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Dando un último y cansado Suspiro terminó de guardar hasta su último objeto en aquella caja de cartón para luego salir a paso lento de la casa y guardarla adentro de su auto era definitivo debía mudarse.

A pesar de la angustia y el pesar que oprimía su pecho en ese momento mordió su lengua y se tragó el sentimiento amargo que lo estaba embargando en ese instante y echó una última mirada a su alrededor todos aquellos recuerdos felices iban a quedarse ahí como retratos grabados con tinta indeleble en las blancas paredes de la que un día fue su casa en la que compartía con su mejor amigo.

Sonrió amargo recordando aquellas largas tardes comiendo palomitas, jugando videojuegos, pidiendo pizza a domicilio, sentado en alfombra leyendo algún libro con la cabeza de aquel Rubio recostada en su hombro mientras él dormitaba al escuchar los suaves relatos que el rubio le murmuraba con aquella voz de terciopelo que  lograba elevarlo hasta el cielo sacudirlo al mismo tiempo darle mil vueltas y bajarlo de nuevo hasta la Tierra.

O las  noches grises de tormenta cuando los truenos y Relámpagos invadían su espacio y  hacían al Omega  salir corriendo asustado en busca de sus brazos protectores y ahí el rubio se quedaba dormido durante toda la noche  sintiéndose tan protegido por él.

Habían sido tanto  todos esos momentos que los habían hecho felices a ambos, que los habían hecho reír, llorar juntos, que los habían hecho más unidos que nunca y que ahora simplemente se habían terminado.

"¿Por qué?"

Se cuestionaba Yoongi.

¿Por qué tuvo que poner sus ojos tan alto? ¿Por qué se enamoró de ese ser tan dulce como la miel?

Y fue imposible no hacerlo sinceramente,  para ser honesto con él mismo había sido tan imposible no haberse enamorado del Pequeño Rubio de labios abultados, Porque eran amigos de toda la vida habían creado un lazo irrompible de amistad que sobrepasaba cualquier muro rompiendo tantos prejuicios como aquel que se les vino encima cuando decidieron comprar una casa entre los dos e irse a vivir juntos,  porque un omega joven y muy hermoso yéndose a vivir solo con un Alfa soltero para nadie fue bien visto y menos en esa sociedad tan cabeza hueca en la que vivían en donde por ningún motivo un Omega debía acercarse a un Alfa para crear lazos de amistad.

Pero aquel Rubio del que se había enamorado era un Espíritu libre que desafió a toda su familia y a toda la sociedad para salir al mundo y ser feliz y brillar con luz propia ya, que al vivir con su familia no se le permitía pensar por el mismo ni siquiera escoger su carrera  que él quisiera estudiar porque debía seguir las normas,  las reglas de la comunidad.

Por ello se había sorprendido mucho cuando el pequeño Omega lo había llamado y le había dicho que deseaba irse de su casa y vivir solo,  lejos de.si familia  para poder cumplir su sueño de ser un gran bailarín.

Y sonrió aún recordando como ese día había tomado las llaves de su auto y había manejado como loco por toda la ciudad para ir a recoger al pequeño Omega y ahí juntos empezó su travesía, decidieron vivir juntos conservando aquella bonita amistad que los caracterizaba ellos eran tan distintos pero a la vez tan iguales que lograban complementarse con total naturalidad.

Y así habían pasado ocho largos años desde que habían iniciado aquella pequeña aventura ya el Omega era un precioso adulto y exitoso bailarín de  28 años  muy reconocido por todos lados era hermoso irradiaba tanta luz, tanta paz y tanta felicidad.

Yoongi a sus 30 años aún no se había comprometido con nadie porque sus ojos solo podían verlo a él.

¿Pero cómo es que había acabado sólo en aquella casa que ahora tenia el letrero de "En venta" en el jardín delantero?

Pues fue  cuando Jimin se fue hace exactamente una semana. ¿Por qué había acabado aquella aventura?

Sencillo; el omega conoció a un Alfa y se comprometió. Eso causó que se mudara de la casa que compartía con Yoongi.

Aquella casa que habían buscado tan cuidadosamente teniendo en cuenta todos los gustos y detalles que adoraba el Omega como dos grandes jardines uno atrás y uno adelante una pequeña piscina donde solían pasar los fines de semana solos o con sus demás amigos,  un estudio donde mientras Yoongi  componía sus más hermosas melodías el Omega solía bailar y practicar su danza, una biblioteca donde a veces tirados en el piso leían y leían libros que al Omega tanto le gustaban.

Esa casa que ahora llena de recuerdos rasgaba al interior del pecho del Alfa dolorosamente sin poder contener aquellas pequeñas lágrimas porque ahora estaba sólo. Ahora no había luz en esa casa, ahora no había notas musicales que él tocaba para el lindo Omega, ahora no había nada más que silencio y soledad y un "te amo" que jamás logró salir de su boca.

Dando una última mirada a todos sus objetos personales y cajas dentro de su auto se quedó parado mirando hacia adentro de la casa y decidió hacer una última cosa antes de marcharse, subió lento las escaleras buscando aquel lugar que tanto le gustaba era su lugar favorito en toda la casa pues ahí había compartido los momentos más hermosos de todos con su lindo Omega:  el estudio.

Era amplio de unos ventanales grandes que dejaban ver la maravilla del jardín trasero de la casa y permitía por las atardecer que el sol anaranjado pintara las blancas paredes, en el fondo había un hermoso piano de madera negra brillante el piso era de madera también y varios espejos los rodeaban aparte del piano había muchos más instrumentos que el alfa utilizaba para componer sus canciones pero el espacio que más le gustaba era donde el lindo Omega bailaba largas horas con la música que él mismo componía y a veces ya cansado solamente se dejaba caer al piso y estiraba sus músculos mientras el Alfa seguía tocando en aquel bello piano hermosas melodías que solamente eran inspiradas por el Omega pero él no lo sabía.

A veces cuando ya el Omega deseaba retirarse del estudio e ir a comer o descansar se abrazaba a la espalda del Alfa que seguía en su mundo su piano y le susurraba dulcemente al oído que debían parar ya, en ese momento El Alfa sonreía y asentía para hacerle caso al Rubio recorrió por última vez con la mirada triste y llena de dolor esa estancia guardando en su corazón los últimos vestigios de lo que un día fueron sus días más felices junto a aquel Omega.

Cerró la puerta de ese estudio quizá las personas que compraran la casa lo disfrutaran tanto como él,  había dejado todo tal y como estaba solo su piano lo llevaría consigo como una esquirla del dolor que le atravesaba el corazón.

A pasos pesados, arrastrados y lentos bajó de nuevo las escaleras de la casa traspasó el jardín dio un último vistazo al letrero de "En venta" suspiró cansadamente y subió a su auto para emprender el camino a quién sabe dónde y por quién sabe cuánto tiempo solo deseaba sanar la herida tan grande que tenía en su interior por la soledad y el vacío que aquel Omega había causado en él.

Ya había encendido su auto el motor rugía casi tan cansado como él cuando recordó que debía dejar algo importante bajándose nuevamente de su auto volvió sobre sus pasos sobre aquel jardín delantero, subió la pequeña escalinata hasta llegar al porche de la casa y sacó de su bolsillo una de las copias de la llave que siempre debía mantener bajo la maceta principal de la entrada de la casa la colocó en su lugar y ahora sí se fue pero sus pasos trastabillaron nerviosamente cuando frente a él estaba la pequeña y dulce figura de aquel Rubio al que pensó que jamás volvería a ver.

     —Jiminie. —Su voz salió trémula.

No se esperaba en realidad verlo ahí.

El rubio parecía confundido miraba el auto del Alfa repleto de cajas y comprendió lo que pasaba cuando vio el letrero de que la casa estaba en venta  detrás de Yoongi.

     —¿Vas a vender la casa? ¿Por qué?

Por algún motivo su voz tembló al hacer la pregunta y es que en realidad no se esperaba encontrarse con esa escena.

Hacía una semana que él se había ido de la casa porque su Alfa su prometido le había pedido que se mudara con él y Jimin aceptó. No supo bien por qué pero lo hizo.

Realmente aún no estaba seguro de si debía mudarse con su prometido solo llevaban dos meses de haberse comprometido y seis de estar saliendo pero Chang era muy lindo y atento.

Aún así no se comparaba en nada en todo lo atento y caballeroso que su amigo Alfa había sido con él sabía que nadie podía superarlo así como también sabía que debía de irse algún día de esa casa que tantas alegrías le había brindado cuando el Alfa se casara pero resultó que el que se iba a casar era él.

Y en sí no estaba seguro porque había aceptado aquella propuesta de matrimonio si en realidad había estado esperando a que el alfa frente a él le diese alguna señal por la que debiera cancelar el noviazgo y el matrimonio apresurado al que se estaba deslizando.

Pero el alfa nunca dijo nada y él temerosa su rechazo tampoco.

Yoongi solamente encogió sus hombros sin prestar demasiada importancia a la pregunta pero por dentro moría. Sabía la razón por la cual no podía permanecer en esa casa.

Todo en ella gritaba Park Jimin.

     —Es demasiado grande ahora que tú no estás.

     —Si imagino que si. —Susurró el rubio.

Yoongi permanecía con sus pies clavados en el suave césped mirando impasible al Rubio Omega sin saber qué más decir.

     —Yoongi...

     —Seguro Chang comprará una  mejor casa para ti. —Habló.

Sin querer lo había dicho.

Jimin dibujo una media sonrisa que más parecía una mueca.

     —Pues no, él tiene un departamento en un edificio en el centro de la cuidad... e-es lindo pero ¿Sabías que a las 5 de la mañana ya hay mucho ruido en la cuidad?

Yoongi sonrió un poco.

     —Y a ti te gusta dormir hasta tarde.  —Respondió. 

Jimin ahora si sonrió contagiado por Yoongi.

     —Y a Chang no le gusta que ponga la música muy alta cuando ensayo mi baile pero es que ahora no hay quien toque el piano para mi. —Añadió cabizbajo. 

Yoongi volvió a sonreír amargo.

     —Pronto se Irán acoplando el uno al otro ya lo verás no te aflijas Minnie. 

     —Si...

El silencio que prosiguió fue un tanto incómodo hasta que yongi volvió a sacar las llaves de su auto indicando que iba a retirarse finalmente.

     —Buena suerte Minnie.  —Dijo antes de comenzar a caminar.

Jimin apretó sus labios igual que sus manos nervioso,  deseaba detenerlo deseaba gritarle que no se fuera pero aún temía el rechazo del Alfa ¿y sí no lo amaba? ¿y si solo era cariño de hermanos? siempre tuvo miedo a eso a confundir sus sentimientos y acabar enamorado pero fue Inevitable Yoongi era un Alfa tan lindo apuesto y atento que era imposible no haberse enamorado de él.

     —Adiós Yoonie.  — su voz salió ahogada ya que quería llorar sentía que iba a llorar quería gritar frustrado mirando como el alfa le sonreía una última vez y se adentraba en su auto para ponerlo lentamente en marcha.

"NO HAY QUIÉN TOQUE EL PIANO PARA MI"

Las primeras lágrimas comenzaron a salir mirando como el auto avanzaba por la avenida con el alfa al que amó desde joven alejándose.

Su corazón iba a salirse del pecho estaba tan asustado ¿pero entonces todo lo que habían vivido antes no había valido la pena? ¿todas las risas las largas noches de desvelo viendo maratones de películas las hermosas melodías que yo en que componía mientras él las bailaba ensayando para sus clases de baile todo eso no había valido la pena? ¿cada sonrisa, cada mirada, cada abrazo, cada noche que durmieron abrazados mientras la tormenta caía y él se refugiaba en sus brazos por el miedo a los truenos y Relámpagos todo aquello no había valido acaso la pena? ¿entonces por qué no tenía el valor y el coraje de arriesgarse y de decirle al Alfa que lo amaba?

Con cada metro que el alfa avanzaba en su auto un pedazo del corazón del Omega se rompía pero a la vez algo crecía en su interior algo que lo hizo salir corriendo gritando su nombre.

     —¡Yoongi! ¡Min Yoongi! No, no te vayas...

Parecía que el alfa también había pensado exactamente lo mismo porque al mismo tiempo que el Omega había salido corriendo él comenzó a retroceder con el auto lentamente hasta volver a colocarse casi justo frente a la entrada de la casa, el Omega se acercó corriendo y Yoongi salió apresuradamente de su auto hasta llegar a su lado con el corazón acelerado.

     —Jimin, Minnie.  —Habló nervioso.

Iba en el auto pensando en que las mejores cosas de su vida se estaban quedando atrás y que de ahí en adelante no habría marcha atrás entonces debía ponerle un punto y final  al la historia que habían construido juntos sin saber que era de ellos.

Por eso mismo había retrocedido el auto y también vio como el Omega Rubio corría hacia él y le miraba con ojos suplicantes y llorosos.

     —¿Por que lloras Minnie? —Preguntó limpiando con la punta de sus dedos las pequeñas lágrimas que recorrían el rostro del Omega.

     —Yoongi no... por favor no...

     —¿No? — cuestionó El Alfa sin comprender las palabras del Omega.

     —No te vayas, no me dejes, por favor  no me abandones, no me dejes solo yo sin ti no soy nada mis día sin ti son grises por favor no... por favor escúchame,  por favor no te alejes de mí porque me muero, Yo te amo.

Los labios del Rubio temblaban después de haber dicho aquello que tenía en su corazón y que hasta ahora tenía el valor de decir esperaba que no fuera demasiado tarde.

Mientras el pecho del Alfa explotaba en su interior de felicidad porque su pequeño y Rubio Omega precioso también lo amaba, le correspondía aquellos sentimientos que desde hace tiempo guardaban su corazón, sonrió limpiando las lágrimas del omega y abrazándolo atrayéndolo junto a él y envolviéndolo en un abrazo tan suave y tan protector donde le decía que no lo iba a abandonar que todo estaba bien que él se iba a quedar para siempre.

     —Jimin yo, Dios... yo siempre te he amado siempre desde mucho antes he sentido cosas tan fuertes por ti.
Tú eres el ser que ilumina mis días yo sin ti tampoco puedo vivir ¿y sabes la razón por la que Vendo esta casa? es porque en cada rincón de ella veo tu sonrisa, siento tu fragancia, escucho tu suave voz, toda la casa eres tú y cuando tú te fuiste me sentí tan solo y tan vacío, sentí la casa tan grande y no podía estar aquí no podía me hacía daño sin ti aquí.

     —¡Yoongi! Lo siento soy un Omega tonto nunca me di cuenta, yo no habría aceptado ninguna propuesta de matrimonio de haberlo sabido.

     —Jimin Minnie mírame, acabo de comprender que las palabras que más duelen son las que jamás pudimos decir y yo no quiero eso necesito expresarte lo mucho que te amo y todo lo que siento por ti por favor jimin.

El Omega en su interior se regocijaba ante las palabras del Alfa que tanto amaba así que sin pensarlo más buscó su boca y pegó sus labios  con  los contrarios iniciando un beso tan suave, tan dulce lleno de tanto amor que se habían guardado el uno por el otro y que hasta ese momento se atrevían a expresarse y cuando se separaron ambos brillaban e irradiaban una felicidad, la misma felicidad que les embargaba cuando convivían juntos en esa casa.

     —Te amo, quédate conmigo en nuestra casa Jimin.

El Omega asintió eso era lo que más deseaba en la vida y solo eso era lo que necesitaba para ser feliz así que de un salto rodeó las caderas del Alfa quién lo atrapó y lo sostuvo con todas sus fuerzas y unieron  sus frentes mientras sonreían.

     —Te amo Yoongi,  me quedaré contigo,  cancelaré el compromiso y todo. Sólo hazme feliz.

Entonces el alfa buscó las llaves en su chaqueta y con una mano despegó el cartel que decía se vende y lo arrojó lejos y entró con el Omega cargado en su regazo hasta su casa, hasta aquel lugar que siempre había sido un nnido de amor pero que hasta ahora lo iban a disfrutar en plenitud.

❀.°• Fin•°.❀

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Hola mis lindas mandarinitas Hoy es mi cumpleaños y por ello les traje este lindo OS para que lo disfruten conmigo es la manera especial de poder celebrar este día con ustedes Las quiero mucho Espero que lo disfruten.