🎼 Canción Recomendada para este capítulo:
❝ Love is a bitch - Two Feet ❞

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9 Marzo 1945
Tokio, Japón

Las tropas enviadas al frente de guerra volvían victoriosas a la capital del país nipón, después de un año, sus hazañas en contra de los países de la alianza serían honradas por el emperador en una gran fiesta nacional.

Kim SeokJin y Jeon NamJoon volvían junto al pelotón sobreviviente del frente en Filipinas siendo los invitados de honor en la fiesta que se celebraría en el nuevo hotel de la capital. Para ambos es un hecho inaudito, un acontecimiento absurdo, no obstante, podían tomarse la libertad de despojarse de toda responsabilidad mientras el país se encontraba de fiesta y podían, sin duda alguna, descansar adecuadamente.

NamJoon era quien se encontraba sumamente impaciente por llegar a la capital, durante el camino en buque estuvo caminando de un lado a otro dentro de su camarote, SeokJin completamente fastidiado le pidió que se relajará y durmiera durante el resto del viaje. Petición que el moreno tomó en cuenta y trató de cumplir, pero la idea de disfrutar de un buen cigarrillo para celebrar le devoraba la consciencia.

Al arribar en el puerto, un camión del Ejército Imperial les esperaba para llevarlos hacia la capital. Durante el camino los civiles festejaban emocionados la llegada de los sobrevivientes, globos, luces de papel y grandes pancartas adornaban las calles y veredas aledañas, los niños corrían junto a los transportes con la intención de chocar las manos con alguno de los soldados. SeokJin fue quien lo hizo, chocó su mano contra la de un pequeño niño que portaba solo un short desaliñado, la felicidad en el rostro del pequeño lo lleno de alegría.

En cuanto llegaron a la capital la fiesta continuaba, civiles vitoreaban la llegada de los soldados y el Emperador les daba la bienvenida desde la puerta del sitio donde se llevaría a cabo la ceremonia, el inmueble contaba con la indumentaria más lujosa y novedosa de la época. La influencia inglesa destacaba en los diseños y las habitaciones eran lo opuesto a lo que estaban acostumbrados.

Cada uno de los soldados fue asignado a una habitación individual y se les indicó que llegarán puntuales a la ceremonia, SeokJin fue el primero en instalarse estaba completamente asombrado por cada detalle del hotel, le parecía estar en un sueño donde él era un Rey, mientras recorría la habitación iba desabotonando su chaqueta para poder quitársela y disfrutar del maravilloso clima cálido, se quedó en calzoncillos recostado sobre la cama observando únicamente los detalles del techo.

Estaba a punto de quedarse dormido cuando un par de golpes a la puerta lo alertaron, automáticamente dio un brinco y se apresuró a abrir encontrándose con NamJoon al otro lado, quien solo sonrió tras ver el diseño en los calzoncillos del castaño, dulces patitos eran los culpables de esa sonrisa.

─Viejo, ¿Estabas durmiendo? ─Le preguntó, tras cerrar la puerta.

─No, estaba a punto de hacerlo. ─Respondió SeokJin entre un bostezo al mismo tiempo que estiraba sus brazos para despabilarse.

─Oh, lo siento no sabía.

─Descuida, ¿A qué viniste?

─A darte esto. ─Respondió NamJoon al mismo tiempo que extendía su mano derecha hacia SeokJin.

Sobre la palma del moreno se encontraba un Pin con forma de avión.

─Pero eso es tuyo, no puedo aceptarlo. ─Negó SeokJin, al ver lo que el contrario le ofrecía.

─Esto es para ti, pedí uno extra diciendo que extravié el mío.

Ante la sonrisa juguetona del moreno, SeokJin no pudo negarse por más tiempo y terminó aceptando el pequeño obsequio. Después de ello, NamJoon volvió a su habitación para alistarse y estar listo antes de que la ceremonia diera inicio.

Horas más tarde, al término de la ceremonia de conmemoración se dio inicio a la fiesta en el salón principal del hotel aquel lugar lucía increíble con la decoración especialmente elegida para la velada, las luces eran tenues y cálidas provocando que en conjunto a la música suave el ambiente fuese acogedor.

SeokJin y NamJoon se encontraban sentados en una mesa junto al resto del pelotón platicando sobre sus vidas antes de las experiencias en el campo de batalla, la mayoría de los sobrevivientes evitaba a toda costa hablar sobre esos momentos ninguno de ellos estaba completamente preparado para ello. SeokJin se sentía extraño, no comprendía muy bien el porqué de esta "celebración", por lo que tenía entendido la guerra aún seguía su trascurso, ninguna de las potencias había dado tregua o fin a la batalla, tenía muchísimas emociones encontradas que le provocaban un sentimiento agridulce.

NamJoon, por su parte le incito a que dejará de pensar tanto y disfrutará un poco de la velada, todavía eran jóvenes y tenían derecho a relajarse de vez en cuando, así que sirvió un poco de alcohol en la bebida de su amigo sin decirle que lo había hecho para evitar que el castaño lo regañara.

Al cabo de un par de horas, ambos jóvenes se encontraban ligeramente alcoholizados, bromeaban y reían junto a sus compañeros de mesa, quienes poco a poco volvían a sus habitaciones presos del cansancio, se habían quedado solos sin darse cuenta.

El cansancio comenzaba a apoderarse de SeokJin provocando que se quedará postrado sobre la mesa con los ojos cerrados mientras NamJoon disfrutaba de un cigarrillo, un pequeño ronquido fue el que llamó la atención del moreno su mejor amigo se había quedado dormido a su lado y decidió que era buen momento para retirarse del lugar llevándolo consigo entre sus brazos, quiso dejar a SeokJin en su habitación, pero se encontraba profundamente dormido que no quiso despertarlo para saber dónde se encontraban las llaves de la habitación por lo que colocándolo sobre su espalda se dirigió a paso lento hasta su habitación.

NamJoon dejó al castaño sobre la cama con suma delicadeza, lo menos que quería era despertarlo sabía muy bien que SeokJin no había dormido adecuadamente durante los últimos años así que lo dejo descansar después de depositar un pequeño beso en la frente del muchacho. Mientras tanto, tomó un nuevo cigarrillo que colocó en sus labios inhalando fervientemente el humo después de encenderlo y se colocó frente a la ventana observando en silencio el cielo, contempló las pocas esferas de gas que adornaban la obscuridad recordando la libertad de viajar muy cerca de ellas mientras piloteaba. Para él no fue fácil aprender a pilotear era el más joven del pelotón y el único que no comprendía el japonés, sin embargo, logró liderar más de siete misiones después de ello.

Minutos después SeokJin despertó con un ligero dolor de cabeza a causa del fuerte aroma de los cigarrillos, se removió un poco y abrió los ojos con dificultad, inspeccionó la habitación tratando de identificar en donde se encontraba cuando vio a NamJoon frente a la ventana fumando y bebiendo una botella de cerveza.

─Hey... ─Pronunció en voz baja y ronca.

─Hey. ─Respondió el moreno al darse cuenta que su mejor amigo ya había despertado.

─¿Me das un trago? ─SeokJin señalo la botella, ganándose una mirada sorprendida por parte del contrario.

─Cla... Claro, pero es cerveza.

─Que no beba alcohol con frecuencia no significa que no la haya probado antes.

Ambos rieron, SeokJin tomó la botella y le dio un gran trago extrañamente se sintió deleitado con la amargura característica de aquel líquido ámbar. Por otro lado, NamJoon sonrió divertido al ver el rostro de satisfacción en SeokJin.

─Deja de verme así. ─Refuto el castaño.

─Lo siento, es que creí que nunca te vería disfrutar de una cerveza como ahora.

─Lo acabas de ver y será la única vez que lo harás, ¿Tienes más?

─Un par de botellas y ya. ─Le respondió cabizbajo.

─En mi habitación tengo una botella de vino y una lata de paté, ¿Vamos?

─Cerveza y vino... Suena interesante, ¿Las viejas costumbres no se olvidan verdad? ─NamJoon golpeó suavemente el hombro de SeokJin con su puño en un gesto amistoso. ─Solo nos faltan las revistas que le contrabandeabas a tu padre.

─Tenemos veinte años somos jóvenes y como tú lo has dicho disfrutemos un poco de la vida.

Ambos jóvenes entre risas caminaron hasta la habitación de SeokJin, donde efectivamente una lata de paté de cerdo y una botella de vino se encontraban sobre la mesa. NamJoon tomó asiento en la cama y abrió el par de botellas que llevaba, para después acomodarse en la cama con la espalda recargada en la pared. Al pasar el tiempo ambos continuaron bebiendo, disfrutando del momento entre risas y recuerdos, el calor provocado por el alcohol en la sangre los orilló a quitarse las prendas superiores quedando completamente desnudos del torso.

NamJoon observaba con admiración a SeokJin, veía sus labios moverse mientras el contrario hablaba de aquella vez en la que ambos estaban en la antigua mina y leyó en una de las revistas sobre los delitos de sodomía afirmando que era una completa estupidez castigar por ello, la piel se le erizó a NamJoon en ese instante y apartó todo su deseo de acercarse a él.

─¿Dije algo malo? ─Preguntó SeokJin.

─No, pero no quiero que este tipo de cosas echen a perder la noche. ─Afirmó NamJoon, bebiéndose de un trago lo que le restaba de cerveza.

─Lo siento yo, no era mi intención. ─Se disculpó el Castaño.

Rápidamente el ambiente volvió a distenderse y los dos siguieron bebiendo al grado de ya no poder terminar una sola oración o recordar sobre que estaban hablando, tan solo reían de los gestos del contrario mientras negaban no estar ebrios.

De un momento a otro NamJoon terminó recostado sobre el pecho de SeokJin observando detalladamente sus facciones, las cuales ya no eran las de aquel joven de dieciocho años, sin duda habían madurado y sin poder resistirse más se acercó lo suficiente para rozar ligeramente sus labios contra los de Jin. Creyó que el castaño lo golpearía en la cara por tal atrevimiento, pero para su sorpresa devolvió la presión y se unió a él en un apasionado beso.

Un beso que subía de intensidad paulatinamente, las manos de SeokJin tomaron el rostro de NamJoon para evitar que se alejará de él, muy en el fondo deseaba con toda su fuerza que este momento se hiciese realidad.

Las manos de NamJoon poco a poco descendían por el torso desnudo del castaño hasta llegar a sus glúteos, donde se aferraron con fuerza por encima de la tela que los cubría. SeokJin, completamente extasiado, se apartó un poco para poder besarle el cuello y también recorrer su torso con suavidad hasta llegar a la hebilla del cinturón, donde se detuvo expectante del rostro del contrario, quien lo observaba atentamente esperando que continuará con lo que estaba haciendo. Sin más, terminó por deshacerse del pantalón ajeno y se colocó sobre él a horcajadas, besando nuevamente los hinchados labios del Moreno.

NamJoon respondía con suavidad a cada uno de los besos ávidos que Jin le otorgaba, mantenía sus manos aferradas a la espalda baja del castaño y cada que podía besaba el pecho del contrario con suavidad mezclando pequeñas lamidas. Instintivamente restregaba su cadera contra los glúteos de SeokJin obligándolo a sentir la dura y firme erección que se escondía debajo de su ropa interior. SeokJin, siendo presa de sus instintos comenzó a corresponder aquel roce con pequeños movimientos adelante y hacia atrás, hasta que se apartó bruscamente quedando de pie frente a NamJoon, quien desde su perspectiva lo observaba suplicante para poder continuar con lo que estaba haciendo. No obstante, el castaño hizo algo que el moreno nunca creyó experimentar.

De un momento a otro tan solo sintió deslizar el roce de la tela de su ropa interior contra sus muslos para dejar libre aquel miembro despierto que segundos después fue lamido desde la base hasta la punta por una juguetona e inexperta lengua cálida. La nula experiencia en la materia por parte del castaño le pareció sumamente tierno y al mismo tiempo demasiado excitante, aquellos suaves labios rozaban directamente su glande mientras la inexperta lengua se encargaba de frotar la parte baja de su miembro, si seguía así en cualquier momento terminaría de llegar al éxtasis y eso no lo iba a permitir, así que detuvo a SeokJin tomándolo de la barbilla.

─No es divertido que yo solo este disfrutando, ven acá. ─Dicho esto acerco el cuerpo de SeokJin hacia él para poder deshacerse de la ropa que claramente estorbaba.

Con un ágil movimiento se deshizo del pantalón y de la ropa interior del contrario dejando al descubierto la erección que SeokJin mantenía oculta. Sin apartar la mirada de aquellos hermosos ojos azules, se inclinó hacia la parte baja de su abdomen para hacer lo mismo que estaba haciendo hace unos momentos SeokJin, a diferencia del castaño el moreno tenía una mayor experiencia en este tema por lo que succionando con suavidad el glande del contrario sonrió ampliamente tras lograr arrebatarle pequeños suspiros, continuó su tarea con grandes y amplias lamidas sobre el miembro ajeno hasta que sintió una palpitación que indicaba la culminación del contrario, sin dudarlo se apartó bruscamente, aún no era tiempo de llegar al éxtasis.

SeokJin quedó aturdido y con la mirada perdida, el clímax se le fue arrebatado y se vengaría de ello, mientras tanto, se dejó guiar por NamJoon quien lo dirigió a la cama posicionándolo de rodillas y con el trasero hacia arriba frente a su rostro, de esta forma tenía plena disposición para poder jugar con la lengua directamente en la entrada del ano y la parte baja de sus testículos. Aquella sensación en sus genitales era completamente distinta y nueva para el castaño.

El placer era inexplicable el roce de la lengua en ese sitio lo estaba volviendo loco y quería más que solo un roce húmedo, su movimiento de cadera le indicó a Nam que lo que estaba haciendo ya no era suficiente y era momento de ir más allá, así que con suavidad frotó su dedo índice directamente en el borde de la entrada, para después introducirlo lentamente, la intromisión no fue agradable al contrario fue incómoda, pero Jin no se quejó y le permitió a NamJoon que siguiera preparándolo para el siguiente nivel.

Tres dedos entraban y salían con calma provocando en SeokJin más que un sonido gutural escuchar aquellas expresiones lascivas solo estremecían con creces el deseo de poseerlo, de nueva cuenta la palpitación en la zona baja de los testículos de SeokJin alertaron a NamJoon y frenó el vaivén de sus dedos obligando al castaño a postrarse de espaldas sobre la cama, para después unirse en un beso tierno donde NamJoon aprovecho para deslizar su virilidad delicadamente, la presión en su hombros le indicó que debía proceder con delicadeza así que comenzó a moverse lentamente mientras se aferraba al torso desnudo del contrario en un abrazo, el vaivén tomó fuerza paulatinamente causando que el choque de sus pieles les acompañara junto a sus gemidos y respiraciones en una sinfonía apasionada, que culminó al momento de llegar al éxtasis en conjunto.

Los jadeos erráticos eran lo único audible en ese momento, la satisfacción era palpable para ambos y un fuerte sentimiento de calidez invadió el pecho de SeokJin después de acurrucarse sobre el pecho de NamJoon.

Completamente ajenos a la situación que se vivía entre los países del Eje y los países de la Alianza. Jeon NamJoon y Kim SeokJin se entregaron en cuerpo y alma el uno al otro esa noche. Puede que el vino haya sido el culpable de todo, quizá haya sido el incentivo perfecto para seguir a sus corazones y dar rienda suelta a sus instintos más mundanos. Sin embargo, esa tierna y seductora velada terminó por teñirse de sangre, sufrimiento y dolor.

Desde los aires más de trescientos aviones estadounidenses invadieron el firmamento de la capital nipona dejando caer un sin fin de bombas incendiarias que destruyeron a su paso las estructuras de cada inmueble en la ciudad, y el hotel donde ambos jóvenes se hospedaban no fue la excepción, presos del sueño y el regocijo de sus corazones ninguno de los dos pudo mantenerse alerta.

La catástrofe los tenía atrapados dentro de aquella habitación el calor producto de las explosiones y la caída de yeso a su alrededor, orilló a SeokJin a levantarse de la cama. Aturdido trató de asimilar lo que estaba ocurriendo percatándose al instante que cientos de mordaces llamas envolvían su entorno y debilitaban gradualmente la estabilidad del piso donde se encontraban.

Ágilmente tomó de la silla cercana una toalla e intentó despertar a su compañero, pero él no reaccionaba se dio cuenta que un gran pedazo de yeso había golpeado a NamJoon directamente en la cabeza y un charco de sangre por debajo empapaba la almohada. No había escapatoria posible y el estruendo de más bombas le indicaba que no podían salir, siguiendo los aprendizajes de primeros auxilios tomó entre sus brazos a NamJoon e hizo presión en la herida que aquel trozo había provocado intentando detener el sangrado y realizó una especie de vendaje con la tela de su camisa.

El calor y el humo comenzaba a sofocarlo, pero no se daría por vencido tan fácilmente con rapidez volvió a ponerse la ropa y también volvió a vestir a NamJoon, con un poco de dificultad cargo sobre su espalda a su mejor amigo y salió de ahí siguiendo la estructura que aún seguía en pie del inmueble. Le costó mucho trabajo poder llevarlo consigo varios pisos abajo ya que en su camino escombros y madera ardiente le acompañaba, hasta que llegó a la planta baja del hotel donde una gran pila de escombros impedía el paso a la salida.

Sabía que no podría salir por ahí, así que busco la manera de hacerlo dirigiéndose hacia la cocina del hotel milagrosamente la salida trasera estaba intacta, pero un nuevo estruendo los sorprendió antes de poder salir provocando que más escombros cayeran sobre los dos dejándolos sobre el suelo con nuevas heridas en el cuerpo. SeokJin intento colocarse de pie, sin embargo, una laceración en el abdomen provocada por una viga de madera astillada y el peso de NamJoon sobre él se lo impidieron.

─No te muevas.... ─Escuchó en un susurró.

─¡Nam! ─Exclamó nervioso.

─Shhh... Tranquilo no te muevas mucho.

SeokJin no comprendía exactamente porque es que se lo pedía, fue entonces que alzó la mirada y notó que el resto de la viga que lo había lastimado, estaba incrustado en la parte inferior del abdomen de NamJoon.

─¡Tenemos que salir de aquí! ─Fue lo primero que se le vino la mente, después de colocar con mucho cuidado a NamJoon directamente sobre el piso.

─No creo que pueda hacerlo, esta cosa está bien aferrada en mi cuerpo. ─Dijo, antes de toser y expulsar sangre de sus labios.

─¡Iré en busca de ayuda! ─NamJoon lo detuvo señalando que la única salida había sido bloqueada nuevamente.

─¡No me rendiré me escuchas, saldremos de aquí juntos!

Con lágrimas en los ojos y con la determinación a tope, SeokJin cortó nuevamente la playera que traía puesta para poder realizar un nuevo vendaje en la zona afectada del cuerpo de NamJoon indicándole que realizará presión para detener el sangrado, mientras tanto el comenzó a quitar los escombros para poder abrir una brecha.

Se sentía desesperado quería salir de ahí, aunque eso implicará acumular heridas en las manos, con bastante esfuerzo logró abrir un espacio con el tamaño adecuado para que ambos pudieran salir. Satisfecho de su hazaña volvió por NamJoon lo tomó por los hombros para ayudarlo a levantarse, pero su temperatura corporal era muy baja eso lo alertó de inmediato e intentó hacerlo reaccionar con un par de besos en la frente.

El contrario lo hizo reaccionó abriendo los ojos débilmente, no obstante, su cuerpo no le respondía se sentía pesado, muy débil, ni siquiera podía mantener la fuerza de la presión en su abdomen, lentamente alzó la mano para poder tocar el rostro de SeokJin y otorgándole aquella sonrisa que lo caracteriza susurró.

─Cuando no esté mira hacia el cielo yo estaré ahí, siempre estaré ahí para ti...

─¡Nam, despierta Nam! ─Exclamó SeokJin dolorosamente.

─¡No, no me dejes!

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