La sonrisa de Hermione se hizo más profunda, pero bajó cuando él se refirió a sí mismo como "Daddy". Y entonces se fue. Hermione quería gritar. No tenía ni idea de que volver sería tan frustrante. Pensó que Severus la odiaría. Que sería frío e insensible. Pero este mago confiado y casi juguetón ..... La estaba confundiendo por completo. Suspirando, terminó el encantamiento de supresión modificado en su vientre y se frotó el estómago sintiendo el familiar revoloteo en su interior.

Al día siguiente, Hermione se encontró agonizando con su nuevo plan de estudios. Bueno, nuevo para ella al menos. Estaba pasado con respecto al año pasado, pero ella estaba encontrando varios fallos en los métodos. El "Pequeña" de Severus le produjo un escalofrío instantáneo, pero se lo sacudió. ¿Tal vez ese era su objetivo? Mantenerla desequilibrada. "Mi primer día es......bueno. Supongo que sí. Estoy un poco nerviosa. Este plan de estudios debería actualizarse y.....pues algunos de los alumnos mayores están teniendo problemas para respetarme porque soy muy joven." Sentó su libreta y exhaló, inclinándose hacia Severus con una expresión de cansancio. "Empezaste a una edad temprana, ¿cómo manejaste la falta de respeto?"

Severus la miró con ojos estoicos. Podía identificarse con lo que ella estaba pasando, pero no era evidente por su expresión facial. Su expresión no cambió, sólo la miraba con severidad. "Muy sencillo. A través del miedo. No hablo mucho y soy bastante callado. El aire que me rodea me convierte en un misterio para ellos. Hombres y mujeres por igual temen lo que no conocen". Puso sus notas sobre la mesa, garabateando una fórmula para una poción. Era una ligera variación de la poción que habían creado juntos. A juzgar por los ingredientes, la diferencia era que ésta convertiría a alguien en un animal de forma permanente. Sus colegas no querían que la diera a conocer al público en general, ya que podría usarse como arma, pero Severus creía en compartir todo abiertamente. La única manera de que los maestros de pociones aprendieran y mejoraran era compartiendo. Era difícil estar con ella. Sentía rabia, pero se mezclaba con la lujuria por la mujer. Todo lo que ella le había hecho le hacía casi odiarla, pero ese odio quería liberarlo de una manera muy específica.

Hermione frunció el ceño ante su consejo. Sí, sabía que él había adoptado la misma estrategia, pero ella esperaba que tuviera algo diferente. Suspiró, más que frustrada por todas las cosas que pasaban en su vida. "Severus no soy como tú. Eres dominante por naturaleza. Se canaliza a través de todo lo que haces. O tocas. Y yo..... Bueno, soy dura, pero no soy...." Le vio garabatear y puso los ojos en blanco y resopló, cogiendo sus cosas de forma apresurada. Esto es lo que hacía difícil estar cerca de él en primer lugar. Y, por desgracia, era de esperar. Probablemente ya no la escuchaba. "Gracias por el consejo", dijo ella "Te veré en la cena, supongo". Sintió que su corazón latía con fuerza, ya que tenía séptimo año a continuación. Tenía que pensar en algo.

"Lo entiendo". La miró mientras ella cogía sus cosas y se apresuraba a dejarlo, de nuevo. Severus se levantó con ella, mirándola y viendo lo nerviosa que estaba. "Estarás bien. Sólo ten confianza y deja que tus logros hablen por sí mismos. No aceptes ninguna mierda de estos chicos. Sólo son niños, nada más. No tienen nada que decir. Amenázalos con castigarlos o con convertirlos en una rana si se ponen bravos". No estaba seguro de cómo actuar con ella ahora, pero había una pregunta candente en su mente que le daba vueltas. "¿Por qué has venido aquí? ¿Por qué?"

Hermione se sorprendió al ver que él también se ponía de pie para levantarse. Pero sus siguientes palabras la hicieron sonreír. Fue una charla de ánimo interesante, pero que, sin embargo, ella agradeció. Estaba a punto de marcharse cuando él hizo una pregunta que detuvo su corazón. Bueno, al menos durante una fracción de segundo. Se giró hacia él, sabiendo que esto tenía que estar volviéndolo loco. Su regreso.

Hermione respiró profundamente, deseando de repente estar en cualquier otro lugar que no fuera éste. "Tenía que verte", respondió en un tono suave. "Yo....bueno sinceramente Severus he intentado superarte pero me resultaba imposible. Porque simplemente no puedes superar a alguien que amas con todo tu ser. Pensé que vendría aquí y que me tratarías como ..... Bueno, como el antiguo tú lo habría hecho. Y entonces sería libre. Pero en lugar de eso, me siento tan atraída por ti como aquel día en la Convención de Pociones. Sólo que ahora es más fuerte, creo".

Sin mencionar que estaba embarazada de él, pero no era el momento ni el lugar para soltar una bomba como esa.

Severus hizo una pausa cuando escuchó la razón de ella para volver. Era extraño que se sintiera traicionado por sus palabras. Ella sólo había venido a utilizarlo para superarlo. Sacudió la cabeza mientras sus fosas nasales se encendían. "Ya veo". Apartó la mirada y enterró la rabia que sentía por ella. "Bueno, ya me has visto. Supongo que puedes irte. Después de todo, eso es lo que se te da bien". Severus seguía amargado por cómo terminaron las cosas entre ellos. Ella se limitó a hacer las maletas y a dejarlo, sin siquiera despedirse como es debido. ¿Qué sentido tenía volver a empezar si ella iba a marcharse de nuevo?

A pesar de su enfado y frustración, Severus no podía ocultar la pasión y el deseo que sentía por ella. La miró y tuvo que apartar la mirada para no hacerla suya. Hermione estaba tan hermosa como el día de la convención. Tenía que tener cuidado de no recaer y ceder ante su pequeña.  Podría echarle un vistazo durante la noche. Un poco de magia bastaría para entrar en sus aposentos.