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006 | te quiero

17 de septiembre 2021
Los juegos han comenzado

Los días habían pasado de una manera un poco extraña, Amelia no se sentía sola en ningún momento, esa presencia de alguien siempre estaba ahí, lejos o cerca de ella pero esa presencia jamás desaparecia, aún más cuando se iba a dormir, siempre vía algo movido o fuera de su lugar en la habitación, por precaución cambio la cerraduras de su departamento.

Por más que Jun-ho la intentaba hacer sentir segura que no había nadie vigilando aún no podía sentirse tranquila por eso siempre estaba en alerta.

Pero hoy parecía ser diferente, desde que salió de su departamento al centro comercial en ningún momento sintió que la estaban viendo, esa sensación había desaparecido, ¿acaso si estaba paranoica?, no claro que no, aunque se sintió agradecida que por fin podía caminar sin necesidad a estar volteando cada segundo hacia atrás por si alguien la estaba siguiendo.

Aunque lo único extraño que ocurrió está mañana fue recibir sus flores favoritas tan temprano en la mañana, no había carta dentro de estás para saber quién las había entregado, por un momento sintió miedo pero pensó que se trataba de Jun-ho que equivocada estaba.

Dejo aquel ramo de rosas en su habitación luego las podría en agua, jamás había recibido flores, eso la hizo sentir feliz, si había tratado de Jun-ho enserio el es un hombre increíble, no podía amarlo aún más.

Había decidido salir a comprar un hermoso vestido de color azul en la tarde, sería su mejor regalo de cumpleaños, aún no podía creer que ya está cumplido veintisiete años, se sentía diferente pasar un cumpleaños lejos de sus hermanos, eso la hacía sentir un poco triste pero no quería arruinar su día especial pensado en esas cosas.

Amelia observaba las tiendas con curiosidad buscando aquel vestido que tanto le había gustado, podía escuchar las demás voces de las personas pasando a su alrededor, aunque ella trataba de esquivarlos no podía creer como un centro comercial estaba tan lleno de gente a estas horas de la tarde

su vista se dirigió a un maniquí que portaba aquel vestido color azul, una sonrisa se formó en sus labios y empezó a caminar a su dirección, se paró al frente de la tienda parecía una niña pequeña cuando estaban apunto de comprarle su juguete favorito.

Decidió entrar a dicha tienda y agradecía que no había casi gente, así que podía hacer su compra con tanta tranquilidad.

Narra Amelia

Habia llegado a mi edificio, me encontraba subiendo las escaleras tranquilamente, me sentía tan feliz por fin podía probar aquel vestido que desde hace días había deseado tener, para mí era mejor regalo que yo misma podía darme.

Saque las llaves de mi abrigo para poder abrir la cerradura de mi puerta, acomode la bolsa en mi antebrazo mientras introducía la llave, seguiré la misma el seguro de la puerta se quitó, abrir está con cuidado saque la llave.

Deje que la puerta se terminara de abrir, acomode la bolsa, dirigí mi mirada hacia dentro de mi departamento.

¡Sorpresa! ─un grito de voz una masculina se escuchó en toda la habitación─

La bolsa que tenía en mi mano cayó al suelo, estaba sorprendida, al frente de mi se encontraba Jun-ho con un pastel en sus manos, se había tomado el tiempo de venir a prepararme una sorpresa, de haber decorado la sala de mi departamento, esto me había tomado por sorpresa.

Jun-ho.. ─murmure mientras empezaba a caminar lentamente─

No sabía que más decir, sentía una mezcla de emociones tan fuertes en mi pecho, solamente camine para quedar al frente de el y poder darle un fuerte abrazo.

Espero te guste.. me hubiera gustado hacer algo mejor ─comento Jun-ho mientras me abrazaba─

Nono.. esto es perfecto ─lo interrumpí mientras lo seguía abrazando─

No supe cuantos minutos estuve con el abrazando lo pero eso no me importaba solamente quería disfrutar el momento, de estar a su lado, a pesar de ser mi primer cumpleaños lejos de mi familia, Jun-ho me hizo sentir nuevamente en casa, el ahora mi familia aquí en este lugar.

Vamos a comer pastel ─hable mientras me separaba de el─

Gire mi cuerpo para cerrar la puerta del departamento, y tomar la bolsa de dónde mi nuevo vestido lo deje encima del sofá, pude ver con Jun-ho encendía la vela me senté a al frente de el mientras escuchaba cantando la canción de feliz cumpleaños en coreano, no pude evitar sonreír en cada momento.

Al escuchar que había terminado agache un poco mi cabeza mientras acomodaba mis mechones de cabello.

Espera ─hablo interrumpiendo el momento─ déjame tomarte una foto.

al escuchar sus palabras sentí como mi corazón empezó a latir con fuerza, pude observar como sostenía su celular con ambas manos, sonreí puse mis manos en mi mento, pude escuchar el clip de que provino de celular.

¿Listo? ─pregunte asegurado me que la había tomado─

Si.. te ves hermosa ─confeso mientras observaba la fotografía en su celular─

Cuando escuché eso de su parte sentí mis mejillas arder, ¿Por qué me ponía así por unas palabras?, pero sabía que no eran simples palabras, sabía muy bien que esas palabras significaban mucho más.

Sentí su mirada sobre mi lo único que hice fue mirarlo por unos segundos, para luego poder apagar las velas, ignorando por un momento los nervios que sentía sabía que el había dado de cuenta de esto.

¿Podemos tomarnos una foto? ─le pregunté mientras me ponía de pie─ desde que nos conocemos casi no tenemos fotos juntos, quiero una dónde pueda ponerla en aquella mesita.

Le señale la mesa que se encontraba al lado de un sofá individuales, dónde había fotos de mis hermanos, amigos, lo que más quería que hubiera unas fotos de ambos.

Pude observar como este sonreía felizmente, también se ponía de pie, tomando su celular acomodando lo, me acerque a su lado, pude ver cómo se agachaba un poco para quedar a mi altura, su gesto se me hizo demasiado tierno, acerque juntando nuestras mejillas, tenía mi vista en la camara, tomo la foto.


Narra autora.

Jun-ho tuvo que irse del departamento de la chica tenía que trabajar y parte muy pronto empezaría a buscar a su hermano, cada vez estaba más preocupado aún no aparecía, no quería seguir preocupando a su madre.

Mientras que Amelia se encontraba acostada en su cama mientras observaba las fotografías que ambos se habían tomado, con una sonrisa en sus labios, no podia sentirse aún más feliz, aunque era una lastima que esa felicidad no iba durar mucho.

La chica de cabellos negros decidió ponerse de pie para fumar un poco dejo su celular encima de su cama, al llegar a la cocina, tomo su vaper decidió ir al balcón para disfrutar un momento la vista.

Aunque había pasado un increíble momento junto a Jun-ho no podía evitar seguir pensando en su familia, como estaban su hermanos que estaría haciendo y ellos también la extrañaba de la misma manera que ella.

Llevo el vape a sus labios aspiro aquel humo con sabores luego lo saco de sus labios, bajo la mirada hacia la carretera pude observar a un hombre de traje bastante misterioso observando la a ella.

La chica arqueo una ceja mientras el humo salía de sus labios, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al observar la manera en como la estaba observando, ¿Que hacía ese hombre observando la?, fue la primera pregunta que llegó a su mente.

Ella se alejo lentamente del balcón, sintió miedo por un momento, ¿Sería aquel hombre que la estaba observando todo este tiempo?, no estaba loca entonces, sabía que alguien la estaba observando.

Iba a llamar a Jun-ho pero decidió observar nuevamente hacia abajo,puso ambas manos en el tuvo metálico del balcón cuando vio aquel hombre iba caminando tranquilamente desaparecido en un callejón.

Se quedó demasiado extraña, ¿Que había sido eso?, no lo entendía del todo pero sabía que no podía estar tranquila, así que se dió la vuelta llevo nuevamente el vape hacia su boca aspiro nuevamente aquel humo, se aseguro de cerrar todo bastante bien.

Intentó mantenerse tranquila mientras se acomodaba en su cama para poder descansar, pero decidió dejarle un mensaje a Jun-ho de lo que había pasado.

Se encontraba mirando el techo de su habitación, aún no podía cerrar los ojos, no sabía cuántos minutos llevaba haciendo eso, lo único que quería poder dormir sin pensar lo que había pasado.

Sus ojos empezaron a sentirse pesados, lentamente empezó a quedarse dormida, pero lo que ella no sabía por más que segura estuviera su departamento nadie o nada le imperia el, entrar y poder observar la desde lo lejos, tocar su rostro.

Ella se había vuelto su adicción sin darse de cuenta, ahora podía dejar de hacer eso aunque hoy había sido la excepción, estaba ocupado en los juegos que tuvo esa noche no pudo verla.


Amelia se había despertado temprano para poder hacer su desayuno, sabía que hoy si tenía que volver al club eso le agradaba del todo, pero no tenía otra opción.

Empezó a preparar algo de comer mientras veía aquellas rosas por un momento, las había puesto en agua, si las dejaba aún más tiempo sin iban a marchitar.

Aún tenía la duda de quien había sido que le dió esas rosas, no podía ser un cliente, se la había olvidado preguntarle a Jun-ho se trataba de el, aunque era obvio, ¿no?, es el único que conoce la dirección donde vive o eso pensaba ella.

Dirigió su mirada nuevamente a la cocina para poder terminar de hacer su desayuno, poder disfrutar estar en su departamento descansando antes de volver a aquel trabajo.

Sentía que los minutos pasaban cada vez más rápido, odiaban eso, cuando más quería que el tiempo fuera lento pasaba aún más rápido.

Salió nuevamente hacia su balcón recordando lo que había pasado anoche, eso le trajo mal sabor de boca, aún no entendía porque aquel hombre aunque no pude observar bien su rostro le sonrían, pudo ver su sonrisa a esa distancia, una sonrisa demasiado extraña, como de un psicópata, eso le hacía sentir un poco de miedo.

La noche había llegado, había decidió ponerse aquel vestido azul que compro el día anterior, mientras tenía puesta aquel abrigo que le pertenecía a su amigo, se encontraba afuera del edificio esperando a Jun-ho, el clima no ayudaba mucho parecía que cualquier momento empezaría a llover.

Al observar el cielo no vió ni una sola estrella, todo el cielo estaba oscuro, no le gustaba cuando llovía de noche al menos que ella estuviera durmiendo.

Volví su mirada hacia la carretera al ver que al fin había llegado el chico, abrió la puerta del auto, se subió pero se dió de cuenta al cerrar la puerta, la mirada de Jun-ho.

¿Estás bien cariño? ─pregunto con un tono preocupado─

Jun-ho la observo por unos momentos sin responder inmediatamente, no podía decir le lo que tenía planeado a la chica, no la preocuparía, y menos lo que ha ia descubierto antes de venir a recogerla, así que sonrió falsamente, abrió la guantera del auto saco una fotografía impresa.

Estoy bien, quería darte esto ─hablo mientras le entregaba la foto─

Amelia lo observo no crecía del todo en sus palabras, sabía que no llevaba años conociendo lo pero conocía sus actitudes, sus expresiones sabía que algo estaba ocultando pero no quiso insistir.

Al observar la foto, la tomo con ambas manos, viendo que era aquella foto que se había tomado el día anterior donde se veían tan felices.

Amelia guardo la fotografía en su cartera para luego acercarse un poco al chico puso su mano encima de la de el, quería besarlo, besar esos labios que tanto deseaba hace semanas pero no quería incomodar lo así beso su mejilla.

Jun-ho se quedó sorprendido ante el acción de Amelia, pensó por un momento que iba basar sus labios eso lo que más quería, lo decepcionó un poco al sentir sus labios en su mejilla aunque eso para el significaba mucho.

Te quiero  confeso la chica mientras se acomodaba en el asiento─ enserio lo ame, la pondré en un marcó mañana cuando vuelva.

El chico sintió sus mejillas arder al escuchar esas palabras, lo quería, pero el a ella lo amaba, aunque no tenía aún el valor de decirle, aún no quería encontrar a su hermano primero poder volver para decirle cuánto la amaba, también sacarla de ese lugar, que no podía sacarla de su cabeza desde aquel día que la salvó.

Yo también te quiero Amy ─hablo el chico mientras la observaba─ yo saqué otra copia la puse en mi mesita de noche ─llevo sus manos hacia el volante─

Un pequeño tensión se formó en el vehículo, la chica solamente desvío la mirada hacia la ventana mientras asentía levemente con su cabeza, se la hacía demasiado lindo que el también la había puesto en su mesita de noche.

Sintió como el auto empezó a moverse en camino hacia el club donde trabajaba la chica.


Narra Jun-ho

Me despedí de Amelia con un abrazo, no sabía se podría venir a buscar la, necesitaba saber que había pasado con mi hermano, a donde se había ido o a dónde lo había llevado.

Verla con esa hermosa sonrisa en sus labios como se despedía de mi para luego entrar al clud, se vía tan hermosa, quería poder encontrar a mi hermano volver con ella.

Desde el primer momento en que la vi, no fue su belleza lo que me atrapó. Hay algo en su forma de ser que me envuelve como un suave abrazo. Su risa, esa que ilumina la habitación y hace que todo se sienta ligero, es la melodía que eco en mi mente.

Recuerdo la primera vez que hablamos. No fue una charla superficial sobre el clima o cosas triviales; hablamos de sus miedos, de momentos que la definieron. La profundidad de su alma me llamó, como si cada palabra saliera de un rincón secreto de su ser. No la veo como un objeto, no la idealizo de una manera vacía. La amo por cómo me hace sentir, por su forma de mirar la vida con una curiosidad infinita y un amor genuino por las pequeñas cosas.

Hay algo en su forma de ser que me enamora lentamente, como las estaciones que cambian imperceptiblemente. A veces me encuentro sonriendo sin razón, y es solo porque un pensamiento sobre ella me ha cruzado la mente. Su compasión, su risa genuina y su manera de escucharme sin juzgar son las cosas que me atrapan cada día un poco más.

No se trata solo de lo que veo en su exterior; es un viaje al que quiero unirme, explorar su esencia, descubrir cada faceta de su ser. Me he dado cuenta de que he encontrado algo más profundo que una simple atracción; he encontrado una conexión que me hace desear ser una mejor versión de mí mismo. La quiero no solo por lo que es, sino por cómo me hace sentir al ser quien soy a su lado.

Pero ahora debía concentrarme en una sola cosa, encontrar a mi hermano, saber el porque había desaparecido tenía la esperanza de encontrar lo poder volver a casa junto a el, y así poder decirle cuánto lo amo, poder saber que ella corresponda mis sentimientos estar juntos.

Seguí aquella camioneta dónde llevaba a ese hombre que conocí este mismo día, aún sostenía esa carta que había conseguido en el departamento de mi hermano, necesitaba respuesta, seguir aquella camioneta saber a dónde iba podría responder a todas ellas.

Al ver cómo no solamente había una camioneta sino aún más me dejó sorprendido, ¿Que era todo esto?, no lo entendía no me daba buena espina, pero esto despertaba cada vez mi curiosidad.

Estacione mi auto lejos un poco de aquellos autos, me encontraba en el muelle, no entendía a dónde se dirigía estos autos, ¿A una isla acaso? era tantas preguntas sin respuesta.

Había empezó a llover, me baje del auto lo único que se escuchaba eran mis pasos pisar el suelo, las gotas de agua salpicar, mientras me movía sigilosamente.

Me escondí detrás de una pared para poder sacar mi celular, observé dos mensajes de diferentes chats, uno de mi jefe y otro de ella, Amelia.

Conteste rápidamente el mensaje a mi jefe, diciéndole que no podía volver a la estación que estaría ocupado.

Pero al ver el mensaje de Amelia con el cariño que se vía que lo había escrito, me hizo sentir una pulzaba en mi corazón, no quería dejar la sola, pero no tenía opción no quería que pensara que la había abandonado.

Mire hacia aquel barco donde los auto se estaba estacionado tenía que apresurarme, así que empecé a escribir rápidamente.

Mire por última vez mi celular para guardarlo en el bolsillo de mi pantalón, luego asegurar me que ninguno de esas personas me viera, empezar a correr rápidamente hacia aquel barco antes de fuera.


Narra Amelia

Fumaba mi cigarrillo mientras observaba las gotas caer en el suelo, estaba en mi descanso había tomado mi celular para ver el había contestado, pero al ver ese mensaje no lo entendia, ¿Que había pasado?, ¿Por qué no vendría por mi?, ¿Acaso tenía un trabajo de último momento?, tantas preguntas en mi cabeza.

Seguí enviando le mensaje pero ninguno contestaba, ni si quiera le llegaban, ¿A dónde se había ido?, ¿Por qué no me dijo absolutamente nada?, sentía extraña sentimiento en mi pecho, estaba demasiado preocupado, al menos que me dijera que tenía un caso que resolver o saber que.

Pero al menos me hubiera dicho que iba a estar bien, no quería pensar cosas malas, quiero pensar que el están bien, que solamente tiene trabajo, solamente no vendría por mi no era nada del otro mundo, ¿O si?.

Mierda.. murmure mientras tiraba el cigarrillo al piso lo aplastaba con mi tacón─

Me causaba ansiedad todo esto, lo había notado extraño desde temprano, había esquivado mi pregunta, sabía que algo andaba mal, sabía que se trataba de su hermano, tal vez fue a buscar lo, no podía juzgar lo estaba preocupado sabía que su hermano es demasiado importante para el.

Observe las fotografías en mi celular de ambos de la noche anterior, ¿Cómo todo puede cambiar en cuestiones de segundos?.

¡Rogue, tienes clientes! ─una voz gruesa masculino se escuchó a unos metros de mi─

Baje la mirada mientras soltaba un suspiro, apague mi celular empecé a caminar hacia dentro de clud nuevamente,

Pensar que fue la última vez que ella estuvo cerca de el..





































































































































































Nota autora

Ahahahahaha por fin pude terminar este cap, hubo de todo un poco no?, bueno apartir de ahora los últimos capítulos de acto uno estarán medio sad aviso.

• pido perdón si no actualice el día que dije, no estaba bien para poder terminar el cap.

• me va dolor un poco escribir como se va sentir Amelia en los otros caps

• también pudo disculpas si ven algún error ortográfico.

• Tampoco olviden votar, y comentar para que así le lleguen a más personas, y poder yo saber que le gusta los capítulos.

• sin más que decir nos vemos en el siguiente capítulo.

• Bye bye bye 🏃.

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