tan incómoda...

Las cálidas cobijas de la cama matrimonial acariciaban su piel a través de su fina pijama, su cabello aún ligeramente húmedo por la ducha reciente. Jimin se había preparado para dormir después de la cena, mientras su esposo permanecía en la sala ocupado con papeleo.

Incluso para Jimin, ver a Min trabajar era agotador.

Habiéndose tomado unas vacaciones y trabajando digitalmente después de intentar quedar embarazado, Jimin se sentía seguro administrando su trabajo desde casa. Aunque su trabajo en una empresa de modelaje no consumía excesivamente su energía, prefería gestionarlo cómodamente desde la pantalla de su hogar. Aunque ocasionalmente tenía que ir a la oficina, no era algo frecuente.

¿Debería considerar volver a trabajar presencialmente para evitar el aburrimiento en casa? Habían acordado distanciarse mentalmente y superar por completo la desafortunada noticia sobre el embarazo. Sentían que no estaban completamente listos para traer un bebé al mundo.

La puerta se abrió y sus pensamientos se detuvieron. Cerró los ojos nerviosamente sin razón aparente. Escuchó los pasos de su esposo alrededor de la cama y sintió la presión del colchón indicando que Min se había acostado.

No había ningún ruido, solo el sonido de sus respiraciones calmadas.

Era melancólicamente reconfortante.

Min estuvo a punto de acariciar su abdomen, como solía hacerlo hace unos meses, pero retiró sus manos lentamente. ¿Por qué había dudado en tocarlo? ¿Sería por el bebé? Una opresión en su pecho le impidió dormir completamente bien.

Se sentía abrumado.

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