Finalmente consiguió darse la vuelta, mirándola con una sonrisa. Le encantó cómo ella empezó a poner cara de incredulidad después de que él sugiriera el brebaje de Granger. "A ti se te ocurrió la idea. Es tu poción". La miró secándose las lágrimas, que era todo lo que necesitaba para saber que estaba tomando la decisión correcta. Le encantaba lo hermosa que estaba conteniendo las lágrimas de alegría. "Creo que es justo que le pongamos tu nombre. Mi musa". La miró mientras se ponía a horcajadas una vez más, con su coño extremadamente cerca de su polla. "Sí, volvamos al masaje".

Su gran polla palpitaba detrás de ella, presionando contra su culo mientras ella lo meneaba. Él gimió instintivamente, empujando contra ella, pero no pudo obtener ninguna gratificación. Su polla estaba en un ángulo de 90 grados, palpitando y retorciéndose contra el culo de ella. Intentó respirar hondo para calmarse, pero era casi imposible con esa mujer encima. Observó cómo sus pechos se balanceaban durante su trabajo, era casi hipnotizante.

Había algo muy sexy en esa mujercita que se subía desnuda encima de él. Deseaba alcanzarla y tocarla, pero no quería darle la satisfacción de verlo ceder. Aguantaría, porque ese era el tipo de hombre que era... Aunque era más fácil decirlo que hacerlo. Ella frotó diferentes aceites en sus pectorales mientras él empujaba su cuerpo contra ella tratando de conseguir cualquier cantidad de fricción para su necesitada polla.

Su musa. Era difícil creer que ella pudiera ser la fuente de inspiración de alguien. Y sin embargo, ella sabía que era totalmente sincero. Eso le hizo desear aún más hacer un buen trabajo. Se inclinó y le plantó un beso suave y rápido en los labios. Sus pechos se pegaron a su torso resbaladizo y se frotó contra él.

La polla de él seguía palpitando y moviéndose detrás de ella, y Hermione sonrió. Él quería liberarse tanto como ella. Pero él se negaba a ceder. Sus manos bajaron hasta el vientre de él. Añadió más aceite y se sentó sobre su muslo. Sus dedos masajeaban suavemente su "v", que a su vez conducía a su gloriosa polla. "Oh, esto es muy, tenso", reconoció Hermione, agarrando su polla, con voz llena de sarcasmo. "No podemos tener eso, ¿verdad?" Preguntó y comenzó a acariciar su pene.

Ella se inclinó, lo que le dio una vista increíble. La forma en que sus pechos se aplastaban contra su cuerpo, se veía y se sentía increíble. Él miró hacia abajo y su polla sólo palpitaba más fuerte, si es que eso era posible.... Reprimió un gemido cuando ella se deslizó hacia abajo y rozó su polla. Sus manos se acercaron peligrosamente, masajeando justo alrededor de ella sólo para no reconocer su eje hambriento. Su voz sarcástica era muy sexy. Él miró a su chica con una sonrisa. "No, no podemos", respondió mientras ella se apoderaba de su necesitado órgano. Sus pequeñas manos no podían agarrar la gran polla, por lo que tuvo que usar las dos para conseguir un agarre completo.

Se retorcía en sus manos mientras empezaba a acariciarla lentamente hacia arriba y hacia abajo. Él gimió con fuerza y su mano buscó algo a lo que aferrarse. Sus dos manos sólo encontraron el muslo de ella. Sus dedos se clavaron en su suave y resbaladiza piel aceitosa. "Buena chica..." Gimió, tratando de aguantar su orgasmo tanto como pudiera. Venir demasiado rápido sólo significaría que ella había ganado. Y la Maestra de Pociones era demasiado terca y competitiva para que eso sucediera.

Hermione sonrió al ver cómo la polla de él se movía en su mano. Era palpitante y necesitada. Exactamente como a ella le gustaba. Manteniendo la pretensión de un masaje, le extendió más aceite en los muslos, logrando que parte de él cubriera también su cuerpo. Las manos que se clavaban en sus muslos hicieron que Hermione gimiera y apretara su húmedo coño contra la pierna de él.

Y entonces las manos de ella volvieron a la polla de él, acariciando y masajeando. Una de sus manos se deslizó hasta los huevos, acariciándolos. "Gracias, pero sólo estoy liberando la tensión..." Hermione respondió suavemente. Se agachó y empezó a acribillar su polla con besos, sus manos seguían bombeando, provocando, acercándolo al orgasmo. "¿Te gusta el masaje, Daddy?" Preguntó, lamiendo la punta cuando un poco de semen rezumaba.

Severus sintió que el coño de ella rechinaba contra su pierna. La levantó ligeramente para presionarla mientras su resbaladizo coño se movía contra ella. El aceite junto con los jugos que salían de ella hacían que fuera muy fácil rechinar encima de él. Sonrió ante el gemido de ella, pero la sonrisa no duró mucho ya que gimió al sentir la mano de ella de nuevo en su polla. Le encantaba que ella siguiera haciéndolo bajo el pretexto del masaje, sintiéndose extrañamente caliente por ello. Severus sintió el cosquilleo de su polla cuando ella le dio besos lentamente a lo largo de la cabeza.

Sus manos siguieron bombeando y provocando, mientras él empezaba a sentir que se acercaba a su orgasmo. Un poco de precum se acumuló en su punta y corrió por el lado de su polla después de un golpe particularmente duro. "Me encanta..." Susurró suavemente, las manos de ella bailaban sobre su piel con gran afán y cuidado. Severus no podría soportar esto mucho más tiempo. Le costó formular una frase, pero logró una después de atragantarse con las palabras un par de veces. "Deberías....masajear... a Daddy más a menudo... siempre estoy tenso... ahí abajo".

La forma en que él levantó la pierna añadió más presión contra su clítoris y Hermione se estremeció mientras seguía machacando sobre él. "Sssss oooooh", siseó de placer sin dejar de mirar directamente a Severus. Deseaba que él la agarrara y la empujara sobre su polla. Pero, él era tan terco como sexy. Y se dio cuenta de que seguía controlando sus reacciones incluso a través de su lujuria.

No importaba. Hermione iba a seguir acariciando su polla con firmeza, con algún que otro sorbo añadido para acercarlo al límite. El aceite hacía que su boca fuera más resbaladiza y sus labios estaban brillantes por estar envueltos en su miembro palpitante, pero a Hermione no le importaba. "Prometo darte muchos masajes  cuando estemos en Hogwarts. Sé que el año escolar puede ser muy estresante. Pero ten por seguro que tu pequeña va a cuidar muy," lame, "bien," otra larga lamida, "de ti," terminó Hermione, chupando su punta. Sus manos seguían masajeando y acariciando. Se acabaron las bromas. Sólo quería que se corriera.