Severus la vio entrar en uno de los vestuarios con los trajes recién adquiridos. No podía esperar a verla con ellos. Como no quería esperar, se metió en el mismo camerino cuando nadie lo veía. Corrió la cortina detrás de él, sobresaliendo por encima de la linda chica. "Deja que dadsy te ayude a vestirte". Dijo con tono seductor. "Ya te puedo decir que no vamos a comprar el traje". Se refería al traje de poder muy elegante, todo blanco, que Hermione eligió. Quedaría muy bien, pero definitivamente cubría demasiado. Sus manos agarraron la costura de su top, tirando de él por encima de su cabeza para revelar sus pechos desnudos ante él. Se inclinó y pasó la lengua por uno de ellos, probando su lado femenino. "Sabes tan bien, pequeña". Envolvió su boca caliente alrededor de su pezón, chupando ansiosamente su pequeña proyección. Lo dejó con un golpe, mirándola profundamente a los ojos.

A continuación, se ocupó de sus polainas, deslizándolas por sus piernas suaves y esbeltas. "Mira eso, has hecho que daddy se excite". Señaló su bulto. "¿Qué ropa te gustaría probarte primero?" Mientras ella deliberaba, la mano de él bajó entre sus piernas, comprobando si ya estaba mojada para él. Desgraciadamente, la cortina que había detrás no amortiguaba el sonido de la cabina. Deseó tenerla ahora mismo contra el espejo, pero no pudo por miedo a que lo descubrieran. En lugar de eso, tuvo que conformarse con burlarse y ser burlado y acumular el deseo que desataría esta noche. "Espero que esta noche duermas en la cama de daddy. Tengo algunos juegos que me gustaría que probaramos".

Hermione frunció el ceño pero supuso que el traje sería el que se llevaría. A Severus debían gustarle mucho sus piernas. Con suerte, le dejaría los conjuntos de falda al menos, además de la lencería. No es que tuviera mucho tiempo para pensar. Casi tan pronto como rechazó el traje, le estaba quitando la camisa. Dejando al descubierto sus pechos, sus pezones se agitaban más por la mirada de él que por cualquier sensación de frialdad.

Ella suspiró suavemente cuando su boca se aferró a una de sus flexibles tetas, sus palabras: "Sabes tan bien, pequeña". Haciendo que Hermione se mojara más cuando se combinaba con sus acciones. ¿Cómo se suponía que iba a quedarse callada si él se burlaba de ella de esa manera? "Vamos con el que elegiste", respondió Hermione tratando de mantener su voz normal mientras sus manos se burlaban de su carne.

Ella se acercó, ignorando la ropa por un momento mientras llevaba sus manos a su pecho. "Claro que me acuesto contigo dadsy, me gusta estar en tus grandes y fuertes brazos", respondió Hermione. Su pierna se insinuó entre las de él mientras subía la rodilla y frotaba su muslo contra la entrepierna de él, "¿A qué clase de juegos vamos a jugar daddy? Espero que sean muy divertidos".

Un suave gemido escapó de los labios de Severus cuando el muslo de ella se frotó contra su entrepierna: "Por supuesto que serán divertidos, querida. Daddy va a jugar con tu cuerpo. Tal vez, sólo tal vez, si la niñita de dadsy se porta bien, consideraría sacar mi gran polla... y llenarte". Su dedo índice golpeó su raja, mostrándole lo que quería llenar. La forma sexy en la que ella hablaba le hacía tambalearse de placer. Le estaba carcomiendo las paredes y le hacía hacer cosas que nunca consideraría hacer.

"Primero, Hermione, tendremos que conseguirte ropa adecuada. No hay tiempo para jugar si no te vestimos primero". Con eso, presionó su dedo índice en su coño, contradiciendo lo que había dicho. Sólo quería burlarse un poco de ella y divertirse un poco. Sacó el dedo de su humedad y chupó su néctar. "Parece que la niña de daddy está disfrutando de sus juegos". Musitó, tomando el conjunto que había elegido y comenzó a vestirla con él.

Una vez que estuvo completamente vestida con el diminuto traje, él gruñó de lujuria sexual. Se veía absolutamente sexy en ese pequeño vestido. "Agáchate, cariño, deja que papá te mire de cerca y demuestra lo mucho que me quieres. Tenemos que establecer algunas reglas básicas si quieres quedarte conmigo. Por ejemplo, me gustaría que te vistieras con este tipo de ropa siempre que estés en casa. Así, a daddy le resultará más fácil jugar contigo".

Dijo que lo haría..... Oh Dios, Hermione gimió interiormente. Snape sabía exactamente cómo llegar a ella. Y Hermione no podía resistirse. No es que quisiera hacerlo. Estaba a segundos de rogar que la follaran. Sólo el hecho de saber que estaban en un camerino público le hizo contener la lengua. Apenas.

Y su dedo tenía la evidencia. Hermione gimió cuando él chupó sus jugos de los dedos. "Siempre estoy mojada para ti, daddy", dijo suavemente. Una vez que estuvo "completamente" vestida con el traje estaba ansiosa por complacer. Se inclinó tal y como él le indicó. Aunque sus palabras la hicieron detenerse. ¿Quererlo? Eso era una exageración. Admiración. Respeto. Cosas que Hermione estaba dispuesta a admitir. Pero el amor....

Pues el hombre al que amaba la besaría.

"Prometo llevar el uniforme que me des", respondió Hermione con descaro. "Quiero que seas feliz. Que te sientas bien. Espero que eso implique que llenes mi apretado coñito, daddy".

La observó mientras la falda dejaba poco a la imaginación. El hecho de agacharse de esta manera le permitía ver su trasero de forma sublime. "Este conjunto me vendrá bien". Le pasó los dedos por el trasero, oyéndola decir sus palabras soeces. Sintió que algo se agitaba en su interior cuando le llamó papá. "Bien. Puede que tenga que llenarte el coño. Veremos si te lo mereces al final del día".

Se mordió los labios, levantándola y enderezando su espalda. Estando tan cerca detrás de ella, colocó una mano en su garganta. "A Daddy, nada le gustaría más que follarse a su pequeña. ¿Crees que puedes soportar la polla de daddy?" Empezó a desvestirla de nuevo, quitándole el top y la minifalda, antes de colocarle el vestido un poco más conservador. Era uno de los trajes que ella misma había elegido y le quedaba bien. "Si complaces a daddy hasta el final del día, pensaré en jugar al juego muy, muy divertido".

Haciendo que se pusiera el siguiente vestido, él pensó que era sexy tener tanto control sobre lo que ella llevaba puesto. Era una experiencia increíble y no podía creer lo duro que estaba. Necesitaba liberarse, pero era imposible sin la pared que los separaba del exterior. "Daddy realmente necesita correrse para su chica. ¿Alguna idea?"