"¿Te duele?". Con paciencia y cuidado el alfa envolvía su pierna, pasadas unas semanas el omega estaba cada vez mejor, la fiebre que había hecho que el alfa algunas veces se desvelará por cuidarlo había reducido su intensidad, el omega se veía cansado pero feliz, así que el alfa de todos modos estaba satisfecho.

"Ya no, al fin cerro la herida, creo que sanará pronto". El alfa asintió y tocó su frente, dejó su mano unos segundos más de los necesarios, la bella sonrisa del omega lo dejaba fuera de lugar muchas veces, habían pasado ya varios días juntos y algunas noches en vela por la salud del omega, y en cada oportunidad que el alfa tenía para apreciar la belleza del príncipe, parecía perderse. "¿Encenderías una vela?".

"Claro". Prendió la vela y la alejó del omega, al otro extremo de la mesita de noche, lo más alejado que pudo, mientras Harry soltaba una pequeña risita. "Está semana podrías empezar a mover tu pierna y hacer más cosas, como caminar, estoy seguro de que es tu última semana de reposo".

El omega le asintió, tomo la mano de Louis con una sonrisa y le dejó un pequeño beso en sus nudillos para agradecerle, el alfa lo veía impresionado, Harry había tomado la costumbre de tomar sus manos cuando la fiebre subía demasiado, o cuando el dolor en su pierna lo hacía llorar, pero esto es nuevo y quiere hacer lo mismo, despacio se acerca y deja un beso en la frente del omega, el cuál no ha soltado su mano, así se duerme y alfa sale de su habitación tratando de aclarar su mente, no sabe que siente por Harry, no sabe si quiere saberlo.

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"!Louis! !Louis! Abre". Unos fuertes gritos los despertaron. "!Cariño, soy tu madre!". El alfa se levantó rápido de su cama, cerró su cuarto y tan rápido como pudo fue a ver si el omega ya estaba despierto, pero los gritos y golpes en la puerta se hicieron más intensos. "!Louis!"

"Mamá". No esperaba verla, ni a sus dos hermanos, un alfa que lo miraba con desinterés, obligado por su madre y su hermana omega, ninguno de los dos al parecer tenía ganas de estar ahí. "David, Rosa". Ellos le asintieron.

"¿No nos invitas a pasar?". Su madre parecía querer empujarlo y empezar a husmear en su casa. "Te he traído regalos, Gaspar nos contó unas cosas que... Queriamos saber si todo estaba bien, pero hemos tardado mucho en encontrar tu casa".

Por la mirada de sus hermanos podía saber que era mentira, aunque el tono de su madre ya notaba su curiosidad por averiguar si era cierto que se había casado, sabía que no le importaba tanto haberse casado sin avisarle, pero lo que sea que le haya dicho Gaspar de Harry hizo que viniera a verlo, al omega que se había casado con el hijo que más despreciaba.

"Mi omega aún no despierta". A su madre poco pareció importarle que su presencia no era bien recibida.

"Ay hijo, soy su suegra, debe amarme y respetarme, déjame entrar". Lo empujó un poco y entró rápido a mirar toda su casa, era la primera vez que lo hacía y ya juzgaba todo, si no fuera por su hermano hubiera caído al suelo por el empujón. "Estos sillones son de mala calidad, y deberías cambiar las sillas, al omega no le deben gustar, ¿Qué tienes para comer? Venimos muy cansados".

"Felicidades hermano, no voy a mentir en que me sorprendió, la descripción que nos dios Gaspar me ha dejado intrigado". La omega mayor parecía hablar más alto alto al ver que la ignoraban. "No pensaba venir de todos modos, no creí que tuviéramos una relación de hermanos dónde fuera bienvenido a tu casa y más con tu omega". Louis le asintió, era cierto. "Lamentó ésto, madre nos ha obligado y amenazó quitarme mi herencia".

Ambos rieron un poco y con un suspiro miraron a su madre que jalaba a todos lados a su hermana.

"¿Puedes cuidar que no haga ningún destrozó? Iré a ver a mi omega". Ante el asentimiento de su hermano salió de la sala para dirigirse al cuarto del omega, tocó la puerta despacio, no quería que lo vieran, pero en caso de que quisiera salir, debía advertirle que su familia estaba en la casa.

"¿Alfa?" Aguantando un suspiro respondió que si. "¿Quiénes son?"

"Mi familia, mi madre y mis hermanos, no tienes que salir si no quieres".

"¿Porque dices eso hijo? Dile que salga, tiene que conocer a su suegra". El alfa tuvo que respirar hondo antes de contestar, tantos años sin tener que soportarla lo han dejando con poca paciencia.

"No tiene que salir".

"Debe hacerlo, debe presentarse ante mi, yo soy tu madre".

"Yo decido que puede hacer y que no, y no quiero que salga en este momento". Se alejó de ahí, Harry dijo algo pero realmente no lo escucho, sus hermanos no hablaron con el al respecto, David sabía que era muy común que los omegas pidieran permiso a sus alfas, no creía que Louis tuviera un comportamiento tan controlador, sin embargo como alfa no trato de apaciguar el tema para que dejara salir a su omega, su hermano ya era grande y debía respetar su casa, Rosa sin embargo estaba muy enojada, vió a su madre seguir a Louis pidiéndole ver al omega, mientras su otro hermano se quedaba callado, ella conocía la situación que los omegas sufrían, pero saber que su hermano era tan maldito como para encerrar a su omega podía hacerla querer golpearlo.

"Imbécil, ¿Cómo se le ocurre encerrar a su propio omega?" Susurró a su hermano.

"Si es como Gaspar nos ha dicho, yo tampoco quisiera que nadie lo viera". Recibió un pequeño golpe de parte de su hermana. "No creí que Louis fuera así, estuvo en contra de que tú te casar a la fuerza y no le gusta la quema ni la compra de omegas, pero encierra al suyo".

Rosa decidida fue al cuarto del omega, más que enojada estaba preocupada por el estado del omega, no sabía cuánto tiempo estaba con el alfa, si estaba bien o si Louis le habría hecho algo.

"Lou... Hola". Rosa se quedó sin palabras, la descripción de Gaspar se quedaba corta con la realidad, era el omega más hermoso que había visto en su vida, además reflejaba un gran estado de salud y su sonrisa parecía decir que todo estaba bien, incluso se sintió mal por haber entrado sin el permiso de su hermano. "¿Estás bien?".

"Yo... si, muy bien ¿Y tú?".

"Excelente, estoy esperando a Louis". Dijo sentado en la cama, era joven y su voz delicada.

"Oh, él ha dicho que no puedes salir".

"Lo sé, lo escuché, creó que no quiere que vea a su familia". Dijo con pesar. "Espera, ¿tú eres su hermana?". Cuando Rosa asintió el omega pareció muy emocionado, se acercó a ella y le dió un gran abrazo, la omega camino un poco fuera de la habitación para no caer, era un omega alto y fuerte. "Estoy muy feliz de conocerte".

"Nosotros también, nuestro hermano no nos hablo de tí, pero estamos felices de que al fin haya encontrado a un omega que lo ame y este junto a él". Dijo ella sinceramente, aunque no hablara con Louis o lo concidere alguien con quién tuvo una buena relación, saber que tiene un omega tan maravilloso le alegra, su hermano tiene al mejor omega. "Soy Rosa, tu cuñada, un gusto"

"!Es verdad! Gaspar no mintió". Una omega mayor se acercó a él y lo abrazo, no correspondió al ver la mirada enojada que Louis le dedicaba a la omega, su cuñada igual, al parecer la omega no era del agrado de los hermanos, de ser así tampoco lo era del suyo. "Rosa, viste como no era mentira, y todos se rieron cuando lo escucharon, pero si eres precioso, ya me imagino sus caras cuando te conozcan". Ella tomaba su rostro y el omega trató de alejarse cuando vió como Louis se ponía cada vez más tenso y parecía querer acercarse. "!David! !David! Ven a verlo".

Los tres invitados sorpresa se alejaron del omega, incluso David que apenas se alejaba de la puerta de entrada, todos retrocedieron ante el fuerte gruñido del alfa, Harry se acercó a él y se sostuvo se su brazo, a pesar de la diferencia de altura, el omega perdió un poco el equilibrio y el alfa se puso al frente suyo para que se sostuviera de sus hombros.

"Tú no vas a aparecer luego de años en mi casa para decirme que hacer". La miró con odio, mientras David arrastraba a Rosa para envolverla en sus brazos y tratar de quitarle el susto que había tenido ante su hermano. "No quiero verte aquí nunca más, tu y Gaspar pueden irse al infierno, solo llegas aquí para burlarte, no creías que podía tener un omega, ahora ya lo sabes, así que lárgate y nunca vuelvas".

No era normal que ya se hubiera desecho de dos personas, pero se sentía bien.

"No está marcado, no es tuyo, aún puede encontrar un mejor alfa". Antes de que Harry pudiera hablar, el alfa tomo su mano, el príncipe lo dejo, podía notar su corazón alterado y sus ganas de soltar otro rugido. "Claro que nadie creería que este omega es tuyo, yo aún no lo creo".

"Pues creelo, es mi esposo y pronto mi pierna se recuperará, no podrás continuar con tus burlas, seré igual que todos".

"¿Por eso está aquí?". Ella empezó a reír. "Él te va a ayudar con tu problema". Sin que el alfa respondiera ella siguió riendo. "¿Cuánto pagaste por un enfermero? Pobre de su familia, pero muy concientes, dejar a un omega solo con un alfa no hubiera sido correcto, ¿quién los caso? Seguramente un sacerdote venía en la embarcación".

"!No lo compré!".

"Si, eso nos dijo Gaspar pero es imposible creer que se quedó por decisión propia". Ella vió con una sonrisa al alfa, que ahora era abrazado por detrás por el omega, el cuál la veía igual de enojado.

"El no está conmigo por lastima". Dijo con la cabeza agachada.

"Madre, es hora de irnos". Muy a pesar de estar enojado con Louis por asustar a su hermana, lo entendía, llegar de la nada luego de años de no saber nada, él estaría igual de enojado. "Rosa, vamos".

La omega salió no sin antes dirigirle una mirada a Harry, una pequeña despedida luego de haberse conocido.

"Está bien, nos vamos, pero no creas que ésto va a seguir así". Louis sintió como Harry se agarraba aún más fuerte a su cuerpo. "No sé quién los caso, pero el sacerdote del pueblo debe confirmar sus votos". Ella pareció pensarlo mientras miraba a Harry. "Te daré tiempo, no demasiado,  tendrás que volver al pueblo y casarte como Dios manda, si no, sin los papeles que lo acrediten, a tu omega podría irle muy mal". Antes de que Louis pudiera echarla con otro gruñido ella levanto su mano para callarlo y seguir hablando. "Porque, no tienes los papeles que acrediten que están casados. ¿Cierto?".

Louis no dijo nada.

"Cariño, no traes de mentirme, soy tu madre y en esta casa no hay ninguna acta de matrimonio". Ella río un poco y David se acercó despacio para empezar a jalar la fuera de la casa. "Debes aprender a respetar a tu madre, sin marca o sin matrimonio no pueden vivir juntos". Está vez Harry soltó un sonido de sorpresa y miedo, no quería alejarse de Louis, debía cumplir su promesa de ayudarlo, y hasta ahora había sido el único humano con quién se había sentido seguro.

"Lo marcare cuando mejore, no necesitamos una boda". Agarró las manos de Harry, las cuales estaban sobre su estómago.

"Palabras equivocadas, tienes un mes, vendré por tu omega para prepararlo".

"No te quiero con mi omega".

"Está bien, Rosa vendrá por el a prepararlo y David por tí, aunque si ya estás mejor podrías no necesitar ayuda, pero por seguridad". Su estúpida sonrisa no se iba.

"Estaré bien".

"Bien entonces, despídete de tu madre y mis iremos". Louis no se movió sin embargo. "Eres muy amargado, cariño, despídete de tu suegra". Harry escondió su rostro en el cuello de Louis y David pensó que era la cosa más adorable que ha visto en su vida. "Bien, entonces no les dejaré los regalos que traje". Ninguno de los dos se movió. "Vámonos, nos vemos en un mes".

Ella salió y David cansado se acercó a la puerta. "Louis, mi omega te ha mandado comida y ropa para tu omega, fue muy cansado traer todo eso, no pienso regresar los regalos que mi omega se esforzó en hacer". Salió de la casa y después de unos minutos dónde Louis acariciaba las manos del omega su hermano regreso con dos grandes costales y una caja que Louis dejó que le entregará personalmente al omega. "Bienvenido a la familia, mi omega espera que te guste, también para nuestro futuro sobrino te hizo ropa y cobijas, esperamos que te sirva y sean de tu agrado, Rosa también te envía regalos y sus bendiciones". El alfa sin acercarse mucho al omega se despidió y Louis fue a despedirlo en la puerta mientras el omega desaparecía en su habitación. "Vuelves a gruñir dónde está Rosa y te rompo la otra pierna". Lo miró serio. "No te voy a juzgar, sé que eres un buen hombre y confío en que solo esperes a recuperarte para marcarlo, porque estoy seguro que no planeas ir al pueblo, hazlo pronto, yo haré algo para evitarles problemas". Se alejó.

"Adiós hermano, gracias, y también por los regalos, dile a Francis que le agradecemos". Levantó su mano y se despidió.

Harry llegó corriendo a la puerta y antes de que se alejara gritó. "!Rosa! !Rosa! !David! !Gracias por los regalos!" Ambos hermanos levantaron sus manos y con una sonrisa se despidieron, Harry también alzó su mano para moverla y despedirse.

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