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⁰⁹ ── .✦ 𝙎𝙖𝙣𝙩𝙖'𝙨 𝙃𝙚𝙡𝙥𝙚𝙧𝙨

 

 

 

 

 

──────Los tres chicos se encontraban esperando a Santa, pacientemente sentados en el trineo.

Adi jugaba con un llavero, Teddy la miraba y Katie miraba a ambos de reojo.

──Aún no puedo creer que, estuviste a punto de entregarles tu collar.── Habló el chico.

Adeline lo miró. ──No estuve a punto, se lo di...── Suspiró. ──No lo tengo.

──Fue muy lindo, ¿Sabes?── Continuó Teddy. ──Como te preocupaste por Kate...

La pelirroja sonrió. ──Perdí a dos personas importantes, no podría perder a otra.

Algo que era muy cierto, Katie es muy importante en la vida de Adeline, una niña con la cual es imposible no encariñarte con ella.

Teddy rebusco en sus bolsillos y sacó algo. ──Mira, se les cayó...

Roswell apartó su mirada de los renos y vio la mano del chico, sorprendiendose al ver lo que tenía. Era su collar.

──¿Como...?

El castaño sonrió. ──Antes de irnos lo vi tirado en el suelo y lo tomé.

Teddy se lo dió y la chica sonrió como una niña.

La pelirroja lo miró. ──¿Me ayudarías a...?

──Si, claro...── Respondió antes de que la chica terminará su pregunta.

Adeline apartó su cabello y Teddy prendió el accesorio.

La chica volteó con una gran sonrisa, luego lo abrazó. ──Gracias, Ted...

Ambos se separaron y se quedaron mirándose, sintiendo que no había tiempo y nada a su alrededor, solo eran ellos dos.

Sin darse cuenta, ambos estaban tomados de la mano.

La ensoñación de ambos fue interrumpida por un grito, los tres vieron que se trataba de Santa.

──¡Santa!── Exclamaron los tres.

──¡No puedo creerlo!── Dijo Adi. ──Escapaste de la prisión...

──Siempre hay una primera vez para todo...── Dijo el mayor y luego miró las manos entrelazadas de los adolescentes, elevó una ceja. ──¿Interrumpo algo?

Los chicos se soltaron rápidamente, algo nerviosos.

──No... Claro que no.

──¡Si!── Exclamó Katie. ──¡Lo hiciste, Santa!

──Cielos...── Santa suspiró y miró detrás de ellos. ──¿Como está el trineo? Ah... ¡Se ve bien, Lars!── Le dijo a un Elfo.

Los pequeños volvieron al interior de la bolsa.

──¡Bien, a trabajar!── Exclamó Santa, luego se percató del llavero en la mano de la pelirroja. ──¿Y eso?

──Oh, es un regalo para mi hermano...── Respondió mientras lo guardaba en su bolsillo. ──Lo compré en el camino.

──Creí que no tenías dinero...── Continuó el mayor.

La chica rió nerviosamente. ──Si, bueno... Lo olvidé, miren el lado bueno, ¡No hubiera sido divertido!

El hombre asintió. ──Tienes razón, ¡Andando!

Justo cuando comenzaron a caminar, para llegar al trineo, una melodía proveniente del reloj de Santa sonó.

──No, no, no...── Dijo mientras se quitaba el guante, los tres menores se detuvieron.

──¿Que pasa?── Preguntó Teddy.

──Perdí la noción del tiempo.── Respondió el hombre. ──Tenemos menos de una hora antes de que salga el sol.

──Pero aún tendremos Navidad, ¿Verdad?── Esta vez preguntó Kate con preocupación.

Por el semblante triste y preocupado de Santa, Adi pudo descifrar qué sería algo difícil de cumplir.

──Ya no hay opciones, Kate...── Dijo el hombre.

En otro momento, a Adeline le hubiera dado igual si tendría Navidad, pero ahora era diferente, sintió como un vacío en su corazón al imaginar el resto de su vida sin aquella festividad. No podrían quedarse sin hacer nada.

Así que tendría que hacer algo de lo que hasta ella se sorprendía.

Tendría que ser positiva.

──Tiene que haber algo que podamos hacer.── Dijo Teddy.

──¡Si! No podemos quedarnos de brazos cruzados.── Continuó Adi.

──Me temo que no, chicos...── Respondió el mayor.

──¡Pero eso es imposible!── Exclamó Katie. ──No puede haber Navidad sin obsequios. ¡Sin Santa Claus! ¡Arruinamos la Navidad!── A la rizada le brillaron los ojos por las lágrimas. ──¡Adi tenía razón!

Roswell se agachó y abrazó a la niña, quien también lo hizo y escondió su rostro en el cuello de la pelirroja.

Teddy apartó su mirada de las chicas y miró al peliblanco. ──Escucha Santa.── El mencionado elevó su mirada. ──Empezamos algo anoche y lo vamos a terminar. No se como hagan las cosas en el Polo Norte, pero un Pierce siempre prevalece.

──Admiro tu pasión, Teddy. Pero nunca he terminado tan rápido, no sé cómo puede ser posible.

──¡Recorres todo el mundo en una sola noche!── Habló Adeline. ──¡Imagina cuanto podremos cubrir si trabajamos todos juntos!

──¡Si!── Exclamó Katie. ──¡Nosotros podríamos ser los ayudantes de Santa!

──¿Ayudantes? Jamás he tenido ayudantes humanos sobre un trineo...

──Voy yo.── La pelirroja se levantó y se paró frente a él. ──Hace cinco años que la Navidad me daba igual, pero ahora comprendo que esta festividad me hace sentir cerca de mis padres. Quiero salvar lo que tanto amaban ellos, porque se que eso hubieran querido...── Hizo una pausa antes de terminar. ──Y no podemos rendirnos sin intentar antes, ¡Eso es de nenitas!

El hombre rió levemente, antes de levantarse y mirarla con una sonrisa. ──No se, quizá... Tal vez haya una manera de trabajar juntos, para hacer las cosas más rápido.── Volteó. ──¡Un momento!── Los miró. ──Si no tuviera que cargar mi saco, me podría mover mucho más rápido! ¡Muy bien, eso podría funcionar!── Roswell sonrió con emoción. ──¡Kate y Adeline, ustedes son las encargadas de tener todos los regalos listos para entregarlos, solo digan las direcciones y los nombres, solo sáquenlos del saco y los arrojan! ¡Yo los recibiré y entregaré!

──¡Entendido!

──¡Y eso significa que tú conduces!── Señaló a Teddy.

──¿Que? ¿El trineo?── Preguntó sin creerlo.

──¡No, Teddy!── Exclamó Santa. ──¡La patrulla! ¡Claro que el trineo!

──¿Q-quieres que conduzca... eso?

──Te he visto conducir bien...── Dijo el hombre.

──¡Si, un auto! Pero esto es... Esto es...

──¿Y donde quedó toda esa filosofía de que "Un Pierce siempre prevalece"?

──Eso fue antes de que me dijeras de conducir un trineo.

──Es la única posibilidad de que lo logremos, ¡Así que será tu bautizo de fuego!

──¡Tal vez pueda ayudarlas con los regalos, no...!

Los tres menores se miraron, luego devolvieron su vista a Santa, pero este ya no estaba.

──¡Vamos!── Se escuchó desde el trineo y los tres voltearon. ──¡Les dije que tendríamos que movernos rápido!

Kate y Adi, quien tomó la mano de Teddy, se apresuraron para llegar hasta el trineo.

──Vamos, suban atrás.

Las dos chicas se subieron a la parte trasera y el chico adelante.

Santa dijo el nombre de sus renos y arrancó, directo al cielo.

──Muy bien, Teddy.── Habló el más grande, y el chico se levantó. ──Tómalas.

──¿Que?

──¡Vamos!── Santa dejó las riendas sobre sus manos. ──Bien, debes sostenerlas. ¡Ahora veremos de lo que estás hecho! ¡Solo piensa en el lugar a donde queremos ir, vamos!

──¡Ay, no, no, no Santa!── Teddy comenzó a alterarse. ──¡No puedo hacer esto!

──Hay cosas que tenemos que descubrir solos. Puedes hacerlo.── Santa se paró al lado de ambas chicas. ──Muy bien. Aquí está el libro con nombres y direcciones, pongan mucha atención...

En ese momento, Teddy perdió el control del trineo y los renos se descontrolaron un poco.

──¡No tengas miedo!── Le dijo el mayor. ──Si hay algo que los renos pueden oler, ¡Es el miedo!

──Santa, ayudalo mejor.── Habló Adi.

──¡No puedo controlarlos!── Exclamó el castaño. ──¡Santa, esto no es divertido!

──¡Son ocho renos! ¿Que tan difícil puede ser?

Los renos volaron directamente hacia un cartel, con la imagen de un Santa tomando refresco, causando el miedo en Kate.

──¡Teddy, cuidado!── Exclamó la niña.

Sin embargo, terminaron chocando y rompiendo el cartel.

Santa rió y miró el dibujo del cartel. ──¡Toma eso, obeso!

Luego de eso, descendieron hasta casi llegar al suelo

──¡No quieren subir!── Gritó Teddy. ──¿Que necesito hacer?

Iban directo a chocar contra un tren, y Adeline ya estaba preparada para lo peor.

──Siempre has tenido una cosa que hacer, Teddy.── Habló el mayor. ──Creer.

──¡Pero si creo en ti!

──No, no, no hablo de mi. Tienes que creer en ti mismo...── Le dijo. ──De la manera en que tu mamá cree en ti, y tu hermana... ¡Adeline también cree y confía plenamente en ti!── Teddy miro de reojo a la pelirroja, y esta le sonrió. ──...Como tu papá creía en ti. ¡Eres un Pierce, Teddy! Y un Pierce...

──¡Siempre prevalece!── Completó el castaño.

Esas fueron las palabras que el chico necesitaba, para ganar confianza y, por fin, poder controlar a los renos.

El castaño hizo que se sobre volarán el tren, y fueran directo al cielo.

──¡Vamos, jovencito!

──¡Vamos! ¡Dancer, Prancer, Vixen, Comet!── El adolescente comenzó a nombrar.

──Muy bien, más lento.── Dijo el peliblanco. ──¡Posiciones!

Iban sobre unas casas de familia.

──Bien, ¡Aquí vamos!

Santa dió un gran salto hacia atrás y salió del trineo, cayendo sobre un techo.

Aprovechando que Katie había comenzado, y distraido con el primer regalo. Adeline abrazó a Teddy por los hombros desde atrás, muy sonriente.

──Sabía que podías hacerlo, Ted...── Dijo, para luego dejar un suave beso en la mejilla del chico.

La pelirroja volvió a sus obligaciones, dejando al castaño con una boba sonrisa, y con sus mejillas teñidas de un color carmesí.

──¡Adam Maple!── Gritó Adi y tiró un regalo.

──¡Jimmy Burks!── Continuó Katie, miró a Roswell con una sonrisa de emoción. ──¿Puedes creerlo?

La adolescente rió y tomó un regalo. ──¡James Hanson!── Lo tiró.

Santa no tardaba ni diez segundos en cada casa, entraba con un regalo y luego salía para atrapar otro, muy habilidosamente.

──El viejo está en forma...── Murmuró Adi.

──¡Que presumido!── Le gritó Teddy.

Luego de entregar presentes en cada casa, Santa subió al trineo. ──Aprieta el botón blanco.

Teddy lo hizo, y entraron a un gran túnel verde, donde podían ver bastantes lugares.

──Cielos... Desde aquí veo el Ángel de la Independencia.── Habló la pelirroja, luego abrió su boca con sorpresa. ──¡No me lo creo! El Obelisco...

Los ojos marrones de la pelirroja brillaban, ante tanta emoción y fascinación.

El siguiente lugar fue Nueva Orleans, Luisiana. Luego Denver, Colorado.

Y así con varios lugares, Teddy manejaba el trineo como si lo hubiera estado haciendo toda su vida.

Adeline y Katie se turnaban para pasarle los regalos a Santa, quien iba de casa en casa entregando cada regalo.

──Muy bien, este es para...── Kate miró un regalo. ──¡Bing Bellamy!

Santa se lanzó y entregó el regalo.

Luego de otras ciudades, llegaron hasta la última.

Después de entregar más presentes, Santa se paró en el techo de una casa, sacó su guante y miró su reloj.

──Queda poco tiempo...── Murmuró y miró a sus ayudantes. ──¡Chicas, manden las tropas!

──¿Las tropas?── Preguntó Adi confundida.

──¡Las tropas!── Exclamó Katie y se agachó frente a la bolsa de regalos. ──¡Chicos! ¡Santa los necesita!

En eso, cuatro Elfos salieron del saco, la pelirroja los miró con curiosidad.

──¡Presentándose a las tareas!── Dijeron los cuatro, realizando un saludo y Kate hizo lo mismo.

Uno tomó un regalo y se lo mostró a Adi, esperando que le dijera el nombre.

La pelirroja miró el libro. ──¡Ryder Robinson! ¡Plaza 2547 Este 26!

La pequeña asintió y se lanzó.

──¡Joe Frankel, Calle 2540 Este 28!── Siguió Kate.

Y así fueron diciendo los nombres y su dirección.

──Hunter y Connor Morris, ¡Vive en Avenida Pacific 4433!── Dijo Katie en otro idioma.

Adeline y Teddy la miraron confundidos, pues no entendieron ni media palabra.

──¿Ves? Así me siento cada vez que hablas en español.── Habló Teddy, mirando a la pelirroja.

La chica lo miró. ──Te vez muy lindo bajo la luz de la luna, Ted.── Le dijo en español, con una sonrisa maliciosa.

El castaño frunció el ceño. ──¿Me insultaste, verdad?

Adeline rodó los ojos con diversión. ──Deberías prestar más atención a las clases de español, Pierce.

A Kate se le curvaron los labios en una sonrisa y se asomó. ──¡Santa! ¡Ya se hablar elfico!

──¡Bienvenida al club!── Santa le gritó de la misma manera y Kate rió. ──¡Creo que ya está! ¡Lo logramos!


 

 

 

 

 

 
✨️ Tali's note

Omg, ya este es el ante último episodio que queda y se termina la historia!!

No estoy lista para que se termine 😔

Pd: Ustedes me dirán si quieren el último capítulo el 24 o 25 💃

🫦 Tali.

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