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Esa escena de celos fue la causante de una noche muy intensa...

El joven castaño y su novio estaban en el cuarto de baño de la habitación, precisamente dentro de la bañera llena de burbujas qué iban cayendo a chorros por el movimiento brusco del agua provocado por las salvajes embestidas qué daba aquel demonio rubio...

Dipper hacia un esfuerzo sobre humano para sostenerse de los hombros de su novio debajo de él, a la vez que este chupaba sus pezones con tanto gusto, dejando marcas a su antojo en estos, el castaño seguía montando intensamente a su novio, sintiendo aquella gran longitud en todo su ser, tocando directamente ese lugar que lo enloquecía, causándole un nuevo orgasmo tan intenso como los anteriores.

Por otro lado, Bill estaba fascinado con esa hermosa y lujuriosa vista frente a él, estaba tan excitado que solo quería embestirlo más fuerte, bajo sus manos hasta las caderas del castaño y comenzó a acelerar el ritmo de sus embestidas, provocando gemidos más intensos y ruidosos por parte de su novio, pero eso no le importaba, al contrario, le encantaba cuando gemía fuertemente, se acercó al cuello del castaño y se dispuso a lamerlo, saboreando su deliciosa piel para encajar sus dientes dejando una vistosa mordida antes de correrse en el interior de su novio, provocando un nuevo orgasmo para el castaño...

—Bill... —jadeó. —Sa-Salgamos de aquí... El agua... Se siente raro... —cayó rendido sobre su novio, este lo acarició y besó su mejilla.

—Bien, pero vamos a continuar con esto. —levantó ligeramente el rostro de su chico y juntó sus labios en un beso.

—Te prometí... Toda la noche, demonio pervertido, a cambio de demostrarme qué eres solo mío... —esas palabras hicieron que Cipher comenzara a perder la poca cordura que le quedaba. 

Ambos salieron de la bañera directo a la cama donde el castaño fue depositado con suavidad antes de ser atacado por los besos de su novio mientras que este estimulaba su miembro haciendo que el más bajo jadeara y gimiera entre los besos hasta que deshizo el beso, arqueó su espalda y finalmente se corrió en la mano del rubio...

Cipher bajó nuevamente a sus pezones, listo para seguir jugueteando con ellos, hasta que Dipper rápidamente lo detuvo...

—Ya me duelen mucho, has estado chupando y mordiendo tanto que están hinchados... —se quejó.

—Eso los hace más apetitosos. —mordió cerca de uno de estos, a la vez que una de sus manos amasaba uno de sus glúteos.

—Ugh. —gimió. Como pudo, empujó a su chico hacia donde estaban las almohadas y se sentó sobre él y comenzó a besarlo a modo de distraerlo de su siguiente jugada, pues ató ambas manos del rubio detrás de su espalda con un lazo color cian brillante mientras sonreía victorioso una vez que se alejó lo suficiente.

—Finalmente te estás revelando, pino. —sonrió con picardía.

—Desde ahora yo me encargaré, si te sueltas sin mi permiso, no lo volveremos a hacer. —habló seriamente, mientras delineaba con su índice el miembro erecto de su novio, causándole escalofríos.

Se acomodó y se sentó sobre su miembro, en esta posición lo sentía más profundo, casi rozando su estómago, logró meterlo completamente, su cuerpo temblaba por el dolor y el placer que sentía, jadeaba y gemía involuntariamente, a la vez que la mirada de Cipher lo recorría totalmente...

Tomó aire y comenzó a moverse, inició lento y profundo, gimiendo a placer, aumentando el ritmo de sus embestidas hasta que prácticamente se encontraba saltando sobre el cuerpo de su amante, solamente se escuchaban aquellos sonidos obscenos de sus pieles chocando, el chapoteo de sus cuerpos y los fuertes gemidos de placer por parte de ambos. Bill estaba enloquecido y desesperado por no poder tocarlo y embestirlo tan fuertemente como él quería... 

—¿Cuándo podré soltarme, cariño? —habló con voz ronca mientras se apoyaba en su cuello, aspirando su aroma y besando esa zona.

—Hay que venirnos juntos... Solo así-¡Ah!... Te soltaré...—Dipper siguió embistiendo con rapidez, sus gemidos aumentaron cada vez más y ese cosquilleo en su vientre se intensificaba indicando que estaba a nada de venirse nuevamente, de igual manera, los jadeos roncos del mayor se hicieron presentes, sus ojos brillaban tan intensamente como los del castaño, quien se acercó al cuello del rubio donde lo mordió, marcando lo que es suyo. Bill gruñó ante esta sensación que lo enloqueció, sonrió triunfal antes de que ambos terminarán juntos...

Dipper jadeaba irregularmente sobre el pecho del rubio, intentando recuperar el aliento después de tan intenso placer, hasta que es empujado hacia la cama...

—Parece que hay algunas cosas que debes aprender, mi pino. —dijo el rubio, mientras tomaba ambas manos del menor y las colocaba sobre su cabeza y un lazo dorado las ataba fuertemente pero sin lastimarlo.

—¡¿Cuándo te soltaste?! ¡Ah! —Bill entró completamente de una sola embestida nuevamente.

—No estuve ni dos minutos atado, ¿te sorprendió mi actuación? —se burló, tomó las piernas de su novio y las subió hasta sus hombros, mordiendo sus muslos, y continuó embistiendo al castaño, haciendo que este gimiera descontroladamente gracias al rápido movimiento.

—¡Bill, aah! 

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La mañana siguiente... 

—¡Bill Cipher, maldito pervertido! —chilló. 

—¿Y ahora qué hice? Claramente, me dijiste que hiciera lo que se me viniera a la mente, me prometiste toda la noche y eso hice, no le veo el problema. —habló desvergonzado, mientras se sentaba en la cama con la comida recién preparada para su novio quien estaba acostado en la cama, sin sentir la mayor parte de su cuerpo, viéndolo con muy mala cara, pero una vez que vio su desayuno favorito su semblante cambió enseguida.

—Ayúdame a enderezarme... —Bill soltó una risilla y lo acomodo para ayudarlo a comer el desayuno que había preparado para él. Cipher disfrutaba darle de comer como a un bebé después de casi haberlo dejado inválido.

—Oye, hoy hay una feria en la ciudad, ¿Quieres que vayamos? —comentaba mientras llevaba una cucharada a la boca del menor y este la tomaba con gusto.

—Mm... Me encantaría pero dame tiempo para recuperarme... —el rubio se carcajeó. —¡No te burles! 

 ... 

Por la tarde, ambos estaban en la feria de la ciudad, disfrutando un delicioso algodón de azúcar, usando unas diademas con orejas de gatitos, intentando decidir a que subirían primero, Pines aprovechaba para tomarse algunas selfies juntos hasta que luego de un largo rato decidieron ir a la montaña rusa.

Bill se divirtió como nunca, a Dipper casi se le sale su inmortal corazón.

Subieron a casi todos los juegos y recorrieron todo el lugar, comprando varios dulces y joyería para compartir, en eso, había un anuncio de fuegos artificiales al anochecer por lo que decidieron esperar ese evento. Casi cuando estaba por empezar, subieron a la rueda de la fortuna para admirar la bella vista que se formó... 

Ambos decidieron tomarse una foto ahí mismo aprovechando el hermoso paisaje, después se quedaron admirando el evento, Dipper se recostó entre las piernas de su amante quien rápidamente lo abrazó, hablaban de tonterías y disfrutaban su tiempo juntos, en general, compartiendo tiernas caricias mutuamente...

—¿Ya pensaste a donde quieres ir en estas vacaciones? —preguntó Cipher, acariciando su cabellera dándole besitos.

—Realmente... No importa el lugar, siempre y cuando vayamos juntos. —sonrió, enterneciendo al demonio.

—Y por eso es que te amo. —el castaño se sonrojó. —Te amo, Dipper.

—Yo también te amo, Bill. —sin más, el castaño se dio la vuelta para quedar frente a frente y compartir un anhelado beso que expresó todo lo que ambos sentía mutuamente.

Quizá estas vacaciones serían el inicio de su vida inmortal juntos, llena de cariño, respeto y mucho amor.

Lo que empezó como una enemistad, terminó como el amor más grande que jamás imaginaron, un amor que duraría, literalmente, toda la eternidad. 

 ≫ ──•◦ᴛʜᴇ ᴇɴᴅ◦•── ≪ 

Esto es arte JAJAJAJAJA