ᴀʟ ᴅɪᴀ ꜱɪɢᴜɪᴇɴᴛᴇ, ᴘᴏʀ ʟᴀ ᴛᴀʀᴅᴇ...

Mabel no había sabido nada de su hermano el resto del día anterior, solo un mensaje diciéndole que pasaría la noche con Bill para avanzar con el proyecto y que llegaría a casa por la noche, no le tomó tanta importancia, pues dentro de lo que cabe le tenía confianza a ese demonio. Por la tarde, ellas decidieron pasar por el apartamento de Cipher, aprovechando que estaban trabajando, ellas llevaron su parte del trabajo (presentación digital) para que opinaran y ver si hacía falta algo más que agregar y de paso darles los obsequios que habían comprado para ellos; lograron conseguir brazaletes para su grupo de cuatro.

Conociendo lo celoso que es ese demonio con respecto a su tiempo con Dipper, Mabel intentaba comunicarse con su hermano para no llegar de improvisto o interrumpirlo en su trabajo, cabe resaltar que Pacifica se rió cuando su novia mencionó lo del trabajo, la rubia no era tonta, sabia que eso no era la única razón por la que pasaban tanto tiempo juntos y también el porqué la voz del castaño sonaba rara en la llamada del día anterior, pero no quería arruinar la inocencia de Mabel tan pronto.

Dipper nunca contesto su teléfono así que le mandó un mensaje diciendo que llegarían en unos minutos. Por otra parte, el castaño y su novio estaban en el patio de la casa del mayor, Bill le estaban enseñando a su novio como canalizar la energía natural (se supone que se lo iba a enseñar el día anterior, pero se entretuvieron en otra cosa), el primer elemento que le enseñaría a controlar sería la tierra por eso le estaba enseñando a sentir las vibraciones del suelo, el olor a tierra mojada, sentir la vida que había bajo sus pies, las raíces que crecían poco a poco debajo de la tierra, etc.

Sería un hechizo simple, crecimiento de plantas. La magia de Dipper aún era débil, pues no era un demonio totalmente controlado, pero aprendía bastante rápido.

—Busca con tu mente, siente la raíz más cercana a ti y concéntrate en hacerla crecer, que salga de la tierra y acelera su proceso de floración, conviértelo en algo hermoso.

Y así lo hizo, sus yemas sobre la tierra mojada percibieron debajo una raíz, inhalo profundo, sus manos irradiación una leve luz cian y sintió como la tierra temblaba un poco, poco a poco esa raíz se fue abriendo camino hacia la superficie creciendo lo suficientemente tan alta como una flor, en la punta comenzó a salir pequeñas hojas y capullos que fueron abriendo sus pétalos rojos revelando una rosa.

—¡Bill! ¡Lo logré, lo logré! —chilló emocionado, recibiendo un beso en la mejilla de su amado.

—Bien hecho, mi niño pino. Ahora, ¿quieres hacer un gran jardín aquí?

—¡Sí, obvio!

—Perfecto, me gustan mucho las rosas, pero también quiero gardenias, son lindas.

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Paso como media hora cuando las chicas por fin llegaron al apartamento de Bill, este último le había dado una copia de sus llaves al hermano de Mabel, pero como la noche anterior se había ido con el dejo las llaves en su casa y su hermana las tomó para entrar al lugar. Se adentraron con cautela, notaron que no había nadie en la sala de estar y no se escuchaban ruidos en el segundo piso donde estaba la recámara principal, esto se le hizo raro, subieron al segundo piso y en efecto no había nadie, pero sí estaban las cosas de ambos en el escritorio y las dos computadoras portátiles en la cama.

—¿Habrán salido de casa?—dudó la castaña.

—Lo dudo, sabiendo como es Dipper, a duras penas tuvieron tiempo para cenar. 

Se encaminaron nuevamente a las escaleras cuando escucharon un ruido abajo, sonaba como una risilla, confundidas bajaron rápidamente ¿estuvieron en el patio todo el tiempo? Pensó Mabel. Y si, en efecto, desde la puerta que daba al jardín ahí estaba sentado el hermano gemelo de Mabel, estaba embelesado viendo algo, ella quiso ir de inmediato, pero su novia la detuvo y se quedaron escondidas viendo desde lejos.

—¡Pacifica! ¿Por qué no me dejas ir?—chillo en reproche.

—¿No crees que es raro que estén escondidos desde hace tiempo en el patio y que tu hermano no haya contestado su teléfono a pesar de que eras tú quien lo llamaba?—indagó.

—Estás exagerando, solo son dos tortolitos torpes.

—Sí, pero uno de ellos es un ser sobrenatural que casi nos mata una vez.—Nortwest no confiaba del todo en Bill, después de los eventos del Raromagedón y la vez que reveló su identidad en la cabaña del misterio ella comenzó a tener inquietudes con ese demonio, pero no les prestaba atención.

Repentinamente... 

—¿Puedo hacerlo ahora?—habló el castaño.

Ellas se quedaron calladas, solo observando la escena; Bill se había acercado más a su novio y de sus manos pudieron ver como irradiaban una brillante luz dorada y como emergía de estas un dragón de fuego que se elevó no muy alto de donde estaban ellos pero sí lo suficiente para ser apreciado tanto por los chicos del jardín como para las chicas que estaban escondidas y totalmente sin habla. Si bien sabían que Bill podía hacer eso y más, lo siguiente que salió de sus labios las dejo confundidas.

—¿A qué lo quieres cambiar? —pregunto el demonio.

—Quizás... a un dragón de agua.—habló el menor, observando aquella criatura que daba vueltas en el aire, dejando a la luz sus brillantes tonos rojizos y naranjas.

—Entonces, deja que se pose en tus manos, no tengas miedo, no te quemaras. —Dipper ofreció ambas manos para que el dragón se posara sobre ellas, el fuego se sentía cálido y vibrante, vivo... Pines sonrió al ver que el dragón estaba tranquilo y también por lo lindo qué lucía.

—¡Se va a quemar!—chillo Mabel en su mente.

—Ahora, cierra tus ojos y concéntrate en mi voz. —Pines lo obedeció. —Siente como el dragón se va enfriando poco a poco, visualiza el fuego del que está hecho cambiar de color y textura, imagínalo como una corriente de agua que fluye tranquila y toma su forma de a poco...—Dipper hizo todo tal y como su novio le indico, el dragón fue cambiando su elemento de fuego a agua rápidamente, al terminar su transformación, el castaño lo miro y se emocionó.

—¡Que increíble, wow! —exclamó feliz. El pequeño dragón de agua se elevó y comenzó a dar vueltas al rededor de ambos, aparentemente más feliz que antes.

—Oye, ¡yo te di la vida y prefieres ser de agua que de fuego, mal agradecido! —regañó el rubio. Pines solo se rió. —No te rías Pino, ahora haz uno tú solo, que sea... un dragón de viento.

Dipper se concentró lo suficiente y logró crear un segundo dragón, esta vez de aire, este último empezó a dar vueltas con el primero, intentando perseguirse en el aire.

—Excelente, mi niño pino, que bien que no quemaste mi nuevo y hermoso jardín.—elogió Cipher.

—¡Ush! ¡Solo fue una vez... y fue muy poco!—se quejó.

—¿Poco? ¿¡Te parece poco casi quemar la cabaña que te regalé cuando entrenábamos en Gravity Falls!?

—Gruñón. Solo por eso no te dejaré hacer nada en la noche.—expreso firmemente.

—¡Eso no, nunca Pines! —se abalanzó sobre el menor, cayendo en las flores del jardín entre risas por parte de ambos, el rubio se inclinó para besar a su novio, quien a sus ojos se veían aún más hermoso entre las flores, destacando como la flor más bella de todas.

...

Las dos chicas salieron inmediatamente de la casa a un café cercano, Mabel estaba totalmente confundida por lo que vio y escucho, simplemente no lo podía procesar...

—Mabel... ¿quieres hablar de eso...?—pregunto nerviosa la rubia, no le agradaba ver a su novia así de sería, estaba acostumbrada a su brillante sonrisa.

—Yo...no sé que decir... ¿Por qué no me lo dijo? Soy su hermana, acaso... ¿No confía en mí?— casi al borde del llanto apenas pronuncio aquellas palabras que le dolieron a Pacífica. Ella tomó la mano de su novia y acarició levemente.

—No lo creo, Dipper confía mucho en ti, tal vez lo obligo a convertirse...aunque no lo creo, no se veía como si lo hubiese obligado...

—Tengo que hablar con él.

—Hoy no, estás muy aturdida. Mañana hablarás con ellos para que te digan la verdad, hoy intenta no pensar mucho en eso, te va a hacer mal. 

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