"El encuentro"
Estaba recostado sobre la playa, habían rocas a su alrededor, apenas podía abrir los ojos, el dolor en su aleta se volvía cada vez peor, pero no podía seguir más tiempo en el agua, cuando esa roca cayó encima de su aleta deseó poder crear una tormenta para exponer su ira, pero no podía usar su poder ni para retirar la roca de su aleta, estaba tan cansado, utilizó sus últimas fuerzas para nadar lo más lejos que su pudo, su magia era nula en ese momento.
Desearía que sus poderes fueran iguales a los de su padre, sin ellos no era diferente a otro omega, sin poder utilizar sus fuerzas sentía que se desmayaría pronto.
Solo cerro sus ojos un momento, quería descansar.
.
Su descansó termino cuando sintió un calor agradable rodearle, sus manos tocaron una superficie lanuda y caliente, muy despacio abrió sus ojos y notó que estaba dentro de una casa, escuchaba pasos y su felicidad no duró mucho, un humano lo habia visto en su forma de sirena, al parecer también lo había traído a su casa y no tenía idea de que hacer, su aleta seguía demasiado lastimada, y la perdida de sangre lo habia dejado inconsciente.
Miro a su alrededor, era de noche ya, escuchaba como un palo pisaba con fuerza el suelo, tenía que salir de ahí.
Cerró los ojos al sentir al humano acercarse, no le asustaba en si lo que pudiera hacerle, no podía tocarle ni un pelo, pero no quería empezar mal su nueva vida.
Era un alfa, era lento y despacio se sentó en el sillón al frente suyo, respiraba pesado y no estaba muy felíz con la situación.
"¿Qué haré ahora?" Sus lamentos no eran silenciosos. "Díos, ilumina mis pensamientos para tomar la decisión correcta, si alguien más sabe de esto querrán matarlo o algo peor, pero es una criatura maligna, que debo hacer señor". Harry lo escuchaba atentamente, no quería hacer gestos con su rostro, pero ¿criatura maligna? Ha escuchado muchas veces comentarios sobre su actitud, pero no eran para tanto.
El omega no estaba seguro de que hacer, el alfa no parecía una mala persona, pero no quería morir ni causarle problemas.
"¿Por qué haces tan bellas creaciones?" Dejo de pensar por un momento al escucharlo, una pequeña sonrisa quería formarse en sus labios al oírlo, las sirenas eran muy vanidosas, y él no era la excepción, adoraba que hablarán de su belleza. "Tan perfecta como todo lo que haces, pero tan mala y dañina".
"Hey, dejá de hablar así de mi". Puede que su razón también haya desaparecido, junto con su prudencia.
Abrió despacio los ojos y vió a un alfa joven, tenia la boca y los ojos muy abiertos, eran azules, como el mar, rodeados de grandes ojeras y una barba de algunos días, pero su cabello se veía bien cortado.
"Yo... no, lo siento" se trabó al hablar, ver una sirena era algo que no creyó poder hacer en toda su vida, tantas historias de marineros, hablando de su increíble belleza y poder de seducción, seres malditos que enamoraban humanos para luego ahogarlos y llevarse sus almas. "Creí que habías muerto". Con recelo se encogió más en su sillón, la bella criatura no hablaba, solo lo observaba con esos ojos verdes profundos, sin duda, no habría nadie que pudiera resistir su mirada.
"Te perdonó, ahora dime dónde estoy". Algo fuera de lugar le informo que su hogar estaba dentro de un gran faro que iluminaba a los barcos que llegaban al pueblo. "Bien, parece tranquilo, ¿Crees que pueda ser un buen lugar para iniciar una nueva vida?". Si bien no podía estar en su preciado océano, alejarse le haría mucho daño, aún era una sirena y necesitaba estar cerca de su hogar.
"Yo... no sé cómo la gente reciba la noticia de que las sirenas sean reales". Incluso para él era algo sorprendente, estar en su casa, con un sirena real que le preguntará su opinión, era sin dudas lo último que esperaban de ese día.
"No me presentaré como sirena, fingir ser un nuevo visitante". Dijo tranquilo, el alfa parecía muy paciente y aunque temeroso, no le causaba alguna inseguridad.
"¿Vas a mentir?"
"Conozco tus creencias humano, no la comparto, sin embargo lo hago por mi bien". El alfa parecía querer réplicar, así que añadió algo que al parecer torturaba la mente del alfa. "Si no, podrían matarme o algo peor".
El alfa juntó sus manos y apoyo su cabeza en ellas, sabía que si algo pasaba era por obra del señor, si él lo creía correcto, pero ver a otro omega colgado o gritando de dolor en una hoguera era algo que lo perseguirá en sueños y pesadillas, más si él pudo evitarlo.
Suspirando miró a Harry, no parecía malvado, no había tratado de seducirlo, aunque sus sonrisas al ver cómo lo miraba y apartaba la mirada eran tiernas y el alfa pudo haber casi, casi agradarle, no podía olvidar su naturaleza de ser una criatura malvada.
"Bien, si es lo que tú quieres, yo solo no quiero problemas". No quería cargar con el pensamiento de haber mandado a la horca a nadie, por más malvado que fuera, si Harry tenía que morir colgado era Dios quien lo decidiría, no el. "No sé cómo reciban las personas un visitante extraño, es muy raro y mal visto que un omega viaje solo y quiera empezar su vida de cero". Eso era cierto, si podía ayudarlo en algo, al menos sería que no lo colgarán apenas llegué al pueblo. "Ten cuidado, e inventa alguna buena razón para estar solo".
"¿Cuál sería creíble?" Ya había pensado en todo eso, pero la opinión de un humano sería de gran utilidad, conocía el mundo humano, pero cada lugar es diferente y no quiere problemas en ese pueblo.
"Puedes decir que tú familia murió y por eso estás solo, ningún alfa ha querido hacerse cargo de tí y ahora debes tratar de sobrevivir, pronto algún alfa tratará de cortejarte, créeme". No ha ido al pueblo en años, pero el omega se ve muy bonito, espera que no le hagan daño.
"¿Tener un alfa? ¿Eso haría que no me traten mal ni que me juzguen?". Lamentablemente lo sabía, era una misión peligrosa, ser un omega solo, era ser blanco de muchos problemas.
"Si, si lo tienes no tendrás que preocuparte de poder iniciar una vida de cero". No lo miró mientras hablaba, era difícil concentrarse. "Eres hermoso, cualquier alfa moriría por tenerte a su lado".
"Lo sé". Con una sonrisa y ojos cansados empezaba a volver a cerrar sus ojos. "Me siento... muy cansado, la cabeza me duele mucho".
Con cuidado, el alfa se acercó y tocó su frente, demasiado débil para apartarce Harry lo permitió, no duró mucho, pero abrió los ojos ante el sonido de asombro que hizo el alfa, lo vio preocupado.
"¿Qué pasó?".
"Estás ardiendo en fiebre sirena, no te muevas, te traeré algo". El alfa lo más rápido que pudo, apoyado en su bastón camino hasta algún cuarto de la casa y volvió con un trapo húmedo y una botellita, puso el trapo en la frente de Harry, lo cual lo calmo demasiado, y bebió lo que sea que le dió el alfa, su garganta dolía, su cuerpo temblaba y cada vez se sentía más cansado. "No creo que puedas irte está noche, descansa sirena".
Harry asintió y vió como el alfa se alejaba, tocó por última vez su frente y encendía una pequeña vela, era la primera vez que veia una, con el llamado fuego, sonrió ante esa pequeña luz y cayó dormido.
.
.
.
.
.
Ya saben, más contexto después.
Elmo lxs ama
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro