⤹ · .˚🐉 ༘⋆。˚ 09. ❛ 𝖧𝗎𝗇𝗍𝗂𝗇𝗀 𝖠𝖾𝗄𝖺𝗋 ❜
ix. CAZANDO A AEKAR 💚
𝐒𝐭𝐨𝐫𝐦𝐜𝐥𝐨𝐮𝐝 ── 𝐌𝐨𝐫𝐠𝐡𝐮𝐥
Dragonstone island, 141 d.C.
Rocadragón
Narra Jaehaera Targaryen
Habíamos patrullando casi todo el día, Stormcloud y Morghul parecían cansados pero no paraba de volar tratando de detectar al menos un rastro de Syrax y su jinete. La noche caía y parecía el cielo nublarse para King's Landing, no se veía absolutamente nada.
El gran dragón de Aegon volaba más rápido de lo usual, parecía creer que estábamos en una carrera de dragones mientras yo trataba de seguirle el paso, ambos dragones a pesar de pasar por la fatídica "Danza de dragones", aun ni estaban familiarizados con las tormentas; sin contar que estaban cansados. Seguramente tendríamos que dormir en rocadragón, un lugar que se había vuelto sombrío para nosotros.
Ya estaba cansada por su rápido paso, mis piernas dolían por la resistencia que estaba colocando en sostenerme en Morghul que desde hace rato guardaba energías por si tenía que correr.
Suspiré cansada mientras jalaba las riendas de Morghul. Ella se elevo más cerca del otro dragón y su jinete ── ¿Por qué siempre tienes que hacer las cosas tan difíciles, Aegon? ── Espeté con mi voz cargada de frustración. Estaba hablando en alto valirio, su cabeza e inclino, parecía tenso mientras conducía a borrasca.
Aegon levantó una ceja, sin mucha expresión en realidad ── ¿Difíciles? Solo estoy disfrutando del juego. No puedes negar que es entretenido ver cómo intentas superarme en cada decisión e incluso en cada vuelo.
Lo fulminé con la mirada, sin mucha gracia ── Esto no es un juego. Hay mucho en juego y tú lo sabes.
Aegon se inclinó hacia adelante, centrando su atención en él frente de nuevo, su tono volviéndose más serio. ── También sé que eres más astuta de lo que aparentas. Si realmente quisieras ganar mi respeto, deberías dejar de pensar que todo es una competencia.
Me sonrojé de rabia, pero en el fondo había algo más: un pequeño destello de admiración por su audacia. Hace mucho no hablaba tan directamente con ella, que no fuera para dejarle en claro que ella era una verde. Se obligó a ignorarlo y cambió de tema.
── Te estás desviando del maldito tema, pero si de eso quieres hablar... No puedo creer que hayas decidido elevar a esa noble solo para hacerte ver mejor ante el consejo. No necesitas sus alabanzas para ser un buen rey. ── Dije entre dientes, jamás había discutido sobre un dragón. Pero estaba tan molesta por lo de Sarra desde hace tiempo, que simplemente lo dije. No suelo hablar alto valirio, más que con Visenya y Morghul, tratando de hablar con mi dragona y enseñar un poco a Visenya.
── Quizás no, pero me divierte ver cómo te pones celosa ── respondió Aegon, su tono burlón volviendo a aparecer. A pesar de siempre parecer serio, con ese mismo rostro estoico se burlaba de mí, específicamente de mí.
Jaehaera sintió cómo la ira se intensificaba en su interior. Era un ciclo interminable entre ellos: provocaciones y respuestas rápidas que mantenían la chispa viva. Pero también había algo más profundo en esa rivalidad; una atracción innegable que ambos trataban de ignorar.
-No estoy celosa ── Repliqué con desdén ── Solo estoy cansada de tus decisiones impulsivas. Sarra es una Lady que está siendo perjudicada por ti. Eres un idiota.
Aegon se volteo los ojos antes de volver su mirada a ella, el rey roto soltó un suspiro, negando ── Tal vez deberías dejar de pensar en mí como tu enemigo y empezar a considerar que podríamos ser aliados... o algo más...
El aire entre nosotros se volvió denso y electrizante. Sentí un escalofrío recorrer su espalda mientras sus corazones latían al unísono. La rivalidad que había definido su relación durante tanto tiempo estaba comenzando a transformarse en algo diferente. Había una fina línea entre más odio o un poco más aliados que antes.
── No sé si eso es posible ── Murmuré volviendo mi mirada al frente, ahora tocandome a mi virar los ojos.
Aegon sonrió con desdén, como solía hacerlo cuando quería insultarme . ── Nunca lo sabrás si sigues luchando contra ello. Quizás deberías abrirte a la posibilidad.
Él soltó una carcajada amarga como si acabara de decir algo estúpido, yo lo mire por unos segundos con una expresión sin gracia. Su rostro serio volvió al lugar mientras se acomodaba en el asiento de Stormcloud. Empezando a volar más rápido.
── ¡Dioses, Aegon! ¡Vé más lento! ── Grité haciendo que Morghul acelerará su vuelo. Tratando de alcanzar al dragón macho.
Aegon ladeó su cabeza para mirarme con desden, antes de hablar sin muchas ganas, simplemente parecía con ganas de llegar a Dragonstone y olvidarse de todo ── ¡No lo haré! ¡La competencia solo acaba de comenzar!
Tan pronto como el comenzó a volar más rápido, si es que eso era posible, un rato hizo un estruendo en el cielo, fue automático. Las gotas empezaron a caer encima de ambos, maldije mientras aceleraba las riendas de Morghul ── ¡Naejot... Aderīs, Morghul!
A pesar de estar cansada, me tomo por sorpresa su rápido avance, pronto estábamos más arriba de ellos, empapandonos con la lluvia, algunos rayos llegaban a vislumbrarse en el turbio cielo.
Mientras la lluvia caía con fuerza, el sonido de las gotas golpeando las escamas de Morghul resonaba como un tambor de guerra. Miré hacia atrás, viendo cómo el dragón de Aegon se deslizaba con una precisión casi inquietante a través de la tormenta.
── ¡Aegon! ── Volví a gritar, mi voz casi ahogada por el viento. ── ¡Esto no es una carrera! ¡Podríamos caer, no me da risa!
Él no respondió, su rostro impasible reflejaba una determinación fría. Era como si la tormenta no le importara; su mirada estaba fija en el horizonte, como si buscara algo más allá de las nubes oscuras.
La lluvia se convirtió en un torrente y, de repente, un rayo iluminó el cielo. La luz momentánea reveló una sombra oscura al fondo. Mis instintos se agudizaron.
── ¡Aegon! ── grité nuevamente, esta vez con un tono más urgente. ── ¡Mira!
Aegon giró su cabeza lentamente, y por un instante, vi una chispa de alerta en sus ojos. La diversión había desaparecido por completo; ahora había solo concentración y seriedad. En el horizonte se dibujaba una figura imponente: otro dragón.
Morghul rugió, sintiendo la tensión en el aire, y yo apreté las riendas con determinación. No solo estábamos compitiendo entre nosotros; ahora había algo más grande en juego.
── ¡Lykiri! ── le ordené a Morghul mientras comenzábamos a descender hacia la figura desconocida.
La tormenta rugía a nuestro alrededor, pero estaba lista para enfrentar lo que fuera que nos aguardara. Aegon pareció comandar un poco más a Stormcloud antes de que esté descendiera en picada, una pequeña isla inhabitada que se encontraba antes de rocadragón, allí estaba Syrax, que parecía un poco asustada, Aekar estaba en su lomo, dando órdenes, pero la dragona no respondía.
Syrax solía ser muy malcriada, no comía cualquier cosa, no tomaba cualquier agua, no volaba si había mal clima, pero con su nuevo jinete había empezado a tener que acostumbrarse, pero siempre odió sobretodo, las tormentas de rayos.
A pesar de solo la luz de los rayos, la tensión estaba palpable, mi mandíbula y espalda estaban tensas mientras que Aegon no apartaba la vista del frente mientras trataba de aterrizar en la pequeña isla, el búho parecía desesperado por volar, la pequeña dragona se resignaba a hacerlo.
La tormenta rugía a mi alrededor, y el viento frío parecía querer arrancarme de la tierra. Mientras descendía por los senderos empapados de la isla, cada paso que daba resonaba con una mezcla de temor y determinación. Sabía que Aekar estaba cerca, y el pensamiento de su traición me llenaba de angustia.
Aegon estaba a mi lado, su expresión era firme, pero podía ver la preocupación en sus ojos. Nunca imaginé que Aekar, alguien en quien había confiado, pudiera intentar acabar con mi vida. La traición se sentía como una sombra oscura que se cernía sobre nosotros, y no sabía si podríamos escapar de ella.
Cuando llegamos a un claro donde los árboles se inclinaban hacia nosotros, escuché un susurro que me heló la sangre. Era Aekar, emergiendo de las sombras como un espectro del pasado. Nuestros dos dragones aterrizaron, soltando un gruñido, a pesar de querer hablar con él, había la posibilidad de que Syrax saliera volando en cualquier momento. Su mirada era desafiante, pero en el fondo había algo más; una desesperación que me hizo dudar.
Aegon fue el primero en hablar. Su voz resonó con autoridad: ── No puedes seguir huyendo por lo que hiciste ── Mis piernas temblaron ante la inminente confrontación. ¿Qué haría? ¿Podría Aekar arrepentirse?
Me armé de valor y di un paso adelante con mi dragona, que soltó un resoplido. Sentí que el peso de mis decisiones recaía sobre mí ¿Era mi culpa por confiar ciegamente en él?. No, el era un niño inocente antes, no era mi culpa en lo que se había convertido. ── No queremos ser enemigos ── Dije con claridad, tratando de mantener la calma en medio del caos. ── Pero si deseas redimirte, tendrás que demostrarlo ── Aegon pareció tomar un suspiro cansado volviendo momentáneamente su mirada hacia mí.
La tormenta seguía rugiendo a nuestro alrededor, pero dentro de este claro había una tensión palpable. Sabía que este momento podría definir no solo nuestro destino, sino también el futuro de nuestra familia.
El viento soplaba fuerte entre nosotros mientras Aekar luchaba con su propia lucha interna. No sabía si él podría encontrar el camino hacia la redención o si estábamos condenados a enfrentar un desenlace trágico. Solo el tiempo lo diría.
Y así, con el corazón latiendo con fuerza en mi pecho, esperé su respuesta, consciente de que nuestras vidas estaban entrelazadas en una danza peligrosa entre la traición y la esperanza ── No soy un idiota, tu maldito rey me matará igualmente...
── Ni siquiera sé la razón por la que lo hiciste...- ── Antes de que mi marido siguiera hablando, Syrax soltó un rugido ensordecedor. Llamas salieron de su boca hacia el cielo antes de despegar, me quedé estupefacta por unos segundos, solo reaccionando cuando Borrasca volvía a volar, batiendo sus alas agresivamente.
Syrax era el dragón más pequeño y a pesar de ser mimado, tenía más experiencia que nuestros dos dragones, incluso Stormcloud es parte de su camada. ── ¡Vēzot, Morghul!
Acatando mis órdenes, la dragona empezó a seguir a Stormcloud, Syrax era más pequeño, así que era bastante más rápido. Tampoco Aegon lo mataría con un Dracarys sabiendo que el podía tener información, por desgracia no era tan estúpido. Bajé ligeramente, mi dragona rozando el agua con sus garras, más abajo de las nubes, lo suficiente para yo verlos a ellos, pero ellos no me vieran a mi, la piel de Morghul ayudaba bastante.
Los tres dragones rugían ferozmente por el cielo y mar, estos mismos eran arrastrados por los relámpagos y truenos que agrietaban el cielo poderosamente. Borrasca se acercaba cada vez más a Syrax que iba a toda, velocidad, escondidas, mi dragona seguía el paso de ambos desde abajo, esperando un momento para atacar. Se supone que tendría que rodearlo cuando lo pasará. El pelinegro desde su dragón, parecía preocupado por Stormcloud, pero su mirada surcaba el agua, dónde no había rastro de la gran dragona que llevaba "muerte" por nombre.
El cielo se iluminó ferozmente con un relámpago, dejándonos desconcertados a todos pero sin perder el tiempo, tratando de escapar, Aekar dió una vuelta en "U" al rededor de una piedra, aunque desconcertada, Morghul subió sin ningun mandato, sabiendo ya el plan, sin que yo misma estuviese clara. En treinta minutos estoy se había convertido en una matanza, cazadores y presa.
Halé las riendas de la dragona que soltó un gruñido casi rabioso, mi mirada se poso en el pelinegro que me miraba con la mandibula apretada, Syrax a pesar de estar nerviosa, no estaba mas intimidada que antes. Tragué saliva nerviosamente antes de gritar, ya que no estábamos lo suficientemente cerca para que el me escuchará si hablaba alto.
── ¡Ríndete, estás rodeado! ── Pronto el otro gran dragón se colocó detrás de Syrax, el cabello negro mojado de Aekar revoloteaba por el cielo con rabia.
── ¡Eres un maldito traidor! ── Gritó Aegon desde atrás, yo apreté mis labios asintiendo. El me miró mordiendo nerviosamente su cachete, mi cabello largo recogido en una trenza volaba por el aire haciendo que la cabeza me doliera mas de lo que ya.
El pareció analizarnos por unos segundos, volteando a todos lados para asegurarse ── ¡No tienes escapatoria! ── Se veía claramente su respiración pesada por la rabia, había escapado pero no había llegado lejos, no lo entendía. Sus ojos morados se posaron en los míos del mismo color, nos miramos por unos segundos antes de ver cómo su labio se crispaba en una sonrisa ladina, astuta. Casi haciéndome creer que la presa era yo.
── ¡Dracarys! ── Acatando la ley de su amo, el dragón soltó su llama, está cayó en el osico de Morghul desconsertandolo, sentí como mi piel se calentaba y solo pude pegarme s la piel de mi dragón, sintiendo como mis piernas se quemaban por las llamas, una nube de humo se creó, haciendo que pronto el dragón desapareciera.
── ¡Jaehaera! ── Aegon me llamó desde el otro lado, su dragón avanzó hasta mi y la mirada de él se sorteó entre sí perseguir a Aekar o ayudarme. El dolor era repugnante, pude ver cómo la mitad de ambos muslos estaban quemadas, no hasta el hueso, pero si bastante. Apreté mis diente, sintiendo mi dolor, Morghul empezó a descender rápidamente, haciendo lo posible por llegar a la isla en la que habiamos estado posteriormente.
Antes de que las riendas calientes pudieran seguir haciéndome daño, me solté de la correa, cayendo con un golpe sordo en la arena, jadeando dolorosamente, un dragón se aproximó tapando la luz de la luna que alumbraba la isla, unos pasos se acercaron a mi ── Jaehaera... ¿Estás bien? ── Mi respiración estaba agitada por el dolor, mi cabeza dolía más que antes, la presión de mis tímpanos se apretaba cada vez más. Asentí ligeramente, sus manos tocaron cuidadosamente mi cabeza acomodándola en su regazo ── ¿Don-donde te... quemaste...?
Su voz salió a trompicones, con pánico casi, su cara a pesar de estar seria, parecía más nerviosa y casi en pánico. En la mente de Aegon solo podía estar el suceso de su madre, la horrible palabra que la había llevado a la muerte. Mi dedo se estiró señalando mis piernas, mi antebrazo estaba raspado y algo lleno de llagas por unas quemaduras menores ── Duele...
El observó preocupado mi pierna, ambos dragones parecían curiosos por lo que estaba sucediendo, pero mi dragona soltaba algunos chillidos, dando a entender que estaba preocupada ── ¡En la puta pierna...!
Recuerdo el feo funeral de la reina, solo se había conseguido su pierna luego de ser quemada por Sunfyre, ese día fue "triunfante", si podia decirse asi, para los verdes pero aun más tragico para los negros. Las lágrimas de su hijo que la habia visto morir, Baela y Rhaena tratando de consolarlo mientras que la otra de mitad de King's Landing celebraba felizmente porque una mujer no estaba en el trono.
── ¿No puedes volar cierto...? Tienen que curarte, Jaehaera... ── Su mano trataba de quitar el agua que caía ahora escasamente del cielo. Acariciaba inconscientemente mi cabello con su otra mano.
── No creo que pueda... Mis piernas no lo resistirán ── Hablé con esfuerzo mientras me removía por el dolor agudo que había atravesado mi cuerpo. Somos más resistentes al fuego, pero no significa que no nos quememos.
El mordió nerviosamente sus labios, pensó por unos largos minutos mientras yo empezaba a perder mi conciencia, la lluvia, el agua ayudaba un poco mi dolor, pero la arena seguía presionando la herida ── Te llevaré en Stormcloud...
El dragón se acostó obedientemente en la arena, Morghul me miró preocupada, parecía que sus ojitos estaban más acuosos. Apreté mis labios cuando el me levantó, con un cuidado que jamás había conocido de él. El movimiento me causo unos gemidos de dolor, las riendas de Stormcloud eran bastante grandes así que dolía bastante cuando mi pierna hacia fricción, me senté frente a él que envolvió su brazo cuidadosamente en mi cintura, mientras despegaba.
El aire chocaba contra mi herida pero empecé a ignorar el dolor cuando mi viste se nublo completamente, volviéndose completamente oscura.
HOLISS, actualicé. ¿Cómo están? Espero que les guste, si es así, comenten y voten, los quiero muchote
Miren que culera la nueva portada, Pero felicitenme porque hice mi esfuerzo /llora
๋· .˚ ༘🦋⋆。˚ ▋࣭Dedicatoria del capítulo: -sunfyress, loviu Fabi, espero que te guste... <3
── Los quiere, CAMII 🖤
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