"Fuiste tú quien dejó a tu mentor, no al revés. ¿Va a volver a su entrenamiento sólo para rechazarlo de nuevo después? Si no recuerdo mal, su formación no era lo suficientemente buena. Dudo que eso haya cambiado". Su mirada se oscureció cuando las emociones volvieron a aflorar en él. Cada vez que hablaba con ella sentía el dolor que sintió cuando le dejó. Aquella mujer tenía el descaro de volver y exigir que la recuperara como si nunca hubiera pasado nada. A Severus no le agradaba este hecho, ni tampoco su comportamiento egoísta. A ella no le importaba lo que él sintiera, volviendo sin preguntarle. Sólo se preocupaba de sí misma y Severus era su pequeño desahogo para ser dominada.

Una parte de él la deseaba más que nunca, pero el resentimiento era fuerte, cubriendo su necesidad de ella. Severus era un hombre emocionalmente distante. Cuando por fin sentía algo por alguien, ella le arrancaba el corazón. Se preguntó por qué no fue suficiente para ella durante tanto tiempo, sintiéndose rechazado y castrado y ahora ella volvía como si todo pudiera volver a la normalidad.

Los ojos de Hermione se entrecerraron. "No. Estás juzgando mal mis acciones. Me fui por los dos. Mi mentor era más que suficiente. Nunca se trató de eso. Fueron las circunstancias. Yo era....." Se interrumpió, luchando contra las lágrimas que querían derramarse. Parecía que, incluso con todo el tiempo que habían pasado juntos, Severus no la entendía. "Quería ser su igual. Estar a su lado. Pero creo que en secreto se avergonzaba de mí. De mi juventud. Puede que no se diera cuenta, pero me apartó. Di el siguiente paso y me fui de hecho. Rápidamente, porque te quería tanto que no habría tenido el valor en otra ocasión".

Hermione frunció el ceño, pensando que sus explicaciones eran inútiles. Su decisión estaba tomada. No la quería. Y definitivamente no la amaba. "Volví porque las circunstancias eran diferentes. Antes mentí cuando dije que era para superarlo. Al contrario, tenía la esperanza desesperada de que me perdonaras. Pero veo que el amor que arde con fuerza en mi corazón se ha atenuado en el tuyo. Veo que incluso ahora opta por ocultarme incluso cuando no es necesario".

Severus se enfadó cada vez más con sus palabras. No sabía por qué estaba tan enfadado, quizás porque si no podía odiarla a ella entonces tendría que odiarse a sí mismo. Le hervía la sangre mientras ella le explicaba y una vez que terminó, Severus le lanzó una mirada asesina. "¿Te fuiste para los dos?" Dijo en voz baja, la miró con ojos sombríos. "¿Para los dos?" Parecía que se estaba enfadando tanto que no le importaba dónde estaban. Sólo necesitaba regañarla. "Te habría hecho mi igual. Te habría mostrado mi amor. Habría superado mi vergüenza por estar contigo. Habría hecho cualquier cosa para hacerte feliz. Habría sacrificado todo para que esto funcionara con tal de que te quedaras a mi lado".

Su voz se había elevado lo suficiente como para que algunos alumnos empezaran a mirar. Su mano se estrelló contra la mesa frente a él, haciendo callar a la sala llena de alumnos y profesores. "¡Te has ido! No hay excusa". Rugió, su barítono resonó en el comedor. Con eso, se dio la vuelta, su túnica se balanceó con él mientras empezaba a salir furioso de la sala.

Hermione pensó que podría morir. De vergüenza. De ruptura del corazón. Esto era peor que su pesadilla. Aunque no la ahogara. Sus palabras eran como una sentencia de muerte. Sin importarle, o más bien, a pesar de los ojos sobre ella, corrió tras él. Las cosas no podían quedar así. Las lágrimas le nublaron la vista al pensar en lo explosiva que había sido su ira. Ella lo hizo. Ella misma provocó esta pesadilla.

Pudo ver su forma ondulada acechando hacia las mazmorras. Supuso que iría a sus habitaciones. Y si usaba el pasaje secreto de los profesores, no tendrían que preocuparse por los estudiantes entrometidos. "¡Severus, por favor!" gritó Hermione, esperando que se detuviera. "¡Lo siento! No sabía.... No pensé que lo harías....." Jadeó, sus piernecitas le dolían al ritmo de sus zancadas. El corazón le martilleaba en el pecho y sabía que le esperaba más dolor, pero siguió siguiéndolo. "Cuando hicimos el trato no mencionaba nada sobre el amor. Y luego, cuando surgió el amor, parecías contentarnos con mantenernos dentro de los parámetros del trato. Mi corazón sangró para que me pusieras a tu nivel. Severus, me encanta ser tu chica, pero esperaba que me dijeras que era más que eso".

Se alejó, maldiciendo el haber dejado que sus emociones se desbocaran. Todo esto era culpa suya por dejarla entrar. Nunca debió abrirse y quedar vulnerable. Se precipitó por el pasillo, tomando el pasillo secreto de los profesores para alejarse lo más rápido posible. Sus rápidos pasos eran lo único que se oía en el pasillo hasta que escuchó la voz de Hermione resonando en él. Se detuvo y se giró para mirarla mientras se acercaba: "¿Decírtelo? Ah, ¿así que esto es culpa mía? No tienes ni idea de lo que he tenido que pasar para vivir con el dolor que me has causado. Y luego vuelves aquí como si no hubiera pasado nada". Se dirigió hacia ella con rabia en los ojos, acorralándola contra la pared del pasillo. "¡Estaba contento! Aunque sólo nos viéramos a escondidas, me parecía bien. Porque cualquier cosa era mejor que estar lejos de ti. Tomaría una parte de ti antes que nada de ti sin pensarlo".

Respiró profundamente, con la furia aún en sus ojos. "No fui lo suficientemente bueno, ni lo seré nunca. ¿Qué estás haciendo? ¿Deseas hacerme daño de nuevo? ¿Deseas hacerme sufrir? ¿Es eso lo que te gusta hacer?", le increpó, con su voz retumbando en el pasillo. "¿Quieres que te dominen? ¿Estás aquí sólo para conseguir tu dosis sexual de nuevo? ¿Por qué no te pones de rodillas y empiezas a chupar como la chica buena que eres?".

Nueva historia❤