«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝗊𝗎𝗂𝗇𝖼𝖾»... [15]

❝𝗟𝗮 𝗦𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼́𝗻❞

Jimin se encontraba en su habitación, sentado en el borde de la cama, con los ojos enrojecidos por las lágrimas que había derramado durante horas. El reloj en la mesita de noche marcaba las tres de la madrugada, y Yoongi aún no había regresado a casa. El corazón de Jimin latía con ansiedad y desesperación, preguntándose dónde podría estar Yoongi y por qué no había vuelto.

Cada minuto que pasaba sin noticias de Yoongi aumentaba la angustia de Jimin. Su mente corría descontrolada, imaginando escenarios oscuros y temiendo lo peor. El silencio de la casa se volvía opresivo, llenando el espacio con una presión emocional insoportable.

Entonces, en un momento de desesperación, los ojos de Jimin se posaron en una pequeña caja en el fondo del cajón de su mesita de noche. Era la caja de pastillas que su suegra le había dado meses atrás, cuando aún creían que podrían tener un hijo juntos. Jimin se levantó de un salto, su corazón latiendo con una mezcla de esperanza y desesperación.

Abrió la caja con manos temblorosas y sacó una pastilla. La sostuvo entre sus dedos, sintiendo la frialdad del comprimido contra su piel. Recordó las conversaciones esperanzadoras que había tenido con Yoongi, los planes y sueños compartidos de formar una familia. Pero ahora, todo parecía tan lejano y frágil como las lágrimas que aún humedecían sus mejillas.

Jimin se mordió el labio inferior, luchando contra el nudo en su garganta. Miró fijamente la pastilla, sintiendo una mezcla abrumadora de emociones. La esperanza se mezclaba con el dolor, el deseo con la desilusión. ¿Podría esto cambiar algo? ¿Podría esta pastilla mágica devolverles lo que habían perdido?

Las lágrimas volvieron a brotar, pero esta vez eran lágrimas de impotencia y resignación. Sabía en lo más profundo de su corazón que una pastilla no podía arreglar lo que estaba roto entre él y Yoongi. Sabía que la vida que habían imaginado juntos ya no existía, y que buscar estas pastillas era solo un acto desesperado para aferrarse a un sueño que se había desvanecido.

Con un suspiro pesado, Jimin cerró la caja de pastillas y la guardó de nuevo en el cajón.

No sabía qué hacer.

Se sentó en la cama, abrazando sus rodillas contra su pecho mientras el dolor lo envolvía como una manta fría. El silencio de la casa lo envolvía, recordándole la ausencia de Yoongi y la brecha emocional que los separaba.

Entonces en cuestión de minutos, y ante su desesperación él se encontraba sentado en el borde de la cama, con la pequeña caja de pastillas en sus manos temblorosas. Las lágrimas habían dejado rastros brillantes en sus mejillas, pero su expresión era ahora una mezcla de resignación y determinación. Miró fijamente las pastillas, sintiendo el peso de la desesperanza sobre sus hombros.

Había llegado el momento de enfrentar la realidad que tanto había temido. Su corazón se aceleraba mientras sopesaba las opciones, mientras su mente repasaba cada uno de los momentos que habían llevado a este punto. Recordó las palabras no dichas, los sueños rotos y el amor que alguna vez había sido su refugio.

"¿Podría esto cambiar algo?" pensó, mientras la voz de Yoongi resonaba en su mente como un eco lejano. Sabía que esta acción no resolvería nada, pero en ese momento era la única certeza que tenía. No había futuro para ellos juntos, no en la forma que habían soñado.

Tomó una pastilla entre sus dedos, sintiendo la frialdad del comprimido contra su piel. Cerró los ojos con fuerza, dejando que una última lágrima escapara. "Lo siento", murmuró en un susurro apenas audible, como si estuviera hablando consigo mismo, con Yoongi, con el universo entero.

Se llevó la pastilla a la boca y la tragó con dificultad, sintiendo cómo descendía por su garganta como un recordatorio silencioso de todas las esperanzas perdidas. No había vuelta atrás ahora, solo el abismo oscuro de lo desconocido.

Entonces luego tomó otra.

Y otra más.

En total tomó diez pastillas, con sus manos temblorosas.

Se recostó en la cama, mirando el techo con los ojos empañados por las lágrimas. "Perdóname", pensó, aunque no sabía a quién dirigía esa disculpa. Sabía que había amado con todo su ser, que había luchado hasta el final por algo que ahora se desvanecía en la oscuridad.

El sueño lo envolvió lentamente, llevándolo hacia un lugar donde el dolor y la desesperación se desvanecían. En sus últimos pensamientos, encontró una paz frágil y efímera, sabiendo que, de alguna manera, había hecho lo que creía correcto, aunque el costo fuera más alto de lo que jamás habría imaginado.

Y así, en el silencio de la noche, Jimin cerró los ojos y se dejó llevar por el sueño eterno que había buscado desesperadamente encontrar.

❝𝗕𝗔𝗕𝗬❞

「 𝗙𝗜𝗡 」

¡𝖦𝗋𝖺𝖼𝗂𝖺𝗌 𝖺 𝗍𝗈𝖽𝗈𝗌 𝗉𝗈𝗋 𝗅𝖾𝖾𝗋 𝗆𝗂 𝗁𝗂𝗌𝗍𝗈𝗋𝗂𝖺!
♡´･ᴗ･'♡

"𝗕𝗔𝗕𝗬" 𝖥𝗂𝗇𝖺𝗅𝗆𝖾𝗇𝗍𝖾 𝗁𝖺 𝗌𝗂𝖽𝗈 𝖼𝗎𝗅𝗆𝗂𝗇𝖺𝖽𝗈.

𝖤𝗌𝗉𝖾𝗋𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝗅𝖾𝗌 𝗁𝖺𝗒𝖺 𝗀𝗎𝗌𝗍𝖺𝖽𝗈 ( ˘ ³˘)♥︎

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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09
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