Chicas los siguientes capítulos se vienen fuertes +18

Sabía que estaba mal que se mojara al pensar que él se aprovechaba de ella, pero el hecho era que... Ella lo estaba. Hermione se sorprendió mucho cuando él decidió igualar el marcador y liberar su polla. Apenas pudo concentrarse en sus palabras. Tal era su atención en el pene.

Era enorme.. Mucho más grande que Vladimir... Y con más grosor. Hermione deseaba rodearlo con su boca. O mejor aún, sus piernas. Tal vez debería aceptar la oferta de la poción de amor. Podría usarla y abusar de ella con su gran miembro. Se estremeció, apartando las bragas y dejando que Snape viera su reluciente coño.

"Eres preciosa", alabó, arrastrando la rosada polla por su húmedo centro antes de metérsela dentro y gemir. "Severus....." La primera vez que usaba su nombre de pila. Pero estar llena de él mirando tenía ese efecto. Colocó un pie a cada lado de su eje, acariciándolo como lo haría con sus manos. "Tal vez podríamos probar algunas cosas...." Inducido por la lujuria o no, Hermione confiaría en él. Lo había hecho antes y lo haría ahora.

Su enorme polla casi saltó al liberarla de sus pantalones. La visión de su coño fue suficiente para que le dieran ganas de usarla en más de un sentido. Hermione estaba sacando un lado de él que no sabía que tenía. Severus no podía creer que ella estuviera ya tan mojada. ¿Era él quien le hacía eso?

Su polla se movió cuando ella lo llamó hermoso. Sus meras palabras eran suficiente estímulo para mover una montaña. Cuando ella gimió su nombre, casi perdió el control de sus acciones. Una parte de él quería corregirla, pero teniendo en cuenta lo mucho que le gustaba que ella utilizara su nombre de esa manera, permaneció en silencio. Ella colocó sus pies a ambos lados de su polla, frotándola lentamente.

Un largo gemido escapó de sus labios. Comenzó a mirar su humedad, mientras sentía que su cuerpo se estremecía de placer. Ninguna mujer lo había tocado como ella. "Bien, haré los preparativos". Le cogió los pies con las manos y empezó a guiarla sobre su polla. Comenzó a empujar contra sus pies, gimiendo fuertemente. Los pies de ella eran tan suaves y delicados que se sentían increíbles contra su palpitante dotación. La forma en que su vibrador entraba en su apretado coño, le hizo imaginar que enterraba su longitud en ella. "Señorita Granger, creo que es prudente que yo esté presente siempre que usted libere. Un maestro debe asegurarse de que su estudiante lo haga bien".

"Sí, profesor", asintió Hermione, y sus propios gemidos se mezclaron con los de él. Era tan intrigante y excitante ver a Snape así. Apasionado. Desencadenado. Si tan sólo estuviera empujando dentro de ella y no en sus pies. Sin embargo, le encantaba ese momento. Y esperaba que fuera sólo la punta del iceberg. Quería ver más de este hombre. Conocer su cuerpo. Lo que hacía que su polla se moviera y lo que le hacía gemir.

Empujó el consolador hacia dentro y hacia fuera, igualando su velocidad. Quería correrse cuando él lo hiciera. Quería ver cómo era el profesor Snape en la agonía de un orgasmo. "Ohhhh joder....." Ella gimió, su cuerpo se arqueó. "Estoy pensando en lo bien que te sentirías dentro de mi coño". Ella quería que él rompiera. Que le urgiera a tomarla, allí mismo. Ahora mismo.

Y aunque no lo hiciera. Hermione quería grabar el deseo en su psique.

Hermione lo estaba reduciendo lentamente con sus palabras seductoras. La forma en que lo llamaba profesor hizo que un escalofrío le recorriera la columna vertebral. Necesitaba toda su fortaleza mental para no tomarla aquí mismo. Tendría que conformarse con sus pequeños pies, lo que era un éxtasis en sí mismo. La forma en que las plantas de los pies se deslizaban por el tronco de su hijo le producía oleadas de placer. Estaba seguro de que ésta no sería la última vez que se complacieran mutuamente. A juzgar por su libido sexual, estaba seguro de que cedería si ella le provocaba lo suficiente.

Había pasado mucho tiempo para Severus. Apenas podía recordar la última vez que tuvo sexo. Su falta de resistencia era evidente en lo rápido que estaba llegando a su orgasmo. Todo su cuerpo comenzó a tensarse mientras seguía follando sus pies. Se levantó de la silla y se metió entre sus piernas, agarrando su polla con la mano. Los rápidos movimientos le hicieron gemir fuertemente mientras cerraba los ojos. Su rostro se contorsionaba mientras luchaba contra las oleadas de placer que asolaban su cuerpo. Esta mujer era increíble. Su semilla salió disparada, cubriendo el cuerpo de Hermione con múltiples líneas. "Joder..." Gimió con la boca entreabierta. "Mira lo que has hecho profesora Granger. Has hecho un desastre. Como mi aprendiz, es tu trabajo limpiarlo".

Todo era mucho más intenso con Severus allí. Que él la mirara y usara sus pies como medio para excitarse era tan caliente. No pasaría mucho tiempo antes de que Hermione se pasara ella misma al límite. Después de todo, uno no podía enfrentarse a tanto calor y pasión sin explotar. Y todo su cuerpo se tensó, a punto de estallar.

Y entonces él se levantó, su poderosa polla dio grandes sacudidas mientras disparaba su esperma por todo el estómago y los muslos de ella. Y fue entonces cuando ella se corrió, oyendo el improperio que escapaba de su boca. Dejó escapar un sonido agudo, su nombre rodando por su lengua. Jadeó, casi sin escuchar cuando él le dijo que se limpiara. Sabía que no se refería a usar su varita. "Sí, profesora", respondió Hermione, encontrando las tiras de semen con sus dedos. Lo recogió, chupando cada uno de los dígitos recubiertos.

"Ohhhh, sí que sabes bien", gimió. Respirando profundamente, se acercó a él. Su cuerpo se inclinó hacia él mientras sus manos encontraban su torso aún vestido. "¿Está satisfecho, profesor Snape?" preguntó Hermione, con sus labios cerca de los de él.

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